10.- Retorno de las reliquias en 1958
En octubre de 1984, con
motivo del sesquicentenario del nacimiento de Grau, don
Antonio Rumiche, Director de la Casa Museo Gran Almirante
don Miguel Grau, daba a conocer como habían llegado las
últimas reliquias de Grau, primero Lima y luego a Piura.
En el diario “El
Comercio” de Lima don Felipe A Barreda, informaba en febrero
de 1958, que en el Museo Histórico de Santiago de Chile, se
encontraba un fragmento de la tibia de Grau y prendas
personales, recogidas del camarote del comandante del «Huáscar»,
después de la batalla de Angamos, por los marinos chilenos
que abordaron el barco, y fueron llevados Santiago como
trofeos de guerra, en 1879.
Por las vías
diplomáticas, el Gobierno Peruano, de inmediato solicitó la
devolución de esas reliquias y el Gobierno Chileno accedió.
En un Avión de
Transportes Aéreos Militares, viajó a Santiago de Chile una
Misión Naval Especial Peruana, presidida por el
Contralmirante Florencio Texeira, para trasladar las
reliquias Lima.
En solemne ceremonia,
realizada el 20 de Marzo de 1858, en el Palacio de la
Moneda, el Presidente de Chile, General Carlos Ibáñez del
Campo, entregó al Embajador del Perú Dr. Enrique Goytizolo,
en presencia de la Misión Naval Peruana, en cuatro
artísticas urnas, las siguientes reliquias:
- Fragmento de la tibia de Grau, de seis centímetros de largo
- Un
escapulario- detente en forma de corazón
- Un
escapulario forrado en azul
- Charreteras con distintivo de la Marina
1.- Lazo de una corona
obsequiada a Grau por damas peruanas
2.- Un volumen en
inglés
con el derrotero de las costas del Océano Atlántico.
Posteriormente se ha
sabido que Chile tiene muy guardado el cuaderno de bitácora
de Grau, en el que el propio Grau fue llevando día a día,
instante en instante las ocurrencias antes del combate de Angamos.
El viernes 22 de marzo
de 1958, en horas de la tarde, llegaron a la CORPAC de Lima
(Corporación de Aeropuertos y Aviación Comercial),
‘procedentes de Chile, en el avión TAM, las reliquias del
almirante don Miguel Grau. Estuvieron presentes, el
presidente de la República don Manuel Prado Ugarteche, los
ministros de estado, diplomáticos, parlamentarios, el
alcalde de Lima, el cardenal del Perú y dignidades
eclesiásticas, magistrados, altos jefes militares navales,
delegaciones de instituciones y una gran cantidad de
público. También estuvieron presentes, doña María Luisa Grau Cabero, hija del Héroe y el
almirante Manuel Elías Bonnemaison sobreviviente del combate de Angamos
Seis cadetes, entre los
que se encontraba Fernando Grau Umiauff, biznieto del
héroe
de Angamos, bajaron del avión los restos contenidos en las
urnas y los depositaron en un vehículo especial. El
Presidente Prado y la hija de Grau recibieron oficialmente
los restos, que en comitiva fueron llevados a La Punta,
donde fueron depositados en un Salón del Edificio Grau,
expresando el Presidente Prado lo siguiente:
Señor ministro de Marina;
por vuestro intermedio entrego a la Armada Peruana, estos
augustos símbolos que evocan al inmortal comandante del
legendario “Huáscar”. En ningún otro lugar estarán mejor y
más celosamente custodiados que en el seno de nuestra
Marina, heredera directa de su patriotismo, a la que amó con
acendrada devoción.
Doña Luisa Grau Cabero
dijo: “Creo que es justo que su tierra natal, cuente con
algunos de los recuerdos, de quien fuera su hijo predilecto
y es hoy la figura representativa del Perú”. Es expresiones
sirvieron de base para iniciar posteriormente gestiones a
fin de trasladar las reliquias de Lima a Piura.
El 7 de octubre de 1976,
las reliquias fueron depositadas en la Cripta de la Escuela
Naval del Perú, donde destaca la figura del Almirante Grau
en granito. A la Entrada de la Cripta se lee: cadetes
navales, seguid su ejemplo. Luego las reliquias fueron
llevadas al Museo Naval “Julio J. Elías”, nombre que se dio
al museo en 1972, por haber sido el Capitán de Navío Julio
Elías el fundador, en noviembre de 1958.En la Sala Grau, del
museo, hay pinturas al óleo representando los combates de
Iquique y Angamos, de los oficiales del “Huáscar”, parte de
a vajilla del monitor, un busto de Grau y en la parte baja
una copia de la “Oda Pindárica a Grau” del poeta José
Gálvez. Folletos editados en el extranjero, sobre todo en
Argentina, álbumes de firmas y de fotografías, medallas y
condecoraciones.
Posteriormente, algunas
reliquias fueron trasladadas a la Casa Museo de Piura.