LA INFLACIÓN
Por
Lic. Gabriel Leandro, MBA
1.
Concepto
y definición
Generalmente
se entiende por inflación el "incremento en el
nivel general de precios" (Case, p.179), o sea
que la mayoría de los precios de los bienes y servicios
disponibles en la economía empiezan a crecer en forma
simultánea. La inflación implica por ende una pérdida
en el poder de compra del dinero, es decir, las personas
cada vez podrían comprar menos con sus ingresos, ya
que en períodos de inflación los precios de los bienes
y servicios crecen a una tasa superior a la de los salarios.
El
fenómeno inverso a la inflación es la deflación, y esta
ocurre cuando una gran cantidad de precios decrecen
en forma simultánea, o sea, una disminución del nivel
general de precios.
Por
lo general se distingue entre un aumento "ocasional"
del nivel general de precios y el aumento sostenido
de los precios. La primera es llamada por algunos economistas
como la definición débil de inflación, por no requerir
que el aumento de los precios sea permanente, e incluso
algunos no la consideran inflación en sí (Case, p. 179;
Corrales, p. 11 y 12). El segundo concepto, denominado
definición fuerte de inflación, si requiere que se dé
un incremento de los precios a lo largo del tiempo.
En este caso cuando se hable de inflación se hará uso
de este último concepto de inflación.
2.
Los
índices de precios y la medición de la inflación
Para
cuantificar la inflación, o sea, para medir el grado
en que los precios varían periódicamente, se emplean
los índices de precios. Para ello, por ejemplo en el
caso del índice de precios al consumidor, se cuenta
con un patrón de consumo representativo o canasta de
consumo típica, la cual incluye cuáles son los bienes
principales que las personas demandan y su ponderación
respectiva, de modo tal que algunos bienes tienen un
mayor peso dentro del índice, y así entonces se obtiene
una valoración de los aumentos de los precios.
También
existen otros índices de precios, por ejemplo el índice
de precios al por mayor o al productor. A través de
éste se miden las variaciones de los precios ofrecidos
al productor en todas las etapas del proceso productivo,
de ese modo se tienen las categorías de bienes finales,
materias primas y materias intermedias, cada una de
las cuales también se divide en subcategorías. Este
es considerado un índice importante, sobre todo para
observar la tendencia futura de los precios, ya que
detecta los aumentos de los precios desde el inicio
del proceso productivo.
3.
Algunos
conceptos importantes
Inflación
latente o reprimida:
Esta se da cuando los gobiernos establecen controles
de precios, impidiendo de ese modo que los índices de
precios reflejen la realidad.
Inflación
lenta: Cuando
durante un período prolongado se da una baja y estable
tasa de inflación, se le llama a este tipo de inflación,
inflación lenta.
Hiperinflación: También conocida como inflación galopante, y es aquella
situación en la cual se da un muy rápido crecimiento
de los precios, o sea, elevadas tasas de inflación.
Estanflación: Generalmente
se conoce como estanflación
a un problema de estancamiento con alta inflación, o
sea, un bajo crecimiento de la producción, alta tasa
de desempleo y una aceleración de la inflación.
4.
Causas
de la inflación
Cuando
se habla acerca de los factores que generan una inflación
surge una serie de distintas teorías al respecto, por
ejemplo aquellas que consideran que la inflación es
un fenómeno exclusivamente monetario, otras consideran
lo contrario y entonces toman en cuenta otros determinantes
para explicar este fenómeno. Durante algún tiempo han
existido divergencias en cuanto a la validez de ciertas
de estas teorías.
A
continuación se describen las que son consideradas como
las principales causas de la inflación.
- Inflación por presión de la demanda: Un aumento en la demanda agregada, por ejemplo
un aumento del gasto público, genera una presión
al alza sobre los precios, o sea provocando inflación.
Así este crecimiento de la demanda por bienes y
servicios, mayor que la disponibilidad de bienes
y servicios, obliga al incremento de sus precios,
siempre que estos estén en libertad de subir. También
se ven afectados los precios de los insumos, los
cuales también son presionados al alza. Este tipo
de inflación se dice que puede ser más probable
en una economía cercana al pleno empleo, ya que
a ésta le es más difícil incrementar su producción.

