EL
MODELO KEYNESIANO
Por
Lic. Gabriel Leandro, M.B.A.,
Economista
CONTENIDO:
- Introducción: Sector Real de la Economía
- Las curvas IS y LM
- La Formulación de Keynes
- La Oferta y Demanda Monetaria reconociendo
especulación
- La Dirección Monetaria y la tasa de
interés
- Breve Desarrollo Matemático del modelo
keynesiano
- Esquema de los factores que determinan
el ingreso y las variables conexas
- Salarios y Precios
- Política monetaria
- Críticas al modelo keynesiano
INTRODUCCION
Desde
hace muchos años los economistas han tratado de explicar,
basados en un modelo, el comportamiento de los fenómenos
que afectan la actitud de las personas ante ciertas
circunstancias. Así desde Adam Smith hasta Alfred Marshall
la conducta económica, que explicaba desde un punto
de vista macroeconómico, contemplando los aspectos individuales,
y fue la base de la Teoría Económica. Sin embargo a
pesar de toda su estructura lógica, se volvió un sistema
insuficiente en la toma de decisiones macroeconómicas,
sobre todo durante la depresión de los años de la década
de los treinta.
Fue
precisamente durante los años mencionados que el economista
norteamericano John Maynard Keynes publicó en 1936 su
obra "TEORIA GENERAL DEL EMPLEO, EL INTERES Y EL DINERO",
de gran valor histórico que significó una revolución
en el ámbito económico.
SECTOR
REAL DE LA ECONOMIA:
EL
CONSUMO:
Keynes
retoma el enfoque tradicional en el cual el ahorro es
complementario con el consumo, sobre este último existen
varias teorías. Keynes supuso una función lineal cuya
pendiente es la propensión marginal a consumir.
Función
Consumo y su relación con la función de Ahorro personal

El
Ahorro es considerado como variable residual (Y-C).
Para la función anterior se supone un nivel de consumo
autónomo que se realiza aunque no haya ingreso, se desahorra
pues para subsistir. También en el punto donde la línea
de ingreso es igual al gasto en bienes de consumo el
ahorro es igual a cero. Para niveles de ingreso superiores
el ingreso es mayor que el consumo y permite el ahorro.
INVERSION:
Se
puede expresar mediante la ecuación:
I
= I´ - bi, b mayor que 0
Donde:
I´
= Inversión autónoma
b
= Eficiencia marginal de la inversión. En este caso
es equivalente al grado de respuesta de la inversión
ante variaciones en tasa de interés.
i
= tasa de interés
MODELO
IS-LM
La
Curva IS:
Los
puntos principales respecto a la curva IS son:
a)
La curva IS es la función de las combinaciones de tasas
de interés y niveles de ingreso tales que, con ellas,
el mercado de bienes alcanza el equilibrio.
b)
La curva IS tiene pendiente negativa, porque al aumentar
la tasa de interés se reduce el gasto de inversión planeada
y por lo tanto, también se reduce la demanda agregada,
ésta a su vez, reduce el nivel de ingreso de equilibrio.
c)
Cuanto menor sea el multiplicador y cuanto menos sensible
a las variaciones de la tasa de interés sea el gasto
de inversión, mayor será la pendiente de la curva.
d)
La curva IS puede desplazarse por las variaciones producidas
en el gasto autónomo. Un incremento de éste que incluye
un aumento del gasto público desplaza la curva, hacia
afuera, a la derecha.
e)
En los puntos situados a la derecha de la curva, se
producen excesos de oferta en el mercado de bienes y,
en los situados a la izquierda, hay exceso de demanda
de bienes.

La
Curva LM:
Los
puntos más importantes respecto a la curva LM, son los
siguientes:
a)
La curva LM es la función de las combinaciones de tasas
de interés y nivel de ingreso para las que se verifica
el equilibrio del mercado monetario (en las cuales el
mercado monetario se encuentra en equilibrio).
b)
Cuando el mercado monetario está en equilibrio, también
lo está el mercado de bonos. La curva LM, por lo tanto
es también la función de aquellas combinaciones de nivel
de ingreso y tasa de interés, para las cuales el mercado
de bonos está en equilibrio.
c)
La curva LM tiene pendiente positiva para una oferta
monetaria fija dada, un incremento del nivel de ingreso
que hiciese subir la demanda de dinero, irá acompañado
de un incremento en la tasa de interés, este reduce
la demanda de dinero y, por consiguiente, la mantiene
al mismo nivel que la oferta monetaria.
d)
La curva LM puede desplazarse a causa de variaciones
en la oferta monetaria. Un aumento de la oferta produce
un desplazamiento a la derecha de la curva LM.
e)
En los puntos situados a la derecha de la curva LM,
existe un exceso de demanda de dinero y, en los situados
a la izquierda exceso de oferta monetaria.

Aquí
se muestran las distintas combinaciones de tasas de
interés y niveles de ingreso que nos dan el equilibrio
tanto en el sector real de la economía como en el monetario.

En
las páginas siguientes se profundizará en lo que corresponde
al sector monetario de la economía, sus efectos sobre
el sector real, posibles políticas monetarias a seguir,
y algunas críticas que han sido formuladas en contra
de este modelo.
