Pobreza:
Conceptos y medición
Por
Lic. Gabriel Leandro, M.B.A.
Economista
1.
Conceptos básicos sobre pobreza
Al
realizar una revisión de la literatura existente sobre
este tema una cosa salta a la vista: no existe una definición
única y suficientemente precisa de pobreza. Incluso
el concepto puede verse afectado por factores de tipo
cultural, religioso y los sistemas sociales de valores.
Así por ejemplo, si se dice que “pobreza significa no
tener suficiente para comer, una elevada tasa de mortalidad
infantil, una baja esperanza de vida, pocas oportunidades
educacionales, escaso acceso al agua potable, inadecuado
cuidado de la salud, inadecuadas condiciones de vivienda
y poca participación en los procesos de toma de decisiones
(Schubert, 1994). A pesar
de que cualquiera estaría de acuerdo con que ese concepto
de pobreza es bastante completo y detallado, realmente
no es una definición de validez universal, ya que muchos
de los términos que menciona pueden ser muy relativos
dependiendo de los distintos sistemas de valores.
Un
análisis de pobreza generalmente diferencia entre pobreza
absoluta y pobreza relativa. Se habla de pobreza relativa
cuando los sujetos bajo consideración son “pobres” en
relación a los “otros”, los cuales deben ser claramente
especificados. La pobreza absoluta se refiere exclusivamente
a la situación de individuos particulares sin realizar
alguna comparación entre ellos y otros. La pobreza absoluta
existe cuando las condiciones de vida de los individuos
poseen deficiencias en la satisfacción de necesidades
físicas y socioculturales. Para don Oscar Arias (1979)
“la pobreza absoluta significa analfabetismo, desnutrición,
enfermedades, carencia de vivienda, altas tasas de mortalidad
y reducida esperanza de vida, que impiden a quienes
las sufren realizar el potencial genético que nace con
ellos”. Se dice que existe pobreza absoluta primaria
si las necesidades humanas físicas, expresadas en términos
de nutrición, vestido y vivienda, no están garantizadas.
Por otro lado, se denomina pobreza absoluta secundaria
cuando existe algún tipo de “exclusión de la participación
en la vida social”. Estas clasificaciones de pobreza
están asociadas al concepto de “necesidades básicas”,
de modo que las personas que no satisfagan un mínimo
de sus necesidades básicas, materiales o inmateriales,
son considerados pobres.
La
pobreza absoluta y relativa puede ser considerada desde
dos perspectivas:
Punto
de vista |
Descripción |
Microeconómico |
La
pobreza se refiere a la situación de aquellos
individuos u hogares que no satisfacen sus necesidades
básicas o solo las satisfacen en un grado inadecuado
|
Macroeconómico |
Se
dice que existe pobreza cuando el promedio de
los habitantes de un país, o región, vive por
debajo de un nivel mínimo de subsistencia |
2.
Medición de la pobreza
Cuando
se determina el tipo y extensión de la pobreza, tres
instrumentos son de particular importancia. Estos son:
· Las
líneas de pobreza que separan a los pobres de los no
pobres,
· Perfiles
de pobreza que brindan una descripción más detallada
de las características de los pobres, y
· Los
indicadores de pobreza que buscan proveer una visión
general de los niveles de vida, ingreso y condiciones
sociales de los pobres.
Con
la ayuda de estas herramientas es posible retratar la
pobreza de los individuos, de grupos o de países en
un determinado momento, o bien efectuar comparaciones
a lo largo del tiempo.
Este
criterio “toma en cuenta situaciones de infraconsumo,
desnutrición, precarias condiciones de vivienda, bajos
niveles de educación, malas condiciones sanitarias”
(Céspedes, 1995). Para lograr esto es necesario especificar
con precisión esas necesidades básicas físicas y socioculturales
de los individuos. Si la medición de la pobreza es basada
en este criterio, los estándares del Banco Mundial pueden
ser usados para especificar la división entre los pobres
y los no pobres, los cuales consideran las siguientes
necesidades materiales básicas:
· Nutrición:
nutrición debería ser adecuada, balanceada e incluir
un consumo mínimo de calorías por día.
