Capítulo 4: Without Masks
El fin de semana fue la mudanza. SI bien estaba feliz por que por fin tendría un lugar para mi solo donde me podría encerrar el día completo de ser necesario para no verle la cara a Yoshie también tendría que seguir aguantándola. Mi única salida y desfogue era estar con mi hermano, al menos con su comprensión y compañía siempre podría contar. Me hubiera gustado contar con la compañía de mi hermano el día de la mudanza, me hubiera gustado que me ayudara a arreglar mis cosas pero comprendía que tarde o temprano tendíamos que hacer nuestras cosas solos.
Yoshie decoró toda la casa a su estilo como si fuese totalmente de ella, a papá le daba igual y por eso le dio carta abierta a todo lo que ella dispusiera. Quiso entrar a decorar mi cuarto al igual que los demás pero no la deje, mi cuarto era mi cuarto, era mi espacio privado y ella no tenía derecho a entrar en el, no sin mi llave.
Al final del día me eché en mi cama para ver como había quedado. Me había costado trabajo hacer que todo estuviera en orden y organizado pero lo había logrado. Conseguí que papá comprara dos camas, una para mi y otra para cuando mi hermano viniera de visita. Era difícil permanecer callado en ciertos momentos, sin querer note que hablaba solo como si mi hermano estuviese ahí también. Me sentí raro y hasta cierto punto vacío. Solo tendría que soportar esto un día más por que el lunes nos veríamos en clases.
Aún no sé como pude soportar el domingo estando todo el santo día metido en la casa con papá y esa mujer. Pero por fin mi lunes llego y como no había un control que me hiciera regresar a casa pasaría la mayor parte con mi hermano y con mamá… o al menos hasta que ella saliera a trabajar. Creo que las cosas recién estaban encajando en un lugar y empezaba a tener estabilidad en mi vida otra vez hasta que algo la volvió a descompaginar. Hubiera pensando que solo papá, mamá y esa mujer eran los únicos que podían alterar mi vida con un cambio tan brusco pero jamás se me ocurrió que mi hermano me pudiera hacer lo mismo. Durante todo el día en el colegio las cosas estuvieron bien entre nosotros dos pero a la hora de la salida lo sentí bastante cortante conmigo… de repente había tenido un mal día.
-“Por que me sigues?” – ese comentario me dolió, como si no fuera obvio que iba con él a ver a mamá
-“Bueno… por lo general siempre me voy contigo a ver a mamá… te acuerdas?”
-“SI, tienes razón pero hoy no”
-“Por que no?”
-“Por que no voy a la casa” – se veía tenso
-“Bueno entonces a donde vas? Puedo acompañarte?”
-“No! Lo que pasa es que tengo que ir a comprar algo que me pidió la abuela y eso me tomará mucho tiempo y yo sé que no puedes quedarte hasta muy tarde en la calle” – por que no quería que fuera con él? A donde iría?
-“Ah bueno… entonces ya será mañana. Dale mis saludos a mamá” – me di la vuelta para irme esperando a que mi hermano me pidiera disculpas para ir con él pero no fue así. Cuando voltee para reclamarle él ya no estaba.
Empecé a retribuirle todos esos desplantes a que de repente había tenido un mal día pero… todos los días no tienes un mal día. Quizás estaba enojado conmigo por algo que había hecho o dejado de hacer… de repente era yo el que me había portado mal con él pero que de malo pude haberle hecho? Me daba excusas tontas como encargos o visitas a parientes que no conocía, incluso gente que no conocía. Sabía que se mudarían con la abuela este fin de semana de repente podría ayudarlo y hablar un poco con él, saber que pasaba por su mente…
-“Lo siento Kouji pero mejor ve a tu casa. Hoy tengo que acompañar a mamá a hacer un papeleo”
-“Un papeleo? Y no podría ir con ustedes?”
-“No, no lo creo. Verás mamá cree que le tomará todo el día y tu tienes que llegar temprano a tu casa y nosotros no queremos retrazarte” – no comprendía por que me rechazaba
-“Bueno… entonces mañana será! Quiero ver a mamá… esta bien ella? Me pareció verla algo triste la semana pasada”
-“Si, esta bien. Debe ser por que no quiere vender la casa. Pero tu sabes que eso es mejor por que no puede mantener dos casas a la vez”
-“Y cuando se mudarán donde la abuela?”
