Después de los últimos acontecimientos, Timotí decidió tomarse unas vacaciones para descansar un rato, llamó a su primer ministro y le dijo:

- Me voy a pasar unas vacaciones. No debéis preocuparos por nada, y si algo grave ocurriese mi amiga la paloma "Magia" se encargará de solucionarlo.

- Está bien, Majestad.

- Como seguramente estaré bastante tiempo fuera, quiero que se reúnan todos los habitantes del reino para despedirme de ellos.

- Así se hará, Majestad.

Llegó el día de la despedida y Timotí salió al balcón del palacio para despedirse de sus súbditos. Se encontró entonces con una sorpresa. Habían hecho una fiesta para él, todos los ciudadanos habían ido a despedir al rey-mago sensacional que alegraba a todo el mundo con magia y risas. En medio del jardín había una enorme tarta, casi como una plaza de toros, con unas letras de chocolate que ponían:

   TE QUEREMOS TIMOTÍ

La tarta estaba rodeada con muchas velas que se encendieron al salir Timotí al balcón.

Se vivía y reinaba tan bien, que se hechaba en falta los días de fiesta; siempre había algo que celebrar ó conmemorar, incluso se atravieron a proponer que se celebrase por todo lo alto cada cumpleaños que se diese entre los lugareños.

- Muchas gracias por todo y por todos -dijo Timotí-. Sois el pueblo más agradecido que hay en el mundo.

Todos aclamaron a su rey:

- ¡Viva Timotí! ¡Hurra por Timotí!

Timotí prosiguió su discurso:

- Ya sabéis que me voy de vacaciones, pero no os abandono. Visitaré otros pueblos que no son tan felices como vosotros y los ayudaré con mi magia a resolver sus problemas como lo he hecho con vosotros.

- ¡Bravo por Timoti! ¡Qué bueno es Timotí! -exclamaron todos.

- Sé que os quedáis un poco tristes, pero no os preocupéis. Cuando vuelva os contaré todas las aventuras que me hayan ocurrido y volveremos a pasarlo muy bien. Ahora, disfrutad, cantad, bailad y comeros a mi salud la tarta que habéis hecho.

- Que apague las velas. Que apague las velas -gritaron todos.

Timotí quiso apagar las velas soplando, pero como eran tantas y estaban tan alejadas de él no podía. Entonces, se le ocurrió hacer un último número de magia para su pueblo: lanzó su corona mágica sobre la tarta y recorriendo vela por vela fue apagándolas todas, después regresó a la cabeza de Timotí.

Los asistentes se quedaron maravillados y aplaudieron a su rey-mago hasta cansarse.

- ¡Hasta pronto, amigos! Volveré y os contaré mis próxima aventuras.

Y es así cómo termina el relato de esta historia, que corrió en boca de los mejores intérpretes de historias y aventuras que se haya oído jamás. Pasaron un par de años, Timotí jamás regresó;surgían nuevas noticias, llevadas por intermediarios que lo único que hacían era limitarse a relatar las nuevas aventuras de Timotí, un personaje que en otros lugares habían oído hablar y les daba de qué hablar; pero esto ya es otra historia...

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INDICE DE CAPITULOS: I.Timotí  II. El dibujo  III.Falta algo  IV.Su primer acompañante  V.Primer espectáculo  VI.La familia  VII.La vendedora  VIII.Vuelta a la casa del Gran Mago  IX.Encuentro del conejo X.Buen negocio  XI.Vacaciones  XII.La bruja  XIII.El fantasma  XIV.Más casos  XV.El partido  XVI.Vampiros  XVII.La caja fuerte  XVIII.El enano  XIX.Buscando  XX.EL rey XXI.Dónde está Timotí  XXII.La cólera de Timotí  XXIII.Fiesta de chistes  XXIV.La despedida  


Una obra infantil no publicada y registrada en la Sociedad General de Autores en el año 1993 y acabada de escribir en 1992 por el autor Angel Calle Cruz a la edad de 12 años. Para el disfrute de todo aquel que se sienta atraido por el presente manuscrito. ¿Desea descargar la obra completa?   Email: torpedus@yahoo.es