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Hoy en día existen cada vez más personas afectadas por el estrés, la fatiga, el desgano, el cansancio emocional, dando lugar a que aparezcan lo que en psicología llamamos
"Trastornos Adaptativos". La característica principal de estos trastornos es: el desarrollo de síntomas emocionales, corporales o alteraciones en el comportamiento como consecuencia de una especifica situación social estresante. En otras palabras, personas que en otros momentos podían sin dificultad enfrentar tales situaciones, imprevistamente se sientes agobiadas, desbordadas por esos acontecimientos estresantes, reaccionando con acusados malestares físicos, emocionales o bien deteriorando su actividad social, académica o profesional.
La terminación de una relación sentimental, dificultades importantes en los negocios, pérdida del empleo, mudanzas, divorcios, casarse, muerte de un ser querido, ser padre, terminar la facultad, pueden ser algunos de los acontecimientos estresantes. Es decir, hay acontecimientos que se dan naturalmente con el desarrollo (como terminar el colegio, por ejemplo) y otros que se deben a múltiples factores (como en el caso de un divorcio). Por eso, reitero que justamente
no se trata de una enfermedad psicológica, sino de momentos críticos en la vida de una persona (o de una familia) que frente a una situación precisa pareciera ser que se queda
sin recursos para enfrentarla y salir adelante.
Ahora bien, estos malestares pueden tener diferentes cualidades y manifestaciones, a veces son momentáneos y otras se cronifican resultando un callejón sin salida.
Hay quienes reaccionan con: * Síntomas depresivos (ánimo triste, llanto, desesperanza), * Con ansiedad (nerviosismo, inquietud, irritabilidad, miedo, insomnio), * Con perturbaciones en su conducta (se tornan peleadores, vagos, irresponsables) * Con quejas somáticas, (contracturas, dolores corporales) * Con aislamiento social, (evitar salir, encerrarse en su casa o habitación) * O con inhibición académica o laboral (no poder rendir o hacer lo que antes hacían, falta de concentración o de retención de datos). Cabe aclarar que el diagnóstico siempre debe hacerlo un profesional calificado, ya que algunas de estas sintomatologías también corresponden a otros trastornos psicológicos. Por ello, como siempre, recomendamos que si reconoce algo de lo expuesto en usted o en alguien allegado, pida ayuda a un profesional.
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