LA
FORMULACION DE KEYNES
Keynes
dividió la demanda de dinero en dos partes diferentes:
1)
La demanda para transacciones o saldos activos para
satisfacer los motivos de transacción y precaución que
llevan a mantener saldos en efectivo y,
2)
La demanda de saldos ociosos o de activos para satisfacer
un motivo de especulación.
Keynes
calificó esas demandas M1 y M2 respectivamente. Fue
en relación con la demanda por motivo de especulación
que Keynes consideró explícitamente el rendimiento de
los activos que compiten con el dinero en las carteras
del público. Keynes adujo que los individuos toman las
decisiones de cartera después de haber comparado los
intereses que no recibirían si mantienen dinero con
la ganancia o pérdida de capital previstas si mantienen
bonos. Este último aspecto depende de las previsiones
que hagan en cuanto a los movimientos de los precios
de los bonos y el grado de certeza que atribuyan a las
expectativas. Según Keynes, se formulan esas expectativas
mediante la comparación del tipo de interés corriente
con algún tipo previsto "normal" o que pueda mantenerse
permanentemente. Si el tipo de interés observado es
más alto que el tipo de interés normal, el público esperará
que baje. Ahora Bien, como los precios de los bonos
varían en proporción inversa al rendimiento, la expectativa
de que bajen los tipos de interés significa un posible
incremento de los precios de los bonos y, por consiguiente
ganancias de capital. Cuanto más alto sea el tipo de
interés corriente mayor será la magnitud de las ganancias
de capital previstas. ¿Por qué? Porque cuanto mayor
sea la diferencia entre el tipo de interés corriente
y el que quepa esperar que se mantenga, mayor será la
probabilidad de que baje el tipo de interés (subirá
el precio de los bonos) y mayor será la magnitud en
que cabe esperar que baje. Así, pues, cuanto más alto
sea el rendimiento corriente, más costoso son los saldos
ociosos en relación con las ganancias de capital previstas
a que se renuncia y con los intereses que no se obtienen.
En consecuencia, menor será la cantidad de dinero demandada
para satisfacer el motivo especulación.
Siguiendo
ese mismo razonamiento, si el tipo de interés observado
es inferior al tipo normal previsto, las expectativas
de que aumente el rendimiento de los bonos y disminuya
el precio de los mismos hace que el dinero en efectivo
sea el activo preferido en las carteras del público.
A la persona que prevea la baja de los bonos a un ritmo
que compense con creces el interés que devengan se le
ofrecerá un aliciente para mantener saldos en efectivo
cuyo rendimiento es cero, en lugar de bonos demasiado
caros. En general, cuanto más bajo sea el tipo de interés
corriente, más unánimes serán las expectativas de que
suban ulteriormente, lo que haría incurrir en pérdidas
de capital a los titulares de los bonos. Así, pues cuanto
más bajo sea el tipo de interés corriente mayor será
el número de personas que prefieran mantener saldos
en efectivo en lugar de bonos y, por consiguiente, mayor
será la cantidad total demandada de dinero. La agregación
de todas las decisiones de cartera individuales describe
una curva hacia abajo, M2= f(r), que relaciona la cantidad
demandada de saldos especulativos o de activos con el
tipo de interés corriente.
En
cuanto a los saldos para transacciones en la demanda
total de dinero, es decir, la parte que se mantiene
los keynesianos sostuvieron que la función de demanda
de dinero es muy inestable y se desplaza erráticamente
ante el efecto de las expectativas volátiles del mercado.
En segundo lugar, los keynesianos consideraron que,
en periodos de grave depresión, la función de demanda
de dinero pasaría a ser horizontal (infinitamente elástica)
al llegar a un determinado tipo de interés mínimo. Indicaron
que existía un nivel crítico de tipo de interés positivo
tan bajo que si el tipo corriente bajase efectivamente
a ese nivel, no cabría prever un descenso mayor y todo
el mundo esperaría una subida. Dicho de otro modo, habría
unanimidad en que bajarían los precios de los bonos.
El dinero en efectivo pasaría a ser un sustituto perfecto
de las tenencias de bonos, y la demanda de dinero sería
insaciable, es decir, infinitamente sensible a la más
ligera variación del tipo de interés. Keynes calificó
esa condición patológica de preferencia absoluta por
la liquidez. En dichas condiciones todo aumento de la
oferta de dinero quedaría completamente absorbido en
saldos de dinero ocioso, sin que se redujeran los tipos
de interés. Así, pues, si el banco central intervenía
para aumentar la oferta de dinero mediante la compra
de bonos en el mercado abierto, la menor cotización
al alza de los precio de los bonos llevaría sencillamente
a que el público vendiese los bonos en su poder al banco
central y absorbiese el producto en efectivo y de la
venta efectuada. Puesto que, alcanzado el nivel mínimo
del tipo de interés, la demanda de dinero efectivo es
insaciable y la disposición a vender bonos absoluta,
por cuantiosas que fueran las operaciones de mercado
abierto no habría forma de sobreponerse a la preferencia
absoluta por la liquidez ni de lograr por medio alguno
que los tipos de interés alcanzasen un nivel inferior.
