Capítulo 10: Secrets no more
Me hubiera gustado hablar un rato más con mi hermano pero la mala suerte me perseguirá por el resto de mis días. Botaron a mamá y a Kouichi del lugar al igual que a Tomoko. No era gusto que se me quitará todo de golpe pero por lo menos ahora sabía que esta situación acabaría pronto por que ahora mamá sabía lo que había pasado y me sacaría de aquí, no había duda de ello pero mientras tanto tenía que ser paciente y esperar a que el milagro ocurriera.
Al director no le gusto mucho el hecho que yo haya visto a mi mamá por que sabía que eso enfurecería a Yoshie ya que iba en contra de lo que ella había planeado. Por mi parte yo ya estaba más tranquilo, ya no me importaba nada de ese colegio ni lo que me fueran a decir, ni recriminaciones o gritos, los castigos ya no me harían falta por que pronto saldría de aquí y si ese proceso duraba menos de una semana entonces ya estaría en casa para el sábado… no era más que esperar unos cuantos días más… nada más.
A ellos tampoco les importaba ahora que fuera a clases o no, tampoco les importaba mi alimentación ni nada por el estilo. Aún así la encargada de la cafetería siempre aparecía con mi comida en mi cuarto y al final del día venía a recoger los platos casi intactos. Me obligue a comer pero no podía con el plato así que solo desordenaba un poco el arroz y mordisqueaba algunos trozos de carne.
Mi vida transcurrió de esa manera hasta el día miércoles por la tarde que me pidieron que fuera a la oficina del director. Lo primero que se me vino a la cabeza es que por fin la ayuda ya había legado y que papá ya estaba aquí para sacarme del lugar. Sin perder mucho el tiempo me puse el uniforme y mis zapatos y salí de mi cuarto lo más rápido que pude a la dirección. Había gente que me miraba caminar y se sorprendía de hacerlo por que al parecer la mayoría ya me daba por muerto. Otros al contrario se acercaban un poco más quizá también sorprendidos como me había podido mantener con vida durante un mes. En el camino escuchaba comentarios como ‘ese es el chico que intentó escapar’ o ‘dicen que su papá va a venir a sacarlo’ o ‘pobre iluso’. A mi esos comentarios no me importaban por que sabía que se harían realidad, esta iba a ser mi última semana en este podrido lugar y seguramente estas eran mis últimas horas ahí…
Al fin después de diez minutos llegue a la oficina del director. La secretaria me hizo esperar un poco hasta que los dos escuchamos la inconfundible voz del director dándole la orden que me dejara entrar. Yo me levanté de la silleta en la que estaba sentado y crucé el marco de la gran puerta de madera directo a una habitación sombría y con intenso olor a café que me hacía recordar mucho a la época en que solía ir a la oficina de papá. Su escritorio siempre desordenado y lleno de papeles, el sonido de las teclas de la computadora hacía que todo ese lugar sonara como un sitio intelectual pero el olor a café reflejaba la tensión de los compañeros de trabajo de papá.
Mis ojos intentaron dar con el director pero más aún con mi papá quien se supone debía estar ahí para sacarme de una vez por todas. La silleta se volteo y por fin vi al director pero en vez de mi papá la persona sentada al frente del escritorio no era otra más que Yoshie a quien se le veía los nervios crispados… al parecer recién había tenido tiempo de venir a verme. Su primera reacción al verme su abalanzarse hasta mí y como ya era su costumbre incrustarme con sus enormes uñas plásticas.
-“Mocoso del demonio que has hecho?”
-“Ouch! Trátame bonito o quieres que le cuente todo a mi papá apenas lo vea?” – la deje un rato fría sin decir nada pero no me gusto su actitud de reírse de mis palabras.
