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Se dice que el peor castigo aplicable a un hombre, radica en privarlo de su libertad; durante siglos y entre distintas culturas, la privación de la libertad ha constituido el castigo más común para cualquier tipo de delito, con distintas variaciones en lo que a la duración del castigo se refiere y de acuerdo a la gravedad del delito también condicionado a la escala de valores de la cultura en cuestión.
Pero no es el único castigo que el hombre ha encontrado en su camino para satisfacer su sed de justicia, también halló satisfacción en la muerte, la tortura, el taylón, etc. Distintas maneras de castigo que de acuerdo a ciertos sectores de la cultura occidental (quizá los sectores más ingenuos) entran en la clasificación de inhumanos métodos de fallida rehabilitación. Es decir, ¿que rehabilitación puede encontrar uno en la muerte?, si partimos del principio de la continuidad del tiempo aplicado en las emociones humanas el odio genera más odio y no sólo eso sino también resentimiento, el cual evita una rehabilitación produciendo una nueva acción calificada de negativa en el sistema métrico de valores de la cultura en cuestión generando un círculo vicioso que no hace nada más que comprobar la espiralidad con forma cónica que tiene la historia de la humanidad.
¿Cómo explicar esto último sin utilizar una gráfica o una fórmula?. El objetivo de este texto, aunque es poco claro, indefinido y no goza de un marco teórico respetable; tampoco tiene bibliografía y su única fuente radica en la mente de la bohemia romántica y poco poética de un juglar, puede no ser (el objetivo) lo suficientemente bueno como para ser aceptado por una sociedad de ciencias puras, pero no pretende demostrar el sentido de la vida en una serie de raíces y exponentes, multiplicaciones y derivaciones, para satisfacer la ambición y el deseo que ciertos hombres tienen para demostrar que son superiores a los demás.
Sin embargo no demuestra falta de lógica, y por este motivo podemos explicar que la espiralidad cónica de la historia, se basa en la teoría de “la historia se repite sólo que en distintas escalas”. Es decir; la vida del hombre hace cientos de años no varía, mucho de la vida del hombre actual, las preocupaciones son básicamente las mismas y el hombre sigue siendo el mayor depredador en la naturaleza a través de los años. Las necesidades físicas y sociales siguen siendo las mismas, sólo varían los detalles que le dan a cada una de ellas una escala distinta. Pensemos un minuto en una circunferencia dibujada en el piso cuyo centro somos nosotros, ahora imaginemos un punto sobre nuestras cabezas (justo en el centro) y varias líneas punteadas que van desde ese punto hasta el perímetro de la circunferencia y formemos un cuerpo sólido llamado cono con líneas imaginarias como las de la tierra que van a r
epresentar todos los distintos estilos de vida que pueda tener el hombre. El tiempo va a ser representado por una gota de agua que va a descender desde la punta de nuestras cabezas en forma espiral y que va a cruzar cada una de las líneas que hemos dibujado.
Es así como podemos representar, la vida. Pero la libertad es aún más complicada de graficar, es casi indescriptible y cae usualmente en la calificación de utópica; explicando, la libertad del hombre no reside en su capacidad para hacer lo que mejor le parezca; usualmente se piensa que constituye su capacidad para reconocer qué posibles acciones son valorables como malas o buenas acciones y escoger además hacia que camino desea vivir.
La primera razón para que no exista la libertad hasta el día del juicio final, se explica en esto mismo, definir una acción como mala o buena no depende de un conjunto universal de valores (es decir comunes a todos los seres humanos) sino mas bien a las distintas perspectivas que cada una de las culturas presenta en su sistema social como óptimas o no. Esto va claramente en contra del principio bíblico de la igualdad de todos los hombres y su semejanza con Dios y es este último quien va a permitir la presencia de la libertad en los hombres con la muerte y la llegada de su reino, pues son los profetas quienes dicen que en este sitio no habrán distinciones de razas, idiomas, etc. Para entenderlo más fácilmente, es el típico discurso nacionalista del Presidente Norteamericano en una película de Hollywood, solo que con bases firmes y miles de años de anticipación.
Además, la libertad plena forma parte de aquellos conceptos, demostrables y existentes solo cuando son absolutos, es decir, no existe libertad a medias ni por partes, solo la libertad absoluta, no es como otros conceptos que gozan de una serie de matices y de acuerdo a la cercanía que tengan a cualquiera de los extremos son calificables como existentes o no.
Sin duda alguna, la libertad de una persona está en estrecha relación a la libertad de sus congéneres (e incluso de las demás especies a su alrededor y la armonía del universo) es esta interdependencia la que hace a la libertad tan inalcanzable. Pensemos por un minuto todas las barreras que el hombre debe atravesar para alcanzar cualquiera de los ideales absolutistas que tengan algo que ver con el amor, la libertad, la vida plena, etc. Barreras como la envidia, el egoísmo, el odio y el rencor sólo por mencionar unas cuantas.
A veces, cuando uno se encuentra en la lucha por conseguir la libertad, se pude sentir solo, abandonado por el resto de los hombres y, puede también cuestionar el principio del equilibrio universal, por qué todo lo malo parece siempre vencer, porque los hombres buenos parecen ser tan pocos, porque los días nublados prevalecen sobre los días claros. A veces no nos damos cuenta de lo mucho que vale una buena acción o un día soleado y los olvidamos fácilmente pero en el fondo sabremos que el mal y el bien siempre estarán en equilibrio. Y para terminar con este corto ensayo quisiera comentar un texto muy hermoso. “Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay hombres que luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos; pero hay quienes luchan toda la vida, esos son los imprescindibles” (Berthold Bretch). Sin querer o intentar insultar la genialidad de un gran autor, idee mi propio texto: “...aquellos qu
e luchan toda la vida, no serán inmortalizados en las páginas de un libro de historia como los próceres de la independencia, los presidentes corruptos o los héroes de un día, serán olvidados como una lápida más en el cementerio de los recuerdos, aunque fuesen ellos quienes mantuvieron, el verdadero equilibrio...”
FIN
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