Invasión de los cimbros y los teutones
Guerra contra Yugurta, príncipe de los númidas
El país situado a occidente de la provincia de Africa, o sea cerca de la actual Marruecos, era gobernado por los númidas, el rey estuvo aliado a Roma, incluso intervino en la guerra contra Numancia. Yugurta era el sobrino del rey, y fue enviado junto a Emiliano Escipión, a tomar Numancia, Escipión noto la destreza de este joven en el arte de la guerra, y mandó decir al rey que seria reconocido por el Senado y el pueblo romano, por su valor en combate.
En el 118 muere el rey númida, quedando dos hijos y su sobrino Yugurta como herederos, pronto se indispusieron y Yugurta asesinó a uno de ellos, finalmente se repartió el reino entre Yugurta y el otro príncipe, muy pronto siguieron los desacuerdos y Yugurta fue a sitiar a su primo a la ciudad fortificada de Cirta, hoy Constantina, el Senado romano envío embajadores a persuadir a Yugurta a que cesara los combates, no se sabe que les pasó a los enviados, pero lo cierto es que Yugurta pareció no darse por enterado, y saqueó Cirta asesinando a su primo. Luego Yugurta fue a Roma, ya que el Senado lo llamó a que fuera dar explicaciones, pero fue defendido con mucha elocuencia por un tribuno, probablemente había sido sobornado por este, el pueblo romano quería que el nieto del rey númida fuese el heredero, quien también se encontraba en Roma, Yugurta demostrando gran audacia y ambición, mató en la misma Roma al futuro heredero, enseguida, se escapó a África, los romanos le declararon la guerra a los númidas.
Se envío un ejercito a Africa, pero era invierno, llovía, y los romanos se sintieron muy debilitados, Yugurta los derrotó con facilidad, y les propuso perdonarles la vida con la condición de que se retiraran, en 10 días. El Senado ordenó condenar a los cónsules que habían sido sobornados por firmar aquel tratado, fue el cónsul Metelo a Numidia, y reorganizó el ejército, comenzó saqueando el país, quemando casas y cosechas, matando a mucha gente, pasado un año, Yugurta pidió la paz, Metelo se la daría con la condición de que entregara sus jinetes, todos sus elefantes, a los desertores romanos, además de un cuantioso tributo en plata. Yugurta entrego todo, pero Metelo le pidió que fuera a rendirse personalmente, Yugurta prefirió seguir con la guerra. La campaña fue dura, los romanos eran bruscamente atacados en el desierto por jinetes númidas, Mario que era un tribuno, se destacó en la guerra, y se hizo muy querido además, por estar dispuesto a sufrir las mismas penurias que sus soldados, incluso ayudó a construir muros y empalizadas. Yugurta se retiró al desierto donde se alió con Bolio rey de Mauritania, los romanos intentaron una invasión a Mauritania pero Bolio los contuvo muy bien, y estuvo a punto de derrotar a los romanos, de todas formas prefirió negociar, y llego a un acuerdo con Sila un joven cuestor de clase noble enviado por Mario, ofreciéndole la paz, con tal de que entregase al astuto príncipe númida, de esta manera Yugurta fue capturado y enviado a Roma donde fue encerrado en una mazmorra subterránea durante un año, donde murió ya sumido en la demencia, y agobiado por el hambre y el frío.
Invasión de los Cimbros y los Teutones
110ac- Todo comienza cuando los cimbros quienes habitaban en la zona de la Germania, actual Alemania, cruzaron el río Danubio, eran altos rubios esbeltos y de ojos claros, tenían costumbres muy salvajes, e incluso comían carne cruda, llegaron primero a la Norica, un país situado al sur del Danubio, quienes habían sido dominados por los romanos hacia ya varias décadas. Los cimbros exigieron a los nóricos que les cedieran algunas tierras, pero los nóricos se quejaron a los romanos quienes acudieron de inmediato, los bárbaros se disculparon diciendo que no sabían que los nóricos eran aliados de los romanos, se los condujo hasta el límite de la provincia, y allí los romanos los atacaron a traición, los cimbros se habían prevenido y lograron desbandarlos, luego ofendidos, se dirigieron hacia occidente, hacia la Galia donde saquearon el país durante cuatro años, fueron varios ejércitos romanos en auxilio, pero los cimbros los pasó a todos a cuchillo, el pueblo romano estaba asustado, y no teniendo mas confianza que en Mario, le eligieron cónsul. Mario. Rapidamente bloqueó todas las entradas a la península itálica, pero los bárbaros reaccionaron de manera diferente a lo previsto, y se dirigieron a España a dedicarse al saqueo y al pillaje durante un par años, durante este tiempo Mario contra lo que dictan las leyes fue electo cónsul por tres años seguidos, y aprovechó a entrenar y a disciplinar a sus hombres.
