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Los fundadores del
Ateneo de Montevideo |
1 |
Acevedo Díaz, Eduardo |
2 |
Artagaveytía, Adolfo |
3 |
Berguiduague, Martín |
4 |
Berra, Francisco |
5 |
Blanco, Juan Carlos |
6 |
Bustamante, Pedro |
7 |
De María, Dermidio |
8 |
De María, Pablo |
9 |
Denis, Claudio |
10 |
Desteffanis, Luis Daniel |
11 |
Ellauri, Plácido |
12 |
Filippone, Florentino |
13 |
Giralt, Pablo |
14 |
Grané, Ovidio |
15 |
Gradín, Carlos |
16 |
Granada, Daniel |
17 |
Herrera y
Obes, Julio |
18 |
Magariños
Cervantes, Alejandro |
19 |
Lafinur,
Luis Melián |
20 |
Muñoz, Daniel |
21 |
Narvaja, Tristán |
22 |
Pedralbes, Adolfo |
23 |
Pedralbes, Ignacio |
24 |
Pena,Carlos María |
25 |
Pérez, Gregorio |
26 |
Ramírez, Carlos María |
27 |
Ramírez, Gonzalo |
28 |
Requena, Joaquín |
29 |
Rodríguez
Larreta,
Aureliano |
30 |
Tavolara, José Antonio |
31 |
Terra, Duvimioso |
32 |
Varela, José Pedro |
33 |
Vidal y Colón,
Guillermo |
BLANCO, JUAN CARLOS
(Montevideo, 1847-1910). |
Político, legislador y ministro del Uruguay; presidente
del Club Universitario y del Ateneo del Uruguay. Hace sus estudios básicos
en el Colegio de los Padres Escolapios e ingresa a la Facultad de Derecho
en 1865. Su carrera política la inicia en el año 68, paralelamente a la
fundación y desarrollo del Club Universitario. Para 1870 obtiene su
licenciatura en derecho. En el período de la dictadura militar de Latorre
se ausenta del país; pero poco después regresa para incorporarse al
movimiento intelectual liderado por el Ateneo del Uruguay, donde dicta la
cátedra de filosofía y al cual preside(1887-9).En este tiempo toma a su
cargo la cátedra de Derecho Civil en la Universidad. Su vida política
fue sumamente azarosa, desempeñándose en el partido Constitucional y en
el Colorado, recibiendo diferentes responsabilidades en los gobiernos de
Santos, Borda y Cuestas y siendo protagonista en varias revoluciones del
período.
Juan Carlos Blanco ingresa al Club Universitario en 1870, como
socio-fundador y presidente de la institución estudiantil, cuando la
misma contaba con unos ciento treinta afiliados y socios honorarios, entre
ellos varios catedráticos de la Universidad que respaldaban las
iniciativas de la juventud. La pasión por el saber, y por la divulgación
y aplicación del conocimiento que ella tenía no era algo casual. Con
lentitud a lo largo del siglo XIX se venía gestando la transformación
cultural de la sociedad uruguaya. Y esta coincide (no por casualidad) con
la introducción del ganado lanar y del nuevo sistema de pesas y medidas,
elementos fundamentales en la modernización del Uruguay, y en la apertura
de nuevos campos de trabajo para los universitarios. El Club se funda en
un país en tránsito hacia un nuevo sistema económico-social, y en un ámbito
universitario de acentuado espiritualismo racionalista, que lleva a los
intelectuales a enfrentarse con la filosofía del positivismo (que rechaza
el darwinismo social). Y como la vida política tiene una gran influencia
en la vida intelectual de los pueblos -y esta a su vez en su progreso
material-, no es de extrañar que muchos de los fundadores del Club
Universitario aparte de ligarse a sus profesiones también lo hicieran a
la vida pública. Las concepciones filosóficas enseñadas por Juan por Plácido
Ellauri en su cátedra y por Carlos Blanco en el Club pusieron a los jóvenes
a pensar en nuevas direcciones y les dieron las armas intelectuales
necesarias para defender sus ideas. Por eso se vuelve significativa la
exhortación inicial dada en la fundación misma del Club (tercera
Memoria):
"Continuad señores, con esa educación mutua, porque es el
único medio de alcanzar la gloria; perseguid, como esos jóvenes de
preclara inteligencia y de imaginación fecunda, que anteriormente os
hemos nombrado, en la relación de las bellas producciones científicas y
literarias de que son dignos autores; perseverad, como ellos, porque la
perseverancia es el sostén de todas las loables aspiraciones, haced, como
ello, eterna la actividad del espíritu, porque en ella está la grandeza
del alma; y es entonces, señores, cuando se os podrá llamar los educacionistas
que se educan (...) que colocan en la educación el sagrado destino
del hombre (...). Hay, señores, ciertas épocas lúgubres e imponentes en
la vida de los pueblos, en que esa enfermedad corruptora de la ignorancia,
de la barbarie; desarrollándose en el foco de la civilización, la
agravia, abruma y sofoca, y en las inmensas revoluciones que han asombrado
al mundo, vemos que el hombre sin educación y sin saber, hace un caos
horrendo de los más grandes principios. (...)".
BIBLIOGRAFÍA. Club Universitario. Colección
de documentos inéditos. T. 2, 1870-71. / Ateneo de Montevideo. Conmemoración
del 70° aniversario del "Club Universitario". Montevideo.
Tipográfica Atlántida. 1938. / Memoria de la Comisión Directiva del
Club Universitario. Montevideo. Manuscritos inéditos. 1868-69.
/Ateneo de Montevideo. Colección de documentos inéditos. Tomo 1,
1868-1869. / El libro del Centenario Uruguayo. Montevideo.
Ministerio de Instrucción Pública. 25 de agosto de 1925. / Scarone,
Arturo. Efemérides uruguayas. Montevideo. Instituto Histórico y
Geográfico del Uruguay. 1946. T. 1. / Profesores del Ministerio de
Educación y Cultura. Muestra de Literatura Uruguaya. Montevideo.
Ministerio de Educación y Cultura del Uruguay. 1996./ Zum Felde, A. Proceso
intelectual del Uruguay. Montevideo. Nuevo Mundo. 1967. |
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