La
dolarización en Ecuador: un proceso de cambios
Por Martha Alexandra Araujo GarcíaEconomista
y Máster en Comercio Internacional
Resumen
El artículo
tiene por objetivo analizar las causas que incidieron
para la aplicación de la dolarización
en la economía ecuatoriana. A raíz de
la crisis financiera que se vivió en 1999 Ecuador
decide tomar un nuevo rumbo y cambiar radicalmente su
sistema económico, abandona el sucre y adopta
el dólar como moneda nacional. Seis años
después de este cambio, se observa que el país
se ha mantenido adelante con la dolarización,
beneficiado por los altos precios en su principal producto
de exportación y con relevantes ingresos por
remesas, en tanto que las verdaderas reformas estructurales
que permitan mantener el sistema aún no han llegado.
1. Introducción
A través del
tiempo se ha vivido y estudiado numerosos sistemas cambiarios,
que han surgido como producto de una necesidad y sobre
todo del ambiente que se vivió en los momentos
en que fueron establecidos. Un ejemplo claro de ello
es el régimen de Bretton Woods que se adopta
en 1944 tras la finalización de la Segunda Guerra
Mundial y ante la necesidad de reconstruir la economía
y los países afectados por dicho conflicto, sin
embargo como el mundo es cambiante y ante la crisis
mundial que se dio en 1971 este régimen fue reemplazado,
surgiendo así nuevos sistemas cambiarios en los
distintos países.
Actualmente se está
experimentando una nueva transición en el que
las distancias se acortan, las fronteras de los países
se abren en busca de una mayor interacción comercial,
y las economías emergentes dependen cada vez
más de sus principales socios comerciales, lo
que influye en gran medida en el comportamiento y las
políticas económicas adoptadas por esos
países, de ahí que escuchar el término
dolarización se vuelto tan común que ha
nadie sorprende el surgimiento de este nuevo sistema.
2. La Dolarización:
Conceptos
Berg, Borensztein
y Mauro (2003) definen la dolarización nacional
como “la adopción oficial de una moneda
extranjera como moneda de curso legal, no una dolarización
informal o de facto en la cual una moneda extranjera
circula simultáneamente con la moneda local y
se pueden constituir cuentas bancarias u otros activos
financieros en esa moneda” (p.25).
Para Naranjo (2003)
la dolarización es “un nuevo sistema basado
en el uso del dólar como unidad de cuenta, medio
de pago y reserva de valor” (p. 232).
Por ende cuando se
habla de dolarización se describe el proceso
en el que el dólar se convierte en moneda de
uso nacional sustituyendo a la moneda local del país
que la adopta, en el caso de Ecuador el dólar
reemplazó a la moneda nacional el sucre por disposición
de las autoridades monetarias del país, por ende
en todas las transacciones diarias, financieras y comerciales
se utiliza el dólar como moneda oficial.
Cuando un país
adopta la dolarización formal en su economía
es indudable que lo hace buscando beneficiarse de las
ventajas que este sistema en teoría ofrece, tal
como mencionan Berg y Borensztein (2000) “la plena
dolarización permite, en principio, evitar crisis
cambiarias y de balanza de pagos. Al no haber una moneda
propia, no pueden producirse bruscas depreciaciones
ni súbitas salidas de capital motivadas por el
temor de una devaluación” (p.39), por ende,
es una medida que implica estabilidad económica.
Además entre los beneficios más importantes
se destacan:
- Estabilización y reducción
de la inflación a niveles internacionales.
- Bajas tasas de interés
y con ello mayor acceso a los capitales.
- Eliminación de riesgo
de emitir dinero sin respaldo lo que provocaba altos
índices inflacionarios.
- Se descarta cualquier influencia
política en el manejo monetario y fiscal
del país.
- Credibilidad en el esquema monetario
y en consecuencia atracción de capitales
extranjeros.
- Mayor integración a mercados
internacionales especialmente con Estados Unidos.
- Balanza comercial que refleja
la realidad productiva del país al no poder
devaluar la moneda y beneficiar a los exportadores
con esta medida.
Sin embargo como todo
sistema el mismo puede implicar desventajas para los
países que la aplican, entre las principales
se mencionan:
- El Banco Central cede la posibilidad
de emplear la política monetaria para planificar
la economía del país.
- Perdida de ingresos para el fisco
por concepto de señoreaje.
- El Banco Central no podría
auxiliar al sistema financiero en caso de una crisis.
- Es una decisión casi irreversible.
Cabe destacar que
tanto las ventajas como las desventajas no están
escritas en piedra y por ende, el beneficio o no que
estas aporten al país dependerá en gran
escala de las reformas e instrumentos que los países
utilicen para el adecuado funcionamiento del sistema.
Es conveniente aclarar
que, muchas veces, se tiende a confundir caja de convertibilidad
con dolarización asumiendo que son análogos,
lo que dista mucho de la verdad. Larraín (2005)
define a la caja de convertibilidad como un “régimen
que fija por ley el precio de la moneda local en una
relación estricta respecto a otra, de tal manera
que toda emisión monetaria esté respaldada
por su equivalente en moneda extranjera” (p.9).
En otras palabras,
el país que cuenta con un sistema de caja de
conversión tiene en circulación dos monedas,
su moneda local y la moneda extranjera a la cual está
ligada, y ambas tienen el mismo valor monetario. En
este sistema, el Banco Central no puede proporcionar
créditos al gobierno o a instituciones financieras
a fin de mantener la paridad y evitar emisiones monetarias
sin respaldo.
Berg y Borensztein
(2000) sostienen que “aunque la caja de conversión
y la dolarización son similares, la comparación
resulta útil. La dolarización implica
que el Estado pierde ingresos de señoreaje, pero
lo que distingue a la dolarización es su carácter
permanente. En teoría, es mucho más difícil
abandonar la dolarización que modificar o suprimir
un mecanismo de caja de conversión” (p.39).
3.
Antecedentes de la dolarización en Ecuador
La crisis financiera,
económica y social que vivió Ecuador en
el año de 1999 fue el resultado de una serie
de acontecimientos que se dieron a lo largo de muchos
años, sobre todo a la falta de previsión
por parte de los organismos encargados de diseñar
y ejecutar las políticas económicas y
sociales que conduzcan a un crecimiento real y continuo
de la economía del país.
Al hacer un recuento
de los antecedentes sociales, políticos y económicos
que llevaron a Ecuador hacia una dolarización
de su economía se confirma que ésta se
dio tras varios años de complicaciones económicas
que vivió el país.
Ecuador emprendió
sus reformas en 1994, las autoridades económicas
consideraron que una política de liberalización
del mercado financiero y tasas de intereses no reguladas
sería la mejor opción para atraer capitales
y mejorar la economía del país, sin embargo
se no pensó que a lo interno no existía
una adecuada regulación ni supervisión
al sistema financiero, además el sistema de banda
cambiaria fue adoptado por el Banco Central para regular
la cotización del sucre con respecto al dólar
sin embargo para 1997, se empieza a observar un movimiento
ascendente de la cotización del dólar
en relación a la moneda nacional.
No se puede desconocer
que los desequilibrios en la economía ecuatoriana
también se dan como consecuencia de factores
externos como las crisis que atravesaban sus socios
comerciales, el fenómeno de “El Niño”
entre 1998 y 1999, la caída del precio del barril
del petróleo (su principal producto de exportación)
y el riesgo país por las nubes, lo que hizo más
difícil acceder a créditos externos que
fortalecieran las finanzas internas.
No obstante las razones
de fondo de la crisis ecuatoriana son internas, generadas
por una inestabilidad política que se inició
con la expulsión de Abdalá Bucaram como
presidente del país en febrero de 1996 y la llegada
de Fabián Alarcón como presidente interino,
el mismo que no tenía un rumbo trazado en la
conducción económica del país,
además con una corrupción galopante y
por si fuera poco un déficit fiscal insostenible.
