Eco Challenge Patagonia 1999 Primavera salvaje
La Patagonia argentina más salvaje, con cimas nevadas todo el año, lagos que parecen
mares, ríos de aguas heladas y selvas impenetrables, acogió la última edición del
Discovery Channel Eco Challenge. Nuestros mejores representantes en los raids de aventura
en todo el mundo, esta vez bajo el nombre de equipo Sierra Nevada, lograron la segunda
plaza en una de las competiciones combinadas más disputadas de la historia. La primavera
patagónica sorprendió a más de uno.
Texto: Sergio Fernández Tolosa
Miles de cañas colihues barran el paso de todo ser vivo en la espesa selva que separa
el control 14 del siguiente, justo antes de la gran cascada del Salto de las Nalcas, junto
a Pampa Linda, punto de partida a la ascensión al gran Tronador. "No conozco a
nadie que no haya perdido la razón, que no se haya desesperado en el mar de cañas de
ahí arriba", confiesa un guía local, natural de Bariloche. Es de esos guías
que en días de nieve y frío camina por el helado fango con unas sencillas sandalias de
goma. "Ha sido muy duro, y muy frustrante", explica Emma Roca, del Sierra
Nevada, en el campamento de Pampa Linda, recién llegada del altiplano. Han pasado toda la
noche buscando el control en medio de la selva, andando en círculos, a ciegas, hasta
dormirse de pie, helados, con los hombros cubiertos de nieve. Una dura primavera, la de
Bariloche.
Todo calculado
Tal y como había previsto Mark Burnett, director del Eco Challenge, ninguno de los
equipos que entraron en la selva de colihues de noche consiguió salir de ella antes del
alba. "Es una travesía de 4 km que puede suponer, como mínimo, cuatro
horas", informa el guía de la zona a los periodistas que aguardamos bajo la
tormenta sólida a los primeros equipos, a pie de cascada. "Has de agacharte,
tirarte al suelo, avanzar reptando, subir a todos los troncos caídos que encuentres, pues
abren pasos entre la tupida vegetación
" Esa es la teoría. Pero las
condiciones con que toparon en este tramo los equipos de cabeza eran otras: nieve durante
las últimas 48 horas, unido a un descenso de la temperatura que no permitía descansar ni
un minuto, ante el riesgo de sufrir una hipotermia.
La dura experiencia de pasar la noche dentro de una funda de vivac cuando sólo se
encontraban a 100 metros del punto de control previo al Salto de las Nalcas había pasado
factura a los ánimos de Emma. El resto del equipo, los habituales Red Bull (Antonio de la
Rosa, Miguel y José Torres) asumían la experiencia con resignación y el mejor humor
disponible en aquellos momentos. "Es una jugarreta quedarse tan cerca del control
cuando llevábamos horas buscándolo haciendo círculos, a ciegas. Los que pasaron por
allí dos horas antes pudieron verlo porque era de día, pero nosotros no veíamos nada de
nada. Sólo sentíamos la nieve que caía de los arbustos a medida que los apartábamos
para avanzar, y un frío tremendo", recordaba De la Rosa en Pampa Linda, justo
antes de iniciar el último tramo de la carrera expedición.
Condiciones adversas
En efecto, la situación era realmente penosa. Las esperanzas de muchos se habían
visto truncadas por aquella selva impenetrable, laberíntica. Era otra de las sorpresas
previstas por los colaboradores de Mark Burnett, que confeccionan el recorrido con todo
detalle. Un trazado variado al máximo, con zonas de bosques centenarios, lagos como
mares, crestas montañosas adornadas con espectaculares agujas
Todo ello, un marco
sin igual para realizar el documental de cuatro horas de duración que ofrecerá
próximamente Discovery Channel. Y la climatología jugó un grato favor a los editores de
este faraónico programa, que tiene un presupuesto de 10 millones de dólares. Las nevadas
y las tormentas de enfurecidos vientos aportaron a la historia el dramatismo anhelado por
cualquier director, aunque endureció sobremanera el avance de los corredores y también
el trabajo de los numerosos equipos de cámaras de televisión.
Y llegó la montaña. Y salió el sol. Con el optimismo que les caracteriza, los Sierra
Nevada partieron de Pampa Linda cargados como mulos. "No escatimamos más peso.
¡Ni hablar! ¡No pienso volver a pasar tanto frío!", exclamaba Emma mientras
cargaba su mochila. José, al mismo tiempo, luchaba por cerrar el macuto, a punto de
reventar. De la Rosa llevaba por fuera las botas de alta montaña, colgando.
La gran remontada
Atrás quedaban casi cien kilómetros de kayak doble en las aguas, nada tranquilas, del
lago Nahuel Huapi, que suele tener un oleaje que no envidia nada al mar Mediterráneo. Ya
en el kayak se marcaron grandes diferencias entre los equipos fuertes y los que sólo
pretenden cruzar la meta en 12 días. Los Sierra Nevada cedieron dos horas con la cabeza
de carrera, un tiempo que "no significa nada", según De la Rosa.
