Capítulo 6: Not true
Cumplí un mes en mi trabajo y también cumplí algo más de dos meses separado de mi hermano. Desde que hable con Izumi traté de volver a entablar lazos con él pero ya nada fue lo mismo. Era como si hubiese tratado de componer las cosas demasiado tarde y encima para rematarlo todo nos alejamos más que nunca. No que él lo hubiese querido, yo tampoco, esas órdenes venían de arriba.
Un día de tantos llegue al colegio como siempre temprano pero mi hermano no llego. Esperaba verlo después de un fin de semana ya que no me había ido a visitar. Traté de no desesperarme por que quizás se había enfermado, o se había levantado tarde pero conforme transcurría la mañana y no lo veía empecé a desesperarme más. Me sentía angustiado pero en medio de todo tenía la sensación de que por lo menos estaba vivo. Mi preocupación estaba reflejada en la cara ya que todo el mundo trato de animarme diciéndome que Kouji estaba enfermo y yo esperaba que tuvieran razón.
Terminando las clases salí corriendo a mi trabajo para pedirle al señor que me diera un día libre pero para mi mala suerte el señor había salido a un compromiso y había dejado a su hijo a cargo. Cuando lo conocí había pensado que ese día había tenido un mal día o algo por el estilo por que este chico tenía cara de pocos amigos, además de actuar de mala gana y tener muy poco tacto cuando interactuaba con los clientes… sería por eso que su padre no lo dejaba nunca a cargo del negocio? EN fin, no podía perder el tiempo así que sin rodeos me fui a la pregunta, después de cruzar todos mis dedos por supuesto…
-“Buenas Tardes. Me gustaría saber si me podría dar el día libre hoy señor, resulta que tengo una emergencia. Verá mi hermano menor…”
-“Día libre!”
-“Si, con su padre quede en que me daría un día libre a la semana pero como hoy tengo una emergencia…”
-“Tu emergencia no me importa! Tu día libre es el Domingo y punto, hoy te toca trabajar!”
-“Sí, sé que no le importa pero en verdad es una emergencia! No podría pasar mi día libre hoy y vengo a trabajar el domingo?”
-“Déjame pensarlo… NO! Te quedas a trabajar hoy o sino te despido. Y mira que casi nadie quiere contratar a niños como tu… mi padre ha sido muy generoso contigo! No me mirés con esa cara que no es mi problema, tu quisiste trabajar entonces cumple con tus funciones! Esas cajas no se moverán solas!” – me daba una cólera tremenda que este patán no pudiera comprender que en verdad estaba en una emergencia. Me daban ganas de renunciar pero no lo hacía por que en verdad necesitábamos el dinero pero por otra parte tenía que saber de mi hermano… - “Que esperas? Ponte a trabajar!” – traté de calmarme y buscar una solución. De repente hoy podía quedarme a trabajar y a la salida podría ir corriendo a la casa de Kouji a ver como estaba y de regreso le diría a mamá que lo fui a ver.
No sabía si mi decisión había sido la correcta o no pero tampoco tenía muchas opciones. Traté de hacer mi trabajo lo mejor que pude a pesar que el hijo del señor me ponía algunas trabas como estorbarme a la hora que cargaba las cajas de un lado a otro o botar de ‘casualidad’ un pomo de mermelada y como mi trabajo era mantener en orden y limpio el local tenía que correr por la escoba, el recogedor, el trapeador y el líquido de limpieza. Pero eso no le bastó para fastidiarme, eso recién era el comienzo de una etapa. Pude haber pensado que era torpe a la hora de arreglar las cosas o incluso a la hora de moverlas. Rompió varios frascos de salsa de tomate, mermelada, pepinillos, mostaza, mayonesa. Destrozo cajas de chocolates y desordeno la mesa principal donde estaba la máquina registradora. Si el señor hubiera llegado en ese momento se hubiera enojado por que para él el orden era muy importante especialmente si estaba a la vista de los clientes.
