El alcalde de Carabuzjard escribió una carta a Timotí.

- Toma, Timotí, aquí hay una carta para tí -le dijo su hermana.

- A ver, tráela ¡Oh, es del alcalde!

Timotí abrió la carta que decía así:

"Querido Timotí:
Como ya hemos visto que eres un gran mago y no se te caen los pantalones, hemos decidido que seas el rey de todos nosotros. Un mago bueno como tú lo puede hacer muy bien. Dinos si aceptas y avísanos lo antes posible.
Te saluda el alcalde.
  JORGE GARCÍA"

Timotí se quedó muy pensativo y al final decidió contestar así:

"Querido Alcalde:
He recibido vuestra carta y acepto encantado el puesto de Rey. Iré de inmediato.
Saludos del gran mago Timotí.
  TIMOTÍ"

Timotí fue al ayuntamiento para entrevistarse con el alcalde. Prepararon todo y a los pocos días hicieron una gran fiesta en la que Timotí fue coronado rey. Recibió también un gran manto, un cetro de oro y un enorme palacio donde viviría.

Timotí estaba muy contento de ser rey pero se aburría muchísimo. Un día estaba paseando por los alrededores del palacio y vio un charco, se acercó a él a mirarse el aspecto que tenía y... ¡zas!, se le cayó la corona. Timotí intentó recogerla pero el charco era muy profundo y no pudo. Regresó al palacio y le explicó a su primer ministro lo que le había pasado.

Las coronas de ese país no eran fáciles de conseguir, tenían un efecto especial sobre las gentes que vivían allí. Perder un elemento tan elogiado, como era esa corona, era perder su prestigio como gobernante también.

- Sólo había esa corona, Majestad, y para seguir siendo rey debéis ir al país de la Nada. Allí hay una de repuesto, id por ella y podréis continuar siendo rey, pues un rey sin corona no es rey. Pero os advierto, Majestad, que el camino es muy peligroso y está lleno de trampas para que nadie pueda robar la corona.

- No tengo más remedio que ir -dijo Timotí-. Si no lo consigo dejaré de ser rey. Además, es mi única esperanza de seguir siendo reconocido. Ahora me acuerdo... ¡Si, si! Tengo algo muy importante que puede facilitarme las cosas de una manera increíble ¡"Magia, ven!

La paloma "Magia" se acercó revoloteando, pues estaba disfrutando de unas tranquilas horas de vuelo en los jardines de palacio.

- ¿Qué quieres, Timotí?

- Quiero que vayas al país de la Nada y cojas una corona para que yo pueda seguir siendo rey, necesito que nadie sospeche de ello.

- Está bien, iré -dijo la paloma muy convencida, pues era la primera vez que era necesitada de verdad.

El camino hasta ese país tan inhóspito era accidentado, más apropiado para una especie con alas que sin ellas. La paloma "Magia" voló sobre las nubes, atravesó llamas, bosques, laberintos; arrojando, en ocasiones, polvos mágicos para ahuyentar los peligros que se interponían en su camino. Una vez allí, recogió la corona y volvió con ella a palacio. Esta vez sin dificultad alguna pues la corona no era una corona cualquiera. Era una corona mágica, más poderosa incluso que la anterior.

- Ya llegué, Timotí -dijo la paloma.

Pero Timotí no estaba, era una cosa muy extraña; preguntó a todos los que estaban en palacio, pero nadie sabía nada.

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INDICE DE CAPITULOS: I.Timotí  II. El dibujo  III.Falta algo  IV.Su primer acompañante  V.Primer espectáculo  VI.La familia  VII.La vendedora  VIII.Vuelta a la casa del Gran Mago  IX.Encuentro del conejo X.Buen negocio  XI.Vacaciones  XII.La bruja  XIII.El fantasma  XIV.Más casos  XV.El partido  XVI.Vampiros  XVII.La caja fuerte  XVIII.El enano  XIX.Buscando  XX.EL rey XXI.Dónde está Timotí  XXII.La cólera de Timotí  XXIII.Fiesta de chistes  XXIV.La despedida  


Una obra infantil no publicada y registrada en la Sociedad General de Autores en el año 1993 y acabada de escribir en 1992 por el autor Angel Calle Cruz a la edad de 12 años. Para el disfrute de todo aquel que se sienta atraido por el presente manuscrito. ¿Desea descargar la obra completa?   Email: torpedus@yahoo.es