Los
economistas keynesianos señalaron que tanto la inestabilidad
como el carácter infinitamente elástico de la función
de demanda de dinero tenían repercusiones desfavorables
para la política. La inestabilidad de la función de
demanda de dinero significaba que era imposible prever
con exactitud los efectos de la política monetaria.
Ante una función de demanda de dinero volátil e imprevisible,
las autoridades no podrían saber nunca si las variaciones
de la demanda ampliarían o anularían las variaciones
de la oferta de dinero inducidas por las medidas de
política. Además, aun en el caso de que las autoridades
monetarias pudieran pronosticar el comportamiento de
la demanda de dinero, la política monetaria seguiría
siendo ineficaz en condiciones de preferencia absoluta
por la liquidez. En este último caso, los incrementos
de la oferta de dinero no influirían en el ingreso nominal
ni en la actividad económica por el intermedio del tipo
de interés.
Como
los tenedores de saldos en efectivo no estarían dispuestos
a comprar bonos, no subirían los precios de éstos y,
por consiguiente, tampoco bajarían los tipos de interés
para estimular el gasto de inversión. Además la inyección
monetaria no entraría en la corriente de gasto. Por
el contrario, toda creación de dinero quedaría absorbida
por los saldos de dinero ocioso, es decir, la economía
habría caído presa en la trampa de la liquidez.
En
resumen, los economistas keynesianos argumentaron que,
en períodos de grave depresión económica, las variaciones
de la masa monetaria quedarían anuladas por variaciones
compensatorias de la velocidad.
LA
OFERTA Y DEMANDA MOMETARIA RECONOCIENDO ESPECULACION:
En
una economía con dinero papel existe como acabamos de
ver una demanda por dinero, pero también, como en todo
mercado, existe una oferta, en este caso una oferta
de dinero. ¿Qué dice el modelo de Keynes sobre la oferta
monetaria?
Keynes
plantea una función de oferta y demanda de saldos de
efectivo, es decir, en función de existencias y no de
corrientes. Es una teoría sobre el comportamiento, respecto
del atesoramiento y desatesoramiento de los tenedores
de riqueza. Cuando los tipos de interés están por debajo
de los considerados normales, las personas emplearán
efectivo inactivo para adquirir bonos.
Con
el fin de determinar el papel que juega la especulación
se supone que se pueden tomar los conceptos normales
prevalecientes sobre precios y bonos según se dan en
cualquier momento en particular, los que reflejan experiencias
del pasado (inmediato y distante) según las percibe
cada individuo, modificadas por cualquier información,
razonamiento o corazonadas que pueda tener acerca del
modo que lo futuro pueda diferenciarse de lo pasado.
Dadas
la idea del tipo normal que tiene cada poseedor de riquezas
y la cuantía de los recursos que cada uno posee. Así
a los presentes tipos de interés "altos", presumiblemente
sería poco el deseo de tener efectivo, y muy grande
el deseo de tener bonos. Esto es, los bonos parecerían
ser baratos y casi todo el mundo preferiría tener el
activo que a la vez de un rendimiento y se espera suba
de precio o, en el peor de los casos no baje. Las únicas
personas que aún prefieren dinero serían aquellas pocas
que pensaran que era probable que los precios de los
bonos -aunque ya bajos según el juicio de otros- bajaran
lo suficiente para barrer el rendimiento. En el otro
extremo a tipos de interés muy bajos, casi todas las
personas esperarían una baja en los precios de los bonos
y, por lo tanto, preferirían ser tenedores de efectivo.
Para cada tipo intermedio entre estos extremos podríamos
hallar también el volumen agregado de tenencias preferidas
o deseadas, tanto de bonos como de dinero.
Los
resultados de este análisis hipotético de la demanda
de efectivo (para especulación) es mostrada en el siguiente
gráficho:

Se
ha estado describiendo la demanda de dinero como un
activo -como la alternativa de tener bonos-. Esta demanda
monetaria tiene que ser mirada como una demanda que
es adicional a la demanda de dinero para transacciones.
Así, la demanda monetaria total tiene dos partes: una
demanda para transacciones, que es proporcional al nivel
de producto y una demanda de "activo" o "especulativa"
que es, ceteris paribus, una función del tipo de interés.
Si
se supusiera una tasa de interés dada y se considerara
los niveles de precio o producción como la variable
que igualara la oferta y la demanda monetarias y que
esta última está dada y que la tasa de interés (r) hace
iguales la oferta y la demanda, podemos tener lo siguiente,
ilustrado gráficamente:

En
la parte (A) se representa la demanda monetaria total,
(Mt+Ms), como la suma de la demanda de dinero para transacciones
que en este caso se ha supuesto constante, más una demanda
especulativa que depende de la tasa de interés. Dada
la oferta monetaria total (M), hay un solo tipo de interés
(r) al que la oferta y la demanda totales son iguales.
En
la parte (B), por otro lado, se ve la demanda para transacciones
dada (Mt) de la oferta total, y se muestra r como el
tipo que iguala la demanda de saldos inactivos (Ms)
y la oferta de saldos de saldos inactivos (M-Mt).