· Salubridad:
acceso a los servicios de salud básicos para reducir
o eliminar las enfermedades más contagiosas, además
de disponer de servicios de maternidad y bienestar para
los niños, que asistan a la población en materia de
nutrición e higiene.
· Vivienda:
que existan condiciones de vivienda adecuadas para brindar
protección permanente de las condiciones climáticas
y otras influencias del medio.
· Agua
potable: en las áreas urbanas, acceso a agua no contaminada
disponible a una distancia no mayor de 200 metros. En
las áreas rurales, la recolección de agua no debe demandar
un tiempo excesivo.
Así
si un individuo no alcanza el estándar en una o más
de las variables mencionadas entonces es considerado
pobre. A nivel macroeconómico se considera entonces
la proporción de individuos en la población total que
han sido considerados como pobres.
Los
estándares mencionados son considerados como valores
promedio, independientemente del país, región, cultura,
familia, sexo u otras características personales, lo
que da como resultado una regular guía para considerar
la pobreza. Ahora bien, es posible alcanzar un razonable
grado de precisión en el caso de las necesidades básicas
materiales, pero no así con relación a las necesidades
inmateriales, como la educación, participación política,
libertades y derechos humanos, seguridad social, autoestima,
condiciones de trabajo, entre otras.
Aparte
de lo anterior, se presentan otras dificultades con
este método pues las necesidades consideradas no tienen
todas la misma importancia relativa, al igual que los indicadores
que describen el grado de satisfacción de cada una de
ellas. Además la determinación de los límites de subsistencia,
o sea los valores mínimos para cada una de esas variables,
son arbitraria también y difícil de aplicar.
En
Costa Rica se han hecho algunos estudios que procuran
medir el nivel de pobreza de la población nacional de
acuerdo con este criterio. El investigador Pablo Sauma
y el Instituto Nacional de Estadística y Censos, consideraron
en las más recientes Encuestas de Hogares el siguiente
conjunto de necesidades básicas:
Fuente:
Estado de la Nación, Sétimo Informe, 2000.
Para
el año 2000 Sauma logró calcular los siguientes porcentajes de pobreza
de acuerdo con el método de las necesidades básicas
insatisfechas, datos que fueron publicados en el Sétimo
Informe del Estado de la Nación:
Costa
Rica: Pobreza según el método
de
las necesidades básicas insatisfechas, 2000 |
|
Total |
Urbana |
Rural |
Incluyendo
capacidad de consumo |
|
|
|
Porcentaje
de hogares pobres |
30,2 |
22.7 |
37.1 |
Con
1 NBI |
20.1 |
16.4 |
23.5 |
Con
2 o más NBI |
10.1 |
6.3 |
13.5 |
|
|
|
|
Excluyendo
capacidad de consumo |
|
|
|
Porcentaje
de hogares pobres |
27.5 |
20.4 |
34.1 |
Con
1 NBI |
19.3 |
15.2 |
22.9 |
Con
2 o más NBI |
8.3 |
5.1 |
11.1 |
|
|
|
|
Porcentaje
de insatisfacción por necesidad |
|
|
|
Vivienda |
15.2 |
11.8 |
18.3 |
Calidad
de vivienda |
10.9 |
8.1 |
13.5 |
Hacinamiento |
6.9 |
5.6 |
8.1 |
Servicios
básicos |
7.8 |
2.5 |
12.6 |
Agua
potable |
6.1 |
1.8 |
10.0 |
Evacuación
excretas |
1.0 |
0.7 |
1.4 |
Alumbrado |
1.8 |
0.5 |
2.9 |
Educación |
2.9 |
4.1 |
1.9 |
Salud |
9.1 |
6.5 |
11.5 |
Capacidad
de consumo |
5.8 |
4.4 |
7.1 |
Fuente:
Estado de la Nación. 7º. Informe.
