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Marco A. Farías N.

Problemas Vocacionales.

 Orientación vocacional, proceso de ayuda al estudiante, destinado a conseguir una comprensión adecuada de las distintas opciones profesionales que existen en el mundo de la educación, eligiendo aquella que cumpla con sus intereses y objetivos personales.


La orientación vocacional o educativa se centra en completar el desarrollo de los estudiantes de forma individual, a través de una serie de servicios diseñados con el fin de maximizar el aprendizaje escolar, estimular el desarrollo autónomo y responder a los problemas personales y sociales que frenan su evolución personal. Aunque estas actividades suelen ser practicadas por profesionales de la pedagogía o psicología, la orientación vocacional es una tarea cooperativa que implica la participación de profesores y padres de alumnos, directores de escuela y otros especialistas.

 

 DESARROLLO DE LA ORIENTACIÓN VOCACIONAL.
 

Los orígenes de la orientación vocacional están firmemente relacionados con el desarrollo de los servicios de orientación profesional y educativa. En la década de 1950, este tipo de actividades no se restringían a las indicaciones puramente educativas, sino que abarcaban también problemas de ajuste social.


En España, desde la Ley General de Educación de 1970 se ha prestado especial interés a los servicios de orientación o tutorías, con el objetivo de ayudar al alumnado a que reconozca sus habilidades y potencialidades para orientarles a elegir la profesión más adecuada.

 

 PROCEDIMIENTOS.


En las escuelas públicas y privadas los programas de orientación están organizados como una serie de servicios propios del centro educativo, planificados de forma académica. Los profesionales de la orientación ayudan a los estudiantes en el desarrollo del currículo, en la selección de cursos individuales, así como en las dificultades académicas.

La valoración del estudiante es otra función de la orientación vocacional. Se proponen determinados tests para conseguir el éxito académico, identificar las aptitudes individuales, descubrir los intereses profesionales y analizar las características personales. Las pruebas son utilizadas también para identificar a los alumnos más aventajados y a los que presentan problemas especiales de aprendizaje.

Otros servicios engloban programas que facilitan el conocimiento de las alternativas existentes, los programas de actividades sociales y las posibilidades laborales. Los orientadores trabajan con los profesores y las familias coordinando esfuerzos para ayudar a resolver los problemas específicos de los estudiantes y, si es necesario, pueden solicitar la ayuda de otros profesionales para intentar resolver problemas de carácter personal.

 

 TENDENCIAS DOMINANTES.

 

  Además de los temas exclusivamente educativos, los profesionales de la orientación pueden desarrollar programas específicos con objetivos concretos y procesos de evaluación sistemática que demuestren su eficacia. Estos programas se centran en problemas específicos como familias divorciadas, abusos de menores, así como en grupos determinados, como minorías étnicas o personas discapacitadas. Otros programas tienen una finalidad social y actúan como estrategias de orientación primaria, como la prevención y la intervención en hipotéticas situaciones que pueden generar conflicto.

Una de las tareas más importantes de la adolescencia es la de comenzar a forjar el propio proyecto de vida, y esto se relaciona con la elección de una carrera. El proceso comienza mucho antes de finalizar el colegio y continua durante toda la vida. Desde chicos nos preguntan: "¿Qué querés ser cuando seas grande?" Y respondíamos, seguros: "Como mi mamá", "bombero", "modelo"… Decididos.

Decidir sobre el resto de nuestras vidas no es nada fácil. Ésta y todas las elecciones posteriores serán determinantes de la vida adulta. Cuando uno elige una carrera o un oficio está escogiendo un proyecto de vida. Elige quien quiere ser, de qué trabajar, cómo vivir. Y esto es lo que le dará sentido a nuestras vidas.