Por supuesto al terminar mi día de trabajo estaba bastante más cansado de lo habitual
Pero a pesar de todo continué con mi plan de ir a ver a mi hermano. Cuando al fin llegue a su casa me di cuenta que todas las luces estaban apagadas, estaría vacía la casa? A donde habría ido? No podía perder el tiempo por que se me haría más tarde así que me acerque a la puerta y toqué el timbre. Nadie me abría, de repente habrían ido a comer pero en todo caso Kouji no estaba enfermo, no podían dejarlo solo en casa o si? Mis pies se dieron la media vuelta para regresar a mi casa, si tenía suerte mañana vería a Kouji y le preguntaría que paso.
Al regresar a casa tuve unos cuantos problemas. EL primero fue esperar a un tren que me llevara cerca de casa. El segundo problema se llamaba oscuridad absoluta, parecía que había una especie de apagón en la zona que a penas se veían las calles. Felizmente no ocurrió nada más que un simple susto. EL tercer y último problema fue cuando legué a casa y tanto mamá como la abuela estaban super preocupadas por mí. Primero me revisaron por todos lados para ver si me había caído, roto, herido, golpeado, peleado y tantas otras cosas que se les habían podido pasar por la cabeza pero después de su minuciosa inspección comenzó el interrogatorio.
-“Donde estabas?” – mi mamá empezó con la pregunta de rigor
-“Bueno salí tarde del colegio y de ahí me fui a ver a mi hermano”
-“No me mientas Kouichi! Llamé a la casa de tu papá y no había nadie ahí! Te vuelvo a preguntar… donde estabas?” – no le podía decir la verdad a mamá, o al menos no la completa, ella no aprobaría que yo trabajase.
-“Me fui a la casa de Kouji y también me di cuenta que no estaba, hoy no fue al colegio por eso fui a verlo, estoy preocupado. Si no fue al colegio y no estaba en la casa entonces no sé donde puede estar!”
-“No fue al colegio? Y ahora donde se habrá metido Kouji? Si no es uno es el otro… que preocupación!” – mamá camino a la cocina
-“Donde vas hija?” – le pregunto la abuela, yo también me preguntaba lo mismo.
-“Voy a llamar a Musashi. El tiene que saber donde esta Kouji!” – pero al parecer nadie le contestaba. – “Parece que Musashi esta de viaje por que su teléfono me dice que esta fuera del área. De repente se ha ido con Kouji. Por eso no fue al colegio. Ya me estaba preocupando demasiado”
-“Pero mamá… no te parece extraño? SI se iba de viaje entonces debió haber llamado para avisarnos. Kouji no me dijo nada!”
-“Lo escuchaste en estos últimos días?” – me pregunto la abuela. Hice memoria… si bien había estado ignorando un poco a Kouji antes ahora estaba enmendando mi error, pero aún así no podía pasar con él todas las tardes por lo mismo que tenía un horario para cumplir… - “Hace cuatro días me encontré con él en la tienda por tu colegio. Le pregunté por que no venía a vernos y me dijo que estaba haciendo trabajos pero si me preguntas eso a mi diría que esas son excusas. Se veía triste. Le pregunte por ti y me dijo que te había ido con Izumi a hacer un trabajo… entonces me pregunte… que puede haber pasado para que Kouichi no haga el trabajo con su gemelo? Tu sabes Kouichi?” – la abuela era muy aguda en sus preguntas.
-“Bueno, yo le dije que como ahora estábamos viviendo muy lejos el uno del otro era mejor hacer el trabajo con alguien más. Por eso él hace el trabajo con takuya que es quien vive más cerca de su casa. No es nada más que eso”
-“Ya veo pero eso no responde que él ya no venga a visitarnos”
-“El también debe estar ocupado abuela” – mamá se fue a dormir y la abuela también. Me sentía mal de haberles ocultado eso a las dos pero era algo necesario. Me senté en la mesa de la cocina a hacer mis tareas, no quería ir a mi cuarto aún. Sin concentración hice las tareas muy lentamente tratando de hacerlas bien pero mi mente estaba con Kouji… donde se habría metido que no me dijo nada en lo absoluto?