Este
método consiste en la determinación de un nivel de ingreso
mínimo con el que podría proveer una satisfacción mínima
de las necesidades físicas y socioculturales. En principio
esto parece evitar los problemas del método de las necesidades
básicas insatisfechas. Los individuos son considerados
“pobres” si no alcanzan dicho nivel mínimo de ingreso.
El nivel de pobreza de un país puede ser descrito como
el porcentaje de individuos de la población que no alcanzan
ese nivel de ingreso mínimo.
Una
alternativa para indicar la pobreza de un país es emplear
la “brecha de pobreza”. La brecha de pobreza provee
una cuenta del nivel de ingreso que debería ser transferido
a los pobres para que la población con ingreso por debajo
de la línea de pobreza, incremente su ingreso hasta
alcanzar la línea de pobreza. La brecha de pobreza presenta
una imagen más exacta de la pobreza de un país que el
simple número de pobres.
Pero,
¿cómo se especifica ese nivel mínimo de ingreso? En
principio hay dos posibilidades.
· La
primera es microeconómica, e implica la determinación de una canasta
básica de bienes y servicios necesarios para subsistir,
y proyectar el ingreso necesario para adquirirlos. Sin
embargo, es evidente que este tipo de línea de pobreza
también depende de juicios de valor, pues se afecta
según la región, la religión, la esfera cultural, e
incluso el criterio del mismo investigador. Así no existe
acuerdo universal sobre cuáles bienes y servicios se
requieren para garantizar la satisfacción de un nivel
de vida mínimo. Además esos bienes que componen dicha
canasta deben ser valorados a ciertos precios, los que
en determinado momento podrían no reflejar las verdaderas
condiciones reales. Un método alternativo para determinar
el valor de esta canasta de bienes es el de la “Canasta
básica de alimentos”, método que es muy empleado en
Latinoamérica y Costa Rica (Céspedes, 1995). Esto consiste
en establecer un requerimiento mínimo de nutrientes
(calorías, proteínas, etc.) necesarios para mantener
“adecuadas condiciones de salud”, lo que permite establecer
cuáles alimentos deben consumirse para luego calcular
el costo de éstos. Finalmente el costo de esta canasta
de alimentos se expande, multiplicándola por determinado
factor, para incorporar el costo de las necesidades
básicas no alimentarias. El fundamento teórico y empírico de esta metodología
es la “Ley de Engel”, según
la cual los individuos con mayor ingreso per
cápita, gastan una proporción menor de su ingreso en
alimentos. Basados en lo anterior, una proporción relativamente
alta del ingreso gastado en alimentos es interpretada
como señal de pobreza. Sin embargo, no existe consenso
con relación a cual tasa de gasto en alimentos es “relativamente
alta”.
· El
segundo método para determinar el nivel de ingreso mínimo
es de corte macroeconómico. Se basa en el nivel de ingreso
nacional per cápita, bajo
la suposición de que será el mínimo necesario para satisfacer
las necesidades básicas. Pero este tipo de metodología
realmente ha recibido muchas críticas, algunas de las
cuales girar alrededor de que no se refleja el costo
de muchas necesidades, las que no necesariamente tienen
un costo monetario, sino que tienen carácter de costos
de oportunidad individuales.
