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MEMORIA TRAIDORA Título Original - A Traitor to Memory Año de Publicación: 2001
ResumenReseñasLocalizacionesPersonajes
Cuando un conductor mata a Eugenie Davies en una tranquila calle londinense, su muerte claramente no se trata de un accidente. Alguien la golpeó con un coche y después, deliberadamente, pasó sobre su cuerpo antes de huir, dejando nada más que preguntas. ¿Qué llevó a Eugenie Davies a Londres en una lluviosa noche de otoño? ¿Porqué llevaba el nombre del hombre que encontró su cuerpo? ¿Quién, entre los muchos conocidos de su complicada y trágica vida, pudo desear su muerte? Y, ¿podría su muerte tener alguna conexión con un músico de 28 años, un virtuoso violinista que varios meses antes, de repente y de manera inexplicable, perdió la habilidad de tocar una simple nota? Para el detective inspector Thomas Lynley, cuya propia vida doméstica está a punto de cambiar radicalmente, estas preguntas son tan solo la primeras de una investigación que le lleva a caminar por una fina línea entre su lealtad personal y su honor profesional. Asignado al caso por su superior, el superintendente Malcolm Webberly, Lynley descubre que en la primera investigación de un asesinato que llevó a cabo Webberly como Detective Inspector hace 20 años, Eugenie Davies estaba implicada y tuvo lugar un sensacional juicio criminal. Aunque lo que ha sido verdaderamente perjudicial para Lynley es que Webberly ya lo sabía y sin duda quería mantener a Lynley en la ignorancia. Ahora se presiona a Lynley para encontrar al asesino de Eugenie Davies. Pero no sólo está poniendo su propia carrera en peligro, sino que también debe intentar salvaguardar las carreras de sus durante largo tiempo compañeros, Barbara Havers y Winston Nkata. Juntos, deben desenredar los oscuros secretos y pasiones más oscuras todavía de una familia cuya historia oculta la verdad detrás de un terrible crimen.
Reseña de Jorge de Arco "La novela negra goza
de buena salud". Así rezaba la principal conclusión a la que llegó un
nutrido grupo de escritores y periodistas en el debate La novela negra frente al
espejo, que se celebró el pasado 8 de junio, dentro del ciclo de actividades de
la pasada Feria del Libro. The Denver Post - A British Mystery big enough to wallow in George's chapters build to symphony - By Diane Hariman Como la buena novelista que es, Elizabeth George no permite que la corrección política, los escrúpulos, un deseo de ser conveniente, o el miedo al cibersexo, se interpongan en su camino. Gracias. Y como ella está cada vez más dispuesta a hacerlo, esta undécima novela es enorme (722 páginas). Así que puedes revolcarte un rato, sin tener miedo a que el final llegue pronto. Me gusta la profusión de personajes. Hay arpías y gente que te apuñala por la espalda, padres despóticos y criados chismosos. Los dilemas morales abundan, así como las dificultades familiares. Siempre, como para mantener atados a los fans, echamos una ojeada sobre el científico forense retirado Simon St. James y su esposa, la algo delicada y deprimida Deborah. Vemos mucho más de Lord Asherton, el Detective Inspector Lynley de New Scotland Yard, y su compañera en la solución del crimen, Barbara Havers, siempre conocida por tomar dos pastelillos más de los que necesita y después derramar mermelada en su blusa. La esposa embarazada de Lynley, Lady Helen, no destaca, aparece para dar consejos prácticos y soporte leal. Este libro está construido alrededor del niño prodigio Gideon Davies, que, de acuerdo con su leyenda, cogió un violín a los 3 años y tocó el concierto en Do Mayor de Paganini. Ello no es del todo verdad, le cuenta, encogido, a la Dra. Rose. Pero lo que es verdad, y la razón por la que la Dra. Rose le está haciendo escribir sus recuerdos en un diario, es que a los 28 años, después de estar tocando en público durante años para