A la mañana siguiente fue al colegio temprano para esperar a Kouji en la puerta pero tampoco llego. Esta situación estaba fuera de control y peor aún, la teoría de mamá estaba demasiado equivocada. Me puse a pensar durante la clase de historia como podría descubrir la verdad y se me ocurrió un lugar donde podría obtener pistas. Al acabar las clases me fui corriendo a la dirección. Si Kouji había viajado o estaba enfermo el colegio era el primero en enterarse.
-“Buenas tarde! Quisiera preguntar por que Kouji Minamoto no ha venido al colegio? Esta enfermo? Ha vijado? Soy su hermano pero no sé nada de él, me podría dar esa información?” – la secretaria empezó a buscar en sus papeles que sabía sobre Kouji y después de un rato de haberme hecho esperar sentado en una silleta muy lejos de ella me llamo.
-“Minamoto Kouji… ah si… sus papás lo cambiaron de escuela… bueno específicamente fue su madrastra. Ahora va a un internado creo… al internado Fujita. No te dijo nada tu hermano?”
-“No…” – fueron las únicas palabras que pudieron salir de mi boca. Me quede helado, le di las gracias por la información. Salí de la oficina para agarrar mis cosas e irme al trabajo. No quería trabajar hoy pero era mi responsabilidad ahora, tenía que ayudar a mamá. Durante todo el camino me preguntaba si Kouji sabía que iría a un internado o si habría tratado de decírmelo. Un internado… lo dejarían salir de ahí los fines de semana? No valía la pena ir a verlo por que no me dejarían entrar pero si podría ir a preguntarle a la bruja si saldría los fines de semana de ese lugar aunque era poco probable que me contestara algo esa bruja. Para colmo de males el señor dueño de la tienda aún no volvía al negocio y por segundo día consecutivo tuve que soportar a su insufrible hijo haciendo alboroto por todas partes.
-“Podrías tratar de ser más cuidadoso con las cosas?” – le pregunte, ya me había cansado de limpiar lo que botaba sin querer como el decía.
-“SI no quieres trabajar entonces vete!”
-“Yo sigo trabajando pero no creo que valga mucho la pena. Si sigues comportándote así tu papá va a perder su clientela. Varias personas me han dicho que no les gusta tu trato. Deberías cambiar no crees?”
-“Tu crees que por que lo dices tu te voy a hacer caso? AL contrario, tu opinión no me interesa. Así que cállate!”
Me quede callado por un rato mientras acomodaba las latas de leche en forma de pirámide hasta que algo se estrelló contra mi cabeza. Me palpé la nuca para calmarme el dolor y luego mire al piso para ver que cosa me había tirado y me di cuenta que era una bolsa de harina, daba gracias que por lo menos no me hubiera tirado una lata de conservas, eso me hubiera dolido mucho más.
Acostumbrarme a sus mezquindades era algo necesario en especial después que me enteré que el dueño, o sea el señor regresaría el lunes de la próxima semana y para eso faltaba solo un día laboral teniendo en cuneta que el domingo era al fin mi día libre. No sabía como había podido soportar toda esta semana con todo lo que tenía en la cabeza. Uno y lo más insufrible era soportar esta semana trabajando con el hijo de señor y no haberlo matado en el transcurso de mi trabajo aunque ganas no me faltaban. Lo segundo eran los exámenes sorpresa que varios profesores habían decidido tomar. Felizmente sabía lo suficiente como para no quedar mal parado y bajar mi promedio pero me hubiera gustado salir excelente. Y lo último y más importante necesitaba ver a mi hermano lo más pronto posible. Este lunes sería para él una semana completa en ese internado y no sabía nada, absolutamente nada de él. Tampoco le dije nada a mamá por que sino se volvería loca y querría matar a Yoshie… aunque eso nos convenía bastante. Además así mi mamá hablase con ella Yoshie no lo iba a sacar de ahí o sea que el único que podría hacerlo era mi papá pero de él tampoco sabíamos nada.