-“Bueno eso ahora no me importa sabes? Estoy aquí para llegar a u acuerdo contigo y hacer las paces para que todo este bien entre nosotros para cuando tu papá llegue. Tu le vas a sonreír y le vas a decir a tu papito que este fue el mejor mes que has pasado aquí en este lugar y le vas a pedir para quedarte aquí. Tu otra opción es regresar a tu casa y sufrir las consecuencias de tus actos”
-“Y que te hace pensar que papá te va hacer caso esta vez? Esta vez tu tienes todas las de perder” – ellos esbozo una pequeña sonrisa
-“Si tu no hace lo que estamos quedando en este momento yo misma me voy a encargar de desaparecerte y nadie, te juro, nadie te va a encontrar vivo de acá a diez años”
-“Que pasa si te digo que si y a último momento cambio de parecer y le digo la verdad a mi papá. Tu crees que te va a creer cuando mi mamá y mi hermano le contaron lo que vieron acá? Tomoko es otro testigo… papá te va a botar a la calle…” – una cachetada me tumbo al suelo.
-“Estas en problemas enano… si tu planeas hacer eso no me queda otra que matarte yo misma. Asi no hay pruebas de nada… estando muerto nadie puede hablar o si?” – retrocedí de ella un poco.
-“No me puedes matar por que aún así mi papá te dejaría. Afróntalo estas perdida! Bruja!”
-“Silencio señor Minamoto! Yoshie lo mejor es que no te arriesgues y te vayas antes que venga su papá. El chico tiene la sartén por el mango y si te quedas te vas a quemar...” – el director trato de convencerla pero ella ya estaba echando chispas por las orejas.
-“Tienes razón, mejor me voy pero esto no se va a quedar así. Me voy y no te volveré a ver más pero tu te seguirás quedando aquí hasta que tu papá venga por ti pero para entonces será muy tarde…” – no me gustaba la manera en la que hablaba y se paseaba por toda la oficina, no me gustaba el sonido de sus tacos contra el piso de madera pulida y sumamente brillante. Se acercó a mi y empezó a rodearme. Me puse a la defensiva esperando algún tipo de golpe o algo parecido pero lo que más bien sentí fue un empujon. Si eso era lo único que podía hacer entonces no había nada que temerle. – “Pero no me voy de aquí sin un trofeo antes” – me susurró al oído. Luego volví a sentir la sensación de vacío en mi espalda. Me estaba jalando el cabello… di una mirada rápida a mi espalda solo para verla alzar un par de tijeras… no le iba a permitir cortarme más mi cabello.
Hice un movimiento difícil de explicar así nomás pero con la mano izquierda logré golpearla para evitar que usara las tijeras en mi cabello. Paso siguiente sentí mucho dolor pero cuando lo noté las tijeras no habían cortado mi cabello… me habían hecho un tajo en el antebrazo que ahora estaba chorreando sangre. Mi primera reacción fue apretar mi brazo para calmar el dolor pero estaba empezando a bañarme en sangre. Yoshie por su parte no tenía en mente esto y salió corriendo de la oficina. El director también quedo en estado de shock no se si de verme desangrándome en su oficina o por que sus piso se iba a malograr con mi sangre. La secretaria entro corriendo para volver a salir de la oficina con el mismo apuro rumbo al teléfono. Tenían que llamar a una ambulancia por que la nueva enfermera del colegio aún no había llegado. Sentía como mis rodillas se doblaban rendidas por falta de energía… no me podía rendir aquí sabiendo ahora que esto pondría en más aprietos a Yoshie… tenía que resistir hasta que llegar la ambulancia…
La secretaria volvió a entrar esta vez con un trozo de tela para tratar de vendar mi brazo… yo me sentía cada vez más sin vida pero en medio de todo estaba muy feliz…
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Cuando volví a abrir mis ojos me sentía cansado pero en medio de todo no sentía ningún tipo de peso… me sentía bien. Mis ojos al principio no enfocaron bien las cosas como para reconocer el lugar pero el olor a medicinas me decía claramente que debía estar en algún hospital de la zona.