Los bárbaros estaban volviendo ya de España, y otras hordas se habían unidos a ellos, los teutones que llegaron primero que los cimbros, y al toparse con el campamento de Mario, dieron un grito de ataque en idioma desconocido para los romanos, Mario no les dió batalla ya que sabía que sus soldados les tenían temor, por lo que decidió hacer que se acostumbrasen a estos pueblos de costumbres salvajes. Los teutones al ver que los romanos se quedaban encerrados en su fortaleza, siguieron camino, Mario levantó el campamento y los siguió hasta encontrarlos acampados cerca de un río, donde se bañaban, y comían, Mario los tomo por sorpresa, rápidamente los bárbaros tomaron armas y avanzaron hacia los romanos excitados por el vino que habían tomado, pero las fuerzas de Mario lograron romper las filas teutonas.
Llegada la noche los romanos volvieron a una colina, donde pasaron la noche, todos muy inquietos ya que no habían tenido tiempo de cavar un foso alrededor del campamento y temían ser atacados, dícese que por la noche se escuchaban lamentos, gritos y exclamaciones en lenguas bárbaras, de los teutones que lloraban por sus muertos. Al otro día Mario, antes del amanecer mandó unos 3.000 hombres a esconderse detrás del campamento bárbaro, los teutones se despertaron sedientos de venganza, y fueron a atacar a los romanos a la colina, los romanos corrieron hacia ellos y cuando estuvieron al alcance los empujaron con lanzas y escudos hacia las llanuras, los bárbaros fueron presionados hacia la llanura, donde se reorganizaron, pero de repente los 3.000 hombres que Mario había mandado esconderse, atacaron por la retaguardia, los teutones tuvieron miedo y se desbandaron, luego fueron hechos prisioneros, o degollados.
A la llegada de los cimbros, habían pasado ya algunos meses de la derrota de los teutones, Mario se encontraba en Roma, y había sido elegido cónsul, dejando a Cátulo a cargo de sus ejércitos, Mario al enterarse de que los bárbaros merodeaban otra vez, fue a reunirse con Cátulo, quien había abandonado el campamento, los bárbaros creían que los romanos estaban asustados, y se entrevistaron con Mario, el jefe bárbaro le dijo que querían tierras para establecerse y que no volverían a molestar, Mario se negó burlándose de ellos, el bárbaro, le amenazó y le dijo que iban a destrozar a los romanos a la llegada de sus primos los teutones, a lo que Mario mandó traer al líder de los teutones, cargado de cadenas.
Para la batalla los cimbros contaban con una falange de unos cinco kilómetros de largo, los miembros de la falange iban unidos unos a otros por medio de cadenas para no desarmarse, a los costados estaban los jinetes, que usaban cabezas de animales silvestres y penachos que los hacia mas altos de lo que eran. Comenzó la batalla, donde los cimbros se pusieron en ventaja por su rápida caballería, que atacaba, se ponía en fuga y volvía a la carga, era verano, y los dos ejércitos levantaron una gran nube de polvo, la batalla había comenzado por la mañana, y hacia el mediodía, los cimbros poco acostumbrados al calor, estaban agotados por el sol y el polvo, los romanos luego de destruir la falange, persiguieron a los jinetes, quienes se fugaban, cuando llegaron al campamento bárbaro, dieron muerte a los sobrevivientes de la batalla, junto con las mujeres que allí se encontraban esperando a sus hombres.
100ac- Cuando Mario llega a Roma, es considerado como el salvador del imperio, y es electo cónsul otras siete veces, durante su gobierno, Mario reprodujo las reformas de Cayo Graco, proponiendo varias leyes, entre ellas que se recuperaran las tierras saqueadas por los cimbros y que se las distribuya entre ciudadanos italianos; otra ley ordenaba a los ciudadanos a vender cierta cantidad de trigo al Estado a un precio muy bajo, para ser distribuido entre los pobres; y una tercera ley ordenaba crear colonias para los soldados veteranos, dándoles unas 200 arpentas de tierra para cada uno.
