Nos comenta Antonio Meza Pereda de que estamos viviendo una situación en la que muchos mercados están cambiando a una velocidad que no era común hace unos pocos años. El desarrollo de la tecnología se ha vuelto más veloz en muchos casos.
Los ciclos de vida de los productos se vuelven cada vez más cortos, y las empresas en muchas ocasiones provocan la obsolescencia de sus propios productos, evitando el concepto de 'obsolescencia planeada'. Competir contra nuestros propios productos o servicios, táctica despreciada anteriormente como 'canibalismo' se vuelve cada vez más común. Además, la apertura mundial del comercio y la globalización o regionalización del mismo, hace que sea difícil sostener ventajas que en otro tiempo eran significativas.
Por otro lado, es más difícil tener productos singulares. La tecnología está cada vez más disponible, y la ingeniería inversa (un nombre elegante para la imitación) es muy difícil de evitar. Los proveedores de equipo transfieren tecnología a nuestros competidores, al venderles las máquinas que nos dan ventajas. Finalmente, el pirateo de nuestro personal y el 'outsourcing' de parte de nuestras operaciones hacen que las fuentes de nuestras ventajas puedan ser conocidas por la competencia muy rápidamente. Finalmente señala Meza, estamos sujetos a presiones competitivas mayores. Las guerras de precios cada vez más frecuentes, las guerras de valor de los productos, en los que los competidores dan calidad mayor a precios menores, aún a costa de sus utilidades, así como otras formas de hipercompetencia hacen casi imposible sostener por mucho tiempo una ventaja competitiva.
Lo cierto, que se ha escrito, de que Las ventajas competitivas son incrementalmente transitorias. En donde se destaca además, de que Las ventajas competitivas siguen la "Ley de Némesis", que en síntesis significa que cada ventaja alberga en si misma su propia destrucción. Si una empresa es líder en rentabilidad en su industria, atraerá a competidores que buscarán neutralizarla, igualarla o sobrepasarla. Muy pocas ventajas podrán mantenerse indefinidamente, ya que a través del tiempo veremos como van siendo remplazadas por otras. En algunos terrenos donde las maniobras competitivas se dan más lentamente, algunas empresas logran mantener sus ventajas por un período de tiempo relativamente largo. Pero en terrenos dinámicos, el proceso de creación y de erosión de las ventajas competitivas se acelera. El papel de los gerentes no debe ser entonces, dedicarse a buscar unas ilusorias ventajas estáticas inexpugnables, sino construir organizaciones que busquen continuamente nuevas fuentes de ventaja competitiva. [1]
Análisis : Ciertamente, considero que las reflexiones de este artículo son muy realistas y de un gran aporte. En la actualidad, existe una gamma inmensa de productos, artículos y servicios para todo tipo de mercados; en otras palabras, para cubrir las necesidades de toda clase de consumidores. Esto ha ido incrementándose a medida que la población a nivel mundial crece, a la par del desarrollo de la tecnología, la cual en mi opinión es uno de los factores más importantes e influyentes en la actualidad, ya que, el ciclo de vida de los productos y/o servicios es relativamente corto comparado con el avance continuo e imparable de la tecnología.
Es por esta razón, que las empresas cada día son más agresivas en la competencia con respecto a otros negocios de su misma rama, debido a que los estudios de investigación y diseño de sus productos deben estar alineados constantemente con el avance de la tecnología, y no debemos olvidar, que con las necesidades y exigencias del mercado (gustos y necesidades diferentes a medida que la época avanza). Es por ello, que una empresa debe velar por renovar y actualizar sus ventajas competitivas, para poder mantenerse en el tiempo, y por supuesto, lograr posicionarse como líder dentro de su área.
Por lo tanto, se puede determinar que los gerentes y las unidades organizacionales de apoyo, deben entender que la creación y aplicación adecuada de las ventajas competitivas están sujetas a un proceso continuo, producto de las maniobras de la competencia cada vez más fuertes, y a los cambios en el mercado empresarial.
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