ANGEL,
impresiones de la primera semana
El bueno
de Ángel es un fantasmilla a lo Ismael sólo
que con un dedito más de frente. Ya lo ha dicho
él, le gusta la juerga, pero, ¿tú
te imaginas a este pavo de juerga? ¿Te lo imaginas
contándote un chiste? Es la carnaza que va
dirigida al público en general, al conjunto
de la audiencia, abuelas, madres e hijas en general.
El nieto ideal, el hijo ideal, el novio platónico
ideal...
Para las
guarrerías ya tienen a algunos de los demás
tipos, la mayoria, está claro, sacados directamente
de la exquisita galería humana de El Bus. Carlos
y Fayna harán lo suyo, es decir, follar, y
los demás cada uno el pijo o el parihuelas,
cada uno en la medida de sus capacidades.
Unos y
otros nos distraerán en el sopor de la tarde,
la noche o la mañana, y todos juntos aplaudiremos
al final a Ángel, el ganador, porque así
es la vida... La de la gente que tiene un caballo
por mascota, sobre todo: no basta con ser rico, pijo
y guapo, sino que además tienes que tener la
edad adecuada a lo que piden los expertos en markéting
y merchandasing o cómo se diga. Mala suerte,
Alonso, que te la pique un pez... en las aguas de
Motril.
.Por
otro lado, es evidente que Angel no traga a Carlos,
pues le ha quitado el protagonismo, especialmente
delante de las chicas, que él creía
reservado para sí mismo. Aunque también
es evidente que no considera a ninguna a su altura,
pero, ya metidos en harina, está claro que
la mejor pensaba que debía colarse por él,
y no por Carlos. Pero todavía hay tiempo para
los cuernos en esta edición de Gran Hermano.
Y si no, al tiempo...
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