Capítulo7: Tell the truth
Era difícil seguir con mi vida teniendo en cuenta que extrañaba demasiado a mi hermano. No lo podía ver, no podía saber nada de él y lo peor de todo no podía hacer nada por él. No podía hacer nada sin quebrantar la promesa… de repente era cosa mía y él estaba bien pero… como podía estar bien si estaba castigado? Me preocupaba que ya no lo podía sentir… era como si nuestra conexión se hubiera roto o entre los dos había mucha interferencia. Yo sabía por que era la interferencia… era por que casi no hablábamos, era por que yo había dejado de contarle cosas y él también a mí. El divorcio nos había cambiado sin querer… nosotros habíamos dejado de frecuentarnos por diferentes motivos cada cual más serio que él otro aunque yo no sabía bien sus motivos. Pero que digo? Los motivos los puse yo! El quería estar conmigo y contarme sus cosas… de repente había tratado de prevenirme de esto y yo no lo quise escuchar…. Caramba… soy un pésimo hermano mayor!
Ya no valía la pena arrepentirme de eso, lo único que me quedaba por hacer era tratar de remediar la situación y para esto necesitaba ver a mi hermano de alguna manera. Si bien no lo había podido ver esta semana entonces tenía que intentar en esta, solo me quedaba cruzar los dedos y esperar a que esta vez no lo castigasen sino tendría problemas otra vez. Otra solución era tratar de contactarme con papá, él tendría que sacar a Kouji de ahí ya que mamá no podía pero una vez más la estúpida promesa que le hice a Kouji de no meterme en su vida me vino a la cabeza… no podía ayudarlo si él mismo no me daba permiso de hacerlo y para eso tenía que hablar con él… pero como?
EL único día que dejaban entrar a las visitas era el sábado así que esta situación no podría arreglarse antes de este día. Lo que tenía que hacer era preocuparme por mamá, la abuela, el colegio y mi pequeño trabajo… o al menos hasta el sábado que tendría que preocuparme por Kouji también.
Mi casa también estaba por pasar una situación difícil. Mi abuela y yo le exigimos a mi mamá que dejara ese trabajo que no era bueno para ella y que tampoco la hacían feliz por que la exigencia era mucha y la paga poca. Ahora ella estaba buscando un nuevo trabajo pero mientras tanto nosotros teníamos la obligación de ahorrar y ganar algunos centavos por nuestra cuenta.
La abuela y mi mamá empezaron con la preparación de postres surtiendo a varias tiendas de comida pero a pesar de eso yo continué con mi trabajo en la tienda. El lunes, martes y miércoles no tuve problema alguno más que uno que otro cliente que me pidieron buscar algunas cosas en el almacén de la tienda pero como dije eso no fue gran cosa. Mi vida en esa tienda era feliz siempre y cuando el hijo engreído del señor no viniera a malograr mi día.
Ese era un nuevo problema para mí. El señor me había avisado que su hijo estaría en el negocio el jueves y el viernes por que él tenía que ir a un chequeo médico esos dos días. Entendía su posición y en su lugar también habría puesto a algún familiar a cargo pero su hijo? No era la mejor opción pero creo que si era su única… Yo tampoco me podía oponer a eso, tampoco tenía derecho a decidir ya que solo era un simple trabajador de medio tiempo… quien me iría a escuchar? Aproveche al máximo los días con el señor temiendo lo peor para el jueves y viernes por que conociendo ya el carácter de su hijo prefería caer enfermo para no asistir pero… necesitaba la plata.
A mamá tampoco le conté mucho de esto… para que preocuparla? Ya tenía ella bastantes cosas en su cabeza para añadir una más. Además era algo en lo que yo me había metido y si no lo lograba solucionar entonces tampoco me podía quejar… como dice la abuela ‘esos son gajes del oficio’.
El jueves como siempre asistí al colegio y me encontré con los chicos que insistían preguntándome donde estaba Kouji. Caí en la cuenta que no les había contado de esto nada a ellos pero sería correcto contarles? Que diría Kouji acerca de esto cuando se enterara… se enojaría conmigo de nuevo? Una vez más no sabía que hacer…
-“Kouichi…”
-“Si? Que deseas Takuya?” – Se veía algo preocupado pero no intuía por que.