-“El fin de semana…”
-“Puedo ir?” – crucé mis dedos para que me dijera que si, quería estar con ella de todas formas y si mi hermano ahora me detestaba quizás ella supiera el motivo.
-“Claro! Necesitaremos manos extras”
Me fui corriendo a mi casa de la felicidad. Por fin tendría un rato con mi hermano y ahí podría ver que estaba pasando entre nosotros, por que nuestra relación de hermanos se había deteriorado. Llegué a casa y paso lo que siempre pasaba cuando llegaba a casa. Mi felicidad era absorbida por la casa por que apenas ponía un pie adentro me sentía triste y cansado. Me fui a mi cuarto a descansar un poco y a recobrar fuerzas para hacer mis tareas. Cuando yo llegaba la casa estaba vacía y la comida estaba lista para que yo la calentara. No me gustaba esa comida, sentía que me enfermaba pero como no había otra cosa más para comer tenía que comérmela. Esa comida era la que me mantenía en pie por que cuando ella llegaba con papá a la casa no tenía ganas de comer con ellos y cuando papá me obligaba a compartir la mesa siempre terminábamos peleándonos y yo sin cenar mas que un mordisco de lo que se hubiera servido. El desayuno era también algo que me mantenía en pie pero no era suficiente para mi que estaba en pleno desarrollo. Tampoco llevaba ningún tipo de refrigerio al colegio por que no le preocupaba a nadie y por ende nadie se preocupaba por comprarme ni un miserable paquete de galletas.
No se me ocurría pensar que más podría pasar para que mi vida se volviera más miserable. Mi papá prefería hacerle caso a la bruja de Yoshie, yo a ella no le importaba ni un rábano ya que su hobbie era poner a papá en mi contra, a mi mamá la veía muy poco por que trabajaba mucho y a mi hermano… no sabía que le pasaba a él, ya no sentía las cosas como antes.
La mudanza de mi hermano a la casa de mi abuela era la luz al final de mi túnel, era mi motivo para seguir viviendo durante toda la semana. Cuando por fin llego ese día creo que las cosas no se dieron como yo las había esperado. Si bien estuve ahí ayudando todo el día tampoco tuve un tiempo suficiente y adecuado como para hablar con Kouichi. Ese día solo me conforme con estar con él. Papá al final de la tarde, en la noche vino a recogerme para llevarme a esa prisión a la que él llamaba casa.
Cuando llegamos a casa estaba demasiado cansado como para hacer algo, me moría de sueño… solo quería dormir y así fue. Creo que el trabajo me dejo extenuado. De todos los días el domingo era el día en el cual solo soportaba a Yoshie lo estrictamente necesario por que papá estaba en casa y la mantenía ocupada lejos de mí.
En el colegio las cosas creo que no cambiaron mucho a como ya las veía venir. Cedió para realizar un trabajo grupal y yo lógicamente rechacé a todo el mundo para hacer grupo con mi hermano pero una vez más me quede sorprendido con lo que paso. En verdad ese golpe no lo vi venir…
-“Hacemos grupo Kouichi?”
-“No. Haré grupo con Izumi” – me quede helado… habría escuchado bien?
-“Pero… Nosotros…”
-“Si, lo sé pero ahora las cosas son diferentes Kouji. Tu vives algo lejos y la casa de Izumi me queda más cerca. Haz grupo con Takuya, te conviene más” – me sentí más rechazado que nunca. Sentí la mirada de la gente posarse en mi nuca y algunas miradas de burla y otra de compasión. Yo no quería la lástima de nadie. Todo esto era tan raro que hasta la profesora se sorprendió. Por otra parte comencé a sentirme cada vez más lejos de él. Comencé a notar que ahora habían cosas que ignorábamos del otro. Sentí que de un momento a otro actuábamos casi como desconocidos. Me preocupaba mi hermano y lo que podía estar pasándole para que se comportara así conmigo.
