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AUTÉNTICA
POESÍA  |
Los
poetas denominados postrománticos, que empiezan
a escribir hacia 1850, se apartan de la gesticulación,
el patetismo, el arrebato y la grandilocuencia que habían
imperado hasta entonces y prefieren, para la expresión
del sentimiento y para la exploración de otros
mundos interiores, tonos suaves y poco estridentes y
un lenguaje conciso, sugerente y desprovisto de hojarasca
retórica.
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RIMAS
I a XI  |
En
sus primeras rimas (I a XI), Bécquer reflexiona sobre la misma poesía
y sobre el fenómeno espiritual de la creación literaria. La rima XI
podría referirse al ideal poético, pero también, con mayor razón, a la
mujer soñada.
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RIMAS
XII a XXIX  |
En
estas rimas, junto a la exaltación de la belleza femenina, Bécquer habla
del amor en sentido afirmativo y luminoso. En varias ocasiones, la mujer
es descrita como algo inalcanzable, ideal, misterioso y
extremadamente sutil.
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RIMAS
XXX a LI  |
Frente
al carácter nebuloso de las rimas anteriores, el poeta se ciñe ahora a
lo concreto y tangible. La ruptura con su amada, debido al orgullo o a la
traición, la evocación del amor perdido y los sentimientos de soledad y
abandono se expresan con un lenguaje desgarrado, en el que se incrustan
imágenes de gran fuerza expresiva.
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RIMAS
LII a LXXIX  |
Cobran
ahora espesor las preguntas sobre el origen y el destino de las personas,
la monotonía de lo cotidiano, la identificación del mundo con un
desierto, los sentimientos de fracaso y la desesperación y la angustia
ante la amenaza de una muerte cercana.
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