La aristocracia, se negaba a que se aprobaran las reformas, de todas formas Mario, las sacó a flote luego de algunos conflictos internos, y gracias a un tribuno, Saturnino, y a un pretor Glaucio, luego los dos gobernantes lograron cierta trascendencia y no demoraron en sacar partido de su poder, el pueblo pronto comenzó a descontentarse. Saturnino y Glaucio, temiendo una posible conspiración, acusaron a muchos posibles enemigos, por crímenes ridículos, incluso mataron en la vía pública a un candidato que no les agradaba. El pueblo se volvió contra ellos, y Mario fue obligado por el Senado a tomar medidas, finalmente luego de algunas escaramuzas, Saturnino fue degollado, y Glaucio fue apedreado por el populacho.
Los habitantes de Italia, a no ser los de los alrededores de Roma, aun no eran considerados ciudadanos romanos, no tenían ninguna posibilidad de ascender al gobierno, poseían menos derechos que los ciudadanos, y en varias ocasiones podían ser enjuiciados sin ningún motivo por un ciudadano romano, Roma los seguía considerando aliados, que debían suplirles de soldados, y algunos tributos, a los soldados no ciudadanos, no les era permitido ni siquiera el cargo de oficial, y no participaban de los honores de la victoria. Cayo Graco, fue de los primeros en proponer la ciudadanía de estos pueblos que hacía más de 150 años habían obedecido a los romanos, pero el partido del Senado había combatido estas reformas, luego un tribuno llamado Druso había logrado convencer al Senado y satisfaciendo también las demandas de los pueblos italianos, logró aprobar la ciudadanía de los pueblos italianos, muchos enviados de los pueblos aliados fueron a Roma, pero luego de aprobada la medida, Druso muere repentinamente, por lo que el Senado la declara inválida, muchos de los aliados habían combatido junto a Mario recientemente cuando las invasiones bárbaras, y conservaban armas y experiencia, por lo que se resolvieron por declararle la guerra a los romanos.
Se le llamó la guerra social a esta serie de conflictos entre los pueblos aliados. Entre los sublevados se encontraban, los samnitas quienes seguían odiando a los romanos, los montañeses de los Apeninos y los marsos que era un pueblo muy belicoso, incluso había un proverbio romano que decía: "quien puede triunfar contra o sin los marsos". Los aliados organizaron un gobierno imitado al de los romanos, y declararon como capital a la ciudad de Cortinium, a la que se llamo Italia, incluso los samnitas acuñaron sus propias monedas, a las que representaba a un toro (samnita) corneando a una loba (Roma), los romanos comenzaron por tratar de ponerse de acuerdo con los aliados y se intercambiaron rehenes con varios pueblos, pero luego el Senado volvió a negarse a satisfacer sus demandas y la ciudad de Asculum mandó asesinar a los enviados romanos, había mucha tensión en Roma entonces y se habían mandado centinelas a guardar las murallas de la ciudad, Roma contaba aún con los etruscos y umbríos al norte y las ciudades griegas al sur, Roma llegó a alistar a esclavos o cautivos libertos en contra las costumbres, finalmente se empezaron a tener noticias de sublevaciones en España y en Asia, los romanos veían pronto la caída del Imperio si no tomaban las medidas necesarias y se concedió la ciudadanía a los pueblos italianos que habían permanecido fieles a los romanos, la guerra contra los aliados continuó y el cónsul se apoderó de la ciudad de Asculum matando a los más reconocidos habitantes de la ciudad. Pompedio Silo, que había sido el cabecilla de los samintas, había muerto en una batalla, y muchos de los samnitas se sometieron, excepto por algunos samnitas restantes que se habían atrincherado en las montañas, los romanos sabían que no iba a ser fácil, luchar en las montañas contra los samnitas, así que ahorrándose dolores de cabeza, resolvió darles la ciudadanía a todos los pueblos en la península, luego de estas guerras, los romanos habían perdido muchos ciudadanos así como ciudades aliadas que habían sido saqueadas, en cierta forma el imperio se había debilitado a sí mismo, Mario ya viejo y enfermo, había participado en algunas batallas pero dejó de luchar con la energía de siempre, se dejó de considerarlo como al mejor general romano.