Evolución
de la indigencia y pobreza total, a
nivel nacional y por zonas, 1990-2000 (porcentaje
de hogares y de
población bajo la línea de pobreza respectiva) |
Hogares |
|
Total
del país |
Zona
Urbana |
Zona
Rural |
|
Indigentes |
Pobres |
Indigentes |
Pobres |
Indigentes |
Pobres |
1990 |
9.1 |
27.1 |
5.4 |
23.6 |
12.4 |
30.1 |
1991 |
11.7 |
31.9 |
7.9 |
28.5 |
14.7 |
34.4 |
1992 |
9.3 |
29.4 |
6.3 |
27.3 |
11.9 |
31.1 |
1993 |
6.9 |
23.2 |
4.0 |
19.8 |
9.2 |
25.9 |
1994 |
5.8 |
20.0 |
3.1 |
15.5 |
8.0 |
23.7 |
1995 |
6.2 |
20.4 |
3.7 |
16.1 |
8.3 |
23.9 |
1996 |
6.9 |
21.6 |
4.2 |
17.1 |
9.0 |
25.2 |
1997 |
5.7 |
20.7 |
3.2 |
16.3 |
7.6 |
24.1 |
1998 |
5.3 |
19.7 |
2.9 |
16.1 |
7.1 |
22.4 |
1999 |
6.7 |
20.6 |
4.5 |
17.3 |
8.5 |
23.5 |
2000 |
6.4 |
21.1 |
4.2 |
17.5 |
8.3 |
24.3 |
Personas |
|
Total
del país |
Zona
Urbana |
Zona
Rural |
|
Indigentes |
Pobres |
Indigentes |
Pobres |
Indigentes |
Pobres |
1990 |
9.9 |
30.7 |
5.4 |
27.1 |
13.4 |
33.5 |
1991 |
12.4 |
35.4 |
8.3 |
31.6 |
15.5 |
38.2 |
1992 |
10.1 |
33.1 |
6.8 |
31.3 |
12.6 |
34.6 |
1993 |
7.7 |
26.4 |
4.3 |
22.4 |
10.3 |
29.3 |
1994 |
6.8 |
22.9 |
3.6 |
18.3 |
9.1 |
26.4 |
1995 |
7.5 |
23.5 |
4.3 |
19.2 |
9.8 |
26.8 |
1996 |
7.6 |
24.6 |
4.0 |
19.2 |
10.3 |
28.5 |
1997 |
6.6 |
23.9 |
3.9 |
19.4 |
8.6 |
27.1 |
1998 |
5.9 |
22.1 |
3.2 |
18.8 |
7.7 |
24.4 |
1999 |
7.5 |
23.7 |
4.9 |
20.6 |
9.6 |
26.3 |
2000 |
7.4 |
23.6 |
4.9 |
19.7 |
9.5 |
26.8 |
Fuente:
Estado de la Nación. Informe 7º.
Evolución
de la indigencia y la pobreza total, por
año, según regiones, 1990-2000 (porcentaje
de hogares bajo la línea de pobreza respectiva) |
Pobreza/región |
1990 |
1991 |
1992 |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
1998 |
1999 |
2000 |
Indigencia |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Total
del país |
9.1 |
11.7 |
9.3 |
6.9 |
5.8 |
6.2 |
6.9 |
5.7 |
5.3 |
6.7 |
6.4 |
Central |
5.7 |
8.7 |
6.6 |
4.6 |
3.1 |
4.1 |
4.4 |
3.5 |
3.3 |
4.4 |
3.9 |
Chorotega |
22.7 |
23.4 |
19.1 |
13.8 |
14.7 |
13.6 |
13.2 |
12.3 |
11.5 |
13.2 |
13.9 |
Pacíf.
Central |
12.9 |
14.7 |
11.7 |
9.0 |
6.5 |
5.5 |
6.6 |
6.9 |
5.7 |
8.2 |
8.4 |
Brunca |
20.9 |
19.5 |
18.2 |
15.2 |
14.1 |
14.4 |
14.8 |
10.7 |
11.7 |
14.8 |
13.5 |
Huetar
Atlánt. |
6.8 |
9.3 |
7.2 |
5.7 |
6.2 |
5.1 |
8.6 |
6.8 |
5.3 |
6.9 |
6.4 |
Huetar
Norte |
14.0 |
12.9 |
12.8 |
7.0 |
9.4 |
10.0 |
11.2 |
9.5 |
7.6 |
8.5 |
10.3 |
Pobreza |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Total
del país |
27.1 |
31.9 |
29.4 |
23.2 |
20.0 |
20.4 |
21.6 |
20.7 |
19.7 |
20.6 |
21.1 |
Central |
22.0 |
27.2 |
25. |
18.5 |
14.9 |
16.0 |
16.5 |
15.4 |
15.0 |
15.6 |
15.8 |
Chorotega |
45.4 |
51.7 |
46.8 |
38.4 |
37.5 |
35.2 |
34.5 |
36.0 |
34.1 |
35.5 |
36.3 |
Pacíf.
