Conquistas de César en la Galia
Primera sublevación de los galos
60ac-
Cicerón había sido proclamado padre de la patria por arreglárselas con tan poco recursos frente a una verdadera avalancha de revolucionarios, incluso pronunció unos versos acerca de que las armas debían ceder paso a la toga, pero los romanos no obedecían a oradores si no a generales armados, este hecho se confirmaría con la aparición de Julio César.César era sobrino de Mario y compartía su ideología, era descendiente de una poderosa familia ahora arruinada desde la dictadura de Sila, en la época de la dictadura se vio obligado al exilio al reino de Bitinia, dícese que fue capturado por piratas, quienes pedían un suntuoso rescate por el joven patricio, César aún en sus peores momentos nunca había perdido la compostura frente a dichos mercenarios a los cuales amenazaba constantemente, finalmente los piratas fueron capturados por una flota romana y el joven César se encargó personalmente de la ejecución.
Luego de dichas aventuras había regresado a Roma donde había sido elegido pretor, se le había decretado como gobernador de España, pero César se hallaba agobiado por deudas, tuvo que Craso salir de garantía para así permitirle dicho cargo, en España César realizó una serie de conquistas.
Luego de un par de años vuelve a Roma donde se hallaba en ese momento Pompeyo festejando de sus victorias en Asia, pero Pompeyo creyéndose el dueño de Roma había exigido una serie de demandas al Senado, que fueron ignoradas, se hizo por lo tanto enemigo del gobierno y alentó a Craso a que se le uniera, al llegar César, Craso lo persuadió para que se uniese a lo que la historia conoce como primer triunvirato, consistía en una alianza secreta entre dichos cabecillas para arrebatarle el poder al Senado, César se hizo elegir cónsul y propuso varias leyes para favorecer al ejército de Pompeyo a pesar de que encontró cierta resistencia principalmente de Cicerón, logró imponer sus peticiones. Al terminar con su consulado, se retiró a la Galia donde se hizo de un ejército que le fue muy devoto.
Se distinguían en aquel entonces cuatro pueblos o razas en la Galia, al sur contra el Mediterráneo los ligures, entre los Pirineos y el Garona, los aquitanos parientes de los iberos españoles, en el centro entre el Garona y el Sena los celtas o galos, y al norte más allá del Sena los belgas que era un pueblo mezcla de germanos y galos, vivían estos pueblos de manera muy sencilla y era difícil darles casa ya que no edificaban ciudades, en tiempos de paz vivían en pequeñas aldeas fortificadas que eran abandonadas ante circunstancias adversas, estos bárbaros eran hombres fornidos de brutales costumbres, eran capaces de comer un cuarto de carne entero y varios litros de cerveza o hidromiel, también vino si se lo proporcionaban, eran personajes de tez blanca, altos, rubios y de ojos celestes.
Se conoce muy mal la religión de los celtas así era como se les llamaba a los antiguos pueblos de Francia e Inglaterra, pero se sabe que sus sacerdotes eran llamados druidas y que conformaban un rango muy elevado entre ellos. Acostumbraban a ofrecer sacrificios humanos, presumiblemente con esclavos o soldados capturados en guerra, también adoraban un árbol de tronco muy grueso que se encontraba en un bosque cercano tal vez a la actual Orleans, pensaban que era el sostén del mundo, el emperador Octavio Augusto lo mandó derribar en una ocasión. Estos pueblos se organizaban por separado y a menudo formaban alianzas o guerras entre ellos, incluso eran gobernados de distinta maneras entre ellos, algunos obedecían a un rey, otros a un consejo de ancianos y hubo pueblos que hasta fueron gobernados por druidas.
