EL DIA DE LOS VIVOS, PARA ACTEAL, PARA TLATELOLCO

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un largo hilo que nos une
1998 el dia de los vivos
2002 Lorella Giudici
2002 R. Borghi
2002 J.C.Aldama
M. Y. Andrade B.
2005 Dafne
2005 D. Airoldi
2005 Librertad
2005 N. Morosi
Merry Mac Masters

Este trabajo ha sido inspirado a la masacre de Acteal (Chiapas, México) del dia 22 de diciembre de 1997. En el realizarlo he buscado esprimir el sentido de una frase de la escritora alemana Christa Wolf: " Entre matar y morir hay un tercero camino, vivir". No he querido representar el horror de la realidad sino la posibilidad de la armonia de la vida, por lo menos simbolicamente.

Empiezè a trabajar del huipil, un pequeno huipil que viene de San Juan Chamula y que habia comprado en el verano del ano 1994 en el sitio de Sna Jolobil, cooperativa de mujeres en San Cristobal de las Casas.

Recuerdo muy bien, en los ojos y en el corazon, la anciana mujer que buscò, entre todos los huipiles, el tamano mas pequeno para mi sobrinita que tenia que nacer. Mimosa, asì se llama mi sobrinita (y me gusta muchisimo ya que mimosa es el nombre de la folr que, en Italia, dedicamos a las mujeres en el dia internacional de las mujeres, el dia 8 de marzo), naciò, se puso el huipil hasta que, para ella, ha divenido demasiado pequeno (cuando le preguntè si pudiera regresarmelo ya lo habia puesto a su muneca).

Del hipil he tomado los colores de la gente de Chiapas, colores alegres, brillantes que reportè sobre el lienzo en largas pinceladas. Despues cortè esta superficie, como es mi costumbre, en diferentes cuadros. Las cortadas en mi trabajo artistico siempre representan las interupciones, los dolores. En este caso la cortada es definitiva: cuando hay muerte las relaciones entre las personas se interrumpen , (pero no se interrumpe el carino ni el recuerdo de los seres queridos) y la cultura que ha producido el huipil permanece intacta; no es un caso que es de ella que salen todos los elementos.

Una amiga, Lisa, me ha dicho que, segun la filosofia Totzil de Chanalhò, las almas de las mujeres y de los hombres matados en Acteal estan en el Winajel, el paraiso. El Winajel està en el sol y viaja con el por el cielo. Entonces he puesto, en el lienzo del fundo, los colores del paraiso : el azul del cielo, el amarillo y el oro del sol, el oro palido, que parece invisible sino que està sobre la tela, de la luna.

El lienzo tiene en sì los elementos de la vida y de la cultura, de la memoria y de la eternidad.

Sobre el piso, debajo del lienzo, habria querido poner arena, pequenas flores y velas. En las casas Mexicanas, el dia de muertos, se pongon sobre la mesa las tortillas, el sal, las flores (cempasuchitl) y velas. En unas comunidades indigenas, despues haber ido al cementerio para hacer visita a las tumbas de sus seres queridos el dia de muertos, estando allì, charlando, poniendo flores, es costumbre, regresando a su propia casa, dejar caer los cempasuchitl para hacer un camino desde la tumba hasta la casa, asì que los muertos puedan encuentrar el camino para llegar a su familia. Los defuntos aqeulla noche, llegando en visita, encuntraran la mesa con los alimentos y podran comer.

Despues he decidido que el lienzo, con las flores y los colores del huipil, ya representa simbolicamente esta tradicion y su sentido vidal: las mujeres y los hombres matados en Acteal, a los cuales me siento de adjuntar los estudiantes matados en Tlatelolco, vivran en el Winajel y, a traves de la memoria, encuentraran caminos de flores y de colore que les conduzcan a nosotros.

 

 

Antonella Prota Giurleo