Central |
33.7 |
35.4 |
33.3 |
26.1 |
21.9 |
22.8 |
22.9 |
24.8 |
20.8 |
28.7 |
26.4 |
Brunca |
45.0 |
45.1 |
43.6 |
39.9 |
35.8 |
36.9 |
37.0 |
32.3 |
34.1 |
34.1 |
35.3 |
Huetar
Atlánt. |
21.7 |
26.2 |
20.6 |
20.4 |
19.7 |
17.1 |
25.4 |
25.7 |
20.7 |
21.5 |
22.6 |
Huetar
Norte |
38.8 |
34.6 |
34.4 |
24.6 |
26.1 |
27.6 |
27.7 |
27.2 |
26.4 |
26.3 |
30.1 |
Fuente:
Estado de la Nación. Informe 7º.
Existen
varias posibilidades para realizar un análisis combinado.
Una es la que Céspedes (1995) llama “Método Mixto” o
“Medición Integrada de la Pobreza”. El autor Céspedes
se fundamenta en un estudio realizado por PNUD según
el cual, luego de analizar zonas urbanas en 8 países
de América Latina, se determinó que, “a lo sumo una
tercera parte de los hogares calificados como pobres
con el método de la línea de pobreza, también califican
como pobres con el método de las necesidades básicas
insatisfechas”. Así el resto de los hogares son pobres
de acuerdo con uno de los métodos, pero no con el otro.
Lo anterior muestra por un lado la complejidad del fenómeno
de la pobreza, el cual es multidimensional, afectado
por muchas variables, pero sobre todo se observa las
significativas diferencias entre ambas metodologías.
Se
sugiere entonces que estos métodos pueden ser complementarios
y no sustitutivos, pues cada método capta diferentes
facetas del mismo fenómeno. De este modo es posible
desglosar los hogares pobres en cuatro subgrupos, y
obtener de ellos algunas características más específicas
o particulares. Kaztman (citado
por Céspedes, 1995) sugiere nombres para estos subgrupos
y sus respectivas interpretaciones.
|
Método
línea de pobreza |
Método
de las necesidades básicas insatisfechas |
Ingresos
por debajo de la línea de pobreza |
Ingresos
sobre la línea de pobreza |
No
satisface al menos una necesidad básica |
Hogares
en pobreza crónica |
Hogares
en pobreza inercial |
Se
satisfacen todaslas necesidades básicas |
Hogares
en pobreza reciente |
Hogares
no pobres |
Fuente:
Céspedes. Jiménez. La pobreza en Costa Rica. 1995.
Se
describen a continuación los cuatro subgrupos descritos
en el cuadro anterior:
· Hogares
en pobreza crónica: No disponen de suficientes bienes
y servicios para satisfacer sus necesidades básicas,
ni poseen ingreso suficiente para adquirirlos. De las
cuatro categorías es en la que se encuentran los hogares
en peor condición.
· Hogares
en pobreza reciente: estos podrían ser hogares que tuvieron
un ingreso suficiente como para satisfacer sus necesidades
básicas, pero que posiblemente han sufrido un deterioro
en sus ingresos.
· Hogares en pobreza
inercial: estos podrían ser hogares cuyo ingreso se
haya incrementado, pero que todavía no puede satisfacer
todas sus necesidades básicas.
· Hogares
no pobres: estos hogares no presentan problemas de pobreza
de acuerdo con ambos criterios.