-“Niño… ya despertaste!” – era una enfermera gordita – “Tu mamá esta afuera, espérate que la voy a llamar!” – la enfermera salió del cuarto y al poco rato entro mi mamá.
-“Estas bien mi amor?”
-“Si… aunque me duele un poco el brazo… pero estoy bien… ya no estoy en ese lugar… verdad?”
-“Ya no más”
-“Que día es hoy? Papá ya vino? Ya botó a Yoshie de la casa?” – mamá me acariciaba la cabeza pasando sus dedos por entre mi cabello.
-“Hoy es viernes… llevas durmiendo tres días”
-“Y papá? Yoshie? Que paso?” – mamá se quedó callada un rato más pero luego me hablo. – “Tu papá recién llego aquí ayer. Yo me logré contactar con él para decirle que regresara e hiciera algo. Se puso mal cuando te vio ahí echado sin moverte… estabas sumamente pálido…”
-“Pero que paso?”
-“Le dije que se tranquilizara que todo estaría bien. Cuando llego a su casa Yoshie no estaba ahí… tampoco estaban las cosas valiosas que habían comprado así que Yoshie se ha dado a la fuga. Tu papá esta tratando de encontrarla para que rinda cuentas” –di un suspiro profundo… ahora todo iba a estar bien – “Ahora cuéntame tu que fue lo que exactamente te paso?” – me costó recordarlo todo por que para mí fue como un sueño lejano… todo había pasado muy rápido y no había tenido suficiente tiempo como para asimilarlo todo. Cuando hice un recuento en mi cabeza y recordé esas pequeñas partes que al principio eran algo confusas en mi cabeza y se lo conté a mamá.
Mamá parecía hervir de cólera cuando le contaba lo de Yoshie y lo que intentó hacer con mi cabello pero más rabia le daba el corte en mi brazo que según ella me iba a dejar una gran cicatriz difícil de ocultar. La herida había sido un tajo pequeño pero la profundidad del corte era lo que lo había hecho peligroso y difícil de cerrar.
-“Deberías descansar un poco para que tengas fuerza. No tienes hambre?” - Me había olvidado de la comida por completo pero no tenía hambre. – “Mejor deberías comer algo para que tengas fuerza y te recuperes pronto. Le diré a la enfermera que te traiga tu comida”
-“Pero no tengo hambre”
-“Eso no me importa, ahora vas a comer” – mamá salió del cuarto y me dejo solito. Ahora que veía el cuarto era algo más que una simple habitación de color blanco. Tenía tarjetas de mis amigos en la mesa del costado de la cama. Tenía una televisión pequeña, había una canasta que tenía bordados… esa era la canasta de la abuela o sea que ella debía estar por aquí cerca. Miré a la ventana… parecía ser de día… y si era viernes Kouichi debía estar en el colegio y no vendría a verme hasta la tarde… de repente vendría con los chicos… ya era un mes que no los veía…
-“Muy bien Kouji abre bien esa boca que quiero que te comas todo” – mamá entro cargando una bandeja de comida que tenía una sopa caliente, un poco de arroz con pollo sancochado y una gelatina. A comparación de lo que había escuchado la comida no estaba fea pero aún así no logre acabármela. Me tome el caldo de la sopa, el pollo y algo de la gelatina pero con lo poco que comí me sentía a estallar pero traté de contenerme las ganas.
-“Mamá… podrías tratar de ubicar a Tomoko? Quiero darle las gracias… dile que venga a verme”
-“Ella ya estuvo aquí… de repente viene dentro de un rato… sabías que ella esta trabajando aquí? Ella fue la que te reconoció y nos llamo para que viniéramos a verte. Ahorita debe estar ocupada pero ya vendrá” – era fantástico que el mundo fuera tan pequeño y que de todos los hospitales al que pude haber parada justo caí en este que era justo el lugar donde alguien me conocía.
-“Ah… y la abuela?” – aún no había visto a la abuela… hacía tiempo que no la veía.
