MARTA SIGUE JODIENDO LA MARRANA
Pues
sí, la mega pija volvió a casa durante
unos minutos para entregarles unas tarjetas a
los que están dentro dedicadas por los
que ya fueron eliminados.
Eso
en teoría, claro. En realidad la intención
era montar el pollo Marta-Kaiet de un modo que
eludiera la presencia de Karola. No por delicadeza
hacia Karola, claro; sino para evitar que los
dos supuestos tortolitos se cortaran ante la presencia
de la incómoda tercera pata de la silla,
Karola.
Su
actitud dentro de la casa fue reveladora y bochornosa.
Cuando la pillaban de lado o de espaldas mientras
besaba o abrazaba a los demás nos preguntábamos
hacia donde miraba que giraba la cabeza para aquí
y para allá.
Pero
cuando la enfocaban de cara, el misterio quedaba
resuelto: la muy arpía iba buscando las
cámaras, a ver si lo que hacía quedaba
bien dentro de enfoque. Los otros histéricos
o llorando y ella mirando a la cámara.
Le
está bien empleado a Kaiet por soplagaitas.
Su actitud abona las dudas sobre su masculinidad.
No supo qué hacer en un momento así.
Liquidado
el supuesto asunto Kaiet (nunca hubo tal cosa,
fue sólo un montaje para animar a la aburridísima
audiencia), ahora Marta se ha volcado en explotar
su puesto buien rollo con Alonso que, literalmente
se la comió cuando la vio de nuevo en la
casa. Vamos, Alonsito se puso más contento
que el día que supo que a él, a
diferencia de sus amiguitas, nunca le iba a venir
la regla.
A
la ingenua de Mari, poco más y le da un
soponcio, pero Alonso la ignorñó
por completo, dejando bien claro que pasa de ella
coo de comer mierda.
Ahora
nos quieren vender la moto Marta-Alonso... ¿de
quién será hija esta que nos dan
tanto el coñazo con tan intragable señorita?