-
Inflación por empuje de los costos: La inflación es causada por aumentos agresivos
en los costos de producción, por ejemplo, aumentos
en los salarios, la devaluación de la moneda, los
aumentos de los impuestos, incrementos en el precio
de los insumos, el precio del petróleo, etc. Así
en las economías con sindicatos fuertes, dado que
el alza de los precios reduce el poder de compra
de los salarios, entonces los trabajadores piden
mayores aumentos en sus salarios, lo que redunda
en mayores costos de producción y finalmente en
mayores precios, lo que a su vez genera más inflación
y nuevamente se demandan aumentos en los salarios,
y así sucesivamente, creándose una "espiral
inflacionaria de costos".

Como
lo muestra la figura anterior, el aumento en los costos
además del aumento en los precios ha implicado una reducción
del nivel de producto, la cual podría ser contrarrestada
por una política expansionista, o sea un aumento del
gasto público, una disminución de los impuestos, o bien
un incremento de la oferta monetaria. Desgraciadamente
estas últimas políticas contribuyen a aumentar aún más
el nivel de precios. Tal como lo señala Case (1997):
"Los impactos de costos representan malas noticias
para los responsables de las políticas gubernamentales.
El único medio por el cual pueden combatir la pérdida
de producción provocada por un impacto en costos es
incrementando el nivel de precios más allá de lo que
habría aumentado sin acción política alguna" (p.
334).
- Inflación por raíces estructurales: Los estructuralistas atribuyen la existencia
de la inflación a factores no monetarios como lo
son la organización económica y social del sistema.
Específicamente en América Latina los estructuralistas
han señalado como factores originarios de la inflación
a los problemas de productividad del sector agrícola,
el deterioro de los términos de intercambio, o sea
la baja en los precios de las exportaciones y los
aumentos en los precios de las importaciones, y
la distribución del ingreso. Se arguye que el proceso
de industrialización provoca un fenómeno migratorio
hacia las zonas industriales, generando una mayor
demanda por bienes primarios, donde "si la
oferta por bienes es altamente inelástica al precio,
el aumento de la demanda implica una presión ascendente
sobre los precios de dichos bienes. Este hecho,
aunado a la inflexibilidad descendente de los precios,
genera un aumento en el nivel de precios" (Guerrero,
p. 87).
- Inflación por expectativas: Las expectativas sobre la tasa de futura de inflación
pueden generar inflación, en el sentido de que se
pierde la credibilidad en las políticas anti-inflacionarias
de las autoridades económicas, así los distintos
agentes tratarán de anticiparse a la inflación aumentando
los precios, en el caso de los productores, o pidiendo
mayores aumentos salariales, en el caso de los trabajadores.
Si las expectativas son adaptativas,
es decir se basan en el comportamiento pasado de
la variable en cuestión, entonces se puede decir
que: "El hecho de que las expectativas puedan
influir sobre el nivel de precios es preocupante.
Las expectativas pueden conducir a una inercia que
dificulte detener una espiral inflacionaria"
(Case, p. 335). Lo anterior cambiaría si las expectativas
no son adaptativas sino
racionales, en otras palabras, cuando las personas
conocen las verdaderas causas de la inflación y
poseen información para pronosticarla.
- Inflación causada por el exceso de dinero en circulación:
Tal y como lo señala Friedman
"la inflación ocurre cuando la cantidad de
dinero se eleva apreciablemente en forma más veloz
que como lo hace la producción, y entre más rápido
sea el aumento en la cantidad de dinero por unidad
producida, mayor será la tasa de inflación"
(citado por Corrales, p. 78). Esto es lo que se
ha llamado el enfoque monetarista de la inflación,
el cual indica que los precios, en el largo plazo,
crecen al ritmo de crecimiento del dinero en circulación.
Es decir, el dinero es el único causante de la inflación
sostenida. El enfoque monetarista hace énfasis en
el largo plazo, ya que en el corto plazo se acepta
que las variaciones de la cantidad de dinero si
pueden tener algún efecto sobre la producción, pero
no sostenidamente.