Luego un tramo de caballo, y varios trekking, con cuerdas fijas en algunas paredes, donde
mantuvieron la distancia. La táctica de los españoles consistía en recortar distancia
en la montaña, donde todos ellos andan muy bien.
Pero la climatología se torcía, y no permitía pisar el acelerador. "El
problema llegó justo antes de entrar en zona de rápidos", explica Miguel
Torres. "Empecé a encontrarme realmente mal. Nunca pasé tanto frío antes.
Remábamos en las canoas y nevaba sin parar. Mis compañeros tuvieron que aguardar a que
me recuperase. Entramos en una casa de colonias de gente joven. Nos duchamos con agua
caliente y dormimos un rato. Pero luego llegamos a las cañas, demasiado
tarde
", recordaba el mismo Miguel en Pampa Linda.
Cara a cara
Varios representantes de los medios de comunicación españoles ascendimos al refugio
Otto Meiling (control 23), al que llegaron en primera posición los neozelandeses de John
Howard, los Green Peace. Allí aprovecharon la hospitalidad de las encargadas del refugio
para comer algo caliente y descansar un rato. Las cámaras de Discovery no les dejaron
tranquilos. Luego llegó Halti, de Finlandia, las ovejas negras de este Eco Challenge.
Devoraron unos bocadillos y salieron enseguida, en busca de la huella de Green Peace. Los
cámaras ni se interesaron por ellos, pese a que iban ya en segunda posición, pues el
equipo Rubicon (foramdo por tres mujeres y un hombre) se quedó durmiendo cuatro horas en
el refugio. Estaban exhaustos. Llevaban cuatro días sin dormir. A diferencia de otros
equipos, no habían descansado nunca. "Hacía demasiado frío para echarse a
dormir al suelo, sin tienda de campaña y siempre estábamos mojados", explicaba
Cathy Sassin. Uno se pregunta dónde están los límites del cuerpo y de la mente cuando
oye manifestaciones como estas, y también cuando ve las marcas del cansancio en las caras
de los corredores. Para sorpresa de muchos, una hora después de la marcha de Green Peace
del refugio Meiling, asomaban tras la loma nevada del Tronador los cuatro componentes del
equipo Sierra Nevada. "Van de rojo, son los españoles", exclamaba
Jesús Rodríguez, de Last Lap, mientras daba saltos de alegría. Iban formando cordada, a
un ritmo realmente superior al de los equipos que les precedían.
Una carrera "corta"
"Sólo nos sirve la victoria. Arriesgaremos lo que haga falta",
exclamaba el capitán finlandés. Si adelantaban a Green Peace, muchos pensábamos que
Mark Burnett debería comerse el sombrero australiano que luce día y noche. La cuestión
es que el primer día de carrera, al "creador" de Eco Challenge le dolió que
Halti, con el mapa en la mano, calculase cuatro días y medio para llegar a la meta. Eso
hirió el orgullo de Burnett. Era un "menosprecio por la carrera de sus
sueños". Lo mejor de todo es que Halti iba entre los primeros, y todo
indicaba que el tiempo total del ganador se acercaría a la previsión de los finlandeses,
que era muy similar a la de otros equipos, entre ellos los finlandeses. Los comentarios de
Burnett parecían encaminados a sembrar la polémica e introducir la figura de los
malos de la película en el documental de la carrera.
Entre tanto, volvía la emoción a la carrera. Tras las angustiosas 12 horas de ventaja
de Green Peace sobre Sierra Nevada en la cascada de Pampa Linda, nadie entendía que los
españoles estuviesen a menos de dos horas, en sólo un día de travesía de alta
montaña.
En el refugio todo eran prisas. Mientras en el piso superior los Rubicon dormían, los
españoles devoraban un plato de pasta cubierta de bolognesa. "¡Esto quema
mucho! No puedo tragarlo así
¡Comemos lo que podamos en un minuto y nos
largamos!". Y desaparecieron a través del glaciar, camino del próximo
control, ya sin parar hasta la meta, en Bahía López. Allí llegaron en segunda
posición, a sólo 40 minutos del primer clasificado, el equipo del veterano John Howard.
Tras ellos, entraba el primer equipo local, el Cóndor. "¡Fíjate cómo van!
Si la carrera tiene 50 km más, nos los comemos", reflexionaba en voz alta De
la Rosa.
¿Qué es Eco Challenge?