Pobreza
según medición integrada de pobreza 2000 |
|
|
Urbano |
|
Total
hogares |
100.0 |
100.0
|
100.0
|
Pobres
por ambos métodos |
10.7 |
8.3 |
12.8
|
Pobres
por insuficiencia de ingresos |
10.4
|
9.2
|
11.5
|
Pobres
por NBI |
17.5
|
12.6
|
21.8
|
No
pobres |
61.3 |
69.9 |
53.9 |
Fuente:
Estado de la Nación. Informe 7º.
Pero
por otro lado Renate Schubert (1994) sugiere dos
maneras distintas de realizar una combinación entre
los criterios señalados primeramente.
Un
perfil de pobreza para un país o un grupo de individuos
consiste en un bosquejo comprensivo de los aspectos
cualitativos y cuantitativos que caracteriza a la población
pobre, con respecto a sus condiciones económicas, institucionales
y sociales. Dependiendo de la calidad y disponibilidad
de los datos, la calidad estadística de los perfiles
de pobreza variará fuertemente a lo largo del tiempo
y en distintos países. En este sentido se deben analizar
los costos y los beneficios de contar con mejor información
para obtener un adecuado perfil de la pobreza. Sin embargo,
una vez más, la medición de la pobreza depende de la
opinión de expertos y juicios de valor.
Según
Céspedes y Jiménez (1995), algunos de los rasgos fundamentales
del perfil de los pobres en Costa Rica son los siguientes:
· Los
hogares son de mayor tamaño que los no pobre.
· Los
hogares pobres tienen, en proporción, más niños que
los hogares pobres; por esta razón, a pesar de ser más
numerosos, cuentan con menos personas en edad de trabajar.
Es decir, mientras las personas en edad de trabajar
en comparación con las que no están en esa edad se encuentran
en una proporción de 2 a 1 en los hogares no pobres
la proporción es de 2 a 1,8.
· La
mayor proporción de niños refleja tasas de fecundidad
mayores entre las mujeres pobres.
· Los
niños y jóvenes de los hogares pobres aprovechan menos
los estudios formales y abandonan más temprano el sistema
educativo, como se evidencia al medir los años de estudio
potencialmente al alcance de los jóvenes. Del total
de años de estudio que pudieron haber cursado hasta
completar la Enseñanza Media, los jóvenes más pobres
no aprovecharon porque no se matricularon en los centros
de enseñanza el 27 por ciento, mientras los no pobres
no aprovecharon el 16 por ciento de los años de Enseñanza
Media que potencialmente pudieron haber cursado. Como
casi todos los niños, pobres o no pobres, completan
la Enseñanza Primaria, estás cifras reflejan un
déficit concentrado en la Enseñanza Media, lo cual circunscrito
a este nivel de enseñanza, significaría que los pobres
no aprovechan entre un 50 y un 60 por ciento de los
años que potencialmente pudieron haber cursado de la
Enseñanza Media, en comparación con un déficit entre
30 y 37 por ciento para los hogares no pobres.
· Los
jóvenes más pobres se incorporan al mercado laboral
en forma más temprana y con un menor potencial de capital
humano. Por tanto, esas personas, cuando jóvenes y más
adelante cuando adultas, tienden a trabajar en mayor
proporción que los no pobres en ocupaciones de menor
productividad y menor remuneración.
· El
ingreso de los hogares pobres es menor no solo porque
el ingreso por perceptor es menor, sino también porque
entre ellos hay menos perceptores, debido a su menor
participación en el mercado laboral y porque los miembros
activos de los hogares pobres están más afectados por
el desempleo y el subempleo que los activos de los hogares
no pobres.
· Esta
menor participación de los pobres también refleja la
menor participación de las mujeres de los hogares pobres.
Para la generalidad de los hogares la participación
de las mujeres en el mercado laboral es menor a la de
los hombres (75 por ciento para los hombres y 31 por
ciento para las mujeres, en los últimos años). Además,
la participación de los hombres y de las mujeres de
los hogares pobres menor a la de unos y otras en los
hogares no pobres, aunque hay mayor contraste entre
las mujeres. Para las mujeres de hogares no pobres la
participación es algo superior al 30 por ciento y para
las de hogares pobres solo la mitad de este porcentaje.