-“Donde esta Kouji? Yo sé que tu sabes donde esta él pero lo que no sé es por que no nos lo dices. Pasa algo malo?”
-“Mira… ni yo mismo sé lo que pasa así que si te digo al puede que no sea verdad”
-“Y que sospechas?” – me quede pensando una vez más si contarle o no pero era difícil huir de su mirada… en verdad era preocupación lo que veía en su cara?
-“Yo no sospecho nada…”
-“Mentira! Si sabes algo. Si tu me dices lo que sabes yo te puedo decir algo… para aclarar tus dudas aunque lo mío también son conjeturas” – había despertado mi curiosidad, aparentemente él sabía algo importante… algo que yo podría haber pasado por alto quizá?
-“Lo que sé es por que la dirección del colegio me comentó algo… pero es verdad, lo comprobé el fin de semana” – Takuya estaba ansioso por escuchar lo que sabía – “Al parecer mi papá sacó a Kouji del colegio y lo puso en un internado… al internado Fujita”
-“Fue la mujer de tu papá verdad?”
-“Como sabes de ella?”
-“Antes que Kouji se fuera fui a su casa y tuve la desgracia de conocerla” – ese comentario me pareció pintoresco. Takuya por lo general no se expresaba de esa manera de sus mayores… esa mujer tenía que ser verdaderamente mala para que Takuya se exprese de ella de esta forma – “Un día fui a su casa a hacer el trabaja en grupo por que mis papas salieron y no nos querían dejar solos en casa. Ella llamó a Kouji no sé para que pero Kouji se demoró en bajar. Mi mamá me llamó para decirme que vendrían por mi en una hora así que fui a avisarle a Kouji pero él estaba con ella…”
-“Que paso? Que viste?”
-“Cuando me asomé por la escalera los vi a los dos. Ella hablaba alto pero él se esforzaba para no hacer bulla. Ella lo tenía agarrado de la oreja y del hombro. Volví al cuarto para que no me vieran y cuando sentí que Kouji subía fui a verlo para saber como estaba. Cuando lo encontré estaba en el baño y aclaré mis sospechas… su oreja estaba roja y tenía marcas de uñas… también se cogía el hombro… le debía doler también por que se lo agarraba y sobaba de vez en cuando. No le dije nada por que no sabía como reaccionaría pero supuse que ya lo sabrías”
-“La verdad que no lo sabía…” – como era posible que no supiera eso…. Yo siendo su hermano fui incapaz de ver eso! Sería por eso entonces que Kouji quería hablar conmigo… y yo lo ignoré… tenía ganas de pegarme hasta dejarme medio muerto por ahí.
-“No le hiciste caso o no te lo quiso contar? A propósito… estas peleado con él? Por que desde antes ya no le prestabas atención… se veía muy triste”
-“No me he peleado con él! Nunca me he peleado con él!”
-“Entonces? Que pasa entre ustedes? Nunca los había visto tan separados, callados, recelosos, introvertidos, cansados, con sueño, distraídos…”
-“Esta bien, comprendo tu punto pero en verdad nunca nos hemos peleado… solo nos hemos distanciado un poco”
-“Ah bueno… y cuando regresa Kouji? Yo que tu papá no hubiera dejado que mandaran a mi hijo a ese centro de reformación de niños… se ve que es horrible!”
-“Reformación? Es solo un colegio internado… nada más” - o al menos eso preferí pensar…
-“No! Es una especie de reformatorio… lo sé por que el hijo de la vecina estuvo ahí. El chico era más hiperactivo que yo y cuando regresó después de unos cuantos meses ya no era el mismo. Al contrario… ahora es más frío… ya no le gusta jugar” – con las declaraciones de Takuya me estaba empezando a dar miedo… poco a poco… yo no quería que Kouji se comportara de esa manera… regresaría así después de pasar un mes ahí? Si era así no lo podía permitir.