-“La abuela vendrá un poco tarde con Kouichi. Ella se quedo en casa ahora preparando el almuerzo, además tenía que hacer un par de pagos al banco” – mamá me estaba explicando un poco eso cuando papá entró por la puerta – “Al fin llegaste! Estaba haciendo tiempo a que vinieras. Los dejaré solos para que hablen” – mamá agarró su cartera y salió guiñándome el ojo. Papá por el contrario se le veía triste y bastante decaído. Tenía cara de estar pasando por una gran tensión y obviamente yo había sido su mayor preocupación.
-“Lo siento… siento mucho haberte dejado con Yoshie solo… debí mandarte con tu mamá pero en verdad pensé que Yoshie era buena… pensé que la cosa funcionaría entre ustedes… nunca pensé…”
-“No te preocupes papá… ya paso” – intenté sonreírle para que bajara la tensión del lugar, no era mi intención hacerlo sentir mal tampoco, con que se hubiera dando cuenta para mi era más que suficiente. Lo que si quería preguntarle era que había pasado con ella, donde estaría? Pero no me atreví a preguntarle…
-“Cuando te den de alto nos iremos de viaje… a donde quieres ir?” – la proposición de viaje nunca me hubiera llegado en otro caso… papá se sentía tan culpable que se veía forzado a pagarme de alguna manera pero la verdad no había necesidad de eso. – “Pídeme lo que quieras!”
-“No es necesario viajar papá. Además tengo que ir a clases… creo que me he retrazado un poco… Como te fue en tu viaje?” – le cambie la conversación
-“No me cambies la conversación!” – me cogió de los hombros y me sarandeo un poco luego se dio cuenta de lo que hizo y me soltó… tan chocado estaba? – “Discúlpame… no quise que las cosas se dieran de esta manera… la verdad no me di cuenta”
-“Lo sé pero papá ella ya no esta con nosotros y eso es lo mejor de todo… ese es el mejor regalo de compensación” – si había algo que deseaba más que el hecho que Yoshie se fuera de nuestras vidas pero las posibilidades que papá cumpliera con eso eran ínfimas… papá nunca lo haría… ya me había resignado a eso.
-“Yoshie desapareció totalmente. La casa estaba vacía y lo que no pudo llevar lo rompió” – con razón papá estaba tan chocado… era eso pero que tanto caos había podido lograr?
-“Que tanto rompió?”
-“Pues no ha quedado mucho en pie. Nada de la casa sirve en realidad pero lo que más ha destrozado han sido nuestros cuartos. Kouichi te contará mejor lo de tu cuarto por que él ha sido el que me ha ayudado a limpiar. El creo que llega dentro de una hora o algo así” – ya me había imaginado que mis cosas en manos de Yoshie no iban a sobrevivir y al parecer no me había equivocado. Papá se quedo un rato más hablando conmigo y a pedido mío, cosas de su viaje por que no nos convenía recordar a la bruja de Yoshie.
Hablamos alrededor de una hora y después se fue por que tenía que hacer al trabajo pero me dejo en buenas manos esta vez, en las manos de mi abuela y mi hermano que llegaron cual reloj a verme. Al parecer la abuela no se asusto al verme flaco como mamá y Kouichi habían supuesto salvo que ya se hubiese espantado mientras estuve dormido… En fin, la abuela me trajo una tajada de pastel que ella misma había preparado en casa, quizá con el afán de hacerme engordar o tal vez solo por el simple hecho de darme un gusto después de un trago amargo como el que había sido Yoshie. Yoshie… creo que después de todo nunca podría olvidarme de ella, por más que quisiera… Cuando la abuela acabo de hacerme comer al punto de casi hacerme arrojar salió a conversar con mamá. Kouichi y yo nos quedamos solos en el cuarto conversando aunque a mi aún me quedaba algo suelto… había algo que no sabía y la curiosidad se apoderó de mi.
-“Kouichi, que accidente tuviste que no pudiste ir a verme?” – lo agarré de sorpresa por que se sobresaltó pero después se rió un poco
-“Te acordaste de eso… hace rato estaba dándote vueltas en la cabeza verdad?
-“Si, algo… pero dime… que paso?
-“Bueno… yo empecé a trabajar…” – Kouchi comenzó a contarme todo; desde que nos alejamos, cuando mamá perdió el trabajo, cuando comenzó el a trabajar. Como era su trabajo, de lo bien que se llevaba con su jefe y de lo mal que se llevaba con su hijo. Todo lo que me contaba me daba algo de cólera por que a pesar de haber estado presente en ciertos momentos jamás me comentó nada. Me daba cólera por todo lo que había pasado él para obtener plata cuando pudo haberme pedido a mí. No era totalmente su culpa por que sabía que mamá se lo había pedido… - “Bueno… eso fue lo que paso”
-“Debiste decirme todo, yo los pude haber ayudado…”
-“Como? Si tu también tenías problemas en casa. Tu también debiste decírmelo!” – los dos nos quedamos callados pero de pronto empecé a buscar la respuesta en mi cabeza… por que no le había dicho nada a mi hermano? Un motivo había sido que casi no lo veía lo suficiente como para sentarnos a conversar. Pero el también pudo haberlo adivinado… él debió preguntarme… aunque había algo por ahí que debía haberlo frenado… - “Yo sabía que tenías algún tipo de problema en casa pero nunca te lo pregunte… esperando a que tu me lo dijeras… te acuerdas de la promesa….?”
La promesa? Algo vino a mi mente… hubo una promesa que hicimos… que no nos meteríamos en la vida del otro a menos que… - “No te meterías en mi vida a menos que yo te dijera que tenía algún problema…” – Kouichi me miro y de pronto lo entendí. Aquella vez me había enojado mucho con él… yo mismo acepté esa cláusula…
-“Te parece si de aquí en adelante dejamos esa cláusula de lado?” – los dos nos reímos
-“Trato hecho… no más secretos! Entonces… ya que no hay más secretos… cuéntame que tanto destrozo Yoshie mi cuarto?”
-“Estas seguro que quieres saber? La verdad no creo que te guste la respuesta… francamente yo en tu lugar la buscaría para romperle las uñas acrílicas!”
-“Dime, la verdad ya me imagino lo peor…”
-“Ok… consté que tu me lo pediste…” – Kouichi me contó lo que yo me había imaginado solo que con algo más de detalle. De mi cuarto lo único que había sobrevivido era la puerta de entrada y la de mi armario. Según Kouichi mis cosas estaban hechas trizas aunque lo que más me dolió fue el hecho que mi guitarra, la que papá me regaló por mi cumpleaños estuviera ahora hecha añicos y su única utilidad ahora era la de alimentar el fuego de alguna chimenea.
Pero destrozar mi cuarto no fue la única gran hazaña de Yoshie. Cada cuadro de la casa había sido desgarrado de su lugar. Según Kouichi papá no había querido dormir en ese lugar destrozado por una loca que había sido capaz de maltratarme, por eso mamá y la abuela le ofrecieron alojamiento en casa pero papá no acepto. Desde que llego había estado durmiendo en un cuarto de hotel y según era mi sospecha debía ser el mismo cuarto de hotel en el que habíamos estado antes.
Cuando me dieran de alta tendría que convencer a papá para volver donde mamá o en todo caso volver a reconstruir nuestra casa. Iba a pasar buen tiempo hasta dejarla antes que pasara el huracán por ahí pero en medio de todo si podía hacerlo.
Más tarde llegaron los chicos por mi cuarto para saludarme por que como dijo Takuya ya hacía un mes que no veía mi cara. Yo también los había extrañado un montón por que no habíamos podidos hacer grupo en clase y no habíamos podido conversar. Entre todos trataron de hacerme reír cosa para nada complicada por que eso era lo que me hacía falta… reír… que bien se sentía.
