Núm 28, II Época - Noviembre 2000 - Edita FE-JONS - La Falange Director: Gustavo Morales |
Sin
Estado de Derecho A
vueltas con el agua Déficit
cero El
Sistema se divierte Premio
Lluys Santa Marina Un
pintor falangista Salarios
y Aznar Atentado
en Cantabria La
deuda exterior Irreverencia
danesa |
El criminal discurso de las ratas con boina ha vuelto a oírse en mi ciudad sólo una semana después de que se oyera en Granada, aunque esta vez dos de las ratas han sido capturadas. Felizmente las ratas en Sevilla no encontraron cobijo cuando huían después de su heroica acción liberadora. Felizmente aquí no se mira para otro lado cuando la rata intenta esconder el rabo después de la dentellada asesina. Felizmente nuestro pueblo es más impuro y menos tolerante con las ratas que la “nación” inventada por un burgués meapilas. Después del asesinato de otro buen hombre, la tediosa cantinela de siempre, las mismas repulsas, los mismos minutos de silencio, los mismos “basta ya”, el socorrido discursito del “no lo conseguirán”, “no nos desestabilizarán”, “no nos doblegarán”, “no podrán con la democracia”, etc., etc. Pero esto a las ratas les trae sin cuidado porque ellas no entienden este lenguaje, ni siquiera les importa demasiado lo de doblegar la democracia, entre otras cosas, porque también ellos a su modo se consideran demócratas; su objetivo a batir no es la democracia, sino España. A los anteriores tópicos algunos políticos añaden enfáticamente: “No conseguirán arrancarnos la libertad por la que tanto luchamos y que tanto trabajo nos costó conseguir”, lo cual, y conociendo lo que alguno de ellos luchó, suena a chirigota de Cádiz aunque seguramente hasta han llegado a creerse lo que dicen; el ser humano es capaz de todo, ahí tenemos el ejemplo de las ratas. Otra vez la tediosa cantinela del “Basta ya” a la que yo también quiero sumarme pero cambiando un poco la letra... Basta ya, sí, pero de tantas convocatorias estériles donde se nos exige el silencio, porque de silencios ya estamos hartitos, como también lo estamos de no poder adjetivar en castellano y como se merecen a estos criminales hijos de ese doloroso invento antiespañol bautizado como Euzkadi. Basta ya, sí, de concentraciones en las que los líderes (sic) políticos se pelean por estar en la cabecera para salir más y mejor en la foto; basta ya de que utilicen a la gente para darse un baño de masas cuando son ellos los que tienen en sus manos la posibilidad de dictar normas y ponerlas en práctica para combatir a los asesinos, y sin embargo no lo hacen. Basta ya de de que los dos grandes partidos de ámbito nacional, PP y PSOE, sean incapaces de llegar a un pacto de Estado para combatir el terrorismo con una política común. Basta ya de la lucha partidista cuando está en juego el interés superior de España. Basta ya de utilizar el sentimiento de la gente para lanzarla a la calle después de un atentado y olvidarla al día siguiente. Basta ya de hacer creer a la juventud que las cosas se van a arreglar pintándose las manitas de blanco o cantando “un bote, dos botes...”, porque el asunto es bastante más serio. Basta ya de promesas electorales incumplidas: “se pudrirán en la cárcel”, “lo pagarán”, “cumplimiento íntegro de las penas”, etc., etc., etc. Basta ya de tener tanta sensibilidad con los criminales y sus voceros; basta ya de colocarles tantos micrófonos delante para oír sus amenazas, basta ya de la total impunidad con que se mueven los representantes de los asesinos, basta ya del tratamiento privilegiado que tienen en las cárceles. Basta ya de la impunidad de los intocables. Basta ya de las sentencias evacuadas por algunos jueces dejando en libertad a criminales que cometerán nuevos delitos (si tienen miedo que cuelguen la toga y se dediquen a otra cosa, que muchos han muerto para que ellos puedan lucir sus puñetas judiciales). Basta ya del incumplimiento permanente de la Constitución en tantos ayuntamientos e instituciones vascas con la ausencia de banderas españolas. Basta ya de permitirles jugar con la Constitución invocando sólo aquello que les beneficia e ignorando todo lo demás (que es casi toda la Constitución). Basta ya de la actitud del Tribunal Constitucional que se la coge con papel de fumar con la Mesa de Herri Batasuna. Basta ya de considerar a los vascos como ciudadanos especiales volcándose en ellos y discriminando al resto de españoles, porque son españoles como los demás, y el que no quiera serlo que coja la puerta, se vaya y deje su lugar a otro, que hay mucho esperando serlo. Basta ya de la condescendencia con tanto responsable de mirar para otro lado, con tanto responsable de callar y dejar que las ratas se escondan... Basta ya de financiar proyectos utilizados por el separatismo contra España, basta ya de tanta torpeza, basta ya de tanto miramiento, basta ya de no querer coger el toro por los cuernos, basta ya de tomarnos el pelo. A fuerza de leer tanta pancarta en eusquera yo también voy aprendiendo algo de esta lengua... Ya sé que las ratas y sus amigos piden escaleras para los presos (presoak kalera, dicen), y creo recordar que precisamente el “Basta ya” se dice en vasco “Aski da”; pues eso mismo digo yo: asquito da. |