El "Eco Desafío" es una prueba competitiva en forma de expedición creada
por Mark Burnett, actual director de la carrera, que se celebra cada año en un lugar
distinto del planeta. Cuenta con cuatro ediciones hasta el momento. El equipo español
participó en Australia97 como Toro Rojo; en Marruecos98 como Cepos Team
(fueron terceros); y en Patagonia99 como Sierra Nevada (segundos en meta), siempre
patrocinados por Red Bull. Se trata de una carrera-expedición non-stop, con una salida y
una llegada, sin apenas zonas oscuras (se avanza día y noche), con un recorrido habitual
de unos 500 km. Los equipos son de 4 personas, sin asistencia, y ha de haber al menos un
miembro del equipo de sexo diferente al resto. Las inscripciones están muy limitadas, y
cuesta unas 700.000 pesetas para equipos sin patrocinador a nivel oficial y el doble para
los que quieren llevar el nombre de su esponsor. Hasta este año, la cadena Discovery
Channel era uno de los pricnipales patrocinadores del evento, pues se encargaba de
producir un documental de 4 horas sobre la carrera, que se emite luego a más de 140
países del mundo. El presupuesto del documental asciende a 10 millones de dólares. Para
el año que viene, Mark Burnett ha firmado con otra emisora grande, que le ha ofrecido
más dinero por la exclusiva.
LA MONO-ETAPA:
Una salida y una llegada. Y en medio, por este orden
90 km de kayak doble,
en el lago Nahuel Huapi + 40 km a caballo + 37 km de trekking de media montaña +
30 km de alta montaña + 42 km en canoa-raft + 63 km de alta montaña (ascensión al
Tronador, de 3.480 m.) + 17 km de kayak doble. El mejor equipo necesitó 5 días
y 1 hora para terminar. El equipo español, 40 minutos más. Los neozelandeses
calcularon un total de 9 horas acumuladas de descanso. Los españoles, bastantes
más, obligados por el frío extremo. Los ganadores se avanzaron casi dos días al mejor
tiempo previsto por la organización.
El equipo español Sierra Nevada
Tres aventureros y una aventurera
Patrocinadores: Red Bull, Solo Climb, Rockport, Reebok, gafas Adidas.
Antonio De la Rosa, 30 años. Capitán. Bombero de profesión. Según sus
compañeros, es "incansable, siempre da ánimos, a sí mismo y a todo el equipo, por
lo que es el más idóneo capitán". Procede del piragüismo como deporte base y
también del quatriatlón, especialidad en la que fue campeón de España varios años. Su
primer gran reto ultra-distancia consistió en nada menos que el Deca-Ironman de Mexico.
También ha vencido en la Carrera del Lobo, en el Delta del Ebro. Conoció a los hermanos
Torres y formaron equipo para el Raiverd97; tras vencer con autoridad, decidieron
continuar como equipo e ir a competir al extranjero y formar parte de la élite
internacional del deporte de aventura en carreras de todas las distancias.
Miguel Torres, 30 años. Orientador. Profesor de Educación Física de profesión.
Desde joven destacó en carreras de orientación clásicas, hasta el punto de representar
a España en competiciones internacionales en esta disciplina. Tras diversas experiencias
en pruebas de ultra-fondo como la Australia Bike Challenge, varios triatlones de distancia
Ironman (Málaga) y Quatriatlones (Ibiza), empieza a destacar en competiciones de aventura
como el Raiverd (Catalunya). Según sus compañeros de equipo es el más cerebral y serio,
características que requiere su condición de orientador. Él mismo reconoce que "hay
que estar muy concentrado en el mapa" para no perder nunca tiempo.
José Torres, 25 años. Monitor de esquí. "Es el más joven del equipo y el
que aporta más brío, ilusión y buen humor". Así le describía Emma Roca en la
rueda de prensa celebrada pocas horas después de cruzar la meta del Eco Challenge
Patagonia. José es el más joven, pero la experiencia que acumula es tan amplia que no
entra en este cuadro ni con calzador. Con sólo 18 años, hacía su primer Ironman. A los
19 años, hacía la Carrera del Lobo. Con 20, ganaba su primer Raiverd, que no sería el
último. Allá donde ha ido el equipo Red Bull, José ha exhibido su rápido y seguro
caminar en montaña, su alto nivel de escalada deportiva (7a) y también su capacidad
anaeróbica en pruebas más explosivas.
Emma Roca, 26 años. Profesora universitaria. Cuarto miembro del equipo Sierra
Nevada, en sustitución de Nerea Martínez, habitual fémina del equipo, que sufrió una
espectacular caída en la final del X-Adventure de Marruecos. "Emma es cerebral,
muy fuerte, muy metódica, domina toda clase de especialidades y se ha adaptado al equipo
enseguida", explicaba Miguel Torres en la prensa en Bariloche a principios de
diciembre. Licenciada en Biología, Emma Roca ha dibujado una trayectoria estelar desde su
primera aparición en los raids de aventura. Desde entonces ha ganado el Maratón del
Aneto (1998) y ha sido sub-campeona de España de duatlón, además de participar en dos
Raid Gauloises con el equipo femenino español (Lesotho97 y Ecuador98). Para
el Gauloises de Himalaya2000 tiene plaza en un equipo puntero formado por
españoles, franceses e italianos. Entonces será rival de los Red Bull, a quien ya conoce
dentro y fuera de carrera.
|