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PAGO SANGRIENTO
Año de Publicación: 1989
(extracto de la novela) La mujer yacía sobre su costado derecho como congelada; su boca era un rictus en medio del charco de sangre que rodeaba su cabeza y hombros. Tenía un brazo extendido, con la palma de la mano hacia arriba, como si suplicara. El otro estaba encajado entre sus piernas, como si buscara calor. Su largo cabello negro era omnipresente. Se desparramaba sobre la almohada como las alas de un cuervo, se enroscaba alrededor de su brazo, absorbía su sangre hasta convertirse en una masa pulposa. Ya había comenzado a coagularse, y los glóbulos carmesíes ribeteados de negro parecían burbujas petrificadas de una poción infernal. Y la mujer se hallaba inmovilizada en el centro del cuadro, como un insecto en su vitrina, empalada por la daga de mango de cuerno que atravesaba el lado izquierdo de su cuello hasta clavarse en el colchón.
ResumenReseñasLocalizacionesPersonajes
En la gran mansión escocesa de Westerbrae, una compañía teatral londinense se reúne para la lectura de una controvertida nueva obra. Pero, al finalizar la velada, la bella dramaturga aparece brutalmente asesinada en su cama, y el inspector Thomas Lynley se ve inmediatamente enredado en un crimen cuyo origen está en las complicadas obligaciones del amor y las consecuencias de la traición. Con la finalidad de alejar a la prensa el máximo tiempo posible, dada la notoriedad de los principales sospechosos, Lynley y la sargento Havers viajan hacia el aislado lugar. Entre sus sospechosos: el más poderoso productor teatral de Gran Bretaña, dos de las estrellas más queridas del país, y la mujer a la que Lynley ama. Para Lynley, la investigación requiere toda la delicadeza que pueda reunir, y ello le forzará a enfrentarse también con un dilema personal. Presente en Westerbrae la noche del asesinato estaba Helen Clyde, una mujer con la cual Lynley está compartiendo una complicada relación y una amistad duradera que ha evolucionado hacia el amor. El hecho de que ella ocupara la habitación contigua a la de la víctima, no puede ser pasado por alto. El hecho de que ella no la ocupara sola, no puede ser ignorado. Luchando para superar los celos que amenazan con enturbiar su juicio y las emociones que podrían llevarle a cometer errores fatales, Lynley se descubre a sí mismo envuelto en escándalos familiares, feroces rivalidades teatrales, y terribles revelaciones. Cuando la vida ocupe más poderosamente sus pensamientos que la muerte, la cuestión será si podrá atravesar la peligrosa línea que existe entre la fría objetividad de un investigador profesional y la furia confusa de un enamorado. En la mansión, los motivos se ocultan profundamente. Indignada por lo que ella ve como encubrimiento de un asesino de alta categoría social, la sargento Bárbara Havers, arriesgando su carrera y cuestionando su profunda lealtad profesional, empieza por su cuenta una búsqueda de los secretos que guardan no sólo una familia, sino dos, y que se mantienen en el silencio.
Whashinton
Post - Lord Lynley's Well-Staged Return by Carolyn Banks
La
vuelta a los escenarios de Lord Lynley El
mayordomo se refiere a la posición del Detective Inspector Thomas Lynley en New
Scotland Yard como “el capricho de su señoría”. Lynley, el octavo conde de
Asherton, es llamado para garantizar la intimidad de un sospechoso aristócrata,
un productor teatral muy famoso que es conocido como el Midas de los escenarios.
Lynley es emparejado con la decididamente igualitaria Detective Sargento Barbara
Havers, la cual se enorgullecería de ser la primera de su escuela en poner las
esposas a un conde. Desde el principio Lynley dice a su superior en el Yard que Este caso no es el más apropiado para las peculiaridades características de
Havers. Toda la objetividad se irá al carajo en cuanto ella se entere de que
Lord Stinhurst está implicado. Es una observación que, a medida que la
narración de vaya desarrollando, se mostrará tristemente irónica. Pero el
resultado de este elemento de la trama no es el único placer que espera al
lector de Pago Sangriento. Existen más capas en las que ahondar, y su
alcance y el camino a través del que están conectados satisface profundamente.
Existen también maravillosas tensiones y vínculos entre los personajes. Ello
condiciona la interacción de los investigadores que sin duda llevará a muchos
lectores a retroceder a la novela precedente de Elizabeth George, Una Gran
Salvación, en la que Lynley, Havers y el científico forense Simon Allcourt-St.
James aparecieron por primera vez. En esta novela, el equipo, conocidos como la
“artillería pesada” de New Scotland Yard, son enviados a Westerbrae, una
gran mansión escocesa reconvertida en un hotel. Aquí es donde Joy Sinclair,
una dramaturga, ha sido encontrada muerta, una daga de 18 pulgadas atraviesa su
cuello, cortando su arteria carótida. La trama se complica rápidamente cuando
el policía local informa a Lynley que Lady Helen Clyde ha estado ocupando la
habitación contigua a la de la víctima, y ha sido a través de la habitación
de Lady Helen que el asesino ha accedido a la otra habitación. Lady Helen es el
interés romántico del Detective Lynley. ¡Y Lady Helen, no pasó la noche sola
en su habitación! El normalmente agudo Lynley está profundamente afectado por
esta circunstancia. El amante de Helen, piensa, e intenta convencerse
firmemente de su inmutabilidad: Este es el amante de Helen. Las cosas
empeoran para Lynley a medida que la novela progresa, debido a que la sargento
Havers toma el mando de la investigación, incluso aunque para hacerlo ella
pueda, como St. James le recuerda, ser suspendida. O deba volver a vestir el
uniforme. Incluso despedida. Es Havers quien averigua los motivos y los
secretos durante largo tiempo ocultados de la familia de Lord Stinhurst, pero
existen todavía muchas cosas qué hacer. (...) Parece
que ello sea un plus, porque es imposible leer este libro sin anticipar su
aparición en la serie de la PBS “Mistery!”. Los miembros del grupo reunidos
en la mansión (y atrapados por una feroz tormenta de nieve) son actores,
reunidos para la lectura conjunta de una obra de Joy Sinclair. Cada uno es
remarcablemente distinto, con sus propios y jugosos secretos. De hecho, entre
muchos de los atractivos de esta obra está el uso de los tradicionales recursos
de la historia de detectives inglesa: la vieja casa aislada, las enmarañadas
historias de los personajes, asesinatos sangrientos (ah, sí, la señorita
Sinclair no es la única) en medio de la delicada exploración psicológica y la
prosa perfectamente comprensible.
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