GRAU  El peruano del milenio

Reynaldo Moya Espinosa

Carátula

Contenido

Prólogo

Capítulo I

Capítulo II

Capítulo III

Capítulo IV

Capítulo V

Capítulo VI

Capítulo VII

Capítulo VIII

Capítulo IX

Capítulo X

Capítulo XI

Capítulo XII

Capítulo XIII

Capítulo XIV

Capítulo XV

Bibliografía

Biografía de R. Moya E.

 

CAPÍTULO V:

GRAU EN EL "HUÁSCAR"

1.- La vuelta al servicio

2.- Grau y el puerto Salaverry

3.- El contrato Dreyfus

4.- La rebelión de los Gutiérrez

5.-Tratado secreto con Bolivia

6.- Muere la madre de Grau

7.- La rebelión de Piérola

8.- Diputado por Paita

9.- La memoria del 2 de Enero de 1878

10.-La casa de Grau en Lima

11.- Grau en 1879 buscaba petróleo

12.- Grau dice ser hijo de Paita

 

3.- El Contrato Dreyffus 

Como el Tesoro Público estaba en falencia, Balta nombró como ministro de Hacienda a don Nicolás de Piérola, por recomendaciones del general Rufino Echenique, presidente de la cámara de Senadores. Cuando Piérola se presentó ante el Congreso dijo que el Perú se encontraba al borde de un abismo pero que aún no había caído en él. Se vio la inconveniencia de renovar los onerosos contratos con los consignatarios del guano, pero como se requería urgentemente dinero se les volvió a solicitar un préstamo de 10’562.000 pesos a dichos consignatarios. Entonces Piérola entró en tratos con la casa francesa Dreyfus Hermanos y Cía. Estos se habían iniciado en Lima en 1852 con un pequeño capital montando una tienda de telas, que administraban  los hermanos Jerónimo, Isidro y Próspero, a los cuales se sumó en 1858 otro hermano  más, Augusto, judío de nacimiento que a los 17 años se había convertido al cristianismo y que llegó como socio minoritario, trabajando como dependiente. En 1863 quedan como únicos socios Augusto e Isidro el cual fue reemplazado en 1866 por León Dreyfus. Desde el 5 de julio de ese año principiaron a trabajar en el negocio del guano, se vincularon con grandes capitalistas franceses y se firmó un contrato en París, lugar donde trasladaron la sede del negocio. Por esa época, Augusto tenía 30 años. Rápidamente prosperaron y se volvieron millonarios.

El 5 de julio de 1869, el Perú y los hermanos Dreyfus firmaron el célebre contrato que lleva su nombre. De acuerdo con el contrato, el Perú se comprometía a vender dos millones de toneladas de guano y los Dreyfus se harían cargo de la deuda peruana. Al momento de suscribir el contrato, el Perú recibiría 2’400.000 libras esterlinas y le entregarían en forma mensual 700.000 soles hasta marzo de 1871. Dada la fuerte oposición de los consignatarios, recién en noviembre de 1870 pudo aprobar el Congreso el contrato. El Perú pudo vivir espléndidamente, con su ya saneada economía, pero Balta había resuelto llevar adelante un gigantesco plan de construcciones ferroviarias y en 1870 solicita un préstamo de s/. 59’600.000.00 a la casa Dreyfus, que se hizo efectivo en febrero de 1871.

En 1870 Balta había formado una comisión que integró Grau, para establecer si en la garita de Moche podía construirse un puerto y habiendo sido el informe favorable, se construyó el puerto de Salaverry que reemplazó al de Huanchaco. Intervino también Grau a favor del teniente Pera, del “Huáscar” en el juicio militar que se le siguió, contribuyendo a su absolución

Balta creyendo que no había peligro exterior redujo el ejército de 12.000 hombres a sólo 4.500, restableció el sistema el sistema de milicias con el nombre de “Guardia Nacional”, canceló un contrato para la construcción de 12.000 fusiles de acero belgas y mando a desarmar y a vender al monitor “Victoria”, al transporte “Sachaca” y al vapor “Loa” y como antes se habían perdido la “Amazonas” y la “América”, la potencia de la escuadra se resintió 

Balta no quedó satisfecho con el dinero que había conseguido y en enero de 1871 volvió hacer una operación financiera en bonos con la  casa Dreyfus por 75 millones de soles. 

De esa modo Balta en forma criticable agotó la capacidad financiera del Perú y cuando  buscó dinero para la defensa no lo encontró. El 20 de diciembre de 1871, el cónsul del Perú en Valparaíso coronel Alfonso Salmón, remitió una nota secreta al presidente Balta, haciéndole conocer que Chile había mandado a construir dos poderosos blindados. 

 El 14 de febrero de 1872 Balta reúne a su consejo de ministros y se acuerda la construcción de dos barcos más poderosos que los chilenos y se encarga al comandante general de la Marina, capitán de navío Manuel Ferreyros para adquirir dos blindados, dos cañoneras y armamento diverso. Ferreyros comprobó que en los astilleros ingleses de Hull se estaban construyendo los dos blindados chilenos. La casa Dreyfus se negó a hacer al Perú un nuevo préstamo para adquirir los barcos y las gestiones quedaron paralizadas. De ese modo los judíos franceses así pagaron al Perú el haber sido el origen de su fabulosa fortuna. Podemos también decir que allí se jugó el destino futuro del Perú, porque si hubiéramos tenido esos barcos, Chile no nos hubiera declarado la guerra. 

Nuestros representantes en Europa, recibieron una oferta del embajador turco del sultán  Abdul Hamid II que ofrecía en venta un acorazado que ya estaba terminado  en los astilleros Samuda de Londres que ellos no podían pagar, y que tenía 6.000 toneladas, doble hélice, 7.000 H.P., navegaba a 14 nudos por hora, coraza de 7 pulgadas, 4 cañones de 400 libras y 23 cañones de tiro rápido. Es decir, un barco fabulosamente poderoso. Al final fue vendido al imperio alemán.