NOTAS
24 |
Montero y Vidal, i,
pp. 41-42.
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25 |
Juan de Grijalva. Extraído
por W. E. Retana's de su Cronica de la Orden de N. P. S. Augustin en
las provincias de la Nueva España, etc. (1533-1592) en la edición
de Retana al Estadismo de las Islas Filipinas de Zúñiga,
ii. p. 219 ss. Juan de Salcedo, después de ser promovido al alto
cargo de Maestre de Campo (un mando independiente), murió repentinamente
en 1576 a la edad de veintisiete años. Muy lejos de amasar una fortuna
en su carrera, murió pobre. Proveyó en su testamento que
lo que quedara después del pago de deudas se diera a ciertos indios
de su encomienda. Ibid., p. 615.
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26 |
Este informe de la conversión
se basa en la narración contemporánea de Grijalva; véase
Retana, Zúñiga, ii, pp. 219-220.
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27 |
Montero y Vidal, i, p. 59.
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28 |
Retana, Zúñiga,
ii, p. 222; Morga, edición de la Sociedad Hakluyt, pp.307-308; Montero
y Vidal, i, p. 60.
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29 |
Fue vice-gobernador y el primer
juez nombrado a la Audiencia (tribunal supremo) cuando se reorganizó.
Sus Sucesos de la islas Philipinas - Mexici ad Indos, anno 1609
es una obra de gran rareza. Se reimprimió en París en 1890
con anotaciones del autor y patriota filipino Dr. José Rizal y una
introducción de Blumentritt. Rizal trata de mostrar que los filipinos
retrocedieron en civilización bajo dominio español; cf. los
comentarios de Retana en su Zúñiga, ii, p. 277. Las
referencias a Morga de más abajo son de la edición de Hakluyt
Society.
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30 |
Transferencia natural del nombre
familiar que se da en España a los mahometanos.
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31 |
Morga, pp. 296-297.
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32 |
Morga, p. 323.
|
33 |
Relacion de las Encomiendas
existentes en Filipinas el dia 31 de 1.591, en Retana: Archivo del
Bibliófilo Filipino, iv, pp. 39-112.
|
34 |
Mendoza, The History of the
Great and Mighty Kingdom of China, edición de Hakluyt Society,
ii, p. 263.
|
35 |
Impreso en Retana, Archivo,
iii, pp. 3-45.
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36 |
"De poco hubieran servido el valor
y constancia con que Legazpi y sus valerosos compañeros vencieros
a los nativos de las islas si el celo apostólico de los misioneros
no hubiera secundado sus esfuerzos y ayudado a consolidar la empresa. Estos
últimos fueron los verdaderos conquistadores; los que sin más
armas que sus virtudes ganaron la buena voluntad de los isleños,
hicieron amar el nombre de España y dieron al rey, como por milagro,
dos millones más de súbditos sometidos y cristianos." Tomás
de Comyn, State of the Philippine Islands, etc., traducido por William
Walton, Londres, 1821, p. 209. Comyn fue por ocho años director
general en Manila de la Real Compañía Filipina, el último
editor de la Revista de Filipinas, Señor del Pan, lo calificó
de hombre de "extensos conocimientos especialmente en las ciencias sociales."
Retana califica su libro como "un libro de mérito extraordinario,"
Zúñiga, ii, pp. 175-76. Mallat dice "C'est par la seule influence
de la religion que l'on aconquis les Philippines, et cette influence pourra
seule les conserver." ('Sólo la influencia de la religión
conquistó Filipinas y sólo esta influencia podrá mantenerlas')
Les
Philippines, histoire, geographie, moeurs, agriculture, industrie et commerce
des Colonies espagnoles dans l'Oceanie, por J. Mallat, Paris, 1846,
i, p. 40. A mi ver esta obra es la mejor entre todas las publicaciones
modernas sobre Filipinas. El autor fue un hombre de formación científica
que viajó a Filipinas a estudiar el país después de
prepararse por dos años en España.
|
37 |
Morga, p. 325.
|
38 |
Mallat, i, p. 389.
|
39 |
Morga, p. 320.
|
40 |
Mallat, i, pp. 382-385.
|
41 |
Morga, p. 312. Mallat, ii, p. 240.
|
42 |
Morga, p. 313. Mallat, ii, p. 244.
|
43 |
El primer hospital regular de las
trece colonias fue el Hospital de Pensilvania incorporado en 1751 que empezó
a admitir pacientes en 1752. Cornell, History of Pennsylvania, pp.