Debido a que no se
procuró una apropiada regulación ni supervisión
al sistema financiero, esto dio lugar a que los dueños
de los bancos soliciten créditos vinculados dando
como garantía empresas que solo existían
en el papel, lo que fue una práctica común
en muchos bancos privados, y en la que las instituciones
encargadas de ejercer el control no se dieron por enteradas
o en todo caso no hicieron nada por evitarlo, lo que
motivó que muchos bancos cerraran, lo que provocó
desconfianza en el sistema, masivos retiros de dinero
y por consiguiente la quiebra de muchos bancos, como
en un efecto dominó.
Para enfrentar el problema
las autoridades económicas pusieron en marcha
una serie de mecanismos tendientes a regularizar la
situación y evitar una presión mayor sobre
la ya débil economía, para ello elevó
la tasa pasiva en sucres con el fin de volver atractiva
esta moneda ante los ojos de los inversionistas, a pesar
de ello el Banco Central continuó con sus operaciones
de mercado abierto ofreciendo los Bonos de Estabilización
Monetaria con atractivas tasas para así captar
el circulante existente en la economía, sin embargo
la desconfianza en la economía continuaba presionando
sobre todo la cotización del sucre en relación
al dólar, obligando al Banco Central a liberar
la cotización a un sistema de flotación,
regulado por la oferta y la demanda, lo que aceleró
aun más la depreciación del sucre con
respecto a la moneda norteamericana.
Con todo este panorama
y para evitar que todo el sistema financiero colapsara
el gobierno optó por congelar los depósitos
y con ello se arrinconó aun más la actividad
real. El resultado fue una situación de insolvencia
en la mayor parte del sistema financiero ecuatoriano
y lo peor la total desconfianza en el sucre lo que originaba
que la especulación con el dólar fuera
insostenible.
Las finanzas públicas
arrojaban números en rojo, si en 1997 el déficit
fiscal fue del 2% del Producto Interno Bruto (PIB) para
1998 este se ubicó en un 6% del PIB, en tanto
que el saldo en cuenta corriente con relación
al PIB era -4% en 1997 para el año siguiente
estuvo en -12%, lo que provocó no solo el deterioro
general de las cuentas nacionales, sino también
la incapacidad de cumplir con el servicio de la deuda
externa, cayendo en moratoria y con ello la imposibilidad
de acceder a financiamiento externo.
En definitiva el país
atravesaba una de las peores crisis económicas
vividas en los todos los tiempos, con los indicadores
macroeconómicos por los suelos, un descontento
general en la población, desconfianza en el sistema
financiero, recesión en el aparato productivo
y aislamiento internacional, por lo que el gobierno
se vio obligado a buscar soluciones, lamentablemente
estas fueron producto de la inmediatez y no del análisis
profundo que se hubiera querido y así como queriendo
apagar un incendio con solo buena voluntad el gobierno
del entonces presidente Dr. Jamil Mahuad puso en marcha
un nuevo sistema monetario.
Todo ello dio como
resultado que el gobierno haya decidido adoptar el dólar
como moneda nacional tan solo para salir del problema,
sin un estudio previo, sin tener las mejores condiciones
para dicho cambio, solo por una vez más para
salir del apuro.
4. La dolarización
y su puesta en marcha
Con los antecedentes
económicos que se registraron en 1999, era claro
que el gobierno ecuatoriano necesitaba tomar cartas
en el asunto es así que el domingo 9 de enero
del 2000, en cadena nacional de radio y televisión
el Dr. Jamil Mahuad, presidente del Ecuador en ese entonces,
anuncia la decisión oficial del gobierno de dolarizar
la economía ecuatoriana.
Mahuad dijo: “Ecuador
no necesita medidas tímidas, requiere ir al centro
de los problemas y proponer soluciones” e instruyó
al Banco Central para llevar a cabo su plan (Yahoo News
2000). Con este anuncio, el país inició
una nueva etapa en su vida social, política y
sobre todo económica en la que el dólar
se convierte en la moneda de uso legal en Ecuador en
sustitución del sucre.
“Esto va a devolver
confianza al país, detiene la especulación
al tipo de cambio y detiene el aumento rápido
en los precios” sostuvo el Ministro de finanzas
Alfredo Arizaga (Yahoo news 2000) como respuesta a aquellos
que dudaron de la efectividad del nuevo sistema.
