¿CARLOS
ES SÓLO UN ACTOR MÁS?
Fue
muy "curiosa" y edificante la experiencia
de la primera edición del concurso cuando
poco a poco fuimos viendo en episodios de Farmacia
de Guardia y otras series y eventos a concursantes
de Gran Hermano.
Hasta
el inverosímil Jorge pudimos verlo en estas
tareas.
Por
eso hay una sospecha en el ambiente desde siempre
por lo que se refiere a este tipo de concursos.
La
boda o pantomima del domingo entre los inexplicables
Emilito y Evita nos pondrá, tal vez, ante
una ocasión sin igual para sacar una conclusiónen
cuanto a este espinoso tema.
Nos
han anunciado que acudirá a la boda (o
cómo haya que llamarla) un invitado muy
especial.
Como
este invitado sea Carlos, apañados estamos.
Si ese tipo es quien dice ser, arrabalero y todo
eso, han lastimado y pisoteado su dignidad hasta
tal punto que de ninguna manera puede presentarse
a semejante evento: "ni por un millón
de dólares"
Ahora,
como llegue el domingo y Carlos asome por allí,
para nosotros sólo quedan dos opciones:
-O
Carlos no es quien nos han dicho que es, un barriobajero
(cosa por lo demás muy digna y bastante
más digna que ser un pijo, especialmente
si lo eres de coco) de Hospitalet y, por tanto,
ha estado interpretando de algún modo un
papel que no se corresponde con su vida ni con
su modo de ser
-o
todo el conjunto no es más una mastodóntica
representación teatral en la que se reparten
una serie de papeles entre una serie de personajes.
No
parece que quepa entender otra cosa.
Por
otro lado, si se confirma semejante soplapoyez,
hay que examinar también en qué
papel quedarían quienes organizan el programa.
¿Cómo
volverlo a aceptar después de echarlo?
¿Es
un mea culpa?
¿Se
reconocería así que fueron las presiones
externas las que llevaron a expulsarlo?
¿Se
desafiarían, de ese modo, esas mismas presiones
externas?
¿No
habría motivos para verlo todo como una
penosa maniobra destinada a sacudir a la audiencia?
El
domingo saldremos de dudas,si es que quedan algunas
serias.