Una visión artística a la memoria, al alma y a la unificación humana

Mayra Yolanda Andrade Barrientos

El trabajo de Antonella Prota Giurleo nos plasma a nosotros, tal y como somos en el interior, sin ocultar ni vedar nada; plasma nuestra memoria, plasma nuestra alma y nuestra condición en el mundo incluyendo sus dichas y paraísos pero también sus dolores y agonías. Su obra finalmente propone a la hermandad como deber, a la unificación como necesidad, a los lazos humanos como forma de superar el dolor, propone a la paz y la armonía como las mejores opciones para vivir.

Un recuerdo cálido en la niñez de mi madre, se remonta a esos días de calor donde ella esperaba ansiosa que mi abuela terminase de lavar la ropa. Como las horas pasaban y su repetida pregunta: ¿Mamá ya pronto terminas? no aceleraba la dura tarea de lavandería; la niña mataba el tiempo jugando con la ropa y su mundo de fantasía se llenaba corriendo en medio de las blancas sábanas del tendedero mientras rozaba con el pequeño rostro las húmedas telas.

Este tipo de recuerdo lo encuentro perfecto para expresar tres cosas. Uno, el arte de Antonella busca engrandecer esos pequeños pero invaluables momentos de la vida cotidiana que son nuestros dulces recuerdos. Segundo, este tipo de recuerdo (y estoy segura que Antonella estará de acuerdo conmigo) nos muestra la fuerte imagen que la mujer tiene, esa gran energía que la circunda tanto en el hogar como en la definición del mundo y su labor que desarrolla día a día en casa, tanto en un hogar italiano como en un hogar mexicano. Tercero, con este recuerdo, contemplar Il buccato tiene para mí mayor fuerza y significado en su mensaje. Siento a mi abuela representada en esta obra, veo apreciado su propio trabajo, sus afanes, sus deberes, sus cuidados y también veo a mi madre que continua en ese hilo infinito (fili di donne) que generación tras generación seguirá hasta que todas las mujeres cambiemos el ambiente en el que vivimos y nuestras propias voces se escuchen en el futuro. ¿Y porqué no? También me veo yo que continuaré lo que ellas me enseñaron. Il buccato representa entonces, está fuerza femenina, su alcance, su valor y trascendencia.

Fascinantes son sus collage, que mi sentido del tacto se ve atraído por sus texturas, por sus irregulares desgarres del papel y uniones entre los hilos, si los toco puedo sentir claramente esos raspones, esas hendiduras que alma guarda en cada golpe de la vida. Encuentro los ensambles de los dulces recuerdos, repaso las lisas calmas del papel, reconozco nuevos papeles esperanzados y finalizó al observar las irregularidades abatidas del papel y siento haber contemplado como es exactamente la textura de una alma, extraña a mi pero que también ha caminado en la senda de la vida. Es como si le hubiera visto el alma con rayos X.

Siento que el arte de Antonella esta cargado de una gran feminidad; sus obras parten desde un afanado tendedero hasta tiernos hilos entrelazados. Amo contemplar esas manos femeninas (Essere Due) que delicadamente van entrelazando los hilos de la ayuda y la unión; viéndose una a la otra brindan a la vista del espectador la "confianza" que nace cuando hay apoyo uno en el otro.

A pesar de que la artista proviene de una cultura diferente a la mía, encontré en su arte grandes similitudes universales. En la cultura mexicana, la mujer son las raíces del árbol que protege al hogar, a la familia. Es también esa fuerza inagotable que procura al hogar, a sus miembros y enseña y refuerza sus valores. Generación tras generación, las mujeres demuestran ser ese hilo de madeja, (Fili di donne, Ciao Adrienne) tan largo y a la vez tan poderoso que puede lograr magnificas cosas.

Cuando uno comprende los principales pilares en el arte de Prota uno se vuelve a sus recuerdos con un nuevo amor.

Cuando conocí a Antonella en su exposición Pensare il Mondo en la ciudad de México tuve la impresión de tratar con una persona muy sensible y consciente. Me sorprendí al saber la razón que la impulso a crear El día de los vivos y me di cuenta que también una extranjera se estaba preocupando por la gente violentada de este mi país: México.

Vi en ella (cuando explicaba su obra, El día de los vivos), un rostro indignado que trataba de comprender la causa de la poca paz en el mundo. Sobre este mismo argumento se encuentra uno de mis favoritos: Culture di pace. Desde el suelo un montón de hojas (provenientes de diferentes libros, de diferentes culturas, lenguas, ideologías y religiones) se van alzando en animado y gracioso vuelo hacia el azul del cielo, deseando todas una cultura de paz, van acompañadas de estas aves azules, representantes de las paz; unidas forman un divino torbellino que cada vez se alza con más fuerza y ligereza hacia donde él quiere, hacia un "blu ceruleo e prezioso".

Ciao bambine, ciao bambini es una de las muestras más impactantes. Esos pequeños cuerpecitos invisibles que flotan en la nada simbolizan a los niños que nos se les dio una oportunidad de vivir o bien a los cuáles tuvieron que marcharse a temprana edad.

Il testamento di Maria Helena hará sentir a los participantes que son parte de este nuevo arte que busca la unificación, regalará a sus visitantes una nueva visión (simbolizada en colores) de esas cosas que son invisibles pero necesarias para soportar una vida. Sentirán esa paz y su regalo los hará sentir parte de un todo.

Presentar este arte es como presentar dos ojos serenos que tienen la mirada fija en la memoria, en el alma y en la unificación. Sin embargo estos ojos desean que de estos tres haya nuevos nacimientos que enriquezcan al género humano y al mismo tiempo a cada una de nuestras vidas.