Secrets

 

Capítulo 3: Wishing

Por momentos tenía ganas de ir a visitar a Kouji a la casa de esa mujer pero no sé por que pero me arrepentía a último momento. Sabía muy en el fondo que mi hermano no era feliz en ese lugar y no quería entrometerme después de habernos prometido que nos creeríamos ciegamente todo lo que nos dijéramos. Sabía también que no podía quedarme con los brazos cruzados esperando a que algo malo pasara para recién actuar, necesitaba una oportunidad que me llevara a comprobar mis suposiciones pero para eso tendría que acercarme al lugar de los problemas y esa era la casa de Yoshie.

Varias veces fui con toda la intención de entrar a ver como era por dentro pero solo llegue a la puerta… había algo en ese lugar que me impulsaba a salir corriendo y jamás llamar a la puerta. Sería el hecho que esa mujer en verdad era mala o que sabía que por su culpa mamá y papá se habían divorciado o que había algún tipo de repelente que me expulsaba sin siquiera darme cuenta? En fin eso por ahora no me importaba mucho, lo que me importaba era ver que pasaba en esa casa y este día tuve la sensación de algo…

Como siempre me levante temprano para ir al colegio. La verdad estaba un poco cansado de las cosas que veía pasar y simplemente las dejaba pasar, quizás por eso reaccione así, de repente fue por eso que quise acabar con esa apariencia que habíamos tratado de mantener con Kouji por más de un mes, en medio de todo seguir aparentando nos hacía daño, nos creaba esperanzas que jamás se darían por que ahora si las cosas ya no eran iguales y jamás volverían a serlo.

En mi camino al colegio me encontré con mi hermano y con Takuya que estaban hablando de algo que ya me traía enfermo y eso era el hecho de ocultar la verdad. Al principio no quise meter mi cuchara pero como lo dije antes era lo mejor ya que esta mentira nos hacía mucho daño.

-“Tengo la sensación que hay algo que no me estas contando Kouji… quiero saber que es eso que no sé!”

-“No es nada! EN serio!”

-“Ya dile la verdad de una vez Kouji!” – interrumpí. Ahora la mirada de Takuya se hacía más profunda – “La verdad Takuya es que nuestros padres se han divorciado hace un mes. El esta viviendo con nuestro papá y yo me quedé con mi mamá”

-“Sabía que era eso… o algo parecido. A todos se nos hacía extraño que llegaran por separado a la escuela si siempre venían juntos”

-“Si, así es. Preferimos no decir nada a nadie mientras pasaba lo del divorcio pero ahora no tiene sentido no decirlo. Podemos contar contigo para que nadie sepa nada?” – sabía que mi petición contradecía un poco lo que trataba de contar pero tampoco no era mi intención que todo el mundo se enterara, después de todo ese era un tema familiar y privado. Por otra parte la persona con la que hablaba era Takuya y sabía que a él se le escapaban algunas cosas sin querer, lo que me tranquilizo fue su promesa que mantendría el secreto.

Los tres llegamos al colegio y cada uno se comenzó a concentrar en sus propias cosas pero había algo que había dejado de lado desde que vi a mi hermano, él tenía un moretón producto de un golpe que era lo más probable en el rostro. Al parecer Takuya no se había dado cuenta o simplemente no quiso preguntar pero yo sabía que era algo serio. Tome la oportunidad de preguntarle mientras se sentaba en su carpeta para esperar a la profesora.

-“Como te hiciste eso en la cara?” – en estos casos mejor valía hacer las preguntas directas, hablar con rodeos no valía la pena por que trataría de cambiar el tema pero no conté con su astucia, al parecer él había presentido mi pregunta y a la vez me pregunto por la tarea. Esto lo único que hacía era decirme que en verdad había un problema. - “Deja de cambiarme el tema Kouji. Dime por que tu mejilla esta hinchada… no me digas que te golpeaste con la puerta o que fue un error tuyo por que no te lo voy a creer!”.