lograr el clamor del público, se ha enfrentado a una audiencia y no ha podido tocar una sola nota. Para empezar, cada capítulo es como estar tocando un instrumento diferente. Por un momento te preguntas cuándo empezará a sonar como una orquesta. Los lectores tendrán que esperar a que George los ponga a todos juntos. El hilo común es Gideon. Nos damos cuenta de ello cuando junto con la pérdida de su habilidad de tocar, pierde su memoria y anda a tientas en busca de cordura y estabilidad. Su voz, cuando habla con la Dra. Rose o escribe en su diario, es algunas veces egocéntrica, infantil, furiosa, y después, animada, al recordar un nombre o un incidente. Lo que parece como pura casualidad se convierte en una búsqueda frenética. Enfurecido, la gente que puebla su vida le da sólo trozos y pedazos, sutiles indirectas y malinformaciones. Gideon alquila el sótano de su apartamento a una joven americana llamada Libby, y se convierten en amigos. Ella es la única, entre la multitud de extraños personajes, a la que no le importa si toca el violín de nuevo. Ella quiere tan solo que él sea feliz y comprenda que es sólo un chico que toca el violín. (...) Algunas veces el asesinato en los misterios de Elizabeth George parece incidental. Pero hay uno en las páginas iniciales, una mujer es atropellada una vez y otra en las calles del lluvioso Londres. El Inspector Lynley la reconoce, y cuando visita su casa coge un paquete de cartas y su ordenador portátil, violando el procedimiento judicial, lo que consterna a Havers y casi les pone a ambos en problemas. Pero no será hasta después, en el transcurso de la historia en la que nos daremos cuenta de la gran importancia del atropello deliberado. Ciertamente, Gideon tiene una conexión con la persona asesinada, la cual se encuentra oculta profundamente en sus recuerdos. Averiguaremos que hubo otro asesinato anterior, y a medida que avanzamos, más. El lector llegará a conocer que hay misterios amontonados sobre otros misterios y en lugar de aclararse, la historia se vuelve más densa y más compleja. A George le gusta llevarnos en varias direcciones, como si dijera: "¿Es esto?, ¿ o es esto otro?". Nadie es lo que parece. El lector de novelas de misterio, siempre intentando encontrar la solución del asesinato y el porqué, se resiste a tener que cambiar sus teorías. Incluso en la última página, cuando uno debería pensar que las cosas se han solucionado, las acciones de Gideon retroceden hacia el asesinato original y te sientes inclinado a empezar el libro al revés e intentarlo de nuevo. The Richmond Times Dispath - George Novel Rises Above Mystery Genre - By Jay Stafford Como dice la canción, "los recuerdos iluminan las esquinas de nuestras mentes". Pero, ¿qué pasa si los recuerdos son confusos, inexactos o reprimidos? ¿El pasado deja entonces de afectarnos? ¿o el presente se convierte incluso en más confuso y peligroso? Tales son los temas que Elizabeth George examina en Memoria Traidora, su undécima novela y una novela adictiva. La trama se centra en el asesinato por atropello y fuga de una divorciada de mediana edad, Eugenie Davies. Los sospechosos incluidos, aunque no limitados a ellos, son: - Gideon Davies, el hijo de 28 años de Eugenie, un virtuoso del violín al que la música ha abandonado y que está bajo terapia para intentar descubrir el porqué. - Richard Davies, el anterior marido de Eugenie. - Raphael Robson, el mentor de Gibson. - Katja Wolf, la niñera alemana que fue encarcelada por el asesinato de la hija pequeña de Eugenie y Richard, Sonia, y que ha sido recientemente puesta en libertad después de 20 años en la cárcel. - J.W. Pitchley, que encontró el cuerpo de Eugenie y, que en una vida anterior con un nombre diferente, fue inquilino en el hogar de los Davies. De manera inexplicable su dirección es encontrada en el cuerpo de Eugenie. Para el aristócrata Detective Inspector Thomas