409-411. Hay referencias a un hospital en Nueva Amterdam en 1658, pero
el Hospital de Nueva York fue la primera institución de alguna importancia
de este tipo. Se fundó en 1771 y no empezó a admitir pacientes
hasta 1791. Memorial History of New York, iv, P. 407. En Boston
no hubo hospital de medicina general hasta el siglo XIX. El Hospital General
de Massachussetts se incorporó en 1811. Memorial History of Boston,
iv, p. 548.
|
44 |
Morga, p. 350.
|
45 |
Morga, p. 314.
|
46 |
Fray Juan Francisco de San Antonio
que viajó a Filipinas en 1724 dice "hasta el presente no se ha encontrado
un trozo escrito relacionado con la religión, ceremonial, o instituciones
políticas antiguas." Chronicas de la Apostólica Provincia
de San Gregorio, etc. (Sampaloc, cerca de Manila, 1735), i, pp. 149-150
(citado de Retana, Zúñiga, ii, p. 294.).
|
47 |
Usaban hojas de palma por papel
y una aguja de hierro por pluma. "L'escriture ne leur sert que pour s'escrire
les uns aux autres, car ils n'ont point d'histoires ny de Livres d'aucune
Science; nos Religieux ont imprimé des livres en la langue des Isles
des choses de nostre Religion." ('La escritura no les servía más
que para escribirse mutuamente, porque no tienen ni historias ni libros
de ninguna ciencia; nuestros religiosos han impreso libros en lengua de
las islas sobre temas de nuestra religión') Relation des Isles
Philippines, Faite par un Religieux qui y a demeuré 18 ans,
in Thévenot, Voyages Curieux. Paris 1663, ii (p. 5, de la
Relation).
Esta narrativa es una de las primeras en presentar una reproducción
del antiguo alfabeto tagalog. Retana lo atribuye a un jesuita y lo fecha
en 1640: p. 13 del catálogo de su biblioteca al fin del Archivo
del Bibliófilo Filipino, i. Según Retana, los primeros datos
sobre la lengua tagala se encuentran en la Relación de las Islas
Filipinas de Chirino, Roma, 1604.
|
48 |
Mendoza, Historie of the Kingdome
of China, volumen ii, p. 263.
|
49 |
Ibid., p. 264.
|
50 |
Morga, p. 319.
|
51 |
Relation d'un Religieux,
Thévenot, volumen ii, (p. 7 de la Relation).
|
52 |
Sobre los poderes del gobernador,
véase Morga, pp. 344-345.
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53 |
En este artículo se usa
'Dólar' para referirse al 'Peso' español. El lector ha de
tener en cuenta los cambios en el valor adquisitivo del dólar. Para
calcular su equivalencia aproximada, se puede usar diez como factor para
los siglos XVI y XVII y cinco para mediados del XVIII.
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54 |
Hay que recordar que la conciencia
oficial en los siglos XVII y XVIII en relación a estas 'propinas'
no era tan sensible como se puede esperar hoy. Le Gentil escribe: "Les
Gouverneurs de Manille corrompent journellement leurs grâces, et
les Manillois ne les abordent guère pour leur en demander, sans
se précautioner auparavant du rameau d'or; seul et unique moyen
de se les rendre favorables. Un soir étant allé voir le Gouverneur,
in 1767, à peine m'eut'il demandé des nouvelles de ma santé
qu'il alla me chercher une bouteille de verre de chopine, mesure de Paris,
(half-pint) pleine de paillettes d'or, il me la fit voir en me disant que
c'était un presént dont on l'avoit régalé ce
jour-là même; Oi, me dit-il, me regalaron de este." ('Los
gobernadores de Manila prostituyen sus mercedes a diario y los manileños
casi nunca se acercan a requerirlas sin tomar sus precauciones delante
del becerro de oro, solo y único medio de conseguirlas. Una tarde
de 1767, visitando al gobernador, apenas se interesó por mi salud
cuando fue a buscar una botella de vidrio de una medida de París
llena de pepitas de oro, y me la enseñó diciendo que era
un regalo que le habían hecho aquel mismo dia. Hoy, me dijo, me
regalaron este') Voyage dans Les Mers de L'Inde, Paris, 1781, ii,
pp. 152-153. Le Gentil pasó unos dieciocho meses en Filipinas en
misión científica. Su relato de las condiciones locales en
el siglo XVIII es uno de los más completos y valiosos que tenemos.