A
veces Keynes, en su "General Theory", parecía suponer
que un cambio en la oferta monetaria no tendría efecto
alguno, directo o indirecto, sobre la demanda para transacciones.
Esto nos conduciría al punto de vista bastante peculiar
del tipo de interés como "fenómeno puramente monetario"
-el tipo de la oferta de dinero, y de las expectativas
de las personas sobre el tipo futuro-. Sin embargo,
hay quienes piensan que en una interpretación benévola
Keynes no respalda esta opinión extrema.
DIRECCION
MONETARIA Y TASA DE INTERES:
Nuestro
análisis anterior ha sido realizado bajo el supuesto
de que la oferta monetaria dada. Esto es, hasta aquí
se ha estado interesado en las alteraciones en el tipo
de interés producidas por variaciones en la economía
privada, como una reacción contra una oferta monetaria
constante. No obstante, en todas las economías modernas
existe un banco central activo que trata de seguir una
política monetaria destinada a alcanzar ciertos objetivos
de estabilización económica. Esos bancos llevan una
vigilancia diaria y cuidadosa de los acontecimientos
económicos, y cuando parece apropiado están preparados
para alterar la oferta monetaria, bien para reforzar
o para neutralizar los movimientos que habrían tenido
lugar sin su intervención.
Si
se supone ahora una situación como la ilustrada en el
gráfico de abajo, la existencia inicial de tenencias
públicas de saldos de efectivo ociosos es Mº y el tipo
de interés rº. Algunos tenedores de riquezas son tenedores
de dinero en rº porque temen la posibilidad de un alza
en el tipo de interés.
Si
todas las expectativas de los tenedores de riquezas
permanecieran inalteradas, la existencia de saldos inactivos
tendría que ser aumentada hasta M' para empujar hacia
abajo el tipo de interés hasta r' haciendo temer a más
y más tenedores de riqueza que los niveles presentes
de precios de los bonos sean inseguros por demasiado
altos para mantenerse mucho tiempo.

Ahora
bien podemos observar algunos de los efectos que puede
tener la política monetaria sobre la producción.
Dado que en este modelo la oferta monetaria es exógena
(depende de políticas del banco central) tenemos que
las modificaciones en la cantidad de dinero nos darán
como resultado aumentos o disminuciones de la demanda
agregada, que se dan por el efecto de los saldos reales
(también llamado efecto Pigou) y dado que la oferta
agregada es más elástica que en el modelo clásico, los
ajustes no se darán sólo por la vía de los precios sino
también vía cantidades de producción.
De
ese modo en el Modelo Clásico teníamos:
M
V = P Y
Donde:
M:
cantidad de dinero
V:
velocidad de circulación del dinero
P:
nivel de precios
Y:
nivel de producto
Y
dado que había pleno empleo, es decir, el nivel de producto
era una constante y la velocidad del dinero constante
también entonces dado un cambio en la cantidad de dinero
el ajuste se reflejaba solamente sobre los precios.
Pero
en el modelo de Keynes tenemos que:
Y
= C + I + G
Y
= C(Y-T) + I(r) + G
(1)
Y
también:
M
= l(r) + k(Y)
(2)
Despejando
r en (2) y sustituyendo en (1), y diferenciando la ecuación
resultante tenemos:
dY
= c'(1-t')dY + (i'/l')dM - (i'k'/l')dY
dY
i'/l'
-------
= -------------------------- >0
dM
1 - c'(1-t') + (i'k'/l')
Es
decir las políticas monetarias que se apliquen pueden
variaciones directas sobre el nivel de producto, lo
que demuestra el multiplicador anterior y que ilustramos
gráficamente de la siguiente forma:

Puede
observarse que al aplicarse una política monetaria expansiva
sobre la economía (se pasa de DA' a DA'') se aumenta
el nivel de producto, aunque sea solo temporalmente.
DESARROLLO
MATEMATICO DEL MODELO KEYNESIANO:
Por
todas las razones ya explicadas podemos definir el modelo
en un conjunto de funciones que relacionan las distintas
variables que interactúan en la economía supuesta por
el modelo.
-
MODELO SIMPLE:
El
modelo en su forma simple puede ser planteado de la
siguiente forma :
Y
= C + I + G
(1)
C
= cYd + Co
(2)
I
= Io
(3)
G
= Go
(4)
T
= tY + To
(5)
Yd
= Y – T
(6)
Donde
podemos sustituir las ecuaciones (2), (3), (4), (5)
y (6) en la ecuación (1), y luego despejar Y:
Y
= cYd + Co + Io + Go
Y
= c(tY + To) + Co + Io
+ Go
Co +cTo + Io + Go
Y
= -----------------------------------
(1')
1-c(1-t)
De
donde podemos derivar varios multiplicadores:
dY dY
1
------ = ----- = ------------ >0
dI dG 1-c(1-t)
Si
reconocemos la influencia de la tasa de interés sobre
la inversión, hallamos así un modelo en el cual existen
dos variables que determinan el equilibrio en la economía,
estas variables son el nivel de ingreso y la tasa de
interés. De ese modo tenemos:
I
= Io – vr
(3')
Donde
r es la tasa de interés y -v es la eficiencia marginal
de la inversión, v>0.