-“Si no me vas a creer entonces dime tú como me hice ese golpe?” – al parecer quería lograr algún tipo de respuesta de mí pero sí hacía una suposición acerca de eso él solo diría que es lo que yo pensaba y eso no me conduciría a la verdad.

-“Tu mismo me lo has dicho Kouji. Quien te golpeo?” – me aventuré a suponer que alguien le había pegado pero en verdad no había pensado que sería verdad – “Fue papá verdad? Fue por ella no?”

-“Mira… fue mi culpa… me exalte un poco a la hora de referirme a ella así que en cierta forma me lo merecía” – acerté? – “No fue nada así que no te preocupes”

-“Esta bien… pero ya sabes… si pasa algo malo sabes que puedes venir con nosotros, no importa la hora… ok?” – bueno no sabía si creerle o no por que no tenía pruebas, lo único que podía hacer era darle mi apoyo y nada más.

-“Entendido!” – me sonrió para tratar de eliminar tensiones aunque mi hermano tenía un problema a la hora de ocultar las cosas y ese era que no lo hacía tan bien como creía. Algo que subió un poco mi ánimo durante el día fue que papá al fin había conseguido una casa propia y eso significaba que por fin mi hermano se sentiría más cómodo.

Le propuse ir a casa juntos para pasar el rato con mamá. Llegamos a casa y almorzamos, hicimos las tareas. Tenía la impresión que Kouji se sentía mejor que nunca aunque de repente estaba haciendo demasiadas suposiciones.

-“Y tu papá como esta?” – era muy raro que mamá preguntara por papá pero de repente ella trataba de hacerle conversación a Kouji.

-“Bueno esta bien… el fin de semana nos mudamos a una nueva casa así que por fin tendré un cuarto para mi solo y me podrán ir a visitar”

-“Siempre y cuando no este ella. La verdad que la mujer de papá no me gusta nada… no se como la soportas Kouji!” – ese comentario salio de mi boca sin intención de aguarle el rato a mi hermano o preocupar a mamá… la verdad no sé ni siquiera como llego a mi boca.

-“Tan mala es esa mujer hijo? Que tal es de pinta… es bonita?” – me parecía mal que mamá se preocupara por pensar esas cosas si ella de todas maneras era más bonita que esa mujer.

-“No como tú mami. Es una mujer normal, común y corriente… pero tiene algo que no me gusta pero no sé que es” – la respuesta de Kouji era obviamente para no preocuparla más pero a mí no me podía ocultar tanto la verdad.

-“Bueno… espero que te lleves bien con ella aunque me gustaría conocerla para ver que te cuide bien. Como dices que se llama?”

-“Yoshie… Niketo Yoshie” – yo solo había escuchado el nombre pero ahora que sabía el apellido me sonaba a bruja mala que a otra cosa. El almuerzo transcurrió normal hasta que mamá se tuvo que ir para su trabajo de medio tiempo. Me quede un rato más con mi hermano haciendo los deberes y conversando un poco. A la hora de siempre dejo la casa y se fue a continuar su sufrimiento al otro lugar.

Me quedé solito en la casa. No tenía ganas de hacer nada. Por que me sentía así? Sentía como si mi vida fuese a cambiar más de lo que ya estaba y no iba a ser nada bueno, al contrario, presentía que sería para peor. Traté de pensar en otras cosas para no darme mala suerte con mi predicción y comencé a leer cualquier cosa. Cuando llego mamá la noté triste y preocupada, le habría pasado algo de camino a casa? O le habría pasado algo malo en el trabajo… un mal día tal vez?

-“Mami? Te paso algo malo?” – quiza la pregunta fue demasiado directa por que pude ver la tristeza en su mirada y las lágrimas que trataban de no salir de sus ojos. Me sentí más triste que nunca y sin esperanzas, me vino a la cabeza mi mal presentimiento y supe enseguida que eso era.

-“No es nada malo hijo. Al menos es algo que tiene remedio”

-“Si no fuera nada malo entonces no estarías tan triste como lo estas ahora. Mamá puedo sentir tu tristeza. Dime que paso?” – yo no podía obligarla a que me contara pero si podía darle la suficiente confianza como para que ella se sintiera comprendida y también confiara en mi… fue algo que por lo menos me funcionó.

-“Kouichi… hubo un recorte de personal en el trabajo y decidieron disponer de mi puesto” – eso me cayo como un balde de agua fría. Ese trabajo era la estabilidad de mi casa, sin ese ingreso no podríamos sostenernos. – “Todo el camino estuve pensando que podría hacer ahora. Lógicamente tengo que buscarme otro trabajo pero mientras que consigo uno tengo que racionar mis ahorros”

-“Lo que tengas que racionar raciónalo. Yo no te pondré ningún inconveniente. Tu solo dime que tengo que hacer y yo te ayudaré”

-“Bueno… tu no tienes que hacer nada por que mantenerte es mi responsabilidad. Lo que si había estado planeando antes de venir acá y ya lo había hablado con la abuela es la posibilidad de mudarnos con ella. Vender esta casa y vivir con ella. Eso nos dará algo de plata para mantenernos por un tiempo y de paso acompañamos a la abuela para que no este tan sola”

-“Me parece un buen plan. Cuenta conmigo!” – no podía hacer nada más que apoyar a mamá en las decisiones que había tomado pero también yo tenía planes por mi cuenta. SI bien mamá buscaría un trabajo no había razón por la cual yo no lo hiciera también, después de todo yo también debía cuidarla. Nos fuimos a dormir pero yo me quede despierto pensando en donde podría trabajar.

Coincidió con mi búsqueda de trabajo el hecho que mi hermano no me pudiera acompañar ya que tenía que ir a ver la casa con papá. Para mi suerte también el no sospecho nada de por que no le insistí para que viniera conmigo o para acompañarlo, yo la verdad hubiera sospechado pero en fin. Me pasee por todas partes encontrando un trabajo que me ocupara solo medio tiempo pero era algo más difícil de lo que había pensado teniendo en cuenta que nadie quiere contratar a un menor de edad. Me demoré lo que quedaba de la semana para encontrar un trabajo pero por lo menos encontré uno pero tenía un problema… debía llegar temprano para poder retirarme temprano y eso implicaba salir del colegio lo más rápido posible. Si me ponía a pensar bien eso no era el problema más grande ya que por último podía correr, el problema en sí era deshacerme de mi hermano para que ya no viniera conmigo. Mi hermano era un gran problema… él no sabía nada del despido de mamá, solo sabía que nos mudaríamos con la abuela con la falsa excusa de acompañarla por que necesitaba ayuda. Mamá no quería decirle nada por que después él le diría a papá y mamá no quería depender de él y yo la apoyaba al cien por ciento.

Por lo que quedaba de la semana en la que no había encontrado el trabajo seguí frecuentando a mi hermano pero a la semana siguiente no sabía como hacer para que se fuera a su casa. Al principio las excusas eran sencillas pero no podía darle siempre las mismas excusas por que sospecharía. Primero empecé con…

-“Lo siento Kouji pero mejor ve a tu casa. Hoy tengo que acompañar a mamá a hacer un papeleo”

-“Un papeleo? Y no podría ir con ustedes?”

-“No, no lo creo. Verás mamá cree que le tomará todo el día y tu tienes que llegar temprano a tu casa y nosotros no queremos retrazarte” – me dio pena mentirle por que sus ojos se perdían.

-“Bueno… entonces mañana será! Quiero ver a mamá… esta bien ella? Me pareció verla algo triste la semana pasada”

-“Si, esta bien. Debe ser por que no quiere vender la casa. Pero tu sabes que eso es mejor por que no puede mantener dos casas a la vez”

-“Y cuando se mudarán donde la abuela?”

-“El fin de semana…”

-“Puedo ir?” – no había razón por la que no viniera, después de todo el sábado yo solo trabajaba un par de horas en la mañana y la mudanza sería al mediodía.