Pero la visita de mis amigos no fue la única sorpresa agradable que recibí. Mi mamá ya me había comentado que Tomoko trabajaba ahí ahora y para la noche recién tuvo tiempo de ir a verme. Sentía que en medio de todo algo de bueno había tenido la experiencia de estar en ese lugar por que sino jamás hubiera podido conocer a Tomoko. Ella me contó como me había encontrado de nuevo en ese lugar y que parecía que yo iba persiguiéndola acaparando accidentes y desgracias.
-“Me alegro que ya estes bien. Me asustaste mucho esta vez!”
-“Lo lamento… espero que no vuelva a ocurrir”
-“No creo que vuelva a pasar” – papá hizo su aparición en el lugar. No lo veía desde la tarde – “Parece que Yoshie no volverá por que salió del país… tampoco creo que se vuelva a aparecer por aquí” – papá parecía satisfecho por eso pero a la vez notaba cierta tristeza en su voz… él en medio de todo la quería bastante.
-“Se va a quedar con Kouji a pasar la noche señor? Por que no tiene la necesidad de hacerlo… yo estoy de guardia ahora y siempre estaré echándole un ojo” – no sé por que tuve la impresión de ver cierto rasgo de coloración en las mejillas de Tomoko pero no estaba cien por ciento seguro de eso… podría ser?
-“Ya había echo planes para acompañarlo hoy… no te preocupes…?” – papá hizo un gesto con su mano como para que ella le dijera su nombre
-“Se llama Tomoko papá… ella era la enfermera del lugar donde estuve… si no fuera por ella de repente aún seguiría ahí”
-“Ya veo…Muchas gracias Tomoko. No tengo palabras para agradecerle”
-“No se preocupe… no fue nada” – mis ojos no se equivocaron… ese no era el color rosado natural de Tomoko. Si bien todavía era un niño ya tenía idea de ciertas cosas y esta situación era definitivamente una de esas.
-“Papá… Tomoko no ha cenado y seguro que tu tampoco… por que no van un rato a la cafetería y comen algo? Yo quiero descansar un rato” – me acomode como para empezar a dormir. Sentía sus ojos en mí pero no me importó… prefería descansar un poco por que había recibido muchas visitas durante el día.
-“Esta bien… Tomoko aceptas la invitación?” – con algo de vergüenza logró aceptar… ahora solo tenía que esperar algo de tiempo haber que noticias salían…
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Esa noche dormí muy tranquilo aunque sentí que mi papá entró en mi habitación algo tarde y como no tenía reloj no podía saber cuanto tiempo habían estado cenando y que cosa comieron pero seguro que me podría enterar de eso tarde o temprano.
A la mañana siguiente era día laboral por lo que papá y todo el mundo estarían trabajando. Las únicas que podían hacerme compañía eran mi abuela y Tomoko. La abuela llego muy temprano y tomo desayuno conmigo. Poco a poco volvía a tolerar la comida y como bien dijo Tomoko todo estaba en mi ánimo y en las ganas que tenía de recuperarme y ahorita no había otra cosa que más quisiera.
Mi mañana fue por demás tranquila. Papá me había dejado un televisor portátil para que no me aburriera tanto y unas cuantas revistas para que me mantuviera informado pero las revistas no tenían la información que yo quería saber… No fue sino hasta la tarde en que pude conversar con Kouichi que al parecer habían ciertas noticias.
-“Fue muy extraño… papá llamo temprano a casa para decir que te estaba dejando solo y para preguntar quien vendría a estar contigo en la mañana mientras el trabajaba. Mamá le dijo que iría la abuela hasta que ella llegara pero le pidió a papá que viniera para darle su almuerzo… tu sabes a mamá no le gusta la gente mal alimentada”
-“Si lo sé pero que fue lo raro?” – Sabía que Kouichi me pondría las cosas largas para acaparar toda mi atención, siempre había sido así a la hora de contar historias o capítulos de las series… era algo así como su hobbie.