Entonces
sustituyendo (3') en (1) juntos con el resto de ecuaciones,
y despejando r llegamos a la ecuación que nos da el
equilibrio en el sector real de la economía, es decir
la curva IS:
r
= -1/v[1 - c(1 - t)]Y + 1/v[Co +cTo
+ Io + Go]
(1*)
Y
su pendiente dada por:
dY -v
---- = ---------- < 0
dr 1-c(1-t)
-
INTRODUCCION DEL SECTOR MONETARIO:
Podemos
continuar el modelo mostrando las relaciones que existen
entre el tipo de interés y otros factores comprendidos
en la oferta y demanda monetarias, añadimos la ecuación:
Md = l(r) + k(Y)
(6)
Si
no existe inflación es decir los precios están dados
tenemos que la demanda de dinero está compuesta por
una demanda para especulación l(r) y otra para transacciones
k(Y) y que la oferta de dinero es una variable exógena,
pues depende de políticas del banco central:
Ms = M*
(7)
Tenemos
una condición de equilibrio para este sector de la economía
que es la siguiente:
Md = Ms
(8)
Sustituyendo
(6) y (7) en (8) tenemos:
r= (k/l)Y - (1/l)M* (8*)
Y
su pendiente:
dY -l
---- = ------ > 0
dr k
-
MODELO COMPLETO PARA UNA ECONOMIA CERRADA:
Tenemos
entonces que la economía encontrará su equilibrio en
el punto en el cual se intersecan las curvas IS-LM,
entonces trataremos de hallar cuál es el Y de equilibrio,
entonces igualamos (1*) y (8*):
k 1
1 1
---- Y - ------ M* = - ---[1-c(1-t)Y] + ---[Co
+cTo + Io + Go]
l l
v
v
Y
si despejamos Y:
1
Y= ------------------[Co +
(v/l) M* - cTo + Io + Go]
(9)
1-c(1-t)+vk/l
Si
suponemos un cambio en cada una de las siguientes variables
Co, M*, To, Io y Go,
las cuales supondremos que son continuas ,obteniendo
una nueva ecuación (10) de Y', y que luego de restarle
(9) quedará como sigue:
1
dY = ------------------ [dCo + (v/l) dM*
- cdTo + dIo + dGo]
(11)
1-c(1-t)+vk/l
Todo
esto lo hicimos con el objetivo de derivar algunos multiplicadores:
dY dY 1
----= -----= ------------------ > 0
dI dG 1-c(1-t)+vk/l
dY v/l
------ = ------------------ > 0
dM* 1-c(1-t)+vk/l
Este
último multiplicador nos demuestra que aumento en la
cantidad de dinero puede provocar cambios en la misma
dirección sobre el nivel de producto.
ESQUEMA
DE LOS FACTORES QUE DETERMINAN EL INGRESO Y LAS VARIABLES
CONEXAS:

Este
esquema nos muestra el mecanismo por medio del cual
se determina el nivel de ingreso de equilibrio en el
modelo según J. M. Keynes. Sabemos que en el mercado
monetario se determina la tasa de interés cuando encuentra
su equilibrio, y una vez fijado el tipo de interés en
el punto en el que es igual a la eficiencia marginal
de la inversión se determina el nivel de inversión,
lo que podemos graficar como sigue:

Se
puede observar cómo se determina la tasa de interés
rº al intersecarse su curva con la de la oferta monetaria,
y luego esta rº determina un nivel de inversión Iº.
De
ese modo dada una función de consumo con respecto al
nivel de ingreso se determina en el sector real de la
economía el nivel de producción que equilibra el mercado.
Se grafica como sigue:

Y
además existe una retroalimentación, que es el canal
de transmisión del sector real al sector monetario sobre
las preferencias por liquidez. Obsérvese que este esquema
anterior está implícito en todos los análisis Keynesianos,
por ejemplo cuando se habla del efecto de la cantidad
de dinero sobre el nivel de producto, se vio que un
aumento de la oferta monetaria desplazaba la demanda
agregada dándose un nuevo nivel de producto. Gráficamente:

SALARIOS
Y PRECIOS
Hasta
el momento nuestro análisis no ha considerado inflación
o sea ha habido un nivel dado de precios. Pero el supuesto
de precios rígidos no carece por completo de realismo
por lo menos en algunos periodos y lugares, no obstante
esto no satisface en su totalidad porque:
a)
El nivel de precios jamás es verdaderamente rígido.
b)
Nos ayudan a comprender los movimientos de dinero, así
como el producto nacional y el ingreso nacional "reales",
además hay acciones reciprocas entre el nivel de precios
si varía, no podemos tener una plena comprensión de
los determinantes siquiera de la producción y del ingreso
reales a menos que se incluyan los efectos del nivel
de precios.
LOS
SALARIOS MONETARIOS
Keynes
suponía que el nivel de salario monetario dependía de
fuerzas institucionales e históricas, sujeto a algunas
influencias también por el estado de la economía.
