Docente (de Derecho Procesal), político (Senador),
periodista y abogado (Miembro de la Alta Corte de Justicia), fue también
rector de la Universidad de la República en los periodos 1893 a 1895,
1899 a 1902, y de 1908 a 1911. Hizo sus estudios básicos
y parte de su bachillerato en el colegio de los Padres Escolapios, la
institución privada de mayor prestigio en la sociedad montevideana a
mediados del siglo XIX (llamada "pequeña universidad").
Paralelamente, comienza su vida laboral a los doce años de edad, en una
casa de remates. Años más tarde obtiene empleo en una Compañía
Paraguaya de Vapores, en un momento en el que las relaciones comerciales
entre Uruguay y Paraguay eran muy intensas, lo que le permite adquirir
experiencia en el ámbito de los negocios. En 1864 ingresa en la
Universidad Mayor de la República, donde completa el bachillerato. Entre
el 70 y el 76 hace sus estudios de abogacía en la Facultad de Derecho, al
tiempo que se inicia en la militancia del partido colorado e interviene en
las luchas civiles del periodo, actuando en el batallón universitario.
Con solo veintidós años se convierte en un apasionado defensor del
principismo, publicando artículos de propaganda en "El Siglo",
diario muy vinculado al Club Universitario (1868-1877). Su participación
en la vida política uruguaya fue muy intensa. Fue fundador, con Carlos
María Ramírez, del Partido Constitucional (1880), integró la oposición
al gobierno de Máximo Santos y fue activo promotor de la revolución del
Quebracho. Vencida esta, abandonó la vida pública para dedicarse al
estudio y la docencia. En 1893 ejerce por primera vez el rectorado de la
Universidad, a propuesta del presidente Herrera y Obes. Ese primer periodo
significó para la Universidad, un baluarte racionalista en una etapa en
la que predominaba la filosofía positivista de Augusto Comte. Abogado
desde el 77, culmina su carrera jurídica actuando como ministro de la
Alta Corte de Justicia (1911).
La bibliografía del Dr. Pablo de María es muy diversa. Redactó poesías
de inspiración política como En un baile (1870), Redención;
Adiós, publicado con motivo de su deportación a La Habana; Versos
a los deportados de la barca Puig; y A mi madre, a la que extrañaba
en la distancia (1875); Juventud y Ciencia (1876); La Dictadura
(1879), y La Gloria (1881), entre otros tantos. Es autor de
trabajos forenses publicados en folletos y revistas; lecciones de
Procedimiento Civil publicados en los "Anales de la
Universidad"; oraciones fúnebres y discursos políticos (como los
que publicara con pasión en "El Siglo" y en los "Anales de
El Ateneo"), además de temas de derecho y ciencias sociales (los
discursos: Gobiernos. Comparación entre sus diversas formas; Consideraciones
sobre el duelo y el suicidio, condenados por De María) y breves
reflexiones hechas en diferentes actos, como el de la inauguración de la
cancha del Club británico Albion F.C.; Además de una extensa
correspondencia.
En 1868, con solo dieciocho años, junto a un grupo de estudiantes crea
el Club Universitario donde dicta dos conferencias relativas al principio
de autoridad y al respeto a las leyes, mostrando su inclinación por el
Derecho ("Gobiernos comparación de sus diversas formas",
10/oct.). "La ovación que en la noche de su lectura se hizo a su
autor, y la interesante discusión que motivó dejó recuerdos que la
sociedad con pesar no ha visto consignadas en la memoria" de la
Comisión, lamenta el nuevo Presidente de la institución, Antonio
Carvalho y el secretario Carlos María de Pena. Años más tarde alcanza
la presidencia del Club (1876) donde con Juan Carlos Blanco, se encarga de
los cursos gratuitos de filosofía, y de la Academia de Jurisprudencia
creada, según sus palabras, para "la popularización de las ciencias
jurídicas". Con el tiempo también presidiría la Sociedad Científico-Artística
(16 de setiembre de 1878), y el Ateneo del Uruguay y luego de Montevideo
(1881-1892), al que considera "bandera de las ciencias, las letras y
la libertad de pensamiento" (Discurso fúnebre para Prudencio Vázquez
y Vega). La unidad del grupo humano que creó el Club Universitario está
atestiguada por varios documentos que, a través de los años, ubican en
compañía los nombres de sus integrantes, en sus roles como políticos,
escritores o investigadores públicamente reconocidos.
