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Los fundadores del
Ateneo de Montevideo |
1 |
Acevedo Díaz, Eduardo |
2 |
Artagaveytía, Adolfo |
3 |
Berguiduague, Martín |
4 |
Berra, Francisco |
5 |
Blanco, Juan Carlos |
6 |
Bustamante, Pedro |
7 |
De María, Dermidio |
8 |
De María, Pablo |
9 |
Denis, Claudio |
10 |
Desteffanis, Luis Daniel |
11 |
Ellauri, Plácido |
12 |
Filippone, Florentino |
13 |
Giralt, Pablo |
14 |
Grané, Ovidio |
15 |
Gradín, Carlos |
16 |
Granada, Daniel |
17 |
Herrera y
Obes, Julio |
18 |
Magariños
Cervantes, Alejandro |
19 |
Lafinur,
Luis Melián |
20 |
Muñoz, Daniel |
21 |
Narvaja, Tristán |
22 |
Pedralbes, Adolfo |
23 |
Pedralbes, Ignacio |
24 |
Pena,Carlos María |
25 |
Pérez, Gregorio |
26 |
Ramírez, Carlos María |
27 |
Ramírez, Gonzalo |
28 |
Requena, Joaquín |
29 |
Rodríguez
Larreta,
Aureliano |
30 |
Tavolara, José Antonio |
31 |
Terra, Duvimioso |
32 |
Varela, José Pedro |
33 |
Vidal y Colón,
Guillermo |
RAMÍREZ, CARLOS
MARÍA
(San Gonzalo, Río
Grande, Brasil, 1847 - Montevideo, 1898). |
Legislador, periodista, ensayista y narrador nacido en
Brasil. Obtuvo su licenciatura en jurisprudencia el mismo año en el que
junto a un grupo de estudiantes de la Universidad, crea el Club
Universitario (1868). Inicia su actividad periodística en "El
Siglo", diario en que también actúan muchos de los jóvenes del
Club, y que lleva adelante una intensa campaña contra el gobierno de
Lorenzo Batlle. La inflexibilidad de Carlos María y de su hermano,
Gonzalo, en sus ataques al presidente les vale el destierro a Buenos
Aires. Al estallar la revolución del caudillo nacionalista Timoteo
Aparicio se une a las filas coloradas, pero al cabo de unos meses en el
campo de batalla regresa a Montevideo hondamente impresionado por la
violencia del conflicto civil. A partir de ese momento decide alejarse del
partido colorado y de la redacción de El Siglo para dedicarse a la creación
de un nuevo movimiento político, el Partido Constitucional. Desde el 71
había ingresado a la Universidad como docente de derecho constitucional,
cuyas clases reunió en una serie de catorce conferencias publicadas en el
97 por Justo Jubiló, entonces catedrático en la materia. Poco después
es nombrado Fiscal de Gobierno y Hacienda, y en 73 se le confía la Legación
del Uruguay ante el Imperio del Brasil. Durante el periodo de Latorre,
Carlos María se dedica a investigar la historia nacional obteniendo
conocimientos con los que respaldaría sus futuros alegatos y polémicas
sobre los hombres del pasado. Ante el fracaso de sus esfuerzos por crear
un nuevo partido político emigró a Buenos Aires
Ramírez reúne sus ideas políticas por primera vez en un opúsculo
titulado La guerra civil y los partidos políticos del Uruguay
(1882), en el que se esbozan los lineamientos básicos del proyectado
Partido Constitucional (material que podría ser de interés para la
politología actual). En el mismo tren ideológico edita en 1872 la
revista "La bandera radical", en la que intensifica su
propaganda contra la tradición política uruguaya. Los frutos de su
esfuerzo por crear una nueva agrupación se vieron momentáneamente
satisfechos con la elaboración del programa del partido y con la creación
del diario "El Plata", vocero de su ideología de principios.
Posteriormente su acción política fue haciéndose más o menos flexible,
dependiendo mucho de las circunstancias particulares del momento. En
narrativa destacan sus novelas Los Palmares, y Los amores de
Marta (1884) adaptada por Destéffanis para el teatro. En ensayos cabe
señalar la Educación Popular (1868), Artigas (1884),
volumen que reúne los artículos publicados en "La Razón" en
los que reivindica a Artigas; y obras publicadas después de su muerte
como Hombres de América (1912), Escritos (1923), Apuntes
y discursos (1948), El destino nacional y la Universidad (1965).
Su prosa ha sido calificada como la más brillante, de toda la producción
de los oradores y publicistas de la segunda mitad del siglo XIX.
El interés por el fomento de las actividades culturales despertaba una
gran pasión en la juventud montevideana así como en muchos educadores
que veían en la ilustración común una salida a la "barbarie"
e "incivilización" finisecular. Pero era también concebida
como un medio de ayuda para la realización de acciones sociales
solidarias que trascendían las fronteras. Esto queda atestiguado para la
historia en una carta enviada al presidente del Club Universitario, Carlos
María Ramírez, por intermedio de Vidal Colón, en la que la Tertulia
Familiar Catalana le propone apoyar una iniciativa "a favor de la
desgraciada población de Buenos Ayres", afectada por una epidemia.
"La Tertulia Familiar Catalana obedeciendo al llamado de los
buenos corazones viene por intermedio de uno de los socios del Club
Universitario a pedir la cooperación de vuestra filantropía e ilustración,
para llevar a escena un drama en uno de los principales teatros de
Montevideo a favor de la desgraciada población de Buenos Aires. En nombre
de la Tertulia Familiar garantimos la organización del personal para el
efecto de lo que se dignara la Honorable Comisión Directiva acreditar a
nuestros votos".
Bibliografía: Fernández Saldaña, José.
Fichas para un diccionario uruguayo de biografías. Montevideo.
Talleres Gráficos "33". 1945. T. 2. / Muestra de literatura
uruguaya. Montevideo. Ministerio de Educación y Cultura. 1996. / Zum
Felde, Alberto. Proceso intelectual del Uruguay. Montevideo. Nuevo
Mundo. 1967. T. 1. |
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