Como laico y hombre de ciencia sus puntos de vista constituyen un contrapeso
útil a los de los historiadores clericales.
|
55 |
Voyage, ii, p. 153. La Audiencia
Real se estableció para reprimir el despotismo de los gobernadores,
lo cual nunca se consiguió, porque los hombres de toga son de rodillas
notoriamente débiles y el gobernador los puede enviar detenidos
a España, mandarlos a las provincias a tomar un censo de indios
o ponerlos en la carcel sin más, lo que se ha hecho varias veces
sin serias consecuiencias." Zúñiga: Estadismo de las Islas
Filipinas o mis Viages por este Pais, ed. Retana, i, p. 244.
|
56 |
"Cuando se pusieren edictos, publicaren,
y pregonaren las residencias, sea de forma que vengan á noticia
de los Indios, para que puedan pedir justicia de sus agravios con entera
libertad." Ley de1556, lib. v, tit. xv, ley xxviii de la Recopilacion
de Leyes de los Reinos de las Indias.
|
57 |
Recopilacion, lib. v, tit.
xv, ley vii.
|
58 |
Churchill's Voyages, iv,
pp. 427-428.
|
59 |
"Ruego al lector que no concluya
de mi opinión sobre los tribunales de residencia mi confianza en
su eficacia. My homenaje está sola e inmediatamente dirigido a la
sabiduría de la ley y dejo la crítica de su puesta en práctica
a los que conocen la influencia seductiva de Plutón sobre la débil
y flexible Ilemis." De Pons: Voyage to the Eastern Part of Terra Firma
or the Spanish Main in South America during the years 1801, I802, 1803,
and 1804. Nueva York, 1806, ii, p. 25.
|
60 |
"Une loi très sage, mais
malheureusement sans effet, qui devrait modérer cette autorité
excessive, est celle qui permet à chaque citoyen de poursuivre le
gouvemeur vétéran devant son successeur; mais celui-ci est
intéressé à excuser tout ce qu'on reproche à
son prédécesseur; et le citoyen assez téméraire
pour se plaindre, est exposé à de nouvelles et à de
plus fortes vexations." ('Una ley sapientísisma, pero desgraciadamente
sin efecto, que debiera moderar esta autoridad excesiva es la que permite
a cada ciudadano querellarse contra el gobernador saliente ante su sucesor;
pero a éste le interesa excusar todo lo que se reprocha a su predecesor;
y el ciudadano con suficiente temeraridad para quejarse se expone a nuevas
y mayores vejaciones') Voyage de La Pérouse autour du Monde,
Paris, 1797, ii, p. 350.
|
61 |
Sus comentarios sobre la cualidades
deseadas en los oficiales no están hoy faltos de interés:
"Un gobernador ha de entender la guerra pero no debe tener excesiva confianza
en sus habilidades. Preste oído al consejo de los que conocen el
país, donde se gestionan los asuntos de una manera muy diferente
a la de Europa. Los que han intentado llevar la guerra en las islas como
se lleva en Flandes o en le resto de Europa han caído en errores
irreparables. Lo importante es promover el bienestar del pueblo, tratarlo
con benignidad, extender amistad a los forasteros, esforzarse en que los
barcos para Nueva España salgan a tiempo y en buenas condiciones,
promover el comercio con los países vecinos y fomentar la construcción
de barcos. En una palabra, vivir entre indios más como padre que
como goberndor." Relation et Memorial del' état des Isles.Philippines,
et des Isles Moluques de Ferdinand de los Rios Coronel, Prestre et
Procureur General des Isles Philippines, etc. Thevenot, ii p. 23
de la Relation).
volver al artículo |
62 |
Morga, p. 345. Recopilacion,
lib. ii, tit. xv, ley xi.
|
63 |
Ibid, ley lviii. Le Gentil, ii,
pp. 159, 161.
|
64 |
Recopilacion, lib. ii tit.
