4.- La Rebelion de los
Gutierrez
El 15 de octubre de 1871
se realizaron las elecciones de los ciudadanos que debían de
conformar los colegios electorales, pues se trataba de una
elección indirecta. Fue don Manuel Pardo el que logró la
mayor cantidad de colegios electorales a su favor, con
relación el general Rufino Echenique y Manuel Toribio Ureta
que eran los otros contendores. En mayo de 1872 se realizó
la elección final por los colegios electorales y volvió a
ganar Manuel Pardo, El capitán de navío Lizardo Montero
resultó elegido senador por Tarapacá. El 13 de julio
empezaron a funcionar las juntas preparatorias del
Congreso.
Hombres fuertes del
Gobierno de Balta y que hasta el momento le habían mostrado
una lealtad a toda prueba eran el ministro de Guerra,
coronel Tomás Gutiérrez y sus hermanos Silvestre, Marcelino
y Marceliano, también coroneles. Ellos consideraban que la
llegada de Manuel Pardo al poder sería un desastre para el
Perú, y con el propio presidente Balta prepararon un golpe
de estado para desconocer el 22 de julio en la mañana, la
elección de Pardo, pero horas más tarde Balta se arrepintió,
fue entonces que el coronel Silvestre Gutiérrez con dos
compañías tomó palacio y apresaba a Balta, mientras su
hermano Marceliano al frente de un batallón proclamaba en la
plaza de Armas a Tomás Gutiérrez como jefe supremo de la
República.
El congreso y el pueblo
reaccionaron contra los coroneles rebeldes. Don Manuel Pardo
pudo escapar con dificultad y penosamente llegó al Callao y
se embarcó en un bote siendo recogido por Miguel Grau que
estaba al mando del “Huáscar”, y de allí fue trasladado a la
“Independencia”. Grau con su amigo y paisano, el capitán de
navío paiteño Camilo Carrillo secundaron al contralmirante paiteño
Diego de la Haza que era comandante general de la escuadra
el que convocó en el barco “Marañón” a una junta de
comandantes de la armada tomándose el acuerdo de defender la
Constitución y rechazar a los Gutiérrez. Allí Grau les hizo
una vehemente exhortación para salvar a la República del
abismo al que la habían llevado la ambición de cuatro
soldados sin prestigio, humillándola al ensartar las leyes
en sus bayonetas.
La escuadra entonces se
dirigió a la isla de San Lorenzo donde fondeó. Grau fue
comisionado para que recorriera con el “Huáscar” el litoral
sur, incitando a los pueblos a defender la legalidad. El 23
de julio de 1872 estando Grau en Islay lanza un manifiesto
a la Nación, fijando su posición contra los Gutiérrez y su
sometimiento a la Constitución y a las leyes, así como a los
poderes legalmente constituidos.
Con Camilo Carrillo,
García y García y Ferreyros, que eran también comandantes de
barco, Grau partió al sur para fomentar la resistencia
contra los Gutiérrez. En el Callao y en Lima se produjeron
pronto los primeros intentos de resistencia y el 26 de julio
fue muerto el coronel Silvestre Gutiérrez en un tiroteo.
Como reacción los Gutiérrez ordenaron la muerte del
presidente Balta que fue asesinado en su cama, lo cual
produjo un alzamiento multitudinario del pueblo y de varias
unidades del ejército resultando muertos Marceliano y Tomás,
cuyos cuerpos fueron colgados de las torres de la catedral.
Marcelino logró escapar y cuando estalló la guerra con Chile
murió heroicamente combatiendo.
La caída y muerte de
Balta interrumpió las gestiones de Ferreyros en Europa para
adquirir blindados y si bien es cierto más tarde se
reanudaron cuando Pardo era presidente no se puso el mismo
interés.
Estando ya don Manuel
Pardo en la presidencia, Grau integra en 1872 la comisión
consultiva de la Marina, la cual plantea la “regeneración de
la escuadra”. Grau reinicia sus viajes de inspección de las
costas chilenas y eleva informes a la superioridad sobre sus
observaciones. Se percata de la situación de las relaciones
de Bolivia y Chile, ya que en el territorio boliviano de
Antofagasta la mayor parte de la población estaba
constituida por mineros chilenos.