GRAU  El peruano del milenio

Reynaldo Moya Espinosa

Carátula

Grau pionero

Contenido

Prólogo

Capítulo I

Capítulo II

Capítulo III

Capítulo IV

Capítulo V

Capítulo VI

Capítulo VII

Capítulo VIII

Capítulo IX

Capítulo X

Capítulo XI

Capítulo XII

Capítulo XIII

Capítulo XIV

Capítulo XV

Bibliografía

Biografía de R. Moya E.

 

CAPÍTULO III:

GRAU, EL MARINO

3.- El ingreso en la marina de guerra 

En 1853, don Juan Manuel con sus dos hijos y sus dos hijas viajaron a Lima. Para el viejo soldado de la gesta emancipadora era el adiós definitivo en lugares en los que había pasado gran parte de su vida y dejaba numerosa descendencia. 

El 18 de agosto de ese año, don Juan Manuel solicitó el ingreso de sus dos hijos en la Marina, sin embargo, por razones que no se han determinado con precisión, fue recién el 14 de marzo de 1854 en que se produjo el ingreso. Miguel a pesar de ser menor, tenía sobre su hermano Enrique Federico, la gran ventaja de tener ya una amplia experiencia marina.

¿Qué hizo Miguel Grau entre agosto de 1853 y marzo de 1854 en Lima? Es posible que en ese tiempo tuviera como profesor a don Fernando Velarde. Era éste un poeta y profesor español que había llegado a Lima el año 1847 y puesto una escuela de primeras letras, que funcionó hasta 1855, año en que Velarde viajó a Colombia. En 1848 Velarde editó el poemario «Flores del desierto», que causó la admiración de la juventud limeña, sobre todo de los ilustrados como Carlos Augusto Salaverry, Arnaldo Márquez, Ricardo Palma, Manuel Nicolás Corpancho, Luis Benjamín Cisneros y otros, que por entonces eran jóvenes  

 Como el libro también tuvo sus detractores, en Lima se desató una apasionada polémica. También publicó  en 1851 un texto de gramática. El historiador Jorge Basadre en su obra  «Historia de la República del Perú» dice que un ataque físico que sufrió, así como una seria enfermedad unidas a desavenencias conyugales, y las pugnas, líos y enemistades, agriaron su carácter en forma tal, que con frecuencia se enfurecía. Es posible que Juan Manuel requiriese de Velarde sus servicios para que le diera a su hijo Miguel María ciertos conocimientos que necesitaba para su futura carrera. Cuando se produjo la heroica muerte de Grau en Angamos, y la noticia dio la vuelta al mundo, el maestro Velarde ya anciano, recordaba en 1880 a su alumno desde Londres enviando a Lima unos versos para la guirnalda fúnebre del héroe y allí decía que era taciturno. Es decir que Grau mantuvo siempre ese aire de tristeza que adquirió en su niñez. 

Don Juan Manuel, presentó el 27 de agosto de 1853 una solicitud para que se le concediera una pensión de gracia. Por entonces tenía 54 años y llama la atención que no la hubiera solicitado primero en 1831 y luego en 1848 cuando se otorgaron pensiones a los vencedores de Junín y Ayacucho. El pedido era extemporáneo, pero dados los indiscutibles servicios que había prestado don Juan Manual a la causa de la independencia, fue que el Congreso, el 16 de noviembre del mismo año, le otorgase la pensión solicitada, la cual le permitió vivir a él y a sus dos hijas modestamente en Lima. Por ese tiempo gobernaba el general Rufino Echenique. 

Grau ingresó como guardia marina en el vapor «Rímac» donde estuvo  6 meses y 18 días según la relación de sus servicios hecha por el mismo Grau de su puño y letra  en Julio de 1873. Eso significa que estuvo en el  «Rímac» hasta el 2 de octubre del mismo año. En repetidas oportunidades, Grau manifestó que había sentido un inmenso orgullo cuando por primera vez vistió el uniforme de la marina de su Patria. Dada su gran experiencia lograda en diez años de vida en el mar, bien pronto se adaptó a las nuevas rutinas. Era la primera vez que Grau servía en un vapor, pues toda su experiencia marinera la había hecho en barcos a vela. Era el «Rímac» un barco nuevo construido en Estados Unidos, adquirido en el primer gobierno del General Castilla, que había llegado al Callao el 27 de julio de 1848 y contaba con 6 cañones.  El Presidente Castilla había resuelto dotar a la Marina de Guerra del Perú de una poderosa flota y en efecto, tras del «Rímac» llegó la fragata a vapor «Amazonas» con 26 cañones y 1.500 toneladas de desplazamiento, luego el bergantín «Gamarra», las goletas «Peruana» y «Héctor» y el transporte «Alaiza», todos a vapor.  

Cuando Grau se embarcó en el «Rímac» hacía menos de un año que este vapor había tenido una descollante actuación en el salvamento de los náufragos del buque escuela «Mercedes» donde pereció su capitán, el paiteño Juan Noel Lastra y fue salvado el entonces cadete ayabaquino Lizardo Montero. 

Su segundo barco fue el pailebote «Vigilante» donde estuvo 10 meses y 20 días y luego en el vapor Ucayali donde sirvió 4 meses y 12 días. Por entonces ya tenía 1 año, 10 meses y 20 días sirviendo y estábamos en  enero de 1856, fecha en que es trasladado al vapor «Apurímac» que era una de las principales naves de la armada.