A mi Señor Dios, símbolo de esperanza y fe, por haberme guiado y acompañado
en todos y cada uno de los momentos difíciles de mi vida.
Muy
especialmente a mi padres, por brindarme su comprensión, ayuda y sobre todo su
amor.
A mis
hermanos y hermana, quienes han estado conmigo cuando más los he necesitado,
por sus consejos, amor y dedicación.
A mis
familiares y amigos por su valiosa solidaridad, cariño y comprensión.
A
todas aquellas personas que directa e indirectamente, me ayudaron para lograr
alcanzar una de mis principales metas.
A todos
ellos con mucho cariño y amor.
iv