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ALCA: ¿oportunidad o amenaza?
Por
Lic. Gabriel Leandro
Economista
Aunque
haya muchos que se opongan, y ya sea que tengan
algo de razón o no, la tendencia hacia la integración
y la globalización de las economías parece irreversible,
sobre todo para una economía como la de Costa Rica.
En otras palabras, el país está en una carretera
de una sola vía, en la que no puede desviarse, ni
mucho menos, echar atrás.
Esto
bien podría tomarse como una amenaza, ya que muchos
sectores productivos se verán fuertemente afectados
y no podrá continuarse con muchas de las políticas
que hasta ahora se han adoptado para atraer inversiones
y fomentar la producción. Por ejemplo la reducción
de los aranceles permite la entrada de muchos productos
extranjeros que compiten con los nacionales. También
la eliminación de los beneficios que tienen las
empresas que producen en zonas francas, entre muchos
otros productores que se podrán ver golpeados por
las nuevas condiciones.
Pero
también podría ser una oportunidad: una oportunidad
para decidirnos a ser competitivos y modificar nuestra
manera de pensar y actuar. Hay muchos puntos sobre
los cuales se debe trabajar. Algunos aspectos medulares
son:
- Explotar las ventajas comparativas y competitivas del país, y desarrollar
nuevas. En este sentido es vital destinar recursos
a la educación y capacitación de la población,
invertir en investigación y desarrollo, etcétera
También se debe trabajar en diversificar la
oferta exportable y diferenciar los productos
de exportación.
- La innovación. La innovación es uno de los factores más importantes
de la competitividad. Así lo reconocen grandes
autores en la materia, tal como Micheal
Porter. Se debe innovar
no sólo en lo que se hace, sino también en cómo
se hace.
- Valor agregado y pequeñas empresas. Para poder alcanzar un mayor desarrollo
de la economía nacional es importante que exista
un adecuado encadenamiento productivo, o sea,
que se incremente el valor agregado de los productos
d exportación. Se pueden incentivar las alianzas
entre empresas nacionales y extranjeras, la
subcontratación, entre otros. Es ahí donde también
se debe tomar en cuenta a las pequeñas y medianas
empresas.
- El papel del estado. El papel del estado debe dejar de ser el tradicional,
y más bien se debe adoptar un nuevo esquema,
en el cual su principal preocupación debe estar
centrada, por un lado, en que haya transparencia
y eficiencia en aspectos clave como lo son las
aduanas, el sistema tributario, el sistema financiero,
etcétera, y por otro lado, proveer al país de
la infraestructura y servicios básicos para
el desarrollo, como por ejemplo aeropuertos,
carreteras, muelles, energía eléctrica, etcétera.
- Aceptar el reto. Finalmente el país debe aceptar el reto de la competitividad.
Esta situación atañe a todos los costarricenses,
a todas las empresas, grandes y pequeñas, y
a todo el sector público.
Debemos
estar conscientes de que todos estamos envueltos
en una corriente, que todos formamos el país, y
por lo tanto es también nuestra responsabilidad.
De nosotros depende si los sucesos que ocurren actualmente,
y los que ocurrirán, son oportunidades o son amenazas.
Yo prefiero tomarlo como una oportunidad, ¿usted
qué elige?
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