Los
salarios monetarios en cualquier punto del tiempo están
en el nivel en que están, mayormente porque está cercano
a donde ellos han estado recientemente. Cierto es que
pueden haber subido a bajado algo recientemente en respuesta
a presiones institucionales, tales como las leyes de
salarios mínimos, o a través de esfuerzos de los sindicatos
obreros o la opinión pública. Además el estado del empleo
tendrá alguna importancia. A medida que una economía
se acerque el pleno empleo la fortaleza de los sindicatos
puede aumentar y la resistencia de los patronos a los
aumentos salariales se desvanecen.
Keynes
vio que el nivel salarial tendía a subir (desde donde
quiera que hubiese estado) cuando el empleo era casi
pleno, subiendo quizá más rápidamente mientras más fuerza
tuvieran los sindicatos. En forma contraria los
salarios monetarios tenderían a bajar cuando el desempleo
fuera extenso quizá más rápidamente mientras más débiles
fueran los sindicatos y mayor el nivel de desempleo.
Pero en cualquier momento y lugar dado, el nivel de
tasa de salarios monetarios era, más o menos "automáticamente
determinado". Como el salario monetario no era absolutamente
rígido, sus variaciones a lo largo del tiempo podrían
afectar algo los niveles de otras variables. Pero aparte
del efecto sobre el nivel de precios, los cambios inducidos
adicionales serían pequeños ya que la especulación tendía
a estabilizar el tipo de interés y la demanda de inversión
era solo moderadamente sensible a aquellos cambios en
el tipo de interés que en efecto ocurrían. A todos los
fines prácticos, se podría hablar del sistema económico
como si tuviera un "equilibrio" aún cuando el empleo
pudiera ser menos que pleno.
El
concepto del nivel de salario monetario de Keynes lo
tiene estable, en algún punto por debajo del pleno empleo,
un punto en que las presiones ascendentes y descendentes
están en equilibrio, a diferencia del concepto de los
clásicos de salario real flexible que baja sin límite
cuando hay desempleo y estable solamente con la ocupación
plena de los trabajadores en busca de empleo.
Si
w es la tasa de salarios monetarios, p es el precio
del bien y PFM el producto físico marginal se tiene
que:
W
= PFM * p
w/p
= PFM
Puesto
que PFM disminuye a medida que aumenta el empleo la
cantidad de trabajadores aumentará a medida que el "salario
real" (w/p) disminuya. Si se entiende este principio
a toda la economía podremos dibujar una curva de demanda
de mano de obra con pendiente negativa.
Se
supone que la oferta de salario también depende del
salario real, o sea la cantidad de trabajo que los obreros
desearán suministrar aumentará a medida que se eleva
el salario real.
En
un punto de pleno empleo no hay trabajadores dispuestos
a trabajar al salario real vigente que no encuentren
trabajo, y al mismo tiempo los empleadores disponen
de toda la mano de obra que desean tener al salario
vigente.
Aquí
suponemos que el stock del equipo de capital, los recursos
materiales y el estado de la tecnología están dados,
el único factor de la producción variable es la mano
de obra, por lo tanto existe un nivel específico del
PNB real correspondiente a cada nivel de ocupación.
En
este análisis el nivel de precios es una variable, a
medida que los niveles de precios y de salarios disminuyan
se reduce la demanda de dinero para transacciones, vale
decir, se necesitarán menos saldos monetarios para pagar
las nóminas de salarios cuanto estos son bajos, y para
saldar las cuentas del almacenero cuando los precios
lo son a su vez. Así pues la demanda de dinero es probablemente
una demanda de costo cantidad de poder adquisitivo y
no un número determinado de unidades monetarias.
Podemos
designar por M/P el poder adquisitivo constituido por
el stock de dinero M, es decir, el valor real del stock
monetario. Ahora bien esa cantidad de poder adquisitivo
puede incrementarse aumentando el volumen nominal de
dinero o mediante una reducción del nivel de precios
para la cual aumentará el poder adquisitivo del stock
monetario nominal dado.
Un
incremento de la cantidad de dinero desplazará hacia
arriba la curva LM, y una reducción de la oferta monetaria
la desplazará hacia abajo. Por lo tanto con una oferta
monetaria dada hay un curva LM diferente para cada nivel
de precios.
El
mecanismo en virtud del cual tiende automáticamente
al alcanzar el pleno empleo se puede ilustrar de la
siguiente forma:
Si
su suponemos que el salario real es mayor que el salario
real de pleno empleo y que la ocupación fuese menor
que el nivel de plena ocupación, el PNB por debajo del
nivel de plena ocupación y el nivel de precios estuviese
por encima del nivel de pleno empleo. Mientras los precios
y los salarios sean flexibles, es decir, mientras lo
salarios se reduzcan al exceder la oferta de mano de
obra a la demanda y los precios de los bonos disminuyan
al superar la oferta de bienes a la demanda la situación
recién ilustrada no puede persistir, lo que quiere decir
que hay trabajadores desocupados que desearían trabajar
al salario vigente (o otro inferior).