Por fin llego el último día de trabajo de la semana y en medio de todo la cosa no fue tan mal. Llegaron sus amigos y se puso a conversar todo el día y felizmente eso lo mantuvo ocupado en otras cosas el tiempo suficiente como para que trabajara sin ser fastidiado. Regrese a mi casa con mi paga semanal y una bolsa grande llena de galletas para mamá y la abuela y por supuesto algo de comida para la casa. Me eché en mi cama a descansar un rato… estaba semana me había dejado muerto en todo sentido. No duré mucho despierto por que casi al instante me dormí.
Traté que en mi sueño pasasen cosas bonitas que me subieran el ánimo pero desgraciadamente no fue así. Mis sueños iban entre latas de conservas y bolsas de harina, entre cajas y tareas del colegio, exámenes sorpresa y mi hermano llorando en una esquina. No sabía que era de la vida de mi hermano. No podía sentir nada. Antes en otras épocas era capaz de sentir si estaba feliz o triste, a veces podía ver lo que hacía pero ahora no tenía ni la más mínima idea de lo que le podría estar pasando. Que clase de hermano mayor era? No nos llevábamos años de edad, solo un minuto! Quizá hubiese sido mejor contarle todo acerca de la economía de la casa y de mi trabajo que era el motivo principal por el que lo había bloqueado de mi vida casi por completo. Hubiese sido mejor de repente que yo me fuera con papá, yo si hubiera podido contrarrestar a la bruja de Yoshie a la primera y sería Kouji el que estuviera ahora con mamá y la abuela.
Mis decisiones definitivamente no fueron las mejores que he tomado pero ya estaban hechas y lo único que me quedaba era repararlas lo mejor posible. Lo primero que podría hacer era volver a la casa de papá y ver si habían soltado a Kouji por el fin de semana. Agarré mi casaca y salí corriendo sin decirle a la abuela a donde iba. No dejaría de preocuparme hasta que lo viera ahí y me dijera que no tenía problemas. Cuando llegue a la casa vi una luz prendida, si tenía algo de suerte sería mi hermano y por fin podríamos hablar. Toque la puerta y después de un rato fue Yoshie quien me abrió la puerta.
-“No estabas en el internado? Quien te dejo salir?” – por su aliento se veía que estaba ebria.
-“No soy Kouji, soy Kouichi. Por que mandaste a Kouji a un internado?”
-“Ese no es tu problema ahora vete!”
-“No me voy a ir! No tenías derecho a hacer eso!”
-“Oh… si que lo tengo! Soportar a tu hermanito todos los días? EN verdad es tan insoportable como tenerte a ti en mi puerta. Además tu papá me dio poder sobre tu hermano así que por mi no lo verás en un largo tiempo…”
-“O al menos hasta que venga mi papá verdad? A penas llegue él te va a preguntar por KOuji y cuando se entere que lo mandaste a un internado te va a dejar, además yo mismo le diré todo lo que amablemente me has dicho hoy”
-“Y que te hace creer que te hará caso mocoso? EL me hizo caso a mi antes que a tu hermano, tu solo eres otro estorbo. En fin, si quieres trata pero no te va a resultar! Ahora largo!” – me fui de su casa no por que ella me lo pidiese sino por su insoportable hedor a licor y quien sabe que otras cosas más.
Me estaba regresando a casa cuando me di cuenta de otra posibilidad. De repente podría ir a visitarlo al internado Fujita! Busque un mapa de la ciudad y me averigue la dirección del lugar. No quedaba muy lejos de donde yo estaba en ese momento. Tome un bus para llegar lo más cerca posible pero aún así tuve que caminar unas cuantas cuadras.
EL lugar era imponente. Era como tres o hasta cuatro veces más grande que mi colegio. Tenía varios pabellones uno detrás del otro. EL guardia me dejo pasar mirándome a la cara con algo de susto pero yo no entendía por que. Llegue hasta la dirección y la persona que me atendió lo hizo con el mismo asombro que el guardía.
-“Me preguntaba si podía ver a mi hermano Kouji Minamoto?”