Todo mi camino al trabajo estaba debatiendo conmigo seriamente en decirle todo a mamá. Estaba dispuesto a romper mi promesa así Kouji se enojara conmigo… creo que eso ya no me importaba más pero aún así tenía que encontrar la manera de decirle a mamá sin alterarla o asustarla. Pero aún así en que podría ayudar mamá en esto? Según tenía entendido Por más que ella también sea su madre en el factor legal casi nada tienen que ver… los derechos sobre Kouji le habían sido concedidos a papá y solo a él pero por otra parte mamá podría ponerse en contacto con él y hacerle ver esta situación para que la diera por terminada pero… donde demonios se había metido papá? No podía ir a la casa de papá por que sería muy difícil que ella, me refería a Yoshie, me diera el teléfono de papá para acusarla.
Sin darme cuenta ya había llegado a mi trabajo y el hijo del dueño estaba parado en la puerta esperándome quien sabe para que. Lo que yo sabía era que lo que fuera que quisiese no sería nada bueno en especial para mí. No tenía tampoco muchas ganas de aguantarlo pero rayos… necesitaba controlarme… no podía reventar.
-“Estas son horas de llegar? Estas diez minutos tarde! Adentro hay una señora que esta buscando las menestras… que esperas para ir a ayudarla!” – contrólate Kouichi… no querrás matarlo antes de la paga… verdad? Pero que rayos! Si quería matarlo!
-“No necesitabas esperarme para solucionar el problema. La sección de menestras esta exactamente a tu espalda… detrás de donde te paras a diario para mandar al resto para hacer tu trabajo”
-“No te hagas el listo enano! Un comportamiento parecido a ese y te despido… y no me va a importar lo que diga mi papá!”
-“Eso es algo que a ti nunca te importa. Ahora si me disculpas… tengo que ir a hacer lo que tu no puedes hacer” – pase a su costado y me metí detrás de la baranda para dejar mis cosas y ponerme a trabajar. Trataba de mirarlo de reojo mientras hacía lo que tenía que hacer por que no estaba de más mirar cual sería su siguiente movimiento, él mío también consistía en alejarme tanto como me fuera posible por si me le ocurría tirarme una lata de sardinas para acabar con mi vida… creo que ser algo paranoico no era tan malo.
Por el resto del día no intentó nada pero aún me quedaba un día más solo con él pero habían cosas más importantes como para ponerle atención a esta. De camino a casa me puse en lo mío que era transmitirle a mamá lo que sabía aunque lo que yo no sabía era como hacerlo de manera que no ella ni la abuela murieran del espanto por que esto era digno de un patatus.
Cuando llegue a la casa no había nadie y eso me preocupo un poco por que no tenía idea de que fueran a salir de noche. Me quede esperándolas toda la noche hasta que por fin entro una llamada. Todo el tiempo había esperado una llamada que me dijera donde estaban, si estaban bien, o a que hora regresarían pero la llamada curiosamente no había llegado hasta varias horas después.
-“Kouichi?”
-“Mamá? Donde están?” – se escuchaba lejos y con bastante interferencia.
-“Hijo, estamos algo lejos ahora pero regresaremos por la mañana. No te preocupes por nosotras que estamos bien”
-“Esta bien entonces pero donde estan?”
-“Es un poco largo de contar ahora pero mañana te lo explicaremos mejor… no es nada serio, al contrario es algo bueno!”
-“Una pista?” – que podía ser tan bueno a estas alturas? Me moría de la curiosidad!
-“Espérate hasta mañana. Ya se nos está cortando la llamada… nos vemos mañana mi amor” – tenía que ser algo demasiado bueno para que mamá no venga a verme, tenía que ser tanto bueno para llegar al punto que la abuela no haya corrido hasta acá por que por lo que se a ella no le gusta estar fuera de su casa en especial si hay un niño solo en casa. En fin, solo me quedaba esperar un poco más para saber este gran misterio que mamá se traía entre manos. Por una parte era mejor que tuviera algo muy bueno en que pensar por que la noticia que yo le iba a dar no era nada buena…
Al día siguiente me levanté y ni mamá ni la abuela habían llegado aún. Era lógico que llegarían juntas y en medio de todo era mejor así por que solo tenía que esperar qe la puerta se abriera una sola vez para verlas. Pero las esperé y esperé y no llegaban… si se iban a demorar de esta manera tendría que verlas en la noche por que sino iba a llegar tarde al colegio… no podía faltar al colegio.