xv, ley,xi.
|
65 |
Mallat, i, pp. 349-50. Se puede
ver un sumario de las variaciones en los nombres de las provincias en el
Estadismo
de Zúñiga en Retana, p. 376 ff.
|
66 |
Recibían un tributo fijo
a pagar en especie y hacían dinero aprovechándose de las
fluctuaciones de los precios en el mercado. En tiempos de escasez y consecuentes
subidas de precios esta práctica doblaba o triplicaba el peso del
tributo. Véase State of the Philippine Islands, de Tomas de Comyn,
traducido por William Walton, p. 197. Mallat dice: "Rien n'est plus funeste
au pays que la permission qui est accordée aux alcaldes de faire
le commerce pour leur compte." ('Nada hay más funesto al país
que la autorización que se concede a los alcaldes a hacer el comercio
por su cuenta.') i, p. 351. Vide también la nota de Retana a Zúñiga,
Estadismo,
ii, p 530. Este dercecho al comercio se abolió en 1844.
|
67 |
"Es bastante común ver un
barbero o un lacayo convertido en gobernador; un marinero o un desertor
transformado en juez de distrito, recaudador o comandante militar de una
provincia populosa, sin más consejero que su burdo entendimiento
ni otra guía que sus pasiones. Semejante metamorfosis provocaría
risa en una comedia o farsa; pero representada en el teatro de la vida
humana ha de dar lugar a sensaciones de naturaleza muy distinta. ¿Quién
no se horroriza, y tiembla por el inocente, cuando ve semejante ser transportado
del travesaño de la horca a la sede de la justicia, decidiendo en
primera instancia sobre el honor, vidas y haciendas de cien mil personas
y exigiendo altaneramente el homenaje e incienso de los ministros espirituales
de los pueblos bajo su jurisdicción lo mismo que de los curas y
pastores, respetables por sus logros y benevolencia, y que en sus respectivos
lugares de origen pudieran haber rechazado como criado al que ahora en
Filipinas están obligados a pagar pleitesía, y a obedecer
como as su soberano." State of the Philippine Islands, London, 1821,
p. 194.
|
68 |
Morga, p. 323.
|
69 |
Jagor describe una elección
que observó en Lauane, una ciudad de cuatro mil quinientos habitantes
en la pequeña isla del mismo nombre muy cerca del la costa norte
de Samar. La cito en su totalidad porque es la única descripción
de una elección local semejante que recuerdo. "Se celebró
en el ayuntamiento. A la mesa están sentados el gobernador o su
representatnte, a su derecha el pastor y a su izquierda el secretario que
es el intérprete. Todos los Cabezas de Barangay, el Gobernadorcillo
y sus predecesores se sientan en los bancos. Se empieza por la elección
de seis cabezas y seis ex-gobernadorcillos que serán los electores.
El Gobernadorcillo incumbente es el treceavo elector. Los demás
salen de la sala. El presidente entonces lee el reglamento de la elección
y exhorta a los electores a ejercer su oficio seriamente; y éstos
se acercan uno a uno a la mesa y escriben tres nombres en una balota. Inmediatamente
es nombrado Gobernadorcillo para el año que sigue quien recibe el
mayor número de votos, si el pastor o los electores no manifiestan
objeción bien fundada y sujeto a confirmación del tribunal
superior en Manila, la cual es automática pues la influencia del
pastor evitaría una elección inconveniente. Se seguía
el mismo proceso para la elección de las otras autoridades locales
excepto que se recurría al Gobernadorcillo por si tuviera alguna
objeción a las selecciones. Todo este procedimiento se realizaba
con tranquilidad y solemnidad." Reisen in den Philippinen, Berlin,
1873, pp. 189-190.
La relación
de Sir John Bowring de este sistema de administración es la más
clara que he encontrado en un libro inglés. A Visit to the Philippine
Islands, London, 1859, pp. 89-93.
|
70 |
El gobernadorcillo en consejo con
los otros cabezas presentaban un nombre para su nombramiento por la autoridad
superior. Bowring, p. 90.
|
71 |
Zúñiga, Estadismo
de las Islas Filipinas, i, p. 245. Cf. Mallat, i, p. 358.
|
72 |
Comyn: State of the Philippine
Islands, ch. vii.
|
73 |
Mallat, i, pp. 40, 386. Jagor,
pp. 95-97.
|
74 |
Mallat, i, p. 380 ss.; Comyn, p.