Así
un aumento en la cantidad de dinero en circulación incentivará
una mayor demanda por bienes y servicios, lo cual, de
inicio provoca un aumento en la producción (efecto de
corto plazo sobre la producción). Pero ese crecimiento
de la cantidad de dinero en exceso de lo que las personas
desean mantener, es lo que ocasiona el aumento en el
nivel general de precios, y de ese modo, como señala
Humphrey "disminuyen
los efectos temporales sobre el empleo y la producción,
y dominan los efectos puramente inflacionarios sobre
los precios" (citado por Corrales, p.83). De ahí
se deriva la famosa máxima de Friedman,
y en general del monetarismo, de que "la inflación
es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario".
Ahora
bien, ¿Qué ocurre con las otras causas de la inflación
presentadas, si es cierto que la inflación es un fenómeno
exclusivamente monetario? En este sentido se dice que
tanto la presión de la demanda como el empuje de los
costos lo único que provocan es una redistribución del
ingreso, y que sólo generan inflación sostenida en el
caso que el Banco Central actúe, en cuya situación se
tendría una expansión de los medios de pagos, y se caería
en un fenómeno puramente monetario. Así cuando se argumenta
que le déficit fiscal genera inflación, ya que presiona
la demanda agregada hacia el alza, pero ese déficit
debe ser financiado. Una posibilidad es incrementar
los impuestos o también, recurrir al endeudamiento.
Sin embargo, un aumento sostenido en el gasto no puede
ser financiado por esos medios, ya que los impuestos
no pueden ser incrementados indefinidamente y del mismo
modo sucede con el crédito, así que llegará el momento
en el cual tendrá que intervenir el Banco Central. Es
decir, se podría dar inflación por demanda, pero sólo
a corto plazo, no inflación sostenida.
De
ese modo, si la cantidad de dinero en circulación permanece
constante, no todos los precios podrían subir a la vez,
ya que no habría suficiente dinero en la economía para
comprarlo todo a los nuevos precios. Es así como si
se mantuviera constante la oferta monetaria, entonces
un aumento en los salarios provocaría desempleo, pero
no inflación. La financiación del déficit fiscal vía
endeudamiento limitará el crédito al sector privado.
Los aumentos en el precio del petróleo disminuirán la
capacidad de consumo, pero de igual modo, no provocará
inflación.
5.
Consecuencias de
la inflación
En
realidad las tasas de inflación bajas o controladas
no tienen efectos tan nocivos sobre la economía como
si lo tienen las altas tasas de inflación, las cuales pueden
tener un efecto devastador sobre algunos sectores. Entre
los principales efectos de estas elevadas tasas de inflación
están los siguientes.
- Disminuye el poder adquisitivo del dinero: La inflación afecta al
dinero como acumulador de valor y así le resta poder
de compra a los ingresos de las personas. En períodos
inflacionarios esto afecta fundamentalmente a aquellas
personas que tienen ingresos fijos. En realidad
se da una modificación en la distribución del ingreso,
ya que en la medida que los ingresos crezcan a un
ritmo mayor que los precios, así se puede salir
beneficiado en un proceso inflacionario, pero en
caso contrario genera un perjuicio.
- Es una distorsión para el mercado de crédito: La inflación favorece
a los deudores en contra de los acreedores, sobre
todo cuando estos últimos no han sido capaces de
prever un período de inflación y no se han protegido
al respecto. Podría beneficiarlos sólo en el caso
de que se haya previsto una tasa de inflación superior
a la que realmente se dé. En otros términos, si
la inflación es mayor a la que se esperaba, entonces
la inflación beneficia a los deudores, y viceversa.
- Costos administrativos e ineficiencias: Cuando los precios crecen
rápidamente las empresas deben calcular los precios
con una mayor frecuencia y etiquetar la mercancía
más frecuentemente. Además cuando no existe certeza
a cerca de la evolución de los precios las personas
pueden tomar decisiones equivocadas y asignar recursos
ineficientemente.
- Afecta ciertas inversiones productivas: Las elevadas tasas de inflación
afecta las posibilidades financieras de las empresas,
además de que presenta ingresos ilusorios. Las inversiones
a corto plazo, o sea que se revalorizan más rápido,
se ven incentivadas, en contra de aquellas con períodos
de maduración mayores. Por otro lado se asigna un
mayor grado de riesgo a las inversiones en una economía
con inflación, así desciende el nivel de inversión,
esto en detrimento de cualquier perspectiva de crecimiento
a largo plazo.