Muchas veces se ha escuchado hablar de la "Crisis de la Adolescencia" y es porque esta etapa está llena de incertidumbres, obstáculos y novedades. Entonces, ¿Cómo hacemos para elegir algo tan importante si sentimos que estamos pasando por un vertiginoso período de cambios que nos dan terror? ¿Decidir? ¿Por qué? ¿Cómo hago? "No sé … no me decido por nada … No estoy seguro".

Erikson afirma que un estado de aguda confusión de identidad se manifiesta, por lo general, en el momento en que se enfrenta a la persona joven con una combinación de experiencias que demandan un compromiso simultáneo, incluso una elección laboral.

En la adolescencia la identidad atraviesa un cambio bastante espectacular y extenso y en este momento el equilibrio es mucho más difícil de mantener. Los cambios y el crecimiento acelerado del cuerpo trastornan la confianza que la persona tenía y el dominio de sus funciones. Además desde la sociedad surgen expectativas y demandas contrapuestas, dado que por ejemplo no se los permite votar, pero sin embargo se los considera los suficientemente responsables para tomar decisiones acerca de su futuro.

Justamente lo paradójico es que ésta sea una de las etapas más difíciles, y sin embargo es el momento que la sociedad ha establecido para que los adolescentes elijan su vocación.

 

Hay muchísimas oportunidades de información, pero su volumen es de tal magnitud y el acceso a la misma es tan variado, que las principales dificultades son saber qué información se necesita, de qué forma obtener la que se desea y cómo aprovechar la que se dispone.

La sociedad pretende que el adolescente:

  • Sea capaz de orientar sus acciones en función de determinados valores.
  • Aprenda a actuar con responsabilidad. Hacerse cargo de las consecuencias de las propias decisiones, reconocer que no se está solo, que existen otras personas con las que hay que convivir.
  • Desarrolle actitudes de respeto. Ser capaces de compartir y aceptar las diferencias, aceptar las posibilidades y limitaciones individuales y grupales.

Los planteos más frecuentes:

  • Dudas respecto de continuar o iniciar una carrera determinada.
  • Ambivalencia respecto de optar por una o varias alternativas posibles.
  • Incongruencia conceptual relacionada con aspiraciones que se perciben como antagónicas.
  • Inseguridad con respecto a la probabilidad de poder superar obstáculos, percibidos como barreras que dificultan el logro de metas deseadas.
  • Ausencia total de metas o proyectos.

Se intenta que la persona pueda tomar una decisión basada en la mayor cantidad posible de información

Sobre:

  1. Sí mismo. (Sus aptitudes, intereses, competencias intelectuales, identificación sexual, personalidad, actitudes, presencia de acontecimientos estresantes que estén dificultando la elección, autoconcepto, prejuicios y estereotipos, su percepción de su familia, su percepción de las expectativas de su familia, y amigos; atribuciones frente a las experiencias de éxito o fracaso, redes de apoyo de las que dispone).
  2. La realidad sociocultural en la que vive. (Status socioeconómico al que pertenece, posibilidad de acceso a las oportunidades del sistema educativo, fuentes de trabajo disponibles, características económicas globales del momento, estructura del grupo familiar, grado de asimilación de los valores de la cultura dominante).
  3. Las relaciones de esta persona con la sociedad en la que vive. (Aspiraciones relacionadas con la permanencia o exilio en el país, su grado de integración con los valores y creencias de su entorno sociocultural, y las características de los sistemas de aprendizaje por os que atravesó).

Identidad y vocación


Los dos factores cruciales en el logro de la identidad son:

  1. Experimentar distintas crisis en la elección de alternativas vitales.
  2. Llegar, finalmente a un compromiso, una inversión de sí mismo en esas elecciones.

Erikson dice que "en ninguna otra fase del ciclo vital se encuentra tan relacionadas de manera cercana las presiones para encontrarse uno mismo y la amenaza de perderse". Tener un sentido de identidad es tener un sentimiento de estar en casa dentro del propio cuerpo, un sentimiento de saber hacia donde se va, y una seguridad interna del reconocimiento anticipado de aquellos que cuentan".