Todo comienza cuando un pueblo galo conocido como los sequanos, declaran la guerra a los eduos que eran otro pueblo bárbaro, los sequanos llamaron a sus aliados unos germanos procedentes del norte liderados por Ariovisto su rey, los germanos hicieron la guerra a los eduos y lograron conquistar algunos de sus territorios, pero se establecieron en el reino de sus aliados obligándoles a reconocerlos como sus soberanos, los sequanos asustados hicieron las paces con los eduos y ambos se pusieron en campaña de expulsar a dicho pueblo germano de la Galia, para eso llamaron a un segundo aliado de los eduos, eran los helvecios, procedentes de Suecia, César gobernaba entonces parte de la Galia, los eduos y los sequanos eran aún independientes. Cuando llegan los helvecios, piden permiso a César para atravesar su territorio, pero este se niega, los bárbaros cruzaron ignorando las amenazas de los romanos, César regresó a Italia a proporcionarse de un ejército, a su regreso atacó a los helvecios, dícese que eran más de 350.000 almas, entre los cuales 92.000 eran guerreros, César logró derrotar a los bárbaros y llegó hasta el campamento donde no quedaban más que mujeres, niños y ancianos, este les dejó volver a su país. Aún quedaba Ariovisto y su pueblo de germanos, existen rumores de que Ariovisto fue sobornado por algunos personajes romanos para que se librasen de César.
César envió llamar al rey bárbaro pero este respondió que si César necesitaba algo de su persona, el que debía acudir era César y no él. El general romano no habiéndole caído bien su desfachatez, fue a darle batalla sin otra alternativa, al llegar al campamento bárbaro, atacó a los germanos sorpresivamente, los pocos que escaparon fueron perseguidos y degollados, Ariovisto logró escapar a su país.
Conquistas de César en la Galia
Julio César (102-44ac)
Luego de la derrota de los germanos, César se estableció con sus tropas en la cercanías de Lutecia (París), los pueblos al norte de la Galia, sabían de la presencia de estos, y decidieron aliarse entre ellos y pedirle a César que retirase sus tropas, César se alió con los eduos y con los remos, habitantes de la zona circundante de la actual Reims. Luego marchó hacía al norte donde atacó a los belovacos, quienes eran los más poderosos de aquella región, logró derrotarlos y fue tomando uno por uno a los pueblos más pequeños. Luego tuvo que vérselas con los nervianos, hombres muy cerrados a culturas extranjeras, quienes habían permanecido cerrados incluso a sus otros vecinos bárbaros, fue una guerra complicada ya que no habían caminos entre aquellos bosques donde vivían estos pueblos, y eran constantemente atacados en pequeñas emboscadas, finalmente César dio con su fortaleza y luego de derrotarlos vendió a todos sus habitantes como esclavos.
César marcho luego al occidente de la Galia, había un pueblo guerrero, donde habían una serie de pueblos que también se aliaron contra los romanos, los vénetos, quienes constituyeron la mayor amenaza, vivían principalmente de la pesca, poseían numerosos poblachos y escondites a lo largo de la costa que eran abandonados rápidamente, fue una guerra penosa, ya que sus barcos eran muy veloces, demasiado altos para ser abordados, y eran capaces de navegar en lugares de poca profundidad, los romanos idearon una especie de hoz con las que cortaban las velas, y luego fueron abordándolos uno por uno.
En tanto en Roma, gobernaba un partidario de César, Clodio quien había declarado a Cicerón enemigo público mandándolo al destierro, pero luego tuvo algunos desacuerdos con Pompeyo, y como Clodio era enemigo del Senado, Pompeyo se reconcilió con estos, y le permitió a Cicerón regresar. Pompeyo aprovechó también una hambruna que asoló Roma, exigió poderes para poder aprovisionar Roma, obteniendo absoluta potestad sobre el mercado a lo largo del imperio, también quiso que se le concediese un ejército para conquistar Egipto, principal productor de trigo en el mundo, pero el Senado desconfiando se lo negó. César regresaba por aquel entonces a Roma y viendo a Craso y Pompeyo indispuestos con el Senado, decidieron renovar el triunvirato. Pompeyo y Craso fueron electos cónsules, y según lo acordado se le cedió a Pompeyo poder absoluto sobre la provincia de España y Africa, a Craso se le cedió Siria, a César le fue permitido tomar dinero del tesoro para renovar sus ejércitos, muchos senadores y tribunos se opusieron, pero el pueblo romano confiaba en los tres dueños de Roma.
Primera sublevación de los galos
César volvió entonces a la Galia a poner orden en las fronteras del Imperio donde pueblos germanos amenazaban desde más allá del Rhin, César para demostrar su poder construyó un puente saqueó algunos de estos pueblos y luego volvió a la Galia sin antes derribar el puente, los germanos así permanecieron en calma mientras César gobernase la Galia, luego fue la Bretaña, donde invadió a los bretones hasta el Támesis, dejó algunas legiones para mantener dicha frontera en orden.