-“Claro! Necesitaremos manos extras”

Pero eso solo fue un día. Mis excusas tenían que variar. Para los días siguientes ya no fue el papeleo. Un día le dije que mamá me había pedido hacer una diligencia, iría a comprar con la abuela, el cumpleaños del tío que vivía lejos, me habían invitado a un lugar alguien que él no conocía…. Esa fue algo difícil de creer ya que conocíamos a las mismas personas pero ahora que vivía por donde la abuela conocía a otras personas. Me sentí mal por mentir de esa manera… aunque en realidad no era una mentira… era más bien una omisión de la verdad. Lo que más me hubiera gustado en ese momento era volver al estilo de vida de antes… deseaba que mi vida no hubiera cambiado de este modo.

En el colegio traté de mantener mis notas aunque bajaron dos puntos de lo que yo solía mantener. Note que mis relaciones después del colegio se enfriaban un poco. Tuve que realizar algunos cambios obviamente hablando primero con mi hermano. El problema fue cuando había que hacer trabajos en grupo, los trabajos se realizaban fuera del colegio así que reunirme con alguien era necesario. Por lo general no tenía que pensar mucho en eso ya que mi alternativa era mi hermano pero ahora vivíamos de polo a polo, es decir cada uno a un extremo de la ciudad y reunirnos un par de horas para hacer el trabajo implicaba que uno de los dos tendría que hacer una travesía para llegar a la casa del otro. En estas ocasiones y sobretodo añadiéndole el hecho que trabajaba ahora el dolor de cabeza empezaba a aumentar…

-“Hacemos grupo Kouichi?”

-“No. Haré grupo con Izumi”

-“Pero… Nosotros…”

-“Si, lo sé pero ahora las cosas son diferentes Kouji. Tu vives algo lejos y la casa de Izumi me queda más cerca. Haz grupo con Takuya, te conviene más” - los chicos nos miraban como si hubiese pasado algo malo. Comprendía su sorpresa, era raro que no quisiera formar grupo con mi hermano, era tan raro que hasta la profesora se sorprendió. Por otra parte comencé a sentirme cada vez más lejos de él. Comencé a notar que ahora habían cosas que ignorábamos del otro. Sentí que de un momento a otro actuábamos casi como desconocidos. Me preocupaba mi hermano pero no podía hacer nada por él, ahora yo tenía que preocuparme por mamá y la abuela mientras que él carecía de preocupaciones.

Todos los días al acabar las clases salía corriendo para llegar al trabajo. No me pagaban un montón pero por lo menos era algo y era lo mejor que pude conseguir. Mi trabajo consistía en ayudar en una tienda de abarrotes. El propietario era un señor de la edad de la abuela que ya no podía hacer el trabajo como antes. Yo tenía que arreglar los productos y limpiar la tienda. Una vez a la semana tenía que hacer un inventario de lo que el señor había vendido durante la semana y llamar a los proveedores cuando faltaba algo de la tienda. El señor era una buena persona y se portaba muy bien conmigo, lo que si no me gustaba mucho era cuando su hijo venía a la tienda. El chico en cuestión era una hombre joven pero era bastante déspota y engreído. Le gustaba darme órdenes y era más exigente de lo usual, detestaba cuando el venía pero lo bueno era que sus visitas eran cortas.

Las cosas en casa no estaban como antes. Si bien mi mamá había trazado un plan para mantener nuestra economía de todas formas nos hacía falta un ingreso. Mamá buscaba todos los días trabajo, era difícil por que ninguno cumplía sus expectativas y tampoco ofrecían una adecuada remuneración para subsistir. Pero al final mi mamá encontró un trabajo decente, algo duro a mi parecer pero la paga era buena y nos alcanzaba. La fabrica de alimentos era buena en el sentido que siempre tendría ese trabajo ya que la fabrica tenía que suplir con alimentos a la armada pero mamá regresaba sumamente cansada del trabajo y con dolores de espalda. La abuela y yo entonces corríamos con las responsabilidades de la casa y eso sumado a mi pequeño trabajo y la escuela me mantenían completamente ocupado y sin una vida social… ni siquiera con mi hermano.