Para dar inició
a la aplicación de la dolarización, se
estableció que el Banco Central del Ecuador sería
el encargado de canjear los sucres en circulación
por dólares americanos en base a una relación
fija de 25 mil sucres por cada dólar, además
el plazo durante el cual se daría este canje
sería de 180 días a partir de la vigencia
de la Ley de Régimen Monetario y Banco del Estado.
Sin embargo, el 21
de enero de ese mismo año Jamil Mahuad es destituido
tras intensas protestas protagonizadas por la sociedad
civil, indígenas y grupos sociales que apoyados
por algunos miembros de las fuerzas armadas, le atribuyeron
los problemas económicos del país al entonces
gobernante, a pesar de esto el proceso de dolarización
continuó su aplicación y puesta en marcha
con el nuevo presidente Dr. Gustavo Noboa lo que dio
continuidad a la dolarización.
Las autoridades financieras
conscientes de las reformas que se requerían
para la viabilidad del nuevo sistema diseñaron
la Ley de Transformación Económica en
la que se incluyó dieciséis capítulos,
que abarcaban reformas a la Ley de Régimen Monetario
y Banco del Estado, el desagio y otras normas para la
aplicación del nuevo sistema monetario, reformas
a la Ley General de Instituciones del Sistema Financiero,
reformas a la Ley de Reordenamiento en Materia Económica,
en el área tributario-financiera, reformas al
Código de Comercio, reformas a la Ley para la
Reforma de las Finanzas Públicas, entre las más
importantes.
A su vez el Fondo Monetario
Internacional dio su apoyo al país en la aplicación
de la dolarización y para ello envió a
expertos económicos a analizar la situación
y dar sus recomendaciones entre las que se incluyeron
algunos cambios al proyecto de ley.
Cabe destacar que
Estados Unidos no emitió objeciones ante la decisión
de Ecuador de adoptar el dólar americano como
moneda nacional, lo que si dejaron claro es que la Reserva
Federal no considerará las necesidades de otros
países a la hora de establecer la política
monetaria que regirá en su país.
El proceso de canje
de sucres por dólares se inició con la
firma y ejecución de la nueva Ley por parte del
entonces presidente Dr. Noboa el 9 de marzo del 2000
y finalizó 180 días después que
la Ley de Transformación Económica entrará
en vigencia, tal y como lo establecía el plazo
propuesto, con ello se daba por concluida la primera
parte de lo que sería una nueva aventura para
Ecuador.
5. Resultados
de la aplicación de la dolarización
El 9 de enero del 2006
se cumplieron seis años de la aplicación
del sistema de dolarización en la economía
ecuatoriana, tiempo en el cual el país ha visto
pasar por el palacio de gobierno cuatro presidentes,
nueve ministros de economía y un sin número
de promesas de mejorar el nivel de vida de la población.
Sin embargo, no todo
lo que brilla es oro, si bien es cierto las cifras macroeconómicas
indican notables resultados al bajar la tasa de inflación
y las tasas de interés en relación a las
registradas en 1999, estas siguen siendo elevadas si
se lo analiza en una economía dolarizada, y más
aun si se considera que a nivel microeconómico
el desempleo y el subempleo son una constante que indudablemente
afecta a más de la mitad de la población.
Además, Ecuador se ubica en la lista de países
con mayor nivel de desigualdad según el coeficiente
de Gini, lo que representa un claro ejemplo que los
beneficios de la dolarización no han llegado
a todos los ecuatorianos.
Cuando se planteó
la decisión de dolarizar la economía se
dijo que era necesario aplicar cambios en las políticas
económicas, financieras y fiscales para que el
nuevo sistema funcionara y sobre todo se mantenga a
través del tiempo. Es aquí donde cabe
la pregunta, si la dolarización se mantiene fuerte
en la economía como producto de esos cambios
o si es por mera suerte del destino.
Al analizar esta interrogante,
se observa que el nuevo sistema se ha visto beneficiado
por factores totalmente ajenos a las reformas que exigían
su aplicación. Ruiz (2005) establece que “Ecuador
ha contado con tres factores totalmente exógenos,
que le han sido favorables:
- El enorme flujo migratorio hacia
Europa y hacia los Estados Unidos ha creado en muy
pocos años una nueva fuente de recursos económicos,
las remesas de los migrantes, que en el 2004 fue
la segunda fuente de divisas, casi tan importante
como el petróleo.