· La
menor participación de las mujeres de hogares pobres
está ligado a otro rasgo: en proporción, hay más mujeres
en condición de jefes de hogares pobres que en los no
pobres.
· La
menor formación (nivel de estudio) se refleja en la
población económicamente activa (PEA): las personas
activas sin estudios en los hogares pobres representan
una proporción 3 veces mayor que las personas activas
sin estudio en los hogares non pobres; por el contrario,
la proporción de las personas económicamente activas
con estudios de enseñanza media, en los hogares no pobres,
más que duplican la respectiva proporción correspondiente
a los pobres.
· La
relación entre ingreso, nivel de educación y edad es
bien clara, como era de esperar y como se ha demostrado
en diversos estudios.
· Es
más probable en los hogares pobres que en los no pobres
que: las mujeres ocupen la jefatura del hogar; los jefes,
hombres o mujeres tengan más de 60 años; las personas
jefes con más de 60 años sean mujeres; las parejas vivan
en unión libre; y la persona que ocupa la jefatura sea
viuda o viudo.
· Es
más probable en los hogares pobres que en los no pobres,
que los jefes de hogar; sean económicamente inactivos;
estén en situación de desempleo o de subempleo; trabajen
en agricultura y no en otras actividades productivas;
sean cuenta propia; y laboren en microempresas de menos
de 5 trabajadores.
b.
Indicadores de pobreza
Los
indicadores de pobreza consisten en listas de indicadores,
los cuales podrían tener o no pesos relativos. Como
indicadores parciales concernientes al ingreso se emplean
corrientemente el ingreso per
cápita, ingreso en el límite de pobreza, nivel de salarios
para ocupaciones no calificadas, índice de precios de
la canasta de bienes básicos, entre otros. Indicadores
relacionados con el criterio de subsistencia pueden
ser la proporción del producto nacional bruto gastada
por el gobierno de un país en seguridad social, las
tasas netas de matrícula de niños y adolescentes en
el sistema educativo, tasa de mortalidad de niños menores
de cinco años, la tasa de inmunización de niños de un
año, esperanza de vida la nacer de hombres y mujeres,
tasa de alfabetización, entre muchos otros.
El
problema fundamental de los indicadores de pobreza es
que son indicadores parciales, y además es muy difícil
determinar su importancia relativa.
Como
ya se ha mencionado, la pobreza puede ser discutida
en términos de pobreza absoluta y relativa. La pobreza
relativa de un individuo existe cuando la satisfacción
de las necesidades básicas de este individuo es “marcadamente
inferior“ que la de los otros
individuos en su grupo relevante. Esto no necesariamente
significa que el individuo en cuestión vive un nivel
de subsistencia mínima, solo que su posición es “considerablemente
peor”que las de los otros. Especificar el significado
de “considerablemente peor” es una pregunta que es difícil
de responder, pero es obvio que, cuando se discute acerca
de la pobreza relativa, los aspectos estructurales y
distributivos son más importantes que el ingreso absoluto
o los valores de subsistencia.
En
términos similares, un país puede ser descrito como
relativamente pobre si el nivel de bienestar de su población
es “considerablemente inferior” que el de los otros
países. Y aquí también, no necesariamente pobreza relativa
es sinónimo de pobreza absoluta.
En
el caso de la pobreza relativa, las diferencias entre
varios individuos o grupos de individuos es el centro
de atención, así que la percepción de estas diferencias
es relevante. Las diferencias en la satisfacción de
las necesidades básicas o en el ingreso pueden ser objetivamente
determinadas y descritas independientemente de las percepciones
individuales (pobreza relativa objetiva). Así se emplean
los deciles y otros cuantilos para describir
la distribución del ingreso en una sociedad, y otros
indicadores como el coeficiente de Gini,
la relación entre el ingreso familia per
capital promedio del V quintil y el I quintil, entre
otros indicadores relacionados con las brechas de equidad.