Lnley y sus subordinados, los detectives policía Barbara Havers y Winston Nkata, el caso avanza sobre caminos personales dramáticos. Su jefe, el superintendente Malcolm Webberly, estuvo entre los investigadores de la muerte de Sonia. Y después mantuvo una relación extramatrimonial con Eugenie Davies. Tal como pretende George, impregna su trabajo de paralelismos. La trama se mueve sobre sendos rumbos argumentales: la narración pura y los auto-exámenes terapéuticos de Gideon Davies. Y, en otro sentido, el tema circular (los secretos familiares) es representado en la historia de Davies tan bien como en la vida de Lynley, su recientemente embarazada esposa Helen, y sus amigos durante largo tiempo, Simon Alcourt.St.James y su esposa, Deborah. Pero los detectives se toman un respiro en esta novela, la cual es menos un procedimiento policial que un examen de personajes, particularmente de Gideon Davies. George, como P.D. James y Ruth Rendell, ha expandido mucho los límites del género de misterio. Memoria Traidora, como sus predecesoras, se mantiene como ficción pura. Lo que no significa que no tenga defectos. Incluso los veteranos lectores de misterio no estarán seguros de lo que sucedió la noche que Sonia Davies murió. Tal vez este sea un comentario de Elizabeth George sobre el desorden de la vida y la algunas veces inasequible naturaleza de la verdad. Pero por la misma razón por la que esa ambigüedad puede llegar a ser tan exasperante, Memoria Traidora es una digna adición a los cánones de Elizabeth George. Sin disminuir el nivel de su prosa, con una historia que, si no te confunde, es de todos modos compleja, y con el continuo desarrollo de sus personajes recurrentes, Elizabeth George ha formado otra fantástica novela, una que sus devotos atesorarán, y una que se añadirá a su ya bruñida reputación. Kirkus Reviews El elegante Detective Inspector Thomas Lynley y su hosca, recientemente degradada (El Peso de la Culpa) compañera, la policía Barbara Havers, se embarcan hacia una plétora de antipáticos, sin orden ni concierto, personajes que aparecen y desaparecen a través de un largo recorrido (enorme incluso para los estándares de George) y durante cerca de dos décadas. Después de que Eugenie Davies sea atropellada por un conductor que se da a la fuga, tarda 200 páginas en relacionarla con el virtuoso del violín Gideon Davies, actualmente bajo terapia para descubrir la causa de su bloqueo artístico. En los discursos inconexos a su terapeuta, se pregunta si la brusca partida de su madre hace años está ahora obsesionándole. Gideon recuerda a su inquilino, James, merodeando actualmente por Internet como El Hombre Lengua; su tutor musical, Raphael; su institutriz, Sarah-Jane; y, la más importante, Katja Wolff, la niñera alemana contratada para cuidar de su hermana pequeña, una niña con síndrome de Down. Tal como Lynley, Havers y su compañero, Nkata, descubren, Katja ha sido recientemente puesta en libertad de la prisión donde pasó 20 años por el asesinato de la niña a su cargo. ¿Era ella culpable? ¿Está ahora buscando venganza? ¿Y porqué Gideon reprimió no tan sólo la muerte de su hermana sino también su propia existencia? Habrá otro accidente de coche, más muertes, más sesiones de terapia, y varias falsas confesiones (incluida una de misoginia de Gideon, controlando a su padre), antes de que esta saga de relaciones familiares se tambalee hacia un horrible fin. George esparce la culpabilidad de forma generosa, incluso manchando a Lynley, antes de que finalmente él se enfrente a su pasado y a su inminente paternidad. Entretanto, su argumento alcanza serios problemas, desde los largos silencios de Katja, hasta el atroz pasado de Gideon. Incluso disminuyendo su intensidad, a pesar de ello, George todavía sube varios peldaños en la escala frente a sus rivales más superficiales.
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