En
un esfuerzo por conseguir trabajo, esas personas harán
disminuir el salario monetario. A medida que este disminuya
se reducirán los costos de producción de los bienes
y servicios, ni los precios de los bienes y servicios
son flexibles, también disminuirán. Cuando así ocurra,
se reducirá la cantidad de dinero necesaria para las
transacciones. En consecuencia la oferta de dinero excedería
a la demanda, a la tasa de interés vigente. El dinero
excedente se coloca en el mercado de préstamos bancarios
dejando que ofrezcan préstamos en mejores términos.
A consecuencia de ellos las tasas disminuyen, lo que
estimula la inversión en la medida en que la eficiencia
marginal de la inversión es elástica respecto al interés.
El
aumento de la inversión eleva la demanda agregada tanto
directamente como a través del multiplicador y ocupación
para satisfacerla. Esta situación continuará mientras
la oferta de mano de obra exceda a su demanda puesto
que en tanto subsista esa situación, los salarios monetarios
continuarán descendiendo.
El
proceso se detendrá cuando la ocupación llegue el nivel
pleno, al salario real de equilibrio, al PNB de ingreso
pleno y la tasa de interés de equilibrio y el precio
de equilibrio.
Se
puede ilustrar del modo siguiente:

LA
POLITICA MONETARIA
El
modelo de economía concebido en relación con las curvas
IS-LM es un instrumento extraordinariamente útil del
análisis económico. Sin embargo hay quienes lo consideran
inapropiado para el estudio de la política monetaria,
pues los desfases de períodos y el ajuste de stock que
desempeñan un papel importante para el funcionamiento
de este tipo de política y su dinamismo no caben dentro
de los reducidos límites del modelo, pero esto es sobretodo
para análisis formales, de modo tal, que mejor nos ocuparemos
de un tratamiento un poco informal.
Hay
que distinguir entre el efecto inicial de la política
monetaria sobre la demanda global, y ciertos efectos
secundarios y terciarios que se producen en fases más
avanzadas.
1)
AJUSTES DE CARTERA:
La
política monetaria induce a los poseedores de la riqueza
a realizar ajustes en sus carteras de activos financieros
y físicos, que a su vez inciden sobre el ingreso y el
empleo. También el nivel de precios podría verse también
afectado.
2)
EFECTOS DE RIQUEZA:
Como
la política monetaria opera únicamente a través de transacciones
voluntarias que implican cambios de un activo financiero
por otro, no suma riqueza creando activos para los cuales
no existan obligaciones correspondientes. Sin embargo
la política monetaria tiene efectos de riqueza que pueden
ser muy importantes debido a la relación existente entre
la tasa de interés, como lo podría ser una caída en
la tasa de interés aumentando el precio de los títulos.
De manera análoga, los valores de mercado de una gran
cantidad de otros activos que devengan un ingreso esperado
de esos mismos activos a las tasas adecuadas. Una política
monetaria que reduzca las tasas de interés disminuirá
por lo común las tasas de capitalización, provocando
en consecuencia un aumento del valor de mercado de activos
tales como los bienes raíces y las acciones de capital.
A
continuación se ilustra el efecto de la riqueza mediante
un gráfico:

3)
EFECTOS DE DISPONIBILIDAD CREDITICIA:
Los
efectos de cartera y de riqueza son los principales
medios por los que la política monetaria tiene su incidencia
inicial sobre la actividad económica. Además los acuerdos
institucionales para suministrar fondos a determinados
sectores da a veces a la política monetaria una influencia
especial sobre la disponibilidad de crédito para esos
sectores, incidiendo así sobre sus posibilidades de
gasto.
EFECTOS
SECUNDARIOS : (El multiplicador y el acelerador)
Las
repercusiones iniciales de una política monetaria de
expansión que opera a través de los efectos de cartera
de riqueza y de disponibilidad de crédito mencionados,
harán que aumente el gasto y generarán ingreso. El aumento
asociado del ingreso disponible provocará a continuación
un aumento de la demanda de bienes de consumo no duraderos
y servicios a causa de la acción del multiplicador.
También aumentará la demanda de servicios de casas y
bienes de consumo duraderos. La demanda ampliada de
bienes de consumo y de capital elevará también el stock
de capital deseado por las empresas y pondrá de esta
manera en funcionamiento el acelerador o proceso de
ajuste de stock. Se pone así en funcionamiento la conocida
ampliación de la demanda a través del efecto multiplicador
y del efecto acelerador.
EFECTOS
TERCIARIOS:
A
medida que aumenta el ingreso generado por los efectos
iniciales y secundarios aumenta la demanda de dinero
con motivos de transacción. Se invertirá así la disminución
de las tasas de interés y el aumento provocado de las
tasas ejercerá un efecto desalentador sobre la expansión,
mediante una reversión parcial de los efectos de cartera,
de riqueza y de disponibilidad de crédito que inicialmente
desencadenaron el aumento del ingreso.
A
continuación el multiplicador de las operaciones de
mercado abierto:
dy vhw/(m+q)
---- = ---------------------------
dW 1-c(1-t)+vkw/(m+q)
Donde:
vhw/(m+q),
Representa el efecto inicial de la política monetaria.
1-c(1-t)
, Representa los efectos secundarios (es decir el multiplicador)
vkw/(m+q)
, Representa efecto terciario (realimentación monetaria.