212 ss.
|
75 |
Mallat, i, p. 365.
|
76 |
Morga, p. 333.
|
77 |
Delgado: Historia de Filipinas,
Biblioteca Historica Filipina, Manila, 1892, pp. 155-156. Delgado escribió
en 1750-51. Le Gentil ofrece cifras algo diferentes basdas en la documentación
oficicial al respecto de 1735, ii, p. 182. Su total es 705.903 personas.
|
78 |
LeGentil, i, p. 186.
|
79 |
Recopilacion, lib. vi, tit.
iii, ley xxi. Morga, p. 330. "Avec toutes les recommandations possible,
il arrive encore que le moine chargé de la peuplade par où
vous voyagez, vous laisse rarement parler seul aux Indiens. Lorsque vous
parlez en sa présence à quelque Indien qui entend un peu
le Castillan, si ce Religieux trouve mauvais que vous conversiez trop long-temps
avec ce Naturel, il lui fait entendre dans la langue du pays, de ne vous
point répondre en Castillan, mais dans sa langue: l'Indien obéit."
('Con todas las recomendaciones posibles, todavía sucede que el
monje encargado del poblado por donde vaya a viajar raramente le deja hablar
a solas con los indios. Cuando se habla en su presencia con algún
indio que entiende un poco de castellano, si el religioso no ve bien que
hable por largo tiempo con este natural, le hace entender en lengua del
país que no debe responder en castellano sino en su lengua: el indio
obedece') Le Gentil, ii, p. 185.
|
80 |
State of the Philippine Islands,
pp. 216-217. Estas resposabilidades y el vivir aislado de los europeos,
junto con el clima, ha causado locura con frecuencia. Le Gentil, ii, p.
129. Mallat, i, p. 388.
|
81 |
Ibid., p. 214.
|
82 |
En 1637 la fuerza militar estacionada
en las islas consistía en mil setecientos dos españoles y
ciento cuarenta indios. Memorial de D. Juan Grau y Monfalcon, Procurador
General de las Islas Filipinas, Docs. Inéditos del Archivo de Indias,
vi, p. 425. En 1787 la guarnición de Manila era un regimiento de
mejicanos con mil trescientos efectivos, dos compañías de
artillería con ochenta cada una, y tres compañías
de caballería con cincuenta cada una. La Pérouse, ii, p.
368.
|
83 |
Apuntes Interesantes sobre Las
Islas Filipinas, etc., escritos por un Español de larga esperiencia
en el pais y amante del progresso, Madrid, 1869, p. 13. Escribió
este ineresantísimo y valioso trabajo principalmente Vicente Barrantes,
que fue miembro del consejo del gobernador y su secretario. Sobre su autoría
véase Archivo ii, Biblioteca Gen. de Retana, p. 25, que corrije
la conjetura publicada en su Zúñiga, ii, p. 135.
|
84 |
Apuntes Interesantes, pp.
42-43.
|
85 |
Zúñiga, Estadismo,
i, p. 246; Le Gentil, ii, p. 172.
|
86 |
Le Gentil, ii, p. 172.
|
87 |
Morga, p. 336.
|
88 |
Morga, ibid.
|
89 |
Morga, ibid.
|
90 |
Recopilacion, lib. ix, tit.
xxxv, ley vi and ley xv. Como se verá más adelante, normalmenmte
sólo se proveía de un navío.
|
91 |
Ibid., ley xxxiv.
|
92 |
Ibid., ley lxviii.
|
93 |
Ibid., ley lxxviii.
|
94 |
Ibid., ley xiv.
|
95 |
Morga, p. 344. Zúñiga,
i, pp. 271-274. "El barco de Acapulco ha sido la causa de que los españoles
hayan abandonado las riquezas naturales e industriales de las Islas." Ibid.,
p. 443.
|
96 |
Le Gentil, ii, pp. 203-230; Zúñiga,
i, P. 266 ff.
|
97 |
Le Gentil, ii, p. 205; Careri,
Voyage
Round the World, Churchill: Voyages, iv, p. 477.
|
98 |
Zúñiga, i, p. 267.