La tarea principal de la adolescencia es la de establecer una identidad significativa. Ahora más que nunca, no existe un marco duradero de referencia y no hay un solo conjunto de valores mediante los cuales el adolescente pueda darle un sentido al mundo.

Para que una persona pueda elaborar su proyecto de vida de vida deben estar presentes los siguientes aspectos:

  1. Coherencia personal de la integración individual.
  2. La ideología de la época en la que vive esta persona.
  3. Su historia de vida en función de una realidad sociohistórica.

El logro de una identidad supone la autopercepción constante frente a situaciones de cambio, la integración de comportamientos y sentimientos diversos en relación con los diversos roles que le toca jugar. Supone que uno sigue siendo la misma persona frente a las distintas situaciones que enfrenta y que exigen de la persona comportamientos disímiles.

La identidad ocupacional está definida por la auto percepción en relación con la posible inserción del sujeto en el mundo laboral. Un proyecto de vida requiere la elaboración y consolidación de una identidad ocupacional. Forma parte de la maduración afectiva e intelectual.

El autoconcepto o autobservación va a ser determinante para la elección de una carrera. Las percepciones de sí mismo van a expresarse en términos de intereses, aptitudes, aceptaciones y rechazos.

Para Bandura las "creencias acerca de la autoeficacia" son guías importantes sobre el funcionamiento psicosocial de las personas. Estas expectativas se entienden como los juicios que las personas formulan acerca de sus capacidades para organizar e implementar acciones posibles en relación con el logro de determinadas metas. Estas expectativas ayudan a determinar si una acción va a iniciarse y mantenerse o no. También ejercen un a fuerte influencia acerca de los resultados posibles de la acción que se va a ejecutar, los incentivos, y el apoyo que brinde el entorno.

La autoeficacia forma parte de la autoestima. Por eso para que una persona tome un a decisión vocacional es necesario que:

  • La persona se autoperciba como eficaz en alguna área de trabajo.
  • El logro de las expectativas de autoeficacia esta muy relacionado con:

1. buenas experiencias de aprendizaje,

2. incentivos,

3. habilidades especificas para obtener y procesar información para la toma de decisiones,

4. soporte afectivo,

5. conflictos afectivos resueltos, y

6. potencialidades (dispositivo genético básico).

  • Las experiencias de aprendizaje deben ser tanto de tipo activo (a través de las cuales la persona aprende a establecer relaciones entre acontecimientos), como de tipo instrumental (mediante las cuales opera sobre el medio y se enfrenta con los resultados de sus acciones).
  • El clima social en el que se vive, así como los modelos de roles a los que el sujeto se enfrenta ejercen una enorme influencia en la construcción de las expectativas de la autoeficacia.
  • Las personas serán capaces de plantearse preferencias y rechazos en la medida en que hayan sido reforzados positivamente en sus acciones exitosas.
  • Es importante resaltar el efecto de las influencias negativas, es poco probable que se pueda valorar el trabajo y el estudio si el contexto en el que la persona vive sus experiencias cotidianas no da significado a esas accione como valiosas.
  • Los criterios de éxito-fracaso, así como lo referido a lo que es positivo o negativo, estén íntimamente relacionados con el sistema de valores vigente en los contextos socioculturales próximos y distantes.

Trabajo como fuente de identidad


 

La formación de la identidad influye sobre la capacidad de encontrar una vocación. Si el trabajo es crucial para el autoconcepto de una persona, también lo será para sus relaciones con los demás. Generalmente cuando dos personas se encuentran en una fiesta preguntan "¿A qué te dedicas?" Es uno de los primeros trozos de información que se intenta obtener sobre el otro.

Antes de nacer ya estamos circunscriptos por un conjunto de determinaciones del entorno en el que nos tocará vivir. Así, nos inscribimos en el conjunto de expectativas y proyecto de vida de nuestros padres. No estamos solamente limitados por lo biológico, sino también por lo social. Durante la niñez la persona cumple casi al pie de la letra este guión.

