Y ya va la segunda persona de sexo femenino
ultimada en una reyerta de violencia del fútbol. La lista va a
continuar... Saltar a la crónica publicada
sobre este hecho. Volver con el BACK del navegador. Revisar nota publicada en abril
1992 sobre un balance del año 1991. Revisar nota publicada en a fines de
1991 sobre otra particularidad del fenómeno: jugadores a las
patadas. En todos los casos, volver con el BACK del
navegador. El partido era en Mar del Plata, por uno de
los
torneos de verano. La víctima salió a protestar porque
sus vecinos, un tal alcholizados, festejaban a la mexicana el triunfo
zeneize. A uno no le gustó la reconvención y lo dejó seco
de un balazo en el corazón. Han comenzado las muertes virtuales,
resultado de la remotización del ritual y al convertir a livings
familares, bares y otros espacios en una prologanción del
estadio y el conflicto. Uno de los hechos más tenebrosos. Los testigos
vieron correr a la víctima junto con otros de la barra local, de pronto
tambalear y caer desplomado. Civiles en un auto no oficial se acercaron a
comprobar y se retiraron. En el Hospital Fiorito todos los
médicos coincidieron en el derrame de masa encefálica y en la
presencia de esquirlas metálicas, típicas de un balazo. El
forente a cargo de la autopsia firmó golpe dado con un objeto
romo. Lo revulsivo está en que el juez actuante permitió,
para darle trasparencia al acto y quitar cualquier duda,
logrando exactamente lo contrario, no sólo que un hermano menor de
edad estuviera presente, sino que manipulara restos de cerebro
buscando las esquirlas. Para abrochar lo insólito también
certificaron la legalidad una profesora de Botánica del
fallecido, al que quería mucho (sic) y el presidente del club, tan
fanático de esos colores como del justicialismo, quien a la
salida no escatimó elogios para la democracia participativa. El
entierro, a cargo de la institución, bajo un verdadero diluvio, fue un
verdadero funeral guerrero. Se puede recurrir a dos notas sobre
este hecho; en ambos casos, retornar con el BACK del navegador. Saltar a la nota I. Ir a la Nota
II. La víctima se había hecho
célebre
poco antes al ingresar a la cancha, en pleno partido contra River
Plate, y tumbado de una trompada al arquero Angel David Comizzo.
Fue la presentación en sociedad de Rosario 2000, un grupo
interno que cuestionaba al sempiterno escribano Víctor Vesco y
que entre sus miembros más notorios cuenta al humorista y escritor
Roberto Fontanarrosa. A los pocos días, conduciendo una moto por
el centro rosarino, la flamante figura tuvo un incidente de tránsito
con un sexagenario que conducía su auto, al que puso nócau y
huyó ante la presencia policial. El día de este hecho en el tren
desde Rosario venía toda la barra y al parar en San
Nicolás, esto es, otro distrito federal, los uniformados se
hicieron presentes con todo y hubo goma tupida. La víctima,
junto con varios más, al parecer para escapar de la represión y
evitar posibles contingencias en el resto del trayecto, se subieron al techo,
pero al poco de salir no vio el puente a muy baja altura y el golpe
prácticamente lo tronchó. Hubo algunos intentos, en los que
participó el padre, de reflotar el caso como un asesina oficial,
pero no tuvieron eco ni asideros. Comienza la primer y escalofriante seguidilla
de tres muertes en un lapso menor a dos semanas cronológicas. Revisar nota sobre este hecho, donde
también se reseña el primer semestre de un año
singularmente trágico. Regresar con el BACK del
navegador. Media sanción en el Senado nacional del
nuevo proyecto de ley Galmarini-Levene. Introducen modificaciones,
tratando de quitarle fuertes tintes policiales. Mención detallada de las
circunstancias en que ocurrió este hecho en la misma que fue
linkeada para el anterior. Nota sobre la nueva ley
especial de la violencia del fútbol. Igualmente siempre vovler
con el BACK del navegador. Posiblemente el incidente tenga méritos
suficientes como para considerarlo el paradigma de la brutalidad
policial. Fue una verdadera cacería del hombre,
particularmente en su variante jóvenes. A tal punto que en la
ferocidad le destrozaron la rodilla de un balazo a un disminuído mental
de unos 25 años que no alcanzó a disparar al quedar solo porque
su hermano mayor lo soltó, aterrado por lo que se les venía
encima. Nota que detalla este hecho; volver con el
BACK del navegador. Diputados de la Nación da media
sanción al proyecto Galmarini-Levene, pero
introduciéndole más modificaciones en lo contravencional
y tornándola abiertamente policíaca. Comienza la segunda seguidilla del
año. La policía santafesina, aprovechando lo
anecdótico de que el matador y su compañero, todo indica que de
imaginaria en esa puerta por el Operativo Especial, estuvieran vestidos
de civil, le vino como anillo al dedo para sacarse el compromiso
institucional. Pero dio la casualidad, en un país donde este
factor es recurrente hasta la contumacia, que los dos
pertenecían justo, justo a la comisaría que teníá
jurisdicción sobre el estadio del barrio Lisandro de la
Torre. Los bonaerenses venían por la
Panamerica
de Campana y al pasar por donde los armenios han levantado una
canchita, encontraron que la ocasión era propicia para romperle todos
los vidrios a un micro que iba a trasportar a los de Floresta. El
Gordo, en el auto que manejaba su hermano y con un sobrino en el asiento
trasero de 12 años comenzó la persecución, digna de una
serie televisiva. Cuando los autos se aparearon y siguieron jugando, tratando
de encerrarse, mientras se decían de todo, del lado de los perseguidos
salió a relucir un fierro y la portuezuela delantera derecha
quedó hecha un colador. Con la presteza que los caracteriza, aparte de
tomar recaudos como para que los en fuga llegaran a la casa y se
bañaran, la policía aseguró que se trataba de un
típico asalto a la luz del día en la zona, un hecho de
los piratas del asfalto, nada que ver con el más popular y sano
de los deportes. La víctima, soltero, que seguía a los
albos hasta en los partidos de las inferiores, cumplió un
añorado sueño post mortem: su cadáver dio la
vuelta olímpica en la vieja canchita del club de sus amores. Nota que reseña estas poco
frecuentes seguidillas de muertes en la cancha. Si se retorna,
hacerlo con el BACK del navegador. Otra de las singularidades de la violencia
del fútbol argentino, comoe es volver concreto el
fusilamiento simbólico de la pena máxima. Ir a la nota sobre este hecho en particular. Retornar con el
BACK del navegador. La víctima y otros rojos que
habían
ido hasta el Parque Almirante Brown y estaban tomando cerveza en un bar
atrás de La Visera, cerca del puente Gerli, cuando
pasó un auto con granates que venían de Caballito
y abrieron fuego. La mecánica se va a repetir de manera sorprendente,
en la misma zona, y con víctimas fatales. Otra muerte más consecuencia del
ensachamiento del espacio deportivo. Termina año récord en materia de
muertes de a una. El que viene comenzará con escándalo
por ataque de barrabravas de los millonarios a Daniel
Pasarella en un hotel de la costa atlántica donde River
Plate disputaba con resultados catastróficos un torneo de
verano. Polémica por la nueva ley. Al sumario principal Al índice de esta
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