|
99 |
Zúñiga, i, p. 267.
|
100 |
Le Gentil, ii, p. 207.
|
101 |
Zúñiga, i, p. 268.
|
102 |
Churchill, Voyages, iv,
p. 491. Admito que hay graves dudas sobre si los viajes de Gemelli Careri
en el siglo XVIII tuvieron lugar. Robertson dice: "parece opinión
bien recibida (aunque no me parece fundada en evidencia sólida)
que Careri nunca dejó Italia y que su famoso Giro del Mondo es la
historia de un viaje ficticio." History Of America, nota 150. Las
acusaciones más específicas contra Careri están relacionadas
con sus experiencias en China. Véase Privost, Histoire des Voyages,
v, pp. 469-70. Su descripción de las Filipinas y del viaje a Acapulco
está llena de detalles que tienen toda la apariencia de ser el resultado
de observaciones personales. De hecho no veo cómo puede ser posible
que esta parte de su libro no pueda ser auténtica. El único
libro de viajes con una relación detallada de la travesía
Manila-Acapulco escrita antes de que Careri publicara la suya, descrita
en Medina, Bibliografia Española de Filipinas, es la Peregrinación
del Mundo del Doctor Pedro Cubero Sebastian, una edición de
la cual se publicó en Nápoles, de donde era Cubero, en 1682;
pero la relación de Careri no se parece más a la de Cubero
de lo que puedan parecerse cualquier par de descripciones de un mismo viaje;
y tampoco está claro que Careri hubiera leído la relación
de Sebastian.
|
103 |
Zúñiga, i, p. 268.
Careri menciona el caso de un dominico que pagó quinientos dólares
por el pasaje al este. Op. cit. p. 478; en la página 423 dice que
el precio de cabina y comida estaba entre quinientos y seicientos dólares.
|
104 |
Churchill's Voyages, iv,
p 499.
|
105 |
Op, cit. p. 491. Sin embargo Careri
no tuvo la terrible experiencia de Cubero Sebastian en su viaje. Hacia
el final de la travesía sufrieron una epidemia de una enfermedad
mortal, “el berben, o mal de Loanda” (probablemente beri-beri) y también
de disentería, de la que pocos que la sufrieron escaparon con vida.
Hubo noventa y dos muertes en quince dias. De las cuatrocientas personas
a bordo doscientas diez murieron antes de llegar a Acapulco. Peregrinacion
del Mundo de D. Pedro Cubero Sebastian, Zaragoza, 1688, p.268.
|
106 |
Careri: Op. cit. p. 503.
|
107 |
Montero y Vidal: Hist. Gen.
de Filipinas, i, pp. 418, 463. En la página 461 se puede ver
una breve bibliografía de la historia del comercio filipino. Según
Montero y Vidal, la mejor historia moderna del comercio en Filipinas es
La
Libertad de comercio en las islas Filipinas de D. Manuel de Azearraga
y Palmero, Madrid, 1872.
|
108 |
Montero y Vidal, ii, p. 122.
|
109 |
Montero y Vidal, ii, p. 122.
|
110 |
Comyn: State of the Philippine
Islands, pp. 83-97.
|
111 |
Estadismo, i, p. 272.
|
112 |
Zúñiga, i, p. 274.
|
113 |
No es necesario hablar por extenso
del comercio con China puesto que Morga nos da noticia exhaustiva de él.
Estaba enteramente en manos de chinos y mestizos y trajo a Manila tejidos
orientales de toda clase, objetos de arte, joyería, metales y trabajos
en metal, clavos, grano, conservas, fruta, cerdo, aves, animales domésticos
y de compañía, "y miles de otros cachivaches y ornamentos
baratos que los Españoles aprecian." (Morga, p. 339.) Además
el comercio con Japón, Borneo, las Molucas, Siam e India era tan
considerable que a pesar de las restricciones al comercio con América,
Manila, como le pareció al viajero Carreri (p. 144), era "uno de
los mejores lugares de comercio del mundo.".
|
114 |
Documentos Inéditos delAchivo
de Indias, v, pp. 475-77.
|
115 |
No es necesario hacer el censo
de cuántos centenares hay de familiarizados con las denuncias de
Las Casas por cada uno que conozca algo de las más de seiscientas
leyes en la Recopilacion que definen el status y están dirigidas
a la protección de los indios.
|
116 |
Cf. Jagor: Reisen in den Philippinen,
p. 31.
|
117 |
Voyage de La Pérouse
autour du Monde, Paris, 1797, ii, p. 347.
|
118 |
History of the Indian Archipelago,
etc., de John Crawfurd, V. R. S. Edinburgh, 1820, vol. ii, pp. 447-48.
|
119 |
Así es como lo entiendo.
