2.- Chile declara la guerra
al Perú
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Mariano
Ignacio Prado, presidente del Perú en 1879 |
Cuando el 14 de febrero
Antofagasta fue ocupada por Chile, hubo alarma en el Perú,
que no solo movilizó sus fuerzas, sino que envió el 17 de
marzo, en el transporte “Limeña”, una fuerza al mando del
coronel Velarde, de 400 hombres que se acantonaron en
Iquique y a los Cazadores de la Guardia con 385 soldados así
como una batería con 4 piezas de artillería. La guerra se
consideró inminente.
Por los espías que el
ministro chileno Joaquin Godoy tenía en Lima, conoció este
envío de tropas y envió el 12 de marzo a su gobierno en
Santiago, un detallado informe sobre la salida del
transporte “Limeña” y le pedía su captura, pues decía que si
Iquique era guarnecido, más tarde iba a resultar costosa y
difícil su captura por el ejército chileno.
Se nombró como comandante
general del Departamento de Marina del Callao, al capitán de
navío paiteño José María García Seminario y se confirmó al
contralmirante también paiteño, Antonio de la Haza como
comandante general de Marina.
El 25 de marzo, es decir,
después de la declaratoria de guerra de Bolivia a Chile, es
enviado al sur el batallón Dos de Mayo con el coronel
Belisario Suárez, el Batallón Zepita con el coronel Andrés
Avelino Cáceres y el Escuadrón Guías. Todo sumaban 1.500
hombres. Los gastos eran grandes. Cuando Chile ocupó todo el
litoral boliviano, es decir el 1° de abril de 1879, salió
del Callao el general ayabaquino Manuel González La Cotera
que se embarcó en el transporte «Chalaco», llevando a los
batallones Puno N° 6 y N°8, así como cuatro piezas de
artillería. La Cotera llegó a su destino el 8 de abril
o, sea tres días después de declarada la guerra. El
“Chalaco” con La Cotera burlaron a los barcos chilenos que
habían empezado a patrullar las costas de la provincia de
Tarapacá. Con los nuevos contingentes, las fuerzas peruanas
en Tarapacá totalizaban 3.500 hombres, los que quedaron
bajo el mando de La Cotera. El contralmirante Montero, dejó
el Senado para trasladarse al puerto de Arica con la misión
de artillarlo y hacerlo inexpugnable por mar, lo que cumplió
a cabalidad.
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Anibal
Pinto, presidente de Chile. Firmó la declaratoria de
guerra contra el Perú. Éste y Mariano Ignacio Prado
eran compadres. |
Chile demandó del Perú que
declarase su inmediata neutralidad y el presidente general
Mariano Ignacio Prado respondió que esperaría hasta el 24 de
abril en que se reunía el Congreso, pero Chile no quiso
esperar y el 5 de abril de 1879 declaró la guerra al Perú y
de inmediato su escuadra bloqueó los puertos de la
provincia de Tarapacá. La declaratoria de guerra decía:
«Declaratoria de Guerra:
Santiago, abril 5 de 1879. Señor Intendente: en virtud de la
facultad que me confiere el número 18 del artículo 82 de la
constitución del estado y la ley del 4 de presente; He
acordado y decreto: El gobierno de Chile declara la guerra
al gobierno del Perú. El ministro de relaciones exteriores
comunicará a las naciones amigas esta declaración,
exponiendo los justos motivos de la guerra; y el del
interior la hará llegar a noticia de los ciudadanos de la
república mandándola publicar con la solemnidad debida.
Dado en Santiago el día 5 de abril de 1879: A.Pinto,-Prats.-Alejandro
Fierro.- Saavedra.- J. Gana.- Julio Zegers
El día 6 el presidente Prado
expidió un decreto expresando que habían causales para hacer
funcionar la alianza del pacto secreto y el 15 del mismo mes
se firmó un protocolo entre Perú y Bolivia poniendo en
funcionamiento la alianza. De acuerdo a este documento,
Bolivia aportaría 12.000 soldados y el Perú 8.000 más toda
su escuadra. Bolivia no tenía un solo barco, Los aportes
terrestres se podían aumentar. Bolivia correría con todos
los gastos de la campaña, incluyendo los extraordinarios
como la movilización del ejército y de la armada, los de
compra de armamento y buques, así como también indemnizaría
el valor de los buques y armamentos perdidos. Como todos los
puertos bolivianos estaban en poder de Chile, se habilitaron
Arica y Mollendo para el ingreso de mercadería extranjera
con destino a Bolivia, debiendo repartirse en partes iguales
los ingresos arancelarios, que se usarían en gastos de
guerra.
Pero resulta que Bolivia no
estaba en condiciones económicas de cumplir con los pagos
del protocolo, por cuyo motivo el 17 de junio el Protocolo
fue modificado en el sentido de que Bolivia sólo abonaría al
Perú la mitad de los gastos de guerra. La realidad mostró
que Bolivia no pudo cumplir ni con los nuevos acuerdos.