GRAU  El peruano del milenio

Reynaldo Moya Espinosa

Carátula

Contenido

Prólogo

Capítulo I

Capítulo II

Capítulo III

Capítulo IV

Capítulo V

Capítulo VI

Capítulo VII

Capítulo VIII

Capítulo IX

Capítulo X

Capítulo XI

Capítulo XII

Capítulo XIII

Capítulo XIV

Capítulo XV

Bibliografía

Biografía de R. Moya E.

 

CAPÍTULO V:

GRAU EN EL "HUÁSCAR"

1.- La vuelta al servicio

2.- Grau y el puerto Salaverry

3.- El contrato Dreyfus

4.- La rebelión de los Gutiérrez

5.-Tratado secreto con Bolivia

6.- Muere la madre de Grau

7.- La rebelión de Piérola

8.- Diputado por Paita

9.- La memoria del 2 de enero de 1878

10.-La casa de Grau en Lima

11.- Grau en 1879 buscaba petróleo

12.- Grau dice ser hijo de Paita

 

11.- Grau en 1879 buscaba Petróleo 

En 1872 lo que ahora es la provincia de Talara y el departamento de Tumbes estaba ocupado por las haciendas de Máncora que principiando en el río Tumbes, llegaba hasta la quebrada de Pariñas y las haciendas La Brea y Pariñas que empezaban en la quebrada de Pariñas llegaba hasta la población de Amotape sobre el río Chira. La hacienda Máncora  pertenecía a los herederos de don Diego Lama Farfán de los Godos, que eran 13 hijos. Las otras dos haciendas eran propiedad de don Genaro Helguero que las había recibido de doña Josefa Lama al morir. Pero aparte de estas tres grandes propiedades, existían en la cuenca del Chira otros propietarios de fundos y de chacras.

En toda la región se habían descubierto grandes depósitos de petróleo que suscitaron la codicia de muchos empresarios extranjeros, sobre todo ingleses. El petróleo recién se conocía en el mundo como combustible para impulsar la maquinaria industrial, a cuyo desenvolvimiento ayudó mucho. En plena guerra con Chile, Helguero negoció la venta de sus propiedades a un empresario inglés por importante suma. En la parte correspondiente a Máncora y de los demás medianos y pequeños propietarios de tierras se formaron diversas compañías, muchas de ellas piuranas.

En 1877 Grau con un vecino del Arenal, propietario de tierras, don Miguel Manzanares, hicieron un denuncio petrolífero, que se publicó en el diario “El Comercio” de Lima y de inmediato entraron en tratos con una empresa inglesa, pero la guerra lo paralizó todo. Esta es sin duda una faceta poco conocida de la vida de Grau 

Con la municipalidad de Paita, Grau tuvo alguna comunicación y allí se guarda como reliquia una carta del héroe de fecha 18 de abril de 1879, cuando la guerra acababa de estallar.  

El 7 de marzo de 1879 fue nombrado vocal de la Junta Revisora de Ordenanzas Navales, cargo en el que estuvo poco tiempo por haber Chile declarado la Guerra al Perú en abril.