Sus palabras son: "Ces institutions (i. e., la administración local)
si sages et si paternelles ont valu à l'Espagne la conservation
d'une colonie dont les habitants jouissent, à notre avis, de plus
de liberté, de bonheur et de tranquilleté que ceux d'aucune
autre nation." ('Estas instituciones [i.e. las administración local]
tan sabias y paternales han valido a España la conservación
de una colonia cuyos habitantes gozan, a nuestro modo de ver, de más
libertad, bienestar y tranquilidad que los de ninguna otra nación.')
i, p. 357. Cf. también su capítulo final: "L'indigène
des Philippines est l'homme le plus heureux du monde. Malgré son
tribut, il n'est pas d'être vivant en société qui paye
moins d'impôt que lui. Il est libre, il est heureux et ne pense nullement
à se soulever." ('El indígena de filipinas es el hombre más
feliz del mundo. A pesar de pagar tributo, no hay ser vivo en sociedad
que pague menos impuestos que él. Es libre, es feliz y no piensa
sublevarse en absoluto.') ii, p. 369.
|
120 |
A Visit to the Philippine Islands,
Londres, 1859, p. 18. Cf. la opinión reciente del ingeniero inglés
Frederic H. Sawyer, que vivió en Luzón por catorce años.
"Las islas estaban gobernadas por España de mala manera, sin embargo
españoles y nativos vivían juntos en gran armonía,
y no sé donde se podrá encontrar una colonia donde los europeos
se mezclen tanto socialmente con los nativos. No en Java donde un nativo
de posición ha de desmontar para saludar al más humilde de
los holandeses. No en la India británica, donde la mujer inglesa
ha hecho de la distancia entre Británico y nativo una sima infranqueable."
The
Inhabitants of the Philippines, New York, 1900, p. 125.
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121 |
Reisen in den Philippinen,
p. 287.
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122 |
Cornhill Magazine 1878,
pp. 161, 167. Este artículo se reimprimió en Ulysses,
or Scenes in Many Lands de Palgrave .
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123 |
The Inhabitants of the Philippines,
pp. vi, viii.
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124 |
"Ils font voir beaucoup d'inclination
et d'empressement pour aller à l'église les jours de Fêtes
et Solemnités; mais pour ouir la Messe les jours de preceptes, pour
se confesser et communier lorsque la Sainte Eglise l'ordonne, il faut employer
le fouet, et les traiter comme des enfans à l'ecole." ('Muestran
mucha inclinación y entusiasmo en ir a la iglesia los dias de fiesta
y solemnidades; pero para oir misa los dias de precepto, para confesar
y comulgar cuando lo manda la Santa Iglesia hace falta emplear la fusta
y tratarlos como a niños de escuela.') Citado por Le Gentil, ii,
p.61, de las Chronicas de la Apostolica Provincia de San Gregorio, etc.,
comunmente conocidas como la Historia Franciscana, de Fray Juan
Francisco de San Antonio. Recuérdese que en nuestro propio país
en el siglo XVIII se imponía disciplina en las universidades por
medio de castigos corporales, y que la asistencia a la iglesia era obligatoria
donde hubiera una iglesia establecida como en New England.
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125 |
Voyage, ii, p. 62.
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126 |
Voyage, ii, p. 350.
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127 |
Voyage, ii, pp. 95, 97.
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128 |
Le Gentil dice que la pereza corporal
influencia la mente. "No puede uno sino vegetar en esta region abrasadora.
El mucho estudio y la aplicación excesiva es muchas veces causa
de locura." Voyage, ii, p. 94.
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129 |
La Imprenta en Manila desde
sus origenes hasta 1810, Santiago de Chile, 1896.
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130 |
Adiciones y Observaciones à
La Imprenta en Manila, Madrid, 1899.