De camino al colegio me encontré con Izumi y lo encontré refrescante por que con ella podía hablar normalmente sin necesidad de dejar de decirle las cosas por que ella sabía más o menos cual era mi situación o al menos sabía gran parte de la historia… un poquito menos que Takuya pero sabía lo básico. La puse al día en lo que sabía y le había contado a Takuya, a ella no le gustaba quedarse al margen.
-“Ya veo… pero aún no has podido hablar con Kouji… verdad?”
-“No, aún no. No sé si es por que de verdad esta castigado o por que simplemente no lo dejan salir. Mañana iré a verlo a ver que averiguo…”
-“No sé Kouichi… A lo que me refiero es que… no me malinterpretes pero estas seguro de lo que piensas? De repente tu papá si dio la autorización para poner a Kouji ahí…” – como podía Izumi pensar de esa manera… papá jamás haría algo así. Primero propondría la idea y después amenazaría con eso y… y Kouji me lo tendría que haber dicho y yo no lo escuche… que problema…
-“Puede que tengas razón pero aún así yo creo que es como yo lo digo. Puede que no le haya prestado mucha atención a Kouji ahora último pero si hay algo que si sabía es que a él no le caía muy bien la mujer con la que vive papá. Además Takuya también sintió algo parecido, él fue a su casa para hacer un trabajo y vio algo. Izumi yo estoy seguro de lo que creo!”
-“Si tu estas seguro entonces estoy contigo… somos amigos verdad?” – me sonrió y me puso su mano en mi hombro… me sentí automáticamente reconfortado – “Pero aún así te sugiero que trates de hablar con Kouji primero para ver como esta y no preocupes a tu mamá innecesariamente”
-“Y si no me dejan verlo?”
-“Te tienen que dejar verlo! Eres su hermano, por que no te dejarían verlo?” – ese era un buen cuestionamiento… no había manera por que no me dejaran entrar. Llegamos al colegio y nos encontramos ahora con Takuya, Jumpei y Tomoki. Para que no se perdieran en la conversación tuve que contarles todo pero esta vez con ayuda de Takuya e Izumi.
-“Con razón, ya se me hacía raro que ustedes anduvieran tan separados uno del otro. Pero dime como vas a hacer mañana si tienes que trabajar hasta el mediodía si el horario de visita es hasta esa hora?” – No me había puesto a pensar mucho en eso que me había recordado Jumpei pero si tenía más o menos algo en mente de la vez pasada.
-“Puedo cambiar mi día libre del domingo para mañana sábado. No creo que exista mucho problema en eso. Lo que tengo que hacer es ir a hablar mañana con el señor temprano y pedirle el permiso, nada más”
-“Entonces no te importara si queremos ir contigo, verdad?” – Tomoki hablo por todos
-“Hey, me quitaste las palabras de la boca!”
-“Deja de hacer escándalo Takuya! Bueno entonces a que hora y en donde nos encontramos mañana?” – con todos acordamos vernos en el parque a las nueve de la mañana.
Todo el resto del día me sentía ansioso por el día de mañana. Era increíble como todo ese peso que cargaba encima ahora pesase menos que una pluma. Era bueno eso de andar sin secretos y omisiones. Me sentí mejor que nunca, hasta presté un poco más de atención que antes y fui capaz de resistir los recesos y la hora del almuerzo sin dormir… era bastante como una simple idea o plan podía alterar mi nivel de interacción a tal grado… sería algún tipo de adrenalina?
Después del colegio nos reunimos todos en la puerta de salida y nos despedimos, mañana sería un gran día. Yo los deje pronto por que me esperaba un día de trabajo… hasta se me había olvidado que tendría que soportar un día más al hijo del señor tendero pero que importaba? Hoy estaba de mejor humor que ayer… que podría pasar? Cuando entre al local lo salude con una sonrisa que por lo general no solía hacer, creo que mi estado de ánimo lo perturbaba o sería mi simple presencia?
Fui extra amable con los clientes, limpie en todos lados incluso debajo de los mostradores, arreglé los estantes que en mi ausencia se habían desordenado, puse el precio a algunos productos que estaban sin la etiqueta respectiva, arregle los estantes y los mostradores, engrasé la puerta, hice un reporte de los productos que nos estaban empezando a hacer falta para avisarle a los proveedores que nos trajeran más. Para mí fue un día muy productivo pero hubo un punto en contra… sin darme cuenta por mi buen humor baje la guardia con respecto al hijo del tendero.
