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Ritos y Leyendas de Maguana
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AGÜITA DE OLIVORIO
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Autor:Guaroa Ubiñas Renville
Subiendo
hacia la Cordillera Central, en el sitio de la Maguana Arriba donde nació y se
crió Liborio Mateo; el Santo; el Maestro; el segundo
Dios; el escogido por San Antonio e iluminado por el padre Eterno, que curó a
los enfermos, revivió muertos, convirtió las piedras en pan para los
hambrientos, sirvió de protección a los que huían de las injusticias; a los que
luchaban contra la invasión de los norteamericanos; el que murió cuando decidió
que las balas no se volverían algodón cuando se las dispararan y resucitó como
el primer Cristo a los tres días, y camina, le da consejos y brinda consuelo a
miles de gentes a más de setenta años de su
"muerte", se encuentra el "Alto del Calvario", lugar cuidado por una mujer
madura muy flaca, vestida con un camisón marrón de tela gruesa y con un pañuelo
e color en la cabeza y un rosario pendiente del cuello que atiende además el
altar que está dentro de su humilde casa.
Bartolo, su
hermano, es un anciano. Cuando llega al calvario formado por tres cruces siendo
la del medio la de mayor tamaño agarra como sobando el asta de la bandera
dominicana que está allí colocada y la aprieta con devoción por una esquina como
señal de respeto; este y los demás calvarios que iremos encontrando tiene un
circulo marcado por piedras que rodean las cruces; círculos que uno debe caminar
después de pedir un deseo sin devolverse si no quiere que lo que se pide se
ponga mas
difícil de conseguir.
Sigue la loma subiendo y nos dirigimos a la "aguita" o el
agua santa de Liborio; antes de llegar a ésta hay dos calvarios más con cruces
cubiertas arriba y en los dos brazos con piedras pequeñas; cada piedra que se
coloca es un deseo y si se cae al colocarla en equilibrio sobre las otras es que
no se tiene fé suficiente; más abajo en una pequeña hondanada está una gruta de
piedras negruzcas de cuyo techo caen gotas de agua fresca que se filtran y al
lado derecho se nota la huella de una mano muy grande, la mano de Liborio que es
conocida como "la mano poderosa" en la cual uno debe tratar de empalmar la suya
para luego colocar la cabeza inclinada dentro de la Gruta de manera que le caiga
una gota sobre ella.
Allí siempre
se encuentra una vela prendida; el día 12 de enero de 1999 en la soledad del
lugar sobrevivía una protegida del viento por los accidentes de las rocas; a un
lado hay un curioso banco de piedra que era donde se sentaba el maestro a
atender los enfermos.
Más allá
entre las raíces de una hermosa mata de Guásima brota enérgica una noria de
aguas cristalinas que baja entre las rocas hasta una poza; es : el Agua Santa,
los hombres y mujeres se bañan en ella y toman tres tragos para su bienestar, en
el fondo se pueden ver a veces restos de alimentos, mentas etc,. que son
"servicios" que le traen a una Xayba grande que vive allí y es conocida como la
Reina Anacaona, su pareja macho y su corte o compañeras de menor tamaño: Cuando
ella sale es porque el que la convoca tiene mucha fe; a veces a pesar de lo
pródigo de los servicios que se les ofrecen no sale.
Cada Xayba de
esta es un indio, explican que quiere decir para los creyentes "un misterio" y
se sabe de un hombre que pescó una, se la comió y se creció súbitamente el
vientre y se murió; de otro que apenas pescó una y se la llevó comenzó a sentir
un dolor de cabeza tan grande que tuvo que devolverla a las doce de la noche
quitándosele el dolor al soltarla; de la vez que unos brujos tiraron una cabeza
de chivo sobre la noria dejando de fluir el agua y secándose la poza y el arroyo
completamente, hasta que limpiaron el lugar; de cuando unos fanáticos
evangélicos comenzaron a tratar de borrar las huellas de la mano poderosa de la
gruta y no pudieron.
Después en lo
alto del calvario, Bartolo frente a la cruz mayor nos rocía agua con una ramita
silvestre que humedece dentro de una gran copa de cristal en una ceremonia en la
cual entre invocaciones a San Bartolo; a San Juan y al Maestro Liborio nos dice
que ahora pertenecemos a un plano superior siempre y cuando tengamos fe y nos
abraza. En lo alto pasan unas manadas de pericos.
Entre el
poblado de Juan de Herrera y el lugar conocido
como el
Corral
de los Indios
salía por las noches una mujer encadenada y en las norias de los alrededores
aparecían indias bañándose desnudas llenas de bondad al igual que "cosas" en la
proximidades de la factoría de Bachá y las gentes dejaron de ponerle comida a
los indios y a las indias sobre las piedras del corral con la frecuencia de hace
unos pocos años porque los mulatos hambrientos de estos tiempos se la comían.
En la ciudad
de San Juan de la Maguana las aguas de los ríos irrumpieron con violencia
arrastrando y sepultando a muchas gentes pobres.
Dicen que "el maestro" profetizó que se debía construir la ciudad sobre las
montañas para evitar la acometida de las aguas.
Fuente:
Extracto del web
www.rincondominicano.com
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