-“Humm… Minamoto Kouji esta castigado en este momento. Y las visitas son hasta mediodía, ahora son las cuatro de la tarde. Tendrás que venir la próxima semana a visitarlo”
-“Y no lo dejan salir el fin de semana?”
-“Por lo general si pero la persona que lo inscribió nos dio órdenes de no dejarlo salir hasta dentro de unas tres semanas más. Por eso solo puede recibir visítas pero… según mi registro tu eres el único que ha venido a verlo”
-“SI, me imaginaba algo parecido pero… puedo saber por que esta castigado?”
-“Déjame ver… trato de escaparse pero fallo en el intento. Al parecer trato de saltar el muro divisorio pero cayo y se rompió el brazo y se hizo algunos moretones pero eso ya lo sabe tu mamá, se lo informamos a penas lo encontramos…”
-“No es mi mamá. Es la madrastra de mi hermano. Podrías decirle a Kouji que lo vine a ver? Solo dile eso por favor!”
-“Eso no esta permitido mientras estan castigados pero trataré de darle tu recado” – la secretaria era una buena persona en medio de todo. Sali del edificio y vi algunos chicos caminando de un lado a otro. Lucían un uniforme de saco color azul con pantalones plomos y zapatos negros. Los chicos me lanzaban miradas de asombro y uno de ellos se atrevió a hablarme pero con mucho disimulo.
-“Minamoto?”
-“Soy su hermano. Conoces a Kouji?” – el chico se asusto un poco y movió la cabeza.
-“Si, es el chico que trato de escaparse según dicen por el muro. Pero no creo que se halla atrevido o que lo halla hecho por si solo… si quieres mi opinión… yo creo que a él lo lanzaron…”
-“Que crees que estas haciendo Kitaro!” – alguien lo llamo desde un árbol, por la sombra era un chico mayor.
-“Solo le digo a este chico que su hermano, Minamoto esta castigado, nada más!” – y se fue corriendo
-“Hermano de Minamoto? Le daré tus saludos ahora vete!” – quise hablar con él un rato más pero vino un señor y se llevo al chico adentro mientras me decía que ya tenía que irme. Un guardia me llevo a la puerta y cerró la reja. Regrese a mi casa intrigado por lo que me había enterado. El lugar se veía bonito pero nadie sabía lo que pasaba cuando las puertas se cerraban. Las visitas de la semana se hacían los sábados hasta el mediodía pero yo trabajaba hasta esa hora, no podría ir a visitarlo jamás. O al menos hasta que papá volviera de lo que creíamos era un viaje lo que no sabíamos era la duración de este viaje… o si?
SI me ponía a reflexionar bien lo que la chica me había dicho Kouji no regresaría a casa al menos dentro de tres semanas más y si Yoshie no lo quería en casa hasta para entonces eso significaba que papá se había ido de viaje por un mes y dentro de tres semanas regresaría a casa… tres semanas más Kouji… resiste un poco más.
Cuando regrese a casa el interrogatorio volvió a comenzar. Yo no tenía muchas ganas de contestar sus dudas por que estaba preocupado por mi hermano. Mamá parecía algo triste al verme en ese estado.
-“Paso algo Kouichi? Algo que no me has dicho?” – sabría algo?
-“No sé que es pero me siento mal, de repente me duele un poco la cabeza” – mamá se acerco y me tomo la temperatura. AL principio quise contarle lo que sabía pero la estúpida promesa que hice con mi hermano seguía en pie y no podía romperla. Si había algún problema era él quien debía contárselo a papá.
-“Estas fresco como una lechuga. De repente necesitas comer algo no crees? Hoy no has almorzado nada” - para no preocuparla aún más le hice caso pero era difícil comer en ese plan. Algún día se tendría que enterar…
Que más puedo decir? Por lo que quedaba del fin de semana traté de reunir el valor para romper la promesa con mi hermano y contarle todo a mamá para que hiciera algo pero no puede. El domingo hice todas las tareas para el colegio así que no tuve mucho descanso. Ya para la noche me eché a dormir y tratar de descansar un poco pero no pude. A las once de la noche estaba nuevamente despierto y caminando por la casa. Tome el valor y me decidí a contarle todo a mamá así que fui a su cuarto pero me di con una sorpresa.