No tuve más remedio que sentarme solo en mi carpeta hasta que alguien toco mi hombro…
-“Oye… hacemos grupo?” – Takuya se ofreció a hacer conmigo el trabajo, tuve que aceptar sino perdería mi nota. Takuya era mi amigo pero no era mi hermano, nunca había trabajado con él así que no sabía que tal me iría.
-“Si… esta bien” – no podía evitar sentirme mal. Me reuní un rato con él en ese momento para planear como haríamos y en donde nos reuniríamos para hacer el trabajo.
-“Bueno… que te parece si vienes a mi casa hoy para hacer el trabajo? Podríamos planear con más tiempo como haremos el trabajo… te parece?” – a las justas le preste atención pero instintivamente le dije que sí y así fue. Esa tarde almorcé en casa de Takuya y decidimos hacer una maqueta del sistema solar. Me hubiera gustado quedarme más tiempo en su casa para avanzar el trabajo pero tenía que regresar a mi casa. Muy a mi pesar tuve a salir de ese lugar donde se respiraba cierta paz en el ambiente para ir a la mía donde sentía que no podía respirar tranquilo.
Me alegraba hacer el trabajo con Takuya por que en medio de todo ir a su casa me sacaba de mi aburrida rutina pero por otra parte me creaba el contraste de lo que había sido mi familia y en lo que tenía ahora comparado con él. Sentía mi vida diminuta y sin sentido pero tenía la esperanza de algún día volver a recobrar lo que tenía o por lo menos tener algo que se le pareciera aunque sea un poco.
Al día siguiente volví a ir al colegio para volver a ser ignorado por mi hermano. Siendo sincero creo que había algo malo en él. Se veía cansado y ya no era el mismo; se comportaba diferente y si no estaba distraído entonces estaba durmiendo. Varias veces le tire borradores durante la clase para que no se quedara dormido pero aún así no lograba mantenerlo mucho tiempo despierto. Intenté hablar con él para preguntarle por que se había trasnochado por que era lógico saber que no había dormido lo suficiente pero me cambio el tema. No quise insistirle a que me dijera lo que pasaba por la promesa que habíamos hecho así que me quede callado.
Sentía que si le hablaba sin querer podía romper mi promesa así que para la hora del almuerzo me sente lejos de él, separado solo por Izumi y Takuya que de un momento a otro también se habían vuelto nuestra única conexión. Miré de lejos a mi hermano como comía rápidamente para seguir durmiendo; si hubiera tenido comida no le habría dado bocado alguno, toda esta situación me quitaba el apetito. No podía dejar de mirarlo y preguntarme que le pasaba y si algún día me volvería a contar las cosas como lo hacía antes.
Casi todos los días estaba en casa de Takuya avanzando el trabajo. Si bien no era mi hermano sentía que me trataba como a uno. No sabía si lo hacía por que era mi amigo o si lo hacía por que sabía que necesitaba a mi hermano y esa era la mejor manera para él de mantenerme algo contento.
-“Oye Kouji… mañana nos podríamos reunir en tu casa para hacer el trabajo?”
-“Que?”
-“Es que mañana mis papas se irán a una reunión con los jefes de mi papá y no estaran en casa para vigilarnos. Por eso mi mamá me pidió para preguntarte si podíamos hacer el trabajo mañana en tu casa”
-“Comprendo pero… mi casa… no es como la tuya. No nos podemos quedar solos en tu casa?” – no quería que Takuya fuera a mi casa… Yashie estaría fastidiando todo el rato.
-“Imposible, mi mamá se muere con solo pensar eso además… que de malo tiene tu casa. Aún no la conozco…. Vamos! Anímate! Será divertido!” – divertido para él.
-“Esta bien. Pero solo te digo que mi familia no es como la tuya, no es una familia decente” – Takuya se quedo extrañado con mis palabras pero no atino a decir nada más. Mi sentencia estaba dada, Takuya conocería mañana mi casa. Con esta idea llegue a mi casa, entre a mi cuarto y lo limpie lo mejor que pude parar recibir a la visita mañana. Pero lo más importante era avisar de que vendría mi amigo a mi papá.
-“Papá. Mañana vendrá Takuya para hacer el trabajo. Ya no nos falta mucho. Esta bien?”