Yo estaba arreglando algunas cosas en el pasillo de las menestras hasta que escuche el llamado del hijo en cuestión por que necesitaba ‘ayuda’ con algunas cosas. Fui a ver que se le ofrecía y me pidió que le sostuviera una caja con latas de sopa instantánea mientras el subía otras a la punta de una torre que a él se le había ocurrido armar. Ese fue para mí un momento en el que debí pensar un poco más en mi relación con él y huir de ese lugar pero no, como sonso me quede ahí parado ayudándolo a hacer su colosal torre de latas de sopa. Me estiré para alcanzarle una lata más y fue ahí cuando paso.
-“Toma. Cuantas latas más hacen falta?” – le pregunte
-“Tres más” – me estiré para pasarle una lata y mientras miraba a la punta del final de la toree las vi a todas caer encima mío. Lo único que atiné a hacer fue protegerme la cabeza con los brazos por que cualquiera de esas latas asesinas podía acabar con mi vida de un solo golpe… eso si multiplicas su peso por la gravedad te da igual a muerte segura. Solo escuche golpes de lata contra el suelo y obviamente sobre mí y gritos de la gente que estaba viendo este espectáculo seguramente…
Cuando volví a abrir mis ojos no reconocí el lugar… me sentía desorientado y tarde varios minutos para averiguar donde estaba, era obvio que estaba en un hospital. Mi mamá sabría que estaba aquí? Traté de sentarme en la cama pero me dolía todo. Si así me dolía unos cuantos golpes por latas de sopa cuanto dolor sentiría la gente que esta en los accidentes de carro? Prefería no imaginármelo. Traté de quedarme quieto para evitar el dolor pero no podía evitar la curiosidad por verme a un espejo… me habrían puesto vendas como en los dibujos animados? Me estaba empezando a imaginarme todo cubierto de vendas hasta que la puerta de mi cuarto sed abrió y entró mi mamá y mi abuela.
-“Que te paso? Como te sientes? Estas bien? Como fue?” – un posible oficio de mi mamá pudo haber sido contadora de trabalenguas. Jamás la había oído hablar tan rápido.
-“Estaba en la tienda…” – Les conté lo poco que recordaba de lo que había pasado. Para mi esto había sido culpa del chico pero siempre existía un margen de error pero en este caso la verdad no lo creía.
-“Por lo que estuve averiguando fue un accidente” – mi abuela hablo – “La gente que estaba en el pasillo vio que un niño corría y empujo la pirámide y bueno… las latas te cayeron encima” – que raro pensé que el chico lo había hecho a propósito – “Pero hay un chico que dice que paso o que te acabo de contar pero que la pirámide no llego a caer hasta que el chico que estaba subido en la torre se movió y las latas se cayeron. Tu que crees?”
-“No sé abuela… yo solo vi las latas caer… nada más”
-“Bueno… el doctor dice que te puede dejar salir de aquí dentro de unas cuantas horas más así que hoy dormirás en casa”
-“Que bien por que tengo que hacer algo importante mañana”
-“Eso ya lo sabemos… mañana tienes que ir a exponer tu proyecto… Izumi nos dijo que habían preparado un gran proyecto!”
-“Que día es hoy?”
-“Domingo. Has dormido bastante… estábamos preocupadas por eso”
-“Domingo? Entonces ayer fue… sábado?”
-“Tenías algo importante que hacer ayer hijo?” – mamá parecía preocupada por mi des ubicación pero la abuela la interrumpió.
-“Claro pues hija! No ves que ayer lo vinieron a buscar los chicos a la casa? Tenía que ir a jugar con ellos… verdad?” – no atiné a responder hasta un rato después. Por la culpa del hijo del tendero me había perdido un día importante.
-“Saben si los chicos fueron a jugar sin mí?” – ellas se miraron un poco más extrañadas que hace un rato.
