Fundación
Cultural en Tláhuac
Para
promover el trabajo de los creadores
Por:
Sergio Rojas
Debido
al casi nulo interés que como regla inalterable han
mostrado los gobernantes en México para con la cultura,
llámense como se aclamen y procedan del partido político
del que provengan, un grupo de entusiastas amigos nos hemos
reunido con el objetivo de crear la Fundación Cultural
cuya primordial misión será la de contribuir
a que en delegaciones como Tláhuac, Xochimilco y Milpa
Alta, sea reactivado en la comunidad el interés por
las bellas artes. Pero, sobre todo, para que los creadores,
escritores, cronistas, músicos, compositores, poetas
y artistas plásticos, cuenten con los espacios necesarios,
independientes de la burocracia anquilosada y entrampada en
sus pugnas por el poder, para que puedan dar a conocer su
obra.
Ante
el rechazo de los gobernantes por destinar recursos para la
generación de actividades culturales, debido a que
prácticamente todo el presupuesto estos lo utilizan
para seguir fraguando su futuro político mediante el
voto en las urnas de los incautos electores, quienes hemos
integrado desde ahora la Fundación Cultural convocaremos
a los jóvenes interesados en las bellas artes para
conocer su trabajo y, de ser el caso, apoyarlos de momento
con lo imprescindible.
Porque
una empresa de tal magnitud requiere de los recursos económicos
que todavía no comienzan a llegar, cierto, pero que
desde ahora hemos comenzado a buscar para revitalizar la vida
cultural en delegaciones como Tláhuac, por ejemplo,
que es donde tiene su epicentro esta noble iniciativa, surgida,
como ya anotamos líneas arriba, de entusiastas tlahuaquenses,
quienes desde diversos ámbitos hemos pugnado, a través
de los años, por la superación de la comunidad
a través de iniciativas culturales. La Revista NOSOTROS
es un ejemplo del trabajo editorial desarrollado por un amplio
grupo de personas involucradas en el quehacer cultural de
sus comunidades.
En
la creación de la Fundación Cultural, aclaramos
de una vez, no va entreverado ningún fin político
ni se busca hacer proselitismo por determinado suspirante
a remunerador cargo de elección popular. Lo recalcamos
por aquello de que el actual es un año de turbulencias
políticas en la que los ávidos de poder y dinero
se van a dar con todo. Nosotros estamos al margen. Nos interesa
conocer a quienes realizan un trabajo cultural y saber cuándo
y cómo lo hacen. Deseamos con vehemencia sumar esfuerzos,
talentos, voluntades.
Resentidos
sociales, por favor, mantenerse en donde actualmente se encuentran,
esto es, en el ostracismo pueril a donde con seguridad los
ha remitido alguna de sus bajas pasiones, como suele ser la
envidia, uno de los siete pecados capitales más comunes.
Desde
ahora la Fundación Cultural abre sus puertas a todo
aquel interesado en aportar tanto recursos económicos
como ideas para sentar con firmeza las bases de su nacimiento.
A
los que forman parte de la comunidad nativa de la delegación
Tláhuac pero, también, a quienes sin haber nacido
ahí han adoptado como su patria chica esta noble tierra.
No olvidemos que las migraciones trasladan a los hombres de
un lugar a otro para enriquecimiento cultural de las comunidades,
de su historia y de sus expectativas para el futuro inmediato.
Y
como justo reconocimiento a la labor que durante años
ha realizado en Tláhuac un entrañable amigo,
quien, entre otras cosas, además de ser mexicano por
convicción y determinación, ha contribuido de
múltiples maneras al desarrollo de la delegación,
mediante su incursión en los ámbitos social,
cultural, político y económico, con la consecuente
apertura de fuentes de trabajo, significándose sobre
todo por su filantropía, por iniciativa de quienes
nos hemos juntado en torno a la Fundación Cultural
decidimos asentarle el nombre de tan singular personaje: Alejandro
Durán Raña.
Quien
por años ha realizado de callada manera una labor ejemplar
de apoyo a personas y grupos involucrados con el quehacer
cultural, independientemente de su altruismo al mantener en
pie la Casa Hogar de las Niñas de Tláhuac y
de encabezar el grupo Amigos por Tláhuac, cuya misión
ha sido la de sumar el esfuerzo de sus integrantes al de aquellos
grupos de vecinos que realizan algún trabajo de indudable
beneficio social para su barrio, pueblo o colonia, debe ser
a todas luces reconocido, aunque por modestia él prefiriera
ni siquiera ser mencionado.
Pero
como anotamos en el número 87, «nobleza obliga»,
y en este caso qué mejor reconocimiento para el cordial
amigo, compañero, socio y presidente del Consejo de
Administración de Duro Comunicación con Sentido,
SA de CV, que inscribirle su nombre a la Fundación
Cultural que hoy nace, y que viene a ser otro significativo
reconocimiento que se suma a los que le han hecho en otras
delegaciones como Milpa Alta, en donde el Consejo de la Crónica
le reconoció su labor de apoyo al quehacer cultural
de sus integrantes, y en Santa Catarina Ayotzingo, en la vecina
entidad, le patentizaron su agradecimiento por el apoyo recibido
para la difusión de sus actividades.
Desde
nuestra Fundación Cultural buscaremos, con recursos
privados, publicar en una gran colección que abarque
todos los géneros, la obra de quienes no han recibido
ningún apoyo de la burocracia cultural, y abriremos
para los artistas plásticos el escaparate que necesitan
para mostrar su obra.
Comenzamos, pues, con esta nueva empresa. Quede abierto entonces
el correo electrónico de la Revista NOSOTROS para comenzar
a recibir comentarios, opiniones y sugerencias, pero principalmente,
nombres de creadores y promotores culturales, y la ficha técnica
de lo que están haciendo. ¡Enhorabuena!
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