De sus escritos (por considerarlo oportuno) reproducimos el discurso
inaugural de la Tertulia Literaria abierta al cumplirse el 8° aniversario
del Club (16 de setiembre de 1876), pronunciado por Pablo de María. Sus
palabras son de gran interés ya que reflejan el espíritu de progreso que
animaba a los jóvenes montevideanos a fines del siglo pasado, en armonía
con el modo en el que la sociedad uruguaya veía la educación, la cultura
y la ciencia:
Recuerdos sobre la fundación del Club
Universitario.
"El hombre desde que abre los ojos a la existencia, se
encuentra con lo desconocido, y lo desconocido le hiere y le abruma, y la
ambición de saber despierta, y el pensamiento, sintiendo que tiene alas y
que puede volar, se lanza audaz a la investigación de la verdad,
planteando y resolviendo los grandiosos problemas de la ciencia. ¿Por qué
habían de sustraerse los estudiantes orientales a esta fecunda, a esta
sublime ley? ¿Por qué no habían de mirar al porvenir, marchando
resueltamente a su conquista? Ellos sentían agitarse en su espíritu un
íntimo y poderoso resorte; sentían vibrar en el fondo de sus corazones
una secreta voz; sentían arder dentro de su cerebro una llama brillante.
Aquel resorte era el impulso de la noble ambición. Aquella era la voz del
porvenir que les llamaba, mostrándoles en lontananza un panorama de risueños
encantos. (...)Los estudiantes orientales, obedeciendo así la ley de su
destino, quisieron ser obreros de su propio adelanto y una noche, en una
pequeña habitación, a la luz de una lámpara que alumbraba con tímidos
resplandores los semblantes de veinticuatro adolescentes, fundaban una
institución llamada a dirigir el movimiento literario de la República.
Tuve el honor de ser uno de los seis estudiantes que concibieron la idea
de fundar este centro; tuve el honor de presidir la primera sesión del
Club Universitario (...) (y) la institución que establecimos, de una
modesta sociedad de simples estudiantes que era, ha pasado a merecer el título
de primer centro literario del Plata. (...) El Club Universitario
solemniza todos los años, en esta misma fecha, los sucesivos aniversarios
de su fundación, pidiendo sus galas a la elocuencia y sus encantos a la
poesía, para fundir, unidas y hermanadas, en el molde de las grandes
inspiraciones patrióticas, el alma del tribuno y el alma del bardo".
Bibliografía: Archivo del Ateneo. Actas.
Montevideo. Original manuscrito. 1868-1875. / Ateneo de Montevideo. Conmemoración
del 70. ° Aniversario del "Club Universitario". Montevideo.
Tipografía Atlántida. 1938. / "El Iniciador". Montevideo.
Imprenta Oriental. 1839. / Fernández Saldaña, José. Fichas para un
diccionario uruguayo de biografías. Montevideo. Talleres Gráficos
"33". 1945. T. 1. / Libro del Centenario Uruguayo.
Montevideo. Ministerio de Instrucción Pública. 25 de agosto de 1925. / Pablo
De María. Reflejos de una vida noble y proficua. Memoria dedicada por
su esposa e hijos. Montevideo. Ed. Libertad. 1934. / Pablo De María. El
Dr. Don Prudencio Vázquez y Vega. En "Anales del Ateneo".
Montevideo. 1883. / Patiño, Héctor. "Ateneo de Montevideo. Una
historia que comienza el 5 de setiembre de 1868". Montevideo.
Folleto publicitario. 1997. / Petit Muñoz, Eugenio. Trazos para una
silueta espiritual de Don Pablo de María. En "Revista
Nacional". Montevideo. Ministerio de Instrucción Pública. 1952. T.
LVI, año XV, diciembre, Nº 168. P.360-383. Enumeración de la generación
de 1850 (pág. 365) los fundadores del Club Universitario. / Rectores
de la Universidad de la República (1849-1997). Montevideo. Página
electrónica de la Red Académica Uruguaya. Última revisión 1997. /
Scarone, Arturo. Uruguayos contemporáneos. Montevideo.
Renacimiento. 1918. |