- A su vez, el significativo deterioro
del dólar frente al euro, favoreció
el envió de remesas por parte de los ecuatorianos
radicados en España.
- Finalmente, el precio del petróleo
se mostró creciente a lo largo de los últimos
años”. (p.104)
Estas circunstancias,
han beneficiado notablemente el sostenimiento de la
dolarización ha través de estos años
porque indudablemente son fuentes de divisas frescas
y no producto de una emisión monetaria sin respaldo
como sucedía con el sucre. Lo preocupante es
que pasará si estos factores sufren algún
efecto contrario que repercuta negativamente en la economía
ecuatoriana.
En cuanto a la balanza
comercial se observa un superávit fruto del excelente
precio del principal producto de exportación
(el petróleo), sin embargo, si se excluye este
rubro, las exportaciones no petroleras facturan niveles
negativos en relación a años anteriores,
toda vez que con dolarización en mano se hace
imprescindible contar con una industria eficiente, ya
que aquí se pierde la ganancia que obtenían
los exportadores con el diferencial cambiario y las
devaluaciones, dado que en una economía dolarizada
la única opción que se tiene es ser competitivos
y eficientes, para así producir un crecimiento
sostenido del PIB, una Balanza Comercial positiva y
una deuda externa sostenible. Además, tal como
lo estable Sierra (2002) “en las circunstancias
vigentes, los países del entorno tratan de vender
más a Ecuador, favorecidos por la depreciación
de sus monedas y por la apertura comercial de éste,
en tanto, no les resulta atractivo comprarle”
(p.38). Y es por ello que se hace urgente contar con
planes de capacitación así como fuentes
asequibles de financiamiento para impulsar el aparato
productivo a fin de contar con un sector exportador
diversificado y con altos rendimientos, ofreciendo productos
que sean atractivos en calidad y precio a los consumidores
finales tanto a nivel nacional como internacional y
que el estar sujeto a una moneda como el dólar
no sea impedimento para ello.
6. Ganadores
y perdedores de este cambio en el sistema
Dado que todo cambio
implica consecuencias, es indudable que el nuevo sistema
monetario establecido en Ecuador no está exento
de ellas, y como en toda decisión siempre hay
ganadores y perdedores de por medio.
Los principales ganadores
a raíz de la adopción del nuevo esquema
económico no ha sido la mayoría de la
población, los que más se han beneficiado
son grupos que ostentan el capital económico
del país que sin embargo no aportan considerablemente
a la redistribución equitativa de la riqueza,
entre los que se anotan los siguientes:
- El sistema financiero ha visto
aumentar sus ganancias producto de los notables
márgenes de intermediación bancaria
con que trabajan y el cobro de comisiones por la
mayoría de sus servicios.
- Los importadores que se benefician
de una moneda que no les representa cambios impredecibles
y con la que obtienen mejores precios en países
que si devalúan su moneda.
- El sector de la construcción
que se ha favorecido del auge consumista que ha
caracterizado a los agentes económicos en
los últimos años, producto de su preferencia
por la liquidez antes que el ahorro en bancos.
- Servicios de telefonía
móvil que a pesar de sus altas tarifas en
relación a otros países han tenido
apogeo entre la población dado su fácil
acceso y planes tarifarios y que antes de la dolarización
resultaban restrictivos para la gran mayoría.
- El gobierno central que ha visto
incrementar su recaudación tributaria que
si bien es cierto esto se debe a la labor del Servicio
de Rentas Internas, el monto que ahora recauda no
se devalúa con el tiempo.
Obviamente, no todo
a ha sido color de rosa para el conjunto de agentes
económicos ya que se ha dado el caso de muchos
sectores a los que la medida los ha perjudicado. Entre
los principales se tienen:
- Los productores y exportadores
que al no contar más con el beneficio de
la devaluación están obligados a ser
eficientes y creativos para competir con productos
similares y a menores precios, toda vez que la competencia
si cuenta con una moneda adaptable a las necesidades
de su comercio exterior.