-“Puedes ir a la farmacia de la avenida Kouichi? Tu mamá necesita unas pastillas. Tiene algo de fiebre pero felizmente no es nada más. Puedes ir?” – se me fueron todas las ganas de contarle algo a mamá; cogí el dinero de la repisa de la cocina y salí al frío. Corría viento pero mi casaca me protegía de el y me abrigaba justo lo necesario. Compre lo más rápido que pude la pastilla para mamá y con las mismas me regresé.
-“Como esta mi mamá abuela?”
-“Esta mejor pero tu sabes que tu mamá suele enfermarse de vez en cuando. Ese trabajo que tiene no le hace bien, es un ambiente muy frío para ella y encima sufre de los bronquios pero es muy terca. Ya le he dicho miles de veces que busqué otro trabajo, por ahí debe haber uno mejor que el que tiene” – la abuela salio del cuarto y yo entre. Me eche a su costado y puse mi cabeza en su hombro…
-“Kouichi?” – me sobresalte y me senté a su lado.
-“SI mamá?”
-“Estoy bien no te preocupes! Ve a tu cuarto a descansar”
-“No me puedo quedar a hacerte compañía?” – en estos casos la cara de perrito abandonado funcionaba muy bien aunque creo que a mi hermano le sale mejor que a mí. – “Antes de entrar estaba hablando con la abuela y creo que tiene razón sabes? Deberías descansar un poco y buscar otro trabajo mamá… en el que estas ahora te podrán pagar bien pero a que costo? No estas bien y eso me preocupa”
-“Pero necesitamos esa plata! Discúlpame pero esta vez no quiero oír tu opinión así que ve a tu cuarto!”
-“Tu no me quieres oir pero yo te quiero hablar! Por que no entiendes que eso te hace daño?” – nunca hubiese podido creer que mi madre fuese tan terca… necesitábamos el dinero pero bajo que costo?
-“NECESITAMOS EL DINERO! Si yo no trabajo entonces quien!”
-“Quieres dinero? Toma!” – detestaba a la gente terca, admito que no debí comportarme así tampoco pero esta fue la primera vez que llegue a explotar de esta manera. Tirarle mi dinero a mamá fue un arrebato que no pude controlar más, quizá fue por eso que sentí el ambiente muy tenso y no lo pude soportar más… me fui a mi cuarto sin importarme si botaba a la abuela en mi huída, estaba completamente avergonzado.
Me eche en mi cama, lo sentí un poco como si me hubiera castigado a mi mismo, no sé. No sé cuanto tiempo habré estado echado en mi cama boca abajo, tampoco sé cuanto tiempo mi mamá estuvo parada en el marco de mi puerta mirándome pero si sentí cuando sus pasos se acercaban cuidadosamente a mi cama.
-“Quieres hablar?” – la mujer terca había desaparecido de la casa y en su lugar estaba mi mamá. La mire y no me pude aguantar más; la abracé.
-“Yo no quise…” – no seguí más con la oración pero ella comprendió perfectamente lo que le quise decir. Sus dedos acariciaban mi cabeza. Me costó trabajo recobrarme después de eso pero al final vino la pregunta de rigor… como era de esperarse.
-“No quiero presionarte pero… de donde sacaste esa plata?” – la pregunta fue disparada con suma precisión
-“Hummm… la verdad es que desde hace un tiempo yo… Estoy trabajando en una tienda que esta a diez minutos de aquí. Voy después de colegio, por eso he estado llegando más tarde de lo usual… ”
-“Por eso ya no viene Kouji verdad?”
-“En parte sí… no le he dicho nada a él. Tu me dijiste que papá no se enterara de nuestra situación, mi trabajo es parte de nuestra situación” – mamá se quedo callada pero ya no dijo más. Me dejo descansar en mi cuarto y se fue al suyo. No sabía que me diría mañana, si me pediría que dejara el trabajo o no… supongo que mis sueños no serán tan bonitos hoy…
TBC