- Afecta la balanza de pagos: Las altas tasas de inflación interna estimulan
las importaciones y desincentivan las exportaciones,
si no se devalúa en una proporción equivalente.
Esto porque aumenta el precio de los bienes producido
en el país y los bienes extranjeros se vuelven relativamente
más baratos. Es importante notar que aunque devaluar
es casi necesario también puede acelerar aún más
el proceso inflacionario, sobre todo al elevar el
precio de los insumos importados.
- Distorsiona el papel orientador del mercado: En una economía de mercado
el precio es el principal indicador de qué producir,
pero cuando los precios son muy inestables este
mecanismo pierde eficiencia.
6.
La
inflación y el desempleo
Cuando
en una economía aumenta la demanda agregada por un lado
tiende a incrementarse el nivel general de precios,
pero también esa mayor demanda genera que se aumente
el nivel de empleo, o sea que disminuya la tasa de desempleo.
Por el contrario cuando la economía entra en una recesión,
la demanda tiende a ser menor y los precios también,
y en consecuencia aumenta la tasa de desempleo.
Esta
relación inversa entre la tasa de desempleo y la tasa
de inflación fue observada por A. W. Phillips,
quien publicó un artículo al respecto en 1958, y de
ahí nace la curva de Phillips,
la cual muestra gráficamente esta relación.

Durante
la década de sesentas en Estados Unidos la curva de
Phillips se convirtió en uno
de los principales instrumentos para explicar la inflación
y su relación con la tasa de desempleo, ya que se observó
una estrecha relación entre ambas variables. Sin embargo
esta relación entre las tasas de inflación y desempleo
a partir de los años setentas ha sido raquítica. No
por ello se ha dejado de considerar que exista relación
entre la tasa de desempleo y la de inflación, sino que
se conoce que la inflación se ve afectada por muchas
otras variables.
7.
La
inflación en Costa Rica
Costa
Rica hasta antes de los años ochentas no había experimentados
fuertes procesos inflacionarios, sino que los precios
habían sido bastante estables. Pero ya a partir de 1980
la tasa de inflación supera el 10%, alcanzando un 18.12%.
En 1982 se alcanza la peor crisis inflacionaria del
país, ya que la tasa de inflación se incrementó en un
90.12%, y desde ese momento la variación porcentual
anual del IPC ha rondado entre un 10% y un 25% por año.
A continuación se muestran el IPC y las tasas de inflación
de Costa Rica durante los últimos 21 años.
COSTA
RICA:
INDICE
DE PRECIOS AL CONSUMIDOR (IPC)
Y
TASAS DE INFLACION ANUALES
1977-1998 |
Año |
IPC |
Tasa
de inflación (%) |
|
Año |
IPC |
Tasa
de inflación (%) |
1977 |
115.7 |
4.17 |
|
1988 |
1152.7 |
25.30 |
1978 |
122.6 |
6.01 |
|
1989 |
1267.4 |
9.90 |
1979 |
133.9 |
9.19 |
|
1990 |
1612.8 |
27.25 |
1980 |
158.2 |
18.12 |
|
1991 |
2020.8 |
25.30 |
1981 |
216.8 |
37.06 |
|
1992 |
2364.4 |
17.00 |
1982 |
412.1 |
90.12 |
|
1993 |
2577.2 |
9.00 |
1983 |
546.5 |
32.62 |
|
1994 |
3090.0 |
19.90 |
1984 |
611.9 |
11.95 |
|
1995 |
3788.4 |
22.60 |
1985 |
703.9 |
15.05 |
|
1996 |
4311.2 |
13.80 |
1986 |
787.3 |
11.84 |
|
1997 |
4794.0 |
11.20 |
1987 |
920.0 |
16.85 |
|
1998 |
5383.7 |
12.30 |
Fuente:
Banco Central de Costa Rica y Dirección General de Estadística
y Censos.

Fuente: Banco Central de Costa Rica y Dirección General
de Estadística y Censos.