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Martí, el escritor
Abdala |
Entran guerreros
trayendo en brazos a Abadla herido. Dichos, Abdala
Elmira y Espirta (Espantadas:)
¡Abdala!
(Los guerreros conducen a
Abdala al medio del escenario.)
Abdala
Abdala, sí, que
moribundo vuelve
A arrojarse rendido a vuestras plantas,
Para partir después donde no puede
Blandir el hierro, ni empuñar la lanza
Vengo a exhalar en vuestros brazos, madre,
Mis últimos suspiros, y mi alma!
Morir! morir cuando la Nubia lucha;
Cuando la noble sangre se derrama
De mis hermanos, madre; cuando espera
De nuestras fuerzas libertad la patria!
Oh, madre, no lloréis! Volad cual vuelan
Nobles matronas del valor en alas
A gritar en el campo a los guerreros:
"Luchad! luchad, oh nubios! esperanza!"
Espirta
¿Que no llores me
dices? ¿Y tu vida
Alguna vez me pagará la patria?
Abdala
La vida de los nobles,
madre mía,
Es luchar y morir por acatarla
Y si es preciso, con su propio acero
Rasgarse por salvarla las entrañas!
Mas, me siento morir: en mi agonía
(A todos) no vengáis a turbar mi triste calma,
Silencio... Quiero oír... Oh me parece
Que la enemiga hueste derrotada,
Huye por la llanura... oíd!... silencio!
Ya los miro correr... A los cobardes
Los valientes guerreros se abalanzan...
Nubia venció! muero feliz: la muerte
Poco me importa, pues logré salvarla...
Oh qué dulce es morir, cuando se muere
Luchando audaz por defender la patria!
(Cae en brazos de los
guerreros.)
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