- Los asalariados y en relación
de dependencia teniendo presente que el salario
unificado es de apenas $160 lo que no compensa el
elevado costo de vida en Ecuador.
- La pequeña y mediana empresa
al no contar con fuentes de financiamiento disponibles,
y si las hay su costo financiero es elevado considerando
una economía dolarizada.
- La población económicamente
activa, que ha visto disminuir fuentes de trabajo
a raíz del cierre de empresas y sobre todo
la llegada de trabajadores especialmente de Colombia
y Perú, estimulada por salarios en dólares
y las ventajas cambiarias que obtienen en sus países
de origen.
Sin embargo no todo
es negativo en la economía dolarizada de Ecuador
lo que se necesita es voluntad y decisión para
emprender los cambios necesarios a fin de que los beneficios
y la estabilidad que da el dolarizar se traduzcan en
ganancia para todos.
Este 2006 se presenta
como un año crucial para el país toda
vez que en octubre se realizarán las elecciones
presidenciales y con ello se darán cambios en
la conducción política, económica
y social de la nación, en la que todos esperan
que los mejores días estén por venir.
Es indudable que la
nueva administración tendrá en sus manos
el legado que implica la dolarización, el desafío
consiste en realizar los cambios necesarios para que
el sistema se fortalezca y reparta los beneficios que
tanto han esperado todos los ecuatorianos.
A continuación
se presentan los indicadores macroeconómicos
con los que la futura administración tendrá
que gobernar, los mismos que representan la realidad
económica y social que se prevé en el
2006.
Indicadores
Macroeconómicos 2006 |
Inflación
anual |
4,76% |
Inflación mensual |
0,52% |
Tasa de interés activa |
8,76% |
Tasa de interés pasiva |
4,16% |
Tasa de desempleo |
10,21% |
Tasa de subempleo (anual) |
45,63% |
Empleo (anual) |
44,16% |
Índice riesgo país |
575,00 |
Precio barril de
petróleo |
$ 61,76 |
Fuente: Centro de Estudios y Datos, CEDATOS
7. Conclusiones
La dolarización
en Ecuador ha sido un proceso de continuo aprendizaje,
teniendo en consideración que cambiar de moneda
no solo implica perder uno de los símbolos del
país, sino también adaptarse a un sistema
totalmente diferente en el que no hay posibilidades
de ser ineficientes en el sentido productivo y financiero.
A raíz de la
aplicación de la dolarización, ciertamente
la economía ha caminado hacia la estabilidad
que involucra estar ligada a una moneda fuerte y hasta
cierto punto segura. Una consecuencia directa de este
nuevo sistema es que la fragilidad en que se desenvuelve
la política ecuatoriana no ha afectado a la economía
del país, toda vez que a pesar de la destitución
del ex presidente Lucio Gutiérrez en el 2005,
los indicadores macroeconómicos del país
no se vieron mayormente perturbados.
Los resultados positivos
de la dolarización han estado especialmente en
las cifras macroeconómicas que presenta el país
al mundo, con una inflación que en el 2004 cerró
en un 2.19% todo pareciera indicar que las cosas mejoraron,
sin embargo el verdadero desafío esta en el día
de los ecuatorianos y que esas cifras macroeconómicas
se reflejen en la realidad de la población.
La dolarización
seis años después, sigue siendo un desafío
para la gran mayoría de los ecuatorianos, que
en las remesas que envían sus familiares radicados
en el exterior, ven una salida a sus necesidades de
ingresos, toda vez que la tan esperada reactivación
económica aun no ha llegado al gran número
de la población.
Muchas son las expectativas
que se crearon ese 9 de enero del 2000, cuando fue anunciada
la dolarización de ellas solo se han materializaron
pocas, pero quizás la más importante de
las mismas, esa que anunciaba que con el cambio de sistema
llegaría la inversión extranjera, aun
no se cristaliza y al paso que va el país ese
día no parece estar tan cercano.
Todo ello porque el
dolarizar no es solo cambiar el nombre o las monedas
es cambiar de actitud por parte de quienes dirigen los
destinos del país, porque sin reformas de fondo
no hay cambio que ayude.
8. Bibliografía
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