-“No… vinieron a verte pero como estabas dormido no pudieron hablar contigo. Se fueron como a las dos de la tarde”
-“Ah bueno…” – que pena, un fin de semana desperdiciado. EL doctor vino a chequearme como a las dos horas y me dio de baja por lo que tuve permiso de regresar a mi casa. Fue un problema subirme al taxi por que me dolía todo. EN casa tuve la oportunidad de verme y era un moretón con patas. Según el doctor tuve suerte que ninguna de esas latas golpeara mi cabeza. Me recomendó descanso por un día más así que tuve que obedecer por que no me quedaba otra opción. Mi mamá me engreía más que nunca y que decir de la abuela que no me dejaba ni mover el dedo para cambiar de estación en el televisor.
-“Tengo una pregunta”
-“Si hijo? Que quieres saber?”
-“Cual era la gran sorpresa que no pudiste decirme por teléfono el otro día?” – eso se me había ido de la cabeza pero ahora que estábamos los tres reunidos en la casa se me ocurrió volver as reformularla.
-“Verdad! No te dijimos nada y con todas estas cosas se me había olvidad de la cabeza”
-“Dile de una vez al niño que esta esperando!” – la abuela le metía apuro a mamá para que me contara de una vez la gran noticia.
-“Bueno hijo… Conseguí un empleo nuevo! Ahora trabajaré como secretaria de oficina del gerente del banco. Es un buen sueldo, es un buen horario, es un buen trabajo! Ahora no hay necesidad que sigas trabajando ahí. Puedes renunciar y ahora en especial que no puedes hacer mucho esfuerzo por que sigues adolorido.”
-“Esas son excelentes noticias!”
-“Si, lo sé. Para ese día hicimos una pequeña torta pero tú tuviste ese accidente y tu hermano nunca contestó el teléfono. Tampoco fue a verte… Están peleados por alguna razón? Tu hermano nunca dejaría de ir a verte al hospital. Sabes que pasa con él?”
-“Ni siquiera viene a visitarnos ahora último. Tu sabes algo Kouichi?”
-“Eh… yo… no sé como decirte esto mamá…”
-“Tu sabes algo Kouichi?” – el alivio que sentía hace un rato se transformo en una atmósfera turbia de gravedad muy pesada que aplastaba todo mi ser contra la cama en la que estaba echado. SI se iba a enojar conmigo estaría en lo correcto por que era mi culpa no haber hablado antes, era toda mi culpa. Por ser un mal hermano, un mal hijo por ocultar estas cosas, un mal amigo… no era una persona buena en ese momento, o al menos yo no me sentía bueno.
-“El sábado iba a ir a visitarlo con los chicos pero con lo que paso no pude. Les voy a contar lo que sé pero sus preguntas para el final por favor” – aceptaron el trato y les comencé a contar todo. Desde que me alejé de mi hermano por el motivo del desempleo de mamá, cuando desapareció del colegio, cuando me enteré que estaba en un internado, que lo fui a ver y no me dejaron verlo, lo que me contó Takuya (esto creo que le crispo más los nervios a mi mamá), mis planes para contárselo sin alterarla como estaba ahora, y le reiteré que iba a ir a verlo el sábado pasado con los chicos pero no pudimos ir.
Las dos se quedaron calladas por un buen rato, sino sabia si era por que se habían quedado sin palabras o por que estaban buscando alguna en especial para gritarme por quedarme callado durante este tiempo. Un montón de cosas se me pasaron por la mente mientras esperaba que ellas dijeran algo… cualquier cosa.
-“No vale la pena ponernos a discutir ahora… lo que tenemos que hacer es ir a ver a tu hermano y tratar de comunicarnos con tu papá para que le diga algo a esa mujercita por que yo no voy a permitir que maltraten a uno de mis hijos! No es posible que tu papá este actuando así por una…” – la abuela corrió rápidamente a mi lado para taparme los oídos… era la primera vez que mi mamá se ponía de ese genio… debió haberse soltado algunas malas palabras para que la abuela me haya tapado los oídos.
Le pedí perdon a mamá por guardarme eso sin decirle nada a ella principalmente y le pedí para ir con ella a ver a mi hermano. Los dos fuimos a verlo el lunes que debí estar descansando en casa pero no nos dejaron verlo enfatizando en el horario de visitas establecido para el día sábado. Sábado… para eso aún faltaban cinco días más. No pudimos hacer nada más este día pero a mamá se la había ocurrido algo más… pero yo no sabía que era exactamente que era eso…
TBC