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Terry Fitzgerald siempre supo lo que quería hacer por su país. Siempre fue un chico de dieces, desde la primaria hasta la preparatoria, por lo que se ganó un lugar en diversas universidades. Entró a la universidad con dos carreras: Ciencias Políticas y Estudios Eslavos. Fue ahí donde conoció a Al Simmons, se convirtió en su tutor de inglés. El nivel de estudios de Terry permitió que Al siguiera en el equipo de béisbol, y siempre salían con las porristas en citas de parejas.

Al terminar la carrera, sus excelentes calificaciones y estudios especiales le causaron un conflicto por decidir entre cinco diferentes agencias gubernamentales. Primero se decidió por el FBI, pero el entrenamiento en Quantico resultó ser muy pesado, por lo que se decidió por la CIA. Ahí sirvió traduciendo información del bloque soviético, y se mantuvo al día tomando diferentes cursos de entrenamiento. Acompañó a su viejo amigo Al en uno de estos cursos en una escuela de idiomas en Monterrey, California. En Nueva Cork, vivían muy cerca el uno del otro, y se volvieron inseparables.
Más allá del trabajo y el hockey, Terry tenía su vida privada. Envidiaba a Al, pues su amigo tenía una hermosa esposa y una casa en los suburbios; pero para él, el trabajo y el servicio a su patria eran lo más importante. Pasaba cada fin de semana que podía asando carne en casa de los Simmons, en Queens, pero siempre tenía un libro a la mano, mientras Al veía televisión. Sintió una impresión muy fuerte cuando lo vio regresar de una misión en un ataúd.

Al principio visitaba a Wanda, aun contra sus principios, pues él era consciente de que ella necesitaba tiempo. Pero con los meses, lo que ella necesitó fue a él, un fuerte pilar del cual se pudiera sostener. Ayudó a la abuelita y a Wanda en su período de luto, alejándolas de la prensa, la cual buscaba una última pregunta para la viuda de tan heroico guardia presidencial. Una cosa llevó a la otra, y pronto Terry y Wanda se casaron. Él se sentía culpable, pero realmente quería hacerse cargo de Wanda. De alguna manera le estaba haciendo un último favor a su amigo; pero el amor que sentía por ella era lo más fuerte que jamás había sentido. Con el tiempo tuvieron una niña, Cyan, y la sombra de la muerte de Al fue desapareciendo. Hasta que su fantasma, o algo parecido, regresó. Este fantasma, Spawn, ha salvado la vida de Terry varias veces, así como visitado a Wanda otras tantas, dejando a Terry atónito y abriendo viejas heridas de culpa y dolor en él.

Mientras tanto, el trabajo de Terry ha tenido sus altos y bajos. Su jefe, Jason Wynn, lo culpó por algunas fallas de seguridad en las oficinas, e incluso acechó a su familia. Los hechos probaron su inocencia, aunque Wynn, necesita de alguien que cargue con las culpas cuando las cosas se ponen en su contra. Poco a poco, Terry se sobrepuso a las situaciones, y es un empleado modelo. Ha sido transferido directamente a la oficina de Wynn, en donde puede buscar en sus archivos y por fin hacerlo caer. Ahora, con la ayuda de Spawn, trata de proteger a su familia de la única manera que encuentra: destruyendo el mal desde la raíz.