-“No comas ansias” – se rió – “Yo estaba saliendo para el colegio cuando papá llego a la casa en el carro. Entró nos saludo y salió… yo también salí con él y mamá desde luego para desearme buen día en el colegio y adivina que….!”
-“Que?” – más o menos podía intuir lo que me iba a decir pero quería escucharlo de alguien más
-“Tomoko estaba en el carro! Mamá por supuesto se acerco a saludarla…”
-“Y que dijo papá?”
-“Pues que la iba a llevar a su casa por que tenía que descansar ya que le había tocado guardia. Tomoko nos saludo normalmente y los dos me llevaron hasta el colegio. Tomoko es una gran persona… tiene historias muy interesantes de fantasmas y aparecidos…”
-“Y que más te parece?” – le di una miradita a Kouichi y el se me quedo mirando… al parecer la había captado muy lento
-“Sabía que tu tenías algo que ver en todo esto… cuéntame lo que hiciste!” – nos empezamos a reír y así como el me había contado lo que vio en la mañana yo lo conté lo que hice en la noche.
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Con mi suerte quede libre del hospital para el fin de semana. Papá vino a firmar los papeles y a recogerme en el carro. Me trajo ropa nueva que se había tenido que probar Kouichi y mis zapatillas. Era un alivio salir de ahí por que el olor a hospital jamás fue mi favorito, ahora lo que quería era oler a aroma a casa y no tenía exactamente una idea clara hacía donde iba el carro. A lo lejos vi la casa de nuevo… por fuera se veía limpia…. Papá habría hecho la limpieza?
Bajamos del carro para entrar por la puerta que estaba entreabierta. La casa ya no tenía muebles tan finos como antes pero por lo menos tenía muebles. La cocina era lo que más había quedado en pie por que estaba tal y como la recordaba. El comedor tenía una mesa mediana y unas cuatro sillas. La escalera ya no tenía la alfombra que la cubría y tampoco estaba el espejo de la entrada.
-“Puedo subir a dejar mis cosas?” – papá me dio permiso para subir. Quería ver mi cuarto así que subí casi saltando los escalones. El cuarto estaba bien iluminado por las ventanas abiertas. La cama era nueva al igual que el velador y el escritorio, por lo demas mi cuarto estaba vacío.
-“Creo que tenemos que comenzar desde cero…”
-“Si… pero no importa verdad?” – no me importaba mucho ahora – “Que es esa caja?”
-“Son las cosas que te quitaron en ese lugar… recién las mandaron ayer… creo que esta todo aunque sería bueno que lo revisaras solo para estar seguros no?” – revise y estaba todo lo que me acordaba. Algunas de mis ropas favoritas, mi celular, mi gameboy, algunos libros y cuadernos, el uniforme del lugar que era lo que más me había gustado por que esa tonalidad de azul me quedaba muy bien.
Papá me dejo en mi cuarto a solas para arreglar mis cosas pero al poco tiempo fue Kouichi quien vino a buscarme…
-“No sabía que estabas aquí!”
-“Y que te hace pensar que no estaría aquí en un día como hoy? Bueno… te venía a llamar para almorzar” – Kouchi me agarro del brazo y me empezó a jalar hacia las escaleras. Bajamos y entramos por la cocina hasta la terraza. Había una mesa en el jardín y el olor a carne asada estaba en toda la cuadra… no me había puesto a oler e lugar con detenimiento.
La abuela había puesto su pastel en el centro de la mesa y Tomoko su ensalada de vegetales que siempre me había contado que era lo que mejor sabía hacer. La carne estaba deliciosa pero lo más bonito fue que mi familia a pesar que estaba algo desmembrada estaba ahora junta… para mi Tomoko ya era parte de mi familia…
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