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131 |
Pueden verse listas representativas
de esto en la Bibliotheca Philippina de Blumentritt, impresión
privada, Theile, i and ii.
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132 |
Es hecho singular que en toda esa
lista no aparezca traducción alguna de partes de la biblia, excepto
naturalmente paráfrasis fragmentarias en el catecismo y libros de
doctrina. La única instancia que indique un estudio bíblico
de primera mano en Filipinas bajo el régimen antiguo que haya captado
mi atención en las bibliografías de Medina y Retana es el
caso del historiador Juan de la Cruz que dejó en manuscrito una
traducción de la Sagrada Biblia en español. La imprenta
en Manila, p. 221. Esta falta de traducciones de la Biblia a las lenguas
nativas no fue exclusiva de la dominación española en Filipinas.
La Holanda protestante, muy por detrás de España en proveer
de educación nativa, estaba igualmente opuesta a la circulación
de la Biblia. "Hasta no antes de la segunda o tercera década de
este siglo, el Nuevo Testamento se consideraba revolucinario, y Herr Bruckner,
que lo tradujo, vió su edición destruida por el gobierno."
Guillemard, Malaysia and the Pacific Archipelagoes, p. 129.
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133 |
Mallat dice que los elementos se
enseñaban generalmente más que en la mayoría de las
zonas rurales de Europa (i, p. 386) y cita la aserción del Arzobispo
de Manila: "Hay muchos pueblos como Argas, Dalaguete, Bolohon, Cebu y carios
más en la provincia de Iloilo donde no se puede encontrar ni niño
ni niña que no pueda leer y escribir, una ventaja de la que bien
pocos lugares en Europa pueden presumir." Ibid., p. 388.
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134 |
Estadismo, i, p. 300.
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135 |
Estadismo, i, p. 63.
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136 |
Zúñiga, i, pp. 73-75.
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137 |
Voyage, ii, p. 131.
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138 |
Ibid., p. 132, y Zúñiga,
i, p. 76. Un trabajo moderno sobre este drama es El Teatro tagalo
de Vicente Barrantes, Madrid, 1889.
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139 |
Número 877 en Retana, Biblioteca
Filipina. Esta novela se publicó en Manila en 1855. Fray Bustamente
fue un Franciscano.
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140 |
Estadismo, i, pp. 60-61.
El Almirante Alava se dirigía a hacer observaciones científicas
del volcán Taal. Le Gentil escribe: "Selon une Ordornnance du Roi,
renouvelée peut'être cent fois, il est ordonné aux
Religieux d'renseigner le castillan aux jeunes indiens; mais Sa Majesté,
m'ont unanimement assuré les Espagnoles à Manille, n'a point
encore été obéie jusqu'à ce jour." ('Una ordenanza
real, repetida puede ser que cien veces, emplaza a los religiosos a enseñar
castellano a los indios jóvenes; pero Su Majestad, según
me han asegurado unanimamente los españoles de Manila, todavía
no ha sido obedecido') Voyage, ii, p. 184. Cf. Zúñiga,
Estadismo,
i, pp. 299-300. Se pueden ver algunas de estas ordenazas en las notas de
Retana a Zúñiga, ii, p.57 y ss.
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141 |
Cf. las ideas de Retana de hace
diez años sobre la impracticabilidad de reemplazar en medida alguna
el tagalog por el castellano. Las mismas consideraciones se aplican igualmente
bien al inglés. Estadismo, ii, p. 59 y ss.
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142 |
Estadismo, i, pp. 12-13.
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143 |
Retana, Zúñiga, ii,
p. 527.
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144 |
Estadismo, i, p. 174. No
puedo despedirme del libro de Zúñiga sin antes hacer pública
mi opinión de que es la flor más hermosa de la literatura
filipina. Zúñiga hizo por la isla de Luzón lo que
Arthur Young hizo por Francia pocos años antes, o usando mejor paralelismo,
lo que el Presidente Dwight hizo por New England. Sus observaciones cuidadosas,
despojadas de tedio por un estilo encantador, su dulzura de temperamento,
humor tranquilo, su amor a la naturaleza y al hombre, todo ello se combina
para hacer de sus "Viajes" un trabajo que podría tener un lugar
prominente en la literatura de cualquier país. Se publicará
una traducción al inglés en la presente serie.
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