1. Introducción
2. Abuso Sexual En Niños
3. Acoso Sexual
4. Abuso Sexual En El Matrimonio O
La Pareja
5. Dominación Femenina
6. Abuso Sexual En Hombres
1. Introducción
La violencia sexual se manifiesta con actos agresivos que
mediante el uso de la fuerza física, psíquica o moral reducen a una persona
a condiciones de inferioridad para imponer una conducta sexual en contra de
su voluntad. Este es un acto que busca fundamentalmente someter el cuerpo y
la voluntad de las personas.
La violencia sexual tiene multiples formas:
-
Acceso u hostigamiento en la calle, en el trabajo, en
la casa, en el colegio, en la escuela, en la universidad, etc.
-
Violación
-
Explotación sexual, turismo sexual
-
Abuso sexual de niños y niñas
-
Prostitución
-
Pornografía
La violencia sexual es el claro estigma de la degradación
del espíritu cívico de una sociedad totalmente ausente. El grado de
agresividad que coexiste en cada caso de violencia sexual es increíblemente
desesperante. En nuestros días son tantos los actos de vandalismo que
existen que resulta imposible su control.
Los actos que solo se pueden calificarse "auténticas aberraciones", son los
que actualmente crecen aun ritmo vertiginoso (en detrimento de la seguridad
publica) y cada vez son peores; estos actos son, sin duda alguna, las
agresiones sexuales.
Tanto las mujeres como los hombres son víctimas de abuso sexual. En
Australia, las estimaciones conservadoras indican que uno de cada 11 niños y
una de cada cuatro niñas han sufrido algún tipo de abuso sexual antes de
cumplir 18 años. Los hombres son los perpetradores de casi todos los casos
de violencia sexual (97 por ciento), pero los hombres también constituyen
una significativa proporción de todas las víctimas: 26 por ciento de menores
de 18 años.
Investigaciones recientes realizadas en los Estados Unidos sugieren que
hasta un 20 por ciento de los hombres sufrió abuso sexual en la niñez.
Adicionalmente, debemos reconocer la incidencia de ataques sexuales contