9.- El
Niño Grau y Manuelita Sáenz
Manuelita Sáenz, la famosa amante
del Libertador Simón Bolívar, llegó auto desterrada a Paita, en
1835, e decir un año mas tarde del nacimiento de Grau.
Es posible que cuando el niño
Miguel Grau llegó a Paita con su padre en 1842, se halla
encontrado con Tadea Castillo de Orejuela, la comadrona que en
1834, lo ayudó a nacer y lo crió en las primeras semanas.
Después de todo, por entonces Paita era un pueblo muy pequeño y
la llegada de una persona como don Juan Manuel Grau con su
pequeño hijo, no pasaría desapercibida. Tadea acababa de tener a
su hija carmen de la Cruz, cuya madrina, al igual que de otros
hijos de Tadea, fue Manuelita Sáenz. Habían pues muy fuertes
vínculos de amistad y de repetidos comadrazgos entre las dos
mujeres. Por otra parte, en Paita se sabía todo lo importante
que la refugiada había sido en la vida del libertador y no
había persona importante que desembarcase en Paita, que no fuera
a conocerla y saludarla.. Por eso no resultaría raro que Tadea
hubiera llevado al niño a conocer a su famosa comadre.
No se descarta tampoco, que Grau
ya siendo un marino mocetón haya visitado a Manuelita, después
de cada uno de los viajes que realizó en mas de diez años,
hasta aproximadamente 1852, fecha en que por última vez retornó
a Paita, pues a partir de entonces, el Callao fue el lugar de
sus ocasionales residencias, Manuelita murió en 1854.
Presumiblemente, don Juan Manuel
en Paita, renovaría su amistad con el Dr. Newel que en 1840 y
posiblemente hasta 1843 se encontraría todavía en Paita. Lo
mismo sucedería con su compadre, el Administrador de Aduanas don
Miguel Ansoátegui. Como en Paita la población era
predominantemente indígena, y los “blancos” descendientes de
españoles o extranjeros eran pocos, se reunían frecuentemente en
la casa de Ansoátegui, el alcalde y el subprefecto para hacer
tertulia y amistades y a ellas, necesariamente concurriría don
Juan Manuel.