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Historia del Ateneo de Montevideo Las raíces históricas de nuestra institución se remontan a los orígenes de otras instituciones que en un fermental período de la vida cultural de nuestro país, en sucesivas fusiones, hermanadas por principios filosóficos comunes, fueron aunando sus esfuerzos. En su larga vida el Ateneo ha cumplido variados roles dentro de nuestra sociedad y fundamentalmente con la misión que Prudencio Vázquez y Vega sostenía que debía cumplir: "Siempre he creído que los centros culturales y literarios de un pueblo son como los focos de donde emanan los principios que deben gobernarlos, basados en tres grandes ideas: libertad, civilización y progreso." En los albores de su trayectoria el Ateneo cumplió con su rol cultural y educativo como Universidad Libre (inspirado en el pensamiento krausista), con sus cursos de estudios preparatorios y una Facultad de Derecho, libre del sistema oficial del Estado, libre de los cambios políticos y del dogmatismo religioso que imperaba en nuestra sociedad finisecular. Ilustres hombres de letras, científicos, artistas, embajadores y políticos entre ellos varios presidentes de la República, desfilaron entre los socios y directivos del Ateneo, practicando en su esfera de actividad pública y privada los principios filosóficos y morales de los cuales la institución ha sido difusora. Entre los más ilustres personajes políticos que han sido directivos del Ateneo se encuentra Don José Batlle y Ordóñez (fundador del Uruguay moderno y dos veces presidente de la República) que incorporará a su gabinete ministerial a otros hombres del Ateneo (Juan Campisteguy y Martín C. Martínez) y designará al 95% de los embajadores de su gobierno entre figuras del Ateneo (Luis Melián Lafinur, Eduardo Acevedo Díaz, Daniel Muñoz, Rufino T. Domínguez, Juan Pedro Castro, etc). En materia educativa el Ateneo conjuntamente con la Sociedad de Amigos de la Educación Popular propiciaron la reforma educativa escolar duramente combatida por la Iglesia Católica. Los más distinguidos educadores y propiciadores de la reforma escolar fueron simultáneamente miembros del Ateneo y de la Asociación de Amigos de la Educación Popular (José Pedro Varela y Francisco Berro entre otros). En el campo cultural nacional en distintas épocas descollarán figuras como Prudencio Vázquez y Vega, Carlos María Ramírez, Sienra Carranza, Pablo de María, Joaquín de Salterain, Juan Carlos Blanco, Julio Herrera y Obes, Elías Regules, José G. del Busto, José Enrique Rodó, Carlos Vaz Ferreira, Laura Cortinas entre otros muchos. La tolerancia religiosa y cultural es básica en el pensamiento filosófico de nuestra institución y en sus salones se han expuesto las ideas de diversos grupos: budistas, gnósticos, espiritistas, esotéricos, etc. En épocas ya lejanas, cuando se suscitaron tremendas diferencias entre la Iglesia Católica (desde el Club Católico) y la masonería y sectores protestantes (desde el Ateneo), nuestras salas estuvieron abiertas para recibir en ellas y discutir con altura a quienes eran sus más tremendos adversarios. A más de 130 años de la fundación de la Institución, los principios liberales que la acunaron siguen vigentes. Hombres de diferentes generaciones han mantenido enhiesta la antorcha de la libertad y se encaminan y proyectan al futuro procurando estrechar lazos con otros hombres y otras instituciones de diferentes universos culturales, diversas religiones y concepciones globales, para juntos poder transitar en armonía por el camino que nos conduce a la luz.
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