Su forma de organizar su identidad personal tiene que ver con las expectativas que los padres han puesto en él. La familia irá evaluando a lo largo de los años la forma en que su hijo cumple o no con este proyecto, e intentará corregir cualquier intento de desviación.

Pero es en la adolescencia el momento en que la persona toma más iniciativa en la construcción de su propio proyecto de vida. Los pensadores existencialistas acuerdan que la elaboración de un proyecto personal e ir detrás de su cumplimiento es el objetivo central de la vida.

Los adolescentes necesitan hacer una construcción autónoma de la realidad, necesitan organizar su experiencia centrándose como sujetos activos de ella, con un sentimiento progresivo de independencia y responsabilidad por los actos que llevan a cabo.

Personalidad y vocación


 

Según John Holland (1959) la elección ocupacional está muy relacionada con las características de personalidad. Este autor intenta implementar estilos personales en el contexto de diversos ámbitos laborales. Plantea que las personas proyectan sus autopercepciones así como sus visiones de mundo al hacer una elección vocacional.

La gente realiza la elección en base a estereotipos ocupacionales, lo que no es un factor obstaculizador sino que, muy por el contrario, aporta seguridad y utilidad al proceso.

Existe un número de ambientes laborales que se categorizan de la siguiente manera:

  • Realistas: Se caracteriza por la presencia de conductas agresivas y el interés por las actividades que requieren destreza motriz y fuerza física. Las personas que tienen esta orientación prefieren trabajos en los que tengan que hacer tareas especificas, y evitan aquellas que implican relaciones interpersonales verbales. Se inclinan a la solución de problemas concretos (granjeros, camioneros).
  • Investigativa: Se refiere al pensamiento a la acción y a las tareas que impliquen pocos vínculos interpersonales, así como la solución de problemas abstractos. En general reprimen los afectos dando la impresión de ser personas frías y distantes (químicos, biólogos).
  • Social: Las necesidades personales se satisfacen a través de la docencia o el apoyo terapéutico. En contraste con las dos orientaciones anteriores interesan los vínculos comunicacionales y se evitan situaciones muy intelectualizadas así como las que suponen el uso de fuerza física (docentes, asistentes sociales, psicólogos).
  • Convencional: Hay marcado interés por cumplir las normas y reglamentaciones, autocontrol de los afectos y fuerte identificación con todo lo que otorgue status o poder (contadores, bancarios).
  • Persuasiva: Disponen habilidades verbales que emplean en el manejo y la manipulación de otras personas. Anhelan ejercer el poder y tener status, a diferencia de a orientación indicada en el apartado anterior, que solamente los admira (comerciantes, políticos).
  • Artística: Les interesa la autoexpresión y vinculación interpersonal a través de la creatividad, evidencian poco autocontrol y labilidad afectiva (músicos, pintores, actores).

Motivaciones y vocación


La psicóloga clínica A. Roe afirma que el bagaje genético tiene que ver con el desarrollo de habilidades y génesis de los intereses, los seres humanos necesitan satisfacer tanto necesidades como de mayor rango jerárquico, y al hacerlo conforman determinadas capacidades e intereses específicos.

Las necesidades que son satisfechas de forma rutinaria, no se transforman en motivaciones o deseos inconscientes, en tanto que las que no lo logran pasan a ser motivadores que sí operan a nivel inconsciente. Las necesidades de mayor nivel (afecto, conocimiento, independencia) tienden a desaparecer por completo si no son satisfechas. Las de nivel menor, en el sentido maslowiano (comida, oxigeno, descanso) o básicas, pueden convertirse en motivadores dominantes solo si se satisfacen ocasionalmente y, como tales bloquean la aparición de las necesidades secundarias o de rango superior.