A pesar de que César trataba cordialmente a los pueblos galos sometidos, estos odiaban secretamente a los romanos, eligieron a Ambiórix un rey guerrero bastante diestro en el arte de la guerra y se pusieron de acuerdo para sublevarse todos en el invierno cuando César se hubiera retirado a la Galia cisalpina, era un momento oportuno ya que reinaba la escasez en el imperio, y César había diseminado a sus legiones entre varios pueblos galos, pero la revuelta falló por que los carnutos habitantes de la actual Chartres atacaron mucho antes de lo convenido los galos debieron iniciar la rebelión de manera desorganizada dando a César oportunidad de organizar sus tropas, el general romano logró reprimir la revuelta.
Había en el país de los avernos, un noble galo llamado Vercingetórix, César confiaba en el valiente guerrero con quien había sido aliado en batallas anteriores, habían los galos acordado un nuevo golpe contra César, y pasado el invierno los carnutos irrumpieron en la ciudad de Cenabum matando a todos los italianos en la ciudad.
En tanto Vercingetórix había intentado sublevar a los nobles avernos para un nuevo ataque, pero fue expulsado por lo que buscó apoyo entre pastores y campesinos, con los que pronto reunió un ejército e invadió la Auvernia proclamandose rey. Se dirigió luego al norte de la Galia donde sometió a los bituriges (Bourges).
César volvía a la Galia y al haberse enterado de las agresiones de Vercingetórix se dirigió al país de los avernos donde se dedicó a saquear, para atraer al galo. Más tarde al ver que Vercingetórix no daba señas de vida, se dirigió hacia el Loira donde sabía que encontraría al rey galo. Vercingetórix se encontraba saqueando la comarca para evitar que los romanos pudieran suplirse de víveres, luego de convertir el sitio en un páramo se retiró dejando sólo una ciudad habitada por los bituriges, los romanos al llegar al lugar sitiaron la ciudad donde perdieron algún tiempo mientras Vercingetórix planeaba sus próximos movimientos. Luego de tomar la ciudad de los bituriges, César se dirigió al sur a la capital de los avernos en Gergovia, ciudad emplazada en una montaña, al ver que allí lo esperaba el galo intentó atacar, pero el lugar era muy desfavorable para los romanos, César intentó atraer a Vercingetórix a las llanuras pero este no se movió de allí, el general romano hubo de cesar el fuego. Al mismo tiempo los eduos al este, se rebelaron también, César corrió un gran peligro al hallarse sin víveres y en el medio de los eduos y los avernos, contactó con unos nómadas germanos formando una caballería con estos, luego de reprimir a los eduos volvió a enfrentarse con Vercingetórix, quien no había perdido el tiempo y se había aliado a otros pueblos galos, no quería el galo arriesgar una batalla y quiso cansar a los romanos con continuas emboscadas, finalmente hubieron de enfrentarse cerca del Saona, donde se libró una batalla muy encarnizada incluso César casi pierde la vida, pero el romano logró desbandar las fuerzas galas, Vercingetórix se fue a la ciudad fortificada de Alesia a refugiarse, pero tenía pocos víveres para sus tropas por lo que decidió echar a mujeres, niños y ancianos de la ciudad, César formó el sitió plantando una fortaleza alrededor de la ciudad, trabajo que le llevó cinco semanas, por mientras Vercingetórix había pedido ayuda a otros pueblos, los refuerzos aparecieron, una caballería gala atacó a los romanos pero fueron rechazados por los jinetes germanos. Los sitiados en tanto atacaron desde dentro al mismo tiempo sin mucho éxito.
César había mandado a los germanos esconderse en los bosques, al otro día los galos atacaron tres puntos al mismo tiempo, una emboscada desde unas colinas cercanas atacaron las legiones, aparecieron más jinetes galos que atacaron el campamento romano por la retaguardia, y los sitiados quienes trataron de expulsarlos desde el interior, los romanos lograron resistir los tres ataques, y la caballería gala fue dispersada por los germanos que atacaron por detrás. Finalmente Vercingetórix decidió rendirse para salvar su ejército, este fue enviado a Roma donde pasó seis años en prisión hasta el día de su ejecución, pasado el peligro mayor César se dedicó a establecer el orden sometiendo pueblo por pueblo, luego dejó una guarnición permanente en la Galia para evitar futuras revoluciones.