GRAU  El peruano del milenio

Reynaldo Moya Espinosa

Carátula

Contenido

Prólogo

Capítulo I

Capítulo II

Capítulo III

Capítulo IV

Capítulo V

Capítulo VI

Capítulo VII

Capítulo VIII

Capítulo IX

Capítulo X

Capítulo XI

Capítulo XII

Capítulo XIII

Capítulo XIV

Capítulo XV

Bibliografía

Biografía de R. Moya E.

 

CAPÍTULO I:

NACIMIENTO E INFANCIA

 

4.- El Bautizo 

En el Libro de Bautismos N° 19, folio 80, asiento 953 se encuentra inscrita la siguiente partida, que se da textualmente: “Miguel María Grau. Año del Señor de mil ochocientos treinta y quatro, a los tres de septiembre yo el inter de la Matriz, D. Juan Blanco puse Óleo y Crisma a Miguel María a quien en caso de nesesidad (sic), le bautizó (sic), el presbítero D. Santiago  Angeldonis, de un mes y siete días de nasido (sic), hijo natural de D. Juan Manuel Grau y de doña Josefa Castillo, fueron sus padrinos don Manuel Ansoategui y doña Rafaela Angeldonis a quienes advertí sus obligaciones y espiritual parentesco y para que conste lo firmo. Juan Blanco”. 

Esta partida, como auténtico documento probatorio, no tendría el mayor valor, porque falla en lo principal: la filiación del bautizado. En efecto, en la misma no aparece el nombre de doña Luisa, sino el de Josefa Castillo. Según eso, el niño se llamaría Miguel Grau Castillo, lo que no corresponde a la verdad. El nombre Josefa abundaba en la parentela de doña Luisa y el apellido Castillo, a las claras ocultaba el apellido materno Del Castillo. Hay que hacer notar que igual aparece en las partidas de bautizo de los otros niños Grau Seminario. Con eso doña Luisa trataba de ocultar su relación con don Juan Manuel Grau, cosa que hizo hasta el último momento de su vida.

El niño Miguel María habría sido atacado por el sarampión, lo cual precipitó el bautizo, tal como consta en el asiento, cuando dice “en caso de nesesidad” En esa época se había presentado tal epidemia en Piura y Paita con  características de suma gravedad y se presume que el niño se puso muy mal. 

El padrino don Manuel Ansoátegui era Administrador de la Aduana de Paita y tuvo que hacer precipitado viaje para atender a la urgencia  bautismal. Los Ansoátegui eran amigos tanto de doña Luisa como de don Juan Manuel Grau. En efecto, D. Juan Ansoátegui fue padrino de Roberto Díaz Seminario, el primer hijo de doña Luisa y de su esposo el Capitán Pío Díaz. Don Domingo Ansoátegui, fue padrino de los mellizos José María y María Trinidad Grau Barrios. 

En cuanto a la madrina doña Rafaela Angeldonis, era hermana del cura oficiante del bautizo. Se trataba de una joven viuda adinerada, vecina de don Juan Manuel Grau en la calle Junín. También fue madrina de María Trinidad, Grau Barrios. Indudablemente doña Rafaela fue una especie de hada madrina para los niños Grau Seminario, a quienes con frecuencia atendía dada su vecindad. Jamás pensaría doña Rafaela, que el niño que cargaba ante la pila  bautismal iba a convertirse  con el tiempo en el  más grande de los peruanos. 

La Doctora Ella Dunbar Temple, dice que el Héroe de Anegamos, siguiendo la costumbre de la época no usaba ni mencionaba su apellido materno y sólo lo hizo cuando contrajo matrimonio.