8.- Prado asume la dirección
de la guerra
En la noche del 13 de mayo se efectuó en
Palacio la segunda Junta, la cual fue más corta en número,
pero más escogida que la anterior. A ella asistieron los
Presidentes de las Cámaras Legislativas, personas notables,
los comandantes de los blindados, Grau, More y Camilo
Carrillo también el capitán de navío García y García. Se
discutieron detalles de la salida de la escuadra y la
necesidad de artillar cuanto antes a Arica con cañones de
300 libras. Hicieron uso de la palabra, Grau y otros
marinos. Grau se condolía que el Congreso hubiera
decidido no considerar fondos extraordinarios para la
guerra salvo los que obtuvieran con colectas patrióticas. Se
tomaba como pretexto que la situación del Perú estaba tan
deteriorada que ninguna gran potencia, ni financistas quería
hacer préstamos al Perú. Se llegó a la conclusión de que
eran muy escasas las posibilidades de que la escuadra
peruana que zarpase a Arica se encontrase en alta mar con la
Chilena y más bien se vio que era muy conveniente que la
escuadra estuviera
en el sur, en Arica. El capitán de navío García y García
dijo que era necesario dotar a Arica de cuando menos dos
cañones de 300 libras o más para proteger a los barcos
peruanos que estuvieran en su bahía, pero Grau opinó que
aun la escuadra si podía protegerse con la actual
artillería de Arica, aun sin los cañones de 300 libras, cuya
instalación demoraría no menos de seis días.
El día 14 de 2 a 4 p.m., el
Presidente se constituyó a bordo de la “Unión” y convocó a
los comandantes de la escuadra a una reunión en privado, a
la que asistieron también cuatro ministros. Allí planteó la
respuesta a tres interrogantes y al final se opinó por la
salida de la escuadra el día siguiente l5 de mayo.. Se habló
en esta reunión de que el reciente bombardeo de Pisagua
había enardecido a la opinión pública que demandaba acción
inmediata. Grau manifestó en la reunión que le preocupaba el
elevado grado de indisciplina en los barcos por cuantos los
marineros eran bisoños y como muchos son producto de las
levas, hay bastante desertores. Se refirió a los artilleros,
los que por su poca práctica sólo daban en el blanco por
casualidad, mientras que los artilleros chilenos tenían una
amplia preparación. El Presidente Prado dijo que era
urgente su presencia y la de la escuadra en Arica, porque el
Presidente boliviano Daza que ya estaba en Tacna con el
ejército boliviano y había recibido a varios agentes
confidenciales de Chile, los que proponían una paz
boliviano-chilena por separado y luego una alianza entre
ellos para arrebatar al Perú territorios en el sur que
serían cedidos a Bolivia y que ésta en cambio le entregaría
a Chile el desierto de Atacama.
El capitán de navío Grau, se
mostró preocupado y preguntó si sólo se trataba de un
rumor, a lo cual respondió Prado que estaba plenamente
probado y que también se sabía que el comandante de la
escuadra chilena se proponía bloquear Arica antes que el
contralmirante Montero terminase de artillar el Morro. Prado
también informó que en breve saldría el “Chalaco” y el
“Talismán” para recoger vía Panamá, 7.000 rifles que venían
de Europa. Luego Prado aclaró que también irían los
monitores “Atahualpa” y “Manco Cápac” aun cuando se tuviera
que llevarlos a remolque. Grau observó que eso haría lenta
el avance de la escuadra, que no podría hacerlo a más de
cinco millas por hora y preguntó ¿ cuándo zarpamos?.
Mañana, contestó lacónicamente el Presidente.
Luego el Presidente Prado se
dirigió al Callao y estando en la Prefectura una multitud se
reunió frente al local y pidió la presencia del Presidente,
el cual desde los balcones trató de calmar a la multitud
enfurecida por la destrucción de Pisagua, pero no rebeló
que la escuadra zarpaba al siguiente día.
La escuadra peruana estaba
conformada desde el 10 de mayo, por tres Divisiones. La
primera formada por la «Independencia», el «Huáscar» y el
transporte «Chalaco» quedó a las órdenes de Grau; la segunda
con la «Unión», la «Pilcomayo» y el transporte «Oroya» quedó
bajo mando del capitán de navío Aurelio García y García y
la tercera al mando del capitán de navío Camilo Carrillo, la
componían los monitores «Manco Cápac”, «Atahualpa» y el
transporte «Limeña»