Aquellas que no se gratifican de forma inmediata sino con cierta dilación se transforman en determinadas circunstancias en motivadores inconscientes; las circunstancias que ocasionan la represión y su consecuente desaparición del plano de lo consciente pueden ser: la fuerza de la necesidad, el lapso de la postergación, y el valor que la satisfacción de la necesidad tiene en el contexto sociocultural inmediato en el sujeto que vive.

Dado que durante la infancia se estructura es esquema básico de la satisfacción de las necesidades, la autora analiza las pautas de crianza.

Cierto tipo de padres focalizan la atención sobre sus hijos de manera muy directa, ya sea sobreprotegiéndolos o siendo sobreexigentes; otros tratan de evitar el contacto con ellos, no dando respuestas a sus necesidades físicas o emocionales; algunos revelan actitudes de aceptación, de tipo casual o con muestras de afecto permanente. Esos estilos de vínculos paterno filiales afectan la satisfacción de las necesidades del niño; los padres sobreprotectoras tienden a la satisfacción inmediata de las demandas biológicas y son mas reticentes con las de tipo afectivo.

A su vez tienden a reforzar aquellas conductas socialmente aceptables. De alguna manera enseñan a sus hijos a dar mucha importancia a la rapidez con la que se satisfacen las demandas, por lo que el niño, si bien gratifica las básicas, para satisfacer las de diferente nivel va a tener que depender de otros, y conformarse con lo que tiene.

Los padres sobreexigentes brindan afecto como respuesta a las actitudes de conformidad y si el hijo logra lo que ellos estiman conveniente.

Los padres rechazantes ejercen ciertos efectos explícitos sobre las necesidades de sus hijos. Aquellos, que dentro de ciertos limites, ignoran su bienestar físico no los lastiman tanto como los que imponen condiciones para brindar cariño y protección; sólo si el niño rechazado tiene la oportunidad de encontrarse con otros niños tratados de manera diferente como él es tratado, evolucionará de manera más lenta, no necesariamente patológica.

La estructura de la personalidad que se configura a partir de los vínculos con los padres que aceptan y brindan amor permite lograr la satisfacción de las necesidades de todos los niveles.

De acuerdo con una clasificación ocupacional elaborada por la propia autora, las personas que trabajan en el área de servicios terciarios generalmente provienen de hogares en los que recibieron afecto y protección; aquellas con intereses científicos no se muestran interesadas en trabajar con personas y provienen de familias en las que predominaron actitudes de evitación y rechazo.

El clima familiar influye en el tipo de actividades ocupacionales que se elija, en tanto que los factores de tipo genético y los relacionados con la disposición de la energía psíquica van a afectar el nivel de trabajo que se pueda realizar.

Las propuestas de satisfacción laboral


Los seres humanos están motivados para lograr una relación armónica con el mundo del trabajo, y que ésta pueda alcanzarse tiene que ver con la posibilidad de establecer vínculos recíprocos.

El ajuste al trabajo se define términos de los esfuerzos que las personas realizan para mantener la correspondencia entre sus necesidades y los requerimientos del trabajo que están realizando. Las personas flexibles tienen mayor tolerancia a modificar las condiciones laborales para lograr aceptar la falta de correspondencia entre el medio personal y el laboral. Las activas trataran de modificar las condiciones laborales para lograr una mejor adecuación a las características personales. La velocidad se relaciona con la capacidad personal para aumentar en el menor tiempo posible la correspondencia entre condiciones de trabajo y características de personalidad.

Esta teoría resalta la importancia de tener en cuenta varios aspectos en una decisión vocacional:

  • La satisfacción y el sentido de pertenencia con la tarea o trabajo que se elija.
  • Las características del trabajo a desempeñar (más allá de la carrera que se elija). Es común que se piense en los contenidos de las asignaturas y se deje de lado la inserción laboral de esa carrera que se decidió estudiar.