CRITICAS
AL MODELO KEYNESIANO
La
primer crítica que consideraremos es la que el modelo
keynesiano es "demasiado agregativo". Con esto se quiere
decir presumiblemente que el modelo debe contener más
variables y más relaciones de las contiene. Ya hemos
visto que un aumento en estos números puede aumentar
la estabilidad de las relaciones y, de ese modo, mejorar
las predicciones del modelo. Hasta donde sabemos, la
crítica de que el modelo keynesiano es demasiado agregativo
no ha sido hecha debido a alguna creencia de que el
modelo deje de aislar variables estratégicas.
Una
segunda crítica al modelo keynesiano es que resulta
"demasiado estático". Esto puede significar cosas casi
opuestas. Por un lado, el modelo no puede tratar de
la dinámica a corto plazo del cambio en el ingreso;
por el otro lado, no se adapta al análisis de problemas
de crecimiento a largo plazo.
Por
otra parte, el modelo keynesiano está limitado, por
sus propias condiciones, al plazo corto. Keynes específicamente
supuso una existencia de equipo de capital dada. Hacer
de la producción una función sólo del empleo refleja
este supuesto.
Suele
señalarse a menudo que el análisis de Keynes se contradice
a sí mismo, pues trata de situaciones en que la inversión
neta puede ser positiva o negativa. Esto quiere decir
que la existencia de capital está cambiando. En particular
en cualquier análisis del crecimiento o del desarrollo
económico tiene que tomarse específicamente en cuenta
la acumulación de capital.
A
criterio de algunos economistas la teoría de la determinación
del salario ya sea del modelo clásico o del keynesiano
es totalmente inadecuada. Suponer que los salarios son
totalmente flexibles a los cambios en el empleo es sólo
ligeramente más absurdo que suponerlos rígidos o, más
bien, autónomamente determinados.
Una
crítica más al modelo keynesiano se relaciona con su
análisis del dinero y el tipo de interés; primero, en
cuanto a lo que incluye, luego, en cuanto a lo que omite.
Quizá la crítica más válida del análisis de la demanda
de dinero con fines especulativos es la implicación
a veces ofrecida de que el cuadro de la demanda de dinero
para especulación posea algún grado de estabilidad.
Su posición y su forma claramente dependen del nivel
y la dispersión de las expectativas de los tenedores
de riqueza en cuanto al tipo de interés. Aunque es concebible
que estos sean estables e inalterables, esto es apenas
plausible.
En
resumen, no podemos advertir críticas de que las variables
keynesianas no son operativas. Por el contrario, la
economía keynesiana ha estimulado un vasto esfuerzo
para recopilar y organizar datos alrededor de los conceptos
de ingreso y producción nacionales, consumo, inversión
y empleo. Podría calificarse observando que los conceptos
keynesianos piden un consumo, un ahorro y una inversión
deseados o propuestos. Podría objetarse también que
el concepto clave de la inversión de Keynes (la "eficiencia
marginal del capital") no es operativo. Pero, en conjunto,
el carácter operativo de las variables keynesianas representa
la mayor fortaleza del sistema keynesiano. Asimismo,
las variables estratégicas para las políticas monetaria
y fiscal son escrupulosamente aisladas por el análisis
keynesiano. La relación clave, la función de consumo,
tiene un contenido empírico muy detallado que permite
predicciones muy específicas.
Y,
seguramente el análisis tiene relevancia directa para
lo que sigue siendo un problema de gran preocupación
social, el del desempleo. Pero ninguna de las demás
relaciones tiene el contenido empírico de la función
de consumo, y su estabilidad es objeto de severas dudas,
en particular las referentes a la distribución de la
renta y la formación de precios, la determinación de
los salarios o de la oferta de mano de obra, y comprendidas
en la teoría del dinero y el activo.
No
obstante, con todas sus deficiencias reconocidas, el
análisis keynesiano se mantiene aún como el más útil
punto de partida de la teoría macroeconómica. En sí
completo e imperfecto, sigue siendo el cimiento de la
gran mayoría de las obras teóricas significativas en
la macroeconomía de las últimas décadas. Y también ha
brindado por mucho tiempo la estructura básica para
la mayoría de los análisis gubernamentales de las condiciones
y los pronósticos económicos, y, de manera creciente,
de los análisis y pronósticos hechos por grupos y empresas
privadas. Como dijera una vez J. R. Hicks, "la General
Theory no es ni el principio ni el final de la economía
dinámica"; pero es quizá significativo que casi ningún
desarrollo, enmienda o detalle único del modelo keynesiano
tenga aún suficiente conformidad entre los economistas
para que se haya convertido en el punto de partida para
el trabajo de otros, en vez de elemento keynesiano que
está destinado a reemplazar.
BIBLIOGRAFIA:
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William H., Litvack, James M.; MACROECONOMIA. México,
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-Humphrey,
Thomas M.; Paper EVOLUCION DEL CONCEPTO DE DEMANDA DE
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Y EL DINERO. México, Fondo de Cultura Económica, 1971.
-Smith,
Warren L.; MACROECONOMIA. México, Centro Regional de
Ayuda Técnica, 1973.
-Spencer,
Milton H.; ECONOMIA CONTEMPORANEA. España, Editorial
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