-“Claro! Que venga tu amigo. Compraremos algo para que coman ustedes” – por lo menos se iba a preocupar de la comida. Lástima que eso solo fuera por que vendría visita. Por otra parte la cara de Yoshie estaba un poco desfasada. Al parecer no iba a soportar a Takuya es más por lo que se veía en ella odiaba a los niños.
-“Espero nomás que tu amiguito no sea un vándalo. No quiero que ensucie ni destroce nada de la casa. Mira que todos los adornos son nuevo y algunos son de colección!”
-“Mi amigo no es un vándalo! Solo viene acá por que tenemos que hacer un trabajo además los otros días he estado en su casa avanzando el trabajo. Su familia me ha cuidado por las tardes y ahora sus papás estarán fuera de noche por eso no puedo ir a su casa… lamentablemente”
-“Silencio Kouji! No tienes por que exaltarte. Ella solo te ha hecho una advertencia, no es nada malo” – si como no. Esa advertencia fue con doble propósito pero aún así respire profundo para tranquilizarme.
El momento llego. Después del colegio me regresé a mi casa con Takuya. Para mi suerte solo estábamos los dos en la casa así que estuve algo más tranquilo. Lo primero que hicimos fue almorzar así que los dos nos fuimos a la cocina. Crucé mis dedos para encontrar algo rico para comer en la refrigeradora pero creo que mi intención fue en vano. Solo había comida congelada con sabor a cartón.
-“Eh… lo siento mucho Takuya pero solo hay comida congelada” – me daba mucha pena que mi amigo se soplara comer este alimento acartonado sobretodo si estaba acostumbrado a comer comida fresca hecha por su mamá, acabada de cocinar.
-“Oh, no te preocupes. Me gusta la comida congelada. Cuando mamá no tiene tiempo la comemos, siempre es bueno variar un poco! Mi mamá dice que no es bueno comerlo todos los días pero de vez en cuando no hace daño” – me sentí mal por las palabras de la mamá de Takuya. Yo tenía que alimentarme de esta basura a diario.
-“De repente tu mamá debería conversar con mi papá y decirle eso. Yo tengo que comer esta comida todos los días” – creo que mi comentario no le hizo mucha gracia a Takuya por que se quedo callado hasta que le serví la comida calentada.
-“Oye y que haces cuando llegas a tu casa? Debe ser divertido tener la casa para ti solo!”
-“Prefiero estar con alguien. No me gusta quedarme solo por eso casi siempre iba donde Kouichi pero ahora vivimos lejos…”
-“Oye por cierto… ustedes dos están peleados? Izumi piensa que están peleados por algo por que ya casi ni se hablan en el colegio” – no se por que pero había presentido esa pregunta segundos antes de ser formulada. Peleados… sería bueno si supiera por que…
-“La verdad no se que es. No me acuerdo haber hecho nada malo pero si no me habla debe ser por algo…”
-“Y no le has preguntado? Yo no podría vivir sin saber que le pasa…” – Las palabras de takuya retumbaban en mi cabeza. Yo también quería saber que habría podido pasar y me moría por sentarme al costado de mi hermano y obligarlo a que me dijera algo… cualquier cosa pero… la promesa seguía en pie.
-“Debe ser que ya no tenemos muchos temas de conversación. Se debe haber aburrido de mi”
-“Eso suena imposible. Kouichi jamás se aburriría de ti”
-“Pues no lo parece. En fin… vamos a hacer el trabajo?” – le cambie el tema. No quería responder más a sus preguntas, me hacía daño contestarlas; solo quería acabar el trabajo antes que Yoshie llegara y así estar más tranquilo.
Takuya no me volvió a preguntar nada referente al tema de mi hermano y yo se lo agradecía mucho. No logramos acabar antes de tiempo. La primera que llego a casa fue Yoshie y como lo había previsto venía dispuesta a hacerme sufrir…
-“Kouji… ven aquí!” – preferí no hacerle caso pero sus gritos perforaban mis oídos.
-“No deberías ir? Te esta llamando” – al parecer esos gritos también desesperaban a Takuya por que me miraba con ganas de empujarme por las escaleras para que la callara. Termine cediendo como siempre para que dejara de una vez de fastidiarme.
