4.- El Bautizo
En el Libro de Bautismos N°
19, folio 80, asiento 953 se encuentra inscrita la siguiente
partida, que se da textualmente: “Miguel María Grau. Año del
Señor de mil ochocientos treinta y quatro, a los tres de
septiembre yo el inter de la Matriz, D. Juan Blanco puse Óleo y
Crisma a Miguel María a quien en caso de nesesidad (sic), le
bautizó (sic), el presbítero D. Santiago Angeldonis, de un mes
y siete días de nasido (sic), hijo natural de D. Juan Manuel
Grau y de doña Josefa Castillo, fueron sus padrinos don Manuel Ansoategui y doña Rafaela Angeldonis a quienes advertí sus
obligaciones y espiritual parentesco y para que conste lo firmo.
Juan Blanco”.
Esta partida, como auténtico
documento probatorio, no tendría el mayor valor, porque falla en
lo principal: la filiación del bautizado. En efecto, en la misma
no aparece el nombre de doña Luisa, sino el de Josefa Castillo.
Según eso, el niño se llamaría Miguel Grau Castillo, lo que no
corresponde a la verdad. El nombre Josefa abundaba en la
parentela de doña Luisa y el apellido Castillo, a las claras
ocultaba el apellido materno Del Castillo. Hay que hacer notar
que igual aparece en las partidas de bautizo de los otros niños
Grau Seminario. Con eso doña Luisa trataba de ocultar su
relación con don Juan Manuel Grau, cosa que hizo hasta el último
momento de su vida.
El niño Miguel María habría
sido atacado por el sarampión, lo cual precipitó el bautizo,
tal como consta en el asiento, cuando dice “en caso de nesesidad”
En esa época se había presentado tal epidemia en Piura y Paita
con características de suma gravedad y se presume que el niño
se puso muy mal.
El padrino don Manuel
Ansoátegui era Administrador de la Aduana de Paita y tuvo que
hacer precipitado viaje para atender a la urgencia bautismal.
Los Ansoátegui eran amigos tanto de doña Luisa como de don Juan
Manuel Grau. En efecto, D. Juan Ansoátegui fue padrino de
Roberto Díaz Seminario, el primer hijo de doña Luisa y de su
esposo el Capitán Pío Díaz. Don Domingo Ansoátegui, fue padrino
de los mellizos José María y María Trinidad Grau Barrios.
En cuanto a la madrina doña
Rafaela Angeldonis, era hermana del cura oficiante del bautizo.
Se trataba de una joven viuda adinerada, vecina de don Juan
Manuel Grau en la calle Junín. También fue madrina de María
Trinidad, Grau Barrios. Indudablemente doña Rafaela fue una
especie de hada madrina para los niños Grau Seminario, a quienes
con frecuencia atendía dada su vecindad. Jamás pensaría doña
Rafaela, que el niño que cargaba ante la pila bautismal iba a
convertirse con el tiempo en el más grande de los peruanos.
La Doctora Ella Dunbar
Temple, dice que el Héroe de Anegamos, siguiendo la costumbre de
la época no usaba ni mencionaba su apellido materno y sólo lo
hizo cuando contrajo matrimonio.