Medidas
de desigualdad de la distribución del ingreso
familiar per cápita
1990-2000 |
Año |
X/I
decil |
V/I
quintil |
Coeficiente
de Gini |
1990 |
17.4 |
8.2 |
0.374 |
1991 |
19.9 |
9.1 |
0.391 |
1992 |
17.0 |
8.1 |
0.378 |
1993 |
16.4 |
7.8 |
0.378 |
1994 |
17.0 |
8.5 |
0.387 |
1995 |
16.1 |
7.9 |
0.377 |
1996 |
18.6 |
8.8 |
0.393 |
1997 |
15.5 |
8.0 |
0.380 |
1998 |
16.5 |
8.5 |
0.389 |
1999 |
19.5 |
9.1 |
0.400 |
2000 |
18.2 |
9.5 |
0.403 |
Fuente:
Estado de la Nación. 7º. Informe.
Un
instrumento útil para mostrar la distribución del ingreso
de una sociedad es la curva de Lorenz. Esta gráfica muestra cómo se distribuye el ingreso
de la sociedad entre los distintos estratos de la misma.
La diferencia entre la línea de desigualdad (línea diagonal
de la gráfica) y la curva de Lorenz se conoce como “zona de desigualdad”. Cabe destacar
que “la curva de Lorenz sólo
indica cómo se distribuye el ingreso entre los distintos
estratos de la población pero no indica nada acerca
del nivel absoluto de pobreza o afluencia de cada estrato”
(Saborío, 1994).

Fuente:
Elaboración propia con base en cifras obtenidas del
Estado de la Nación, 7º informe.
Del
análisis de la curva de Lorenz se puede obtener el coeficiente de Gini, que como se nota en la tabla anterior lleva una tendencia
creciente durante los últimos años.
Para
lograr realizar una medición de la pobreza a novel mundial
es necesario emplear una misma línea de pobreza de referencia.
En este sentido el Banco Mundial emplea, a efectos de
agregar y comparar datos a nivel mundial, las líneas
de referencia de $1 y $2 por día en dólares de 1993
en términos de la Paridad del Poder Adquisitivo (se
mide el poder adquisitivo relativo de las monedas a
través de los países). De acuerdo con ese estándar se
ha estimado que en 1998 había en el mundo 1200 millones
de personas con niveles de consumo inferiores a $1 por
día (aproximadamente el 24% de la población de los países
en desarrollo) y 2800 millones de personas vivían con
menos de $2 diarios. Como menciona el Banco Mundial
en su portal de internet PovertyNet “Estas cifras
están por debajo de las estimaciones anteriores, lo
que indica que algún progreso ha tenido lugar, pero
siguen siendo demasiado altas en términos de sufrimiento
humano, y queda mucho por hacer”.
La
obtención de estos datos es muy compleja, tanto a nivel
nacional y más aún a nivel internacional. La realización
de las encuestas de hogares y de la aplicación de las
distintas metodologías, y además todo el proceso de
estimación generan que los resultados salgan con un
retraso significativo.
A
pesar de todo es necesario trabajar más en la obtención
de mejores indicadores y realizar estudios más precisos.
En este sentido los informes más recientes del Banco
Mundial se han preocupado en investigar nuevas dimensiones
de la pobreza y mejorar la recolección y evaluación
de la información. “La agenda del Informe sobre el desarrollo
mundial ha incluido tanto la unión de indicadores sociales
comparables y de alta calidad para la educación, la
salud, y el acceso a servicios e infraestructura como
el desarrollo de indicadores que examinan otras dimensiones
- por ejemplo el riesgo, la vulnerabilidad, la exclusión
social, el acceso al capital social. El programa de
trabajo, además, ha incluido métodos de comparar un
concepto multidimensional de pobreza, cuando la agregación
de todas las dimensiones en un solo índice podría no
tener sentido” (Banco Mundial, PovertyNet).
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