En una de estas oportunidades que saque un tiempo de la nada para reunirme con Izumi para realizar el trabajo de ciencias ella me hizo una pregunta que me dejo pensando un buen rato, incluso me hizo cuestionar seriamente la necesidad de decirle la verdad a mi hermano.

-“Kouichi… tengo una duda” – la mire esperando su respuesta. Se veía que era algo serio o al menos algo que había acaparado su atención – “Te has peleado con Kouji?”

-“No. A que se debe tu pregunta?” – su pregunta me parecía bien extraña por que a pesar que estaba cargado de cosas había tratado de no parecerlo en el colegio y sobretodo comportarme normalmente con mi hermano aunque habían ocasiones en las que me cogía en mal momento.

-“Bueno… los chicos y yo notamos que ya no paras tanto con él. Es más yo veo a Kouji bastante apartado de ti, ya no es el mismo y a decir verdad tu también has cambiado mucho”

-“Yo? Yo no creo haber cambiado. Por que me dices eso?”

-“Bueno… ya no le prestas mucha atención a tu hermano. Te diste cuenta lo que hizo ayer en el refrigerio?” – me puse a pensar… a decir verdad no había visto nada raro – “No viste nada por que apenas terminaste de comer te quedaste dormido. Pero si quieres que te diga lo que paso te lo puedo decir. Quieres saber?”

-“Bueno tienes razón, ayer me quede dormido por que me acosté tarde y me moría de sueño. Que paso?” – su conversación había captado toda mi atención.

-“Kouji no hizo nada. No comió, no hablo, solo se quedo mirándote como dormías. Yo sé que Kouji no es feliz pero no sé por que. Y también sé que tu escondes algo pero tampoco sé que es. Me quieres explicar que pasa con ustedes dos?” – No sabía que responderle. Con esto también corrobore que Takuya no le había dicho nada a nadie y de repente este era el momento para que lo supieran.

-“Bueno… si hay algo que no les hemos dicho… en realidad el único que nos pregunto antes fue Takuya así que él si sabe. Le dijimos que no le dijera a nadie así que parece que cumplió. Nuestros papas se divorciaron hace más de dos meses. Yo estoy viviendo con mi mamá y Kouji con mi papá y su mujer. Hemos tratado de estar juntos lo más posible pero a veces no se puede. Creo que en medio de todo el divorcio si nos afectó”

-“No tenía ni idea… cuanto lo siento Kouichi. No fue mi intención hacerte sentir mal pero cuando vea a takuya lo voy a matar por no decirme nada!”

-“No es nada, es algo con lo que tengo que llevar pero en medio de todo es culpa mía por descuidar a mi hermano. Lo he estado ignorando un poco últimamente, sin querer obviamente pero…” – tenía toda su atención

-“Que es lo que pasa? Puedes confiar en mi sabes? Dímelo, yo no se lo diré a nadie, te lo prometo!” – la carga era grande y no se lo había dicho a nadie, ni siquiera a mamá. Sentía que tenía que hacer algo o decir algo sino explotaría.

-“Hace un mes mas o menos que mi mamá se quedo sin trabajo… para ayudarla yo también estoy trabajando pero no se lo digas a nadie por favor! Ni siquiera mi mamá sabe que estoy trabajando. Kouji tampoco sabe que la despidieron, mi mamá no quiere recibir ayuda de mi papá y si Kouji lo sabe se lo dirá a él. Mira que prometiste quedarte callada!”

-“si te lo prometí y voy a cumplir con mi promesa pero no crees que tu hermano merece saberlo?”

-“Si, lo sé pero esa decisión es de mi mamá y yo la apoyo”

-“Comprendo… por eso estas cansado todo el día y vienes a mi casa tarde para hacer el trabajo… verdad?” – ella se veía que había estado pensando mucho la situación. Confiaba plenamente en ella y sabía que no me decepcionaría.

TBC

 

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