-“Kouji! Al fin vienes! Por que no viniste la primera vez que te llame?”
-“Por que estoy con mi amigo en mi cuarto haciendo un trabajo para el colegio?”
-“No me contestes así niño malcriado! Mira que le diré a tu papá cuando venga”
-“Puedes hablar más bajo que mi amigo esta arriba? Por lo menos ten un poco de decencia y compórtate como la mujer mayor que se supone que eres!”
-“Eso no te lo voy a tolerar enano!” – saco sus garras y las clavo en mi hombro mientras que con su otra mano se empecinaba a jalar mi oreja y mi cabello, me hizo doler – “Eres un irrespetuoso! Ya verás cuando tenga el control total de tu casa… te obligaré a comportarte!” – me hubiera gustado que papá llegara en ese momento para que la viera el mismo, con sus propios ojos lo dulce y angelical que ella decía ser.
-“Auch! Me duele! Déjame!” – cada segundo que pasaba me apretaba más fuerte como queriendo hacer que llorara pero no le iba a dar ese gusto. Me dolía un montón pero pude aguantar lo suficiente hasta que Takuya hizo un ruido en mi cuarto y me soltó.
-“Espero que eso te sirva de lección para que te comportes mejor conmigo. Yo no te voy a soportar tus niñerías” – con eso agarró su cartera y subió a su cuarto y se encerró ahí. Yo me fui un rato al espejo del baño para ver mi oreja que estaba roja y con marcas, los jalones que me había dado me habían despeinado un poco y al igual que mi oreja, mi hombro también tenía marcas de uñas.
-“Kouji? Estas en el baño?” – Takuya me llamaba. Me lave la cara y salí para verlo. – “Que quería tu madrastra?” – sus ojos pasaron de mis ojos a mi oreja… solo se movieron un milímetro pero los sentí.
-“No es mi madrastra. Por suerte aún no se ha casado con mi papá” – Takuya se quedo callado – “Necesitas algo más?”
-“No, es solo que mi mamá me llamó a mi celular. Me dijo que dentro de una hora vendrían por mi para llevarme a casa”
-“Comprendo. Entonces vamos a avanzar lo más posible hasta que ellos lleguen… te parece?” – Takuya aceptó pero lo que me preocupaba era que ya no me hablaba mucho, no sabía que pensaba y eso me asustaba. Mi papá llego diez minutos antes que los papas de Takuya así que casi no cruzaron palabras más que un ‘hola’ y ‘hasta pronto’. A papá no le dije nada del arrebato de su mujercita por que simplemente no valía la pena pelear con él en ese momento. Además el se veía muy feliz en ese momento y yo no quería arruinar ese minuto de paz. Yoshie me miraba como esperando a que yo dijera algo y me divertía ver esa expresión en su cara, ella debía pensar que la acusaría con papá, torturarla de esa manera me resulto divertido en su momento pero después las cosas cambiaron…
Todo sucedió mientras dormía. No sabía muy bien que hora era pero debía ser de madrugada por que todo estaba oscuro y uno que otro pájaro se atrevía a cantar. Solo me logré despertar a tiempo suficiente como para verle la cara y no era una cara muy amistosa…
-“Atrévete a decirle algo de hoy a tu papá para que veas en el problema que te has metido. Voy a hacer de tu vida una completa pesadilla a penas note que le has dicho algo a tu papá. Te vas a arrepentir de haber nacido!” – Yoshie tenía aspecto de monstruo en ese momento. Yo no creía en los monstruos pero desde ese momento me volví creyente. Sus ojos se veían bastante amenazadores y sus uñas recién afiladas se metían en mi brazo. Del susto no le conteste, ni tiempo me dio de decirle algo por que con las mismas se fue a su cuarto para evitar que papá se diera cuenta.
Demoré en conciliar el sueño, no podía dejar de pensar de si sería capaz de cumplir con lo que me había dicho. Recordando sus ojos si la creía capaz, de eso y más. No temía por mi vida, temía por sus acciones y lo que fuera a hacer para empeorar mi vida. Había alguna manera de hacer mi vida más miserable?
TBC