Es muy probable que las personas planteen sus decisiones vocacionales o laborales en una dimensión más imaginaria que real. Por real aludimos a las condiciones concretas del mercado de trabajo existente.

Los miembros de un grupo ocupacional determinado evidencian características de personalidad homogéneas, las que se mantienen relativamente constantes a lo largo del tiempo, por lo que es factible predecir qué personas podrán desempeñarse en forma persistente en una actividad y quiénes tienen probabilidades de desertar.

Las personas con una necesidad muy fuerte de evitar fracasos tenderán, defensivamente, a fijarse metas muy fáciles o muy difíciles de lograr, en tanto que aquellas más motivadas por alcanzar logros tenderán a fijar metas intermedias y realistas. Las personas que tienden de manera muy marcada a evitar fracasos (más que a alcanzar un objetivo especifico) suelen en embarcarse en planteos o propuestas riesgosas, o por el contrario, a poner distancia, a posponer de forma constante la toma de decisiones, en tanto quienes están motivados por alcanzar una meta se proponen actividades que implican un riesgo moderado.

Las personas con mucho miedo al fracaso evitan las situaciones donde tienen que competir, en tanto las que tiene mayor tolerancia a la frustración son mucho mas moderadas al plantear las expectativas ocupacionales. Se puede evitar la competencia de diversas maneras:

  • Se proponen metas inalcanzables.
  • Se fijan metas riesgosas.
  • Se piensa en ocupaciones inexistentes.

¿Como se adquieren las preferencias ocupacionales?


Puede hablarse de cuatro categorías que influyen en la toma de decisiones vocacionales:

  • Potencialidades y habilidades especiales.
  • Condiciones ambientales y acontecimientos vitales.
  • Experiencias de aprendizaje.
  • Habilidades para enfocar tareas especificas.
  • Estos cuatro factores intercalan de manera permanente.

Madurez vocacional


Super
y Overstreet (1960) analizaron variables asociadas con la posibilidad de logro de la madurez vocacional.

  • Factores biosociales: edad, tipo y nivel de inteligencia.
  • Factores ambientales: nivel ocupacional de los padres, el currículo escolar vigente, estimulación sociocultural, coherencia familiar.
  • Factores vocacionales: grado de concordancia entre aspiraciones y expectativas.
  • Características de personalidad: ausencia de trastornos significativos.
  • Logros alcanzados: rendimiento escolar, participación en actividades escolares y extraescolares relacionadas con la temática vocacional.

Entre las muchas investigaciones realizadas creemos importante destacar los resultados de estudios que señalan la correlación negativa existente entre "sentirse aceptado por los pares" y el logro de madurez para decidirse vocacionalmente.

Las variables prestigio, intereses y sexo influyen tanto en la decisión como en el compromiso asumido.

La toma de decisiones


Cuando los adolescentes tienen que elegir la carrera que van a estudiar, se ven enfrentados a una situación problemática que tienen que superar. Es una tarea sumamente difícil y trabajosa porque se relaciona directamente con su identidad que aun no se ha terminado de formar.

Por otro lado, tiende a agravarse cuando percibe que es presionado por el tiempo, las expectativas y deseos de los padres.

Para ello debemos tener en cuenta que:

  1. Hay una persona que debe decidir.
  2. Hay un problema para resolver. (Un problema es una situación en la que se produce cierta discrepancia entre la realidad y los recursos con los que cuenta la persona para enfrentarla).
  3. Hay que buscar la información relevante para resolver el problema.
  4. Proponer la mayor cantidad de alternativas posibles sin juzgarlas de antemano.
  5. Anticipar los logros o consecuencias de cada una de las alternativas. Cada una tiene dos características:
  1. Probabilidad de ocurrencia futura.
  2. Una referencia valorativa para quien tiene que decidir. (Cuáles son las consecuencias).
  1. Elegir la alternativa más conveniente. Es importante que haya un alto grado de compromiso con la carrera por la que se ha optado. La necesidad de elegir encuentra al adolescente, por lo general con la sensación de no estar preparado todavía para seleccionar una opción madura de manera autónoma. Elegir es una acción que requiere un aprendizaje.

Siempre hay que tener en cuenta que todo proceso de toma de decisiones está compuesto por cuatro elementos. Es necesario que el problema vocacional sea desmenuzado y expresado en estos términos de estructura.

  • Los objetivos. Hace referencia a lo que se quiere alcanzar. Se relaciona con los logros deseados por la persona, lo que permitirá que se autorrealice, que le dé sentido a su vida. Muchas veces los problemas de orientación vocacional aparecen porque las personas no tiene muy claro que es lo que quieren lograr en su vida, desconocen sus metas, sus expectativas con respecto al estilo de vida que prefieren para un futuro. Otras veces los objetivos contradictorios dificultan la elección.
  • Las elecciones o alternativas posibles. Generalmente las personas tienen distintos cursos de acción en mente y les cuesta decidirse por uno. Es importante destacar que muchas veces se desconoce todas las alternativas que existen, y otras veces se piensa que las alternativas con las que se cuenta son incompatibles cuando en realidad no lo son. Tambien suele suceder que se tenga información incorrecta o incompleta sobre las mismas.
  • Los logros asociados con cada opción. Los logros hacen referencia a un suceso futuro que puede o no ocurrir.
  • Los atributos con los que cuenta la persona. Estos hacen referencia a las vías o caminos mediante los cuales se pueden alcanzar los logros de acuerdo con los objetivos planteados. La medida en que se alcanzan esos objetivos conforma lo que se denominan atributos. En algunos casos un solo atributo es necesario, por ejemplo, si lo importante es tener un buen salario, el atributo relevante para cada posición será el nivel de ingresos mensuales obtenido. En casos más complejos es posible desdoblar cada objetivo en varios atributos. Así, si por ejemplo el objetivo es tener "status social" los atributos por considerar serán el prestigio, la forma de ejercer el control sobre otros, las condiciones físicas del lugar donde se trabaje.

Los pasos son:

  1. Buscar y obtener información.

    Ayuda a reducir la incertidumbre relacionada con algunos logros posibles. Buscar todas las carreras en las que tenga interés y verificar las en las casas de estudio en las que se dictan. Es importante informarse sobre las asignaturas así como también sobre la inserción laboral y el contexto de trabajo. Para ello se recomienda contactarse con profesionales y con empresas en donde se desee trabajar. Cabe resaltar la importancia de hacer una larga lista de todas las carreras, sin descartar ninguna en un primer momento.

  2. Plantear el rango de alternativas.

    En este segundo paso es importante sopesar las alternativas y decantar aquellas que se prefieran. Se recomienda hacer una lista en la que aparezcan las distintas carreras en orden de preferencia. Que la persona tenga más opciones no significa que la probabilidad de tomar una decisión que lo gratifique sea mayor. A veces es más efectivo reducir las alternativas.

  3. Conocer las alternativas.

    Es importante hablar con personas que cursan la carrera, o con recién graduados. Se podrá obtener mejor información si se habla con profesionales que trabajan en su carrera.

  4. Formular las opciones en términos racionales y consistentes.

La decisión optima es la más consistente con la información que se tiene y con los valores y creencias de quien decide.

Siempre tomamos decisiones, pero no somos conscientes de ello. Es importante registrar nuestro propio estilo y corregir nuestros errores. Elegir una vocación está directamente relacionado con aprender a conocernos y aprender a tomar decisiones.


Referencias bibliográficas

  • Casullo, M.M; Diuk, L. (1996): "Proyecto de vida y decisión vocacional". Bs. As, Argentina, Paidós.
  • Fernández Alvarez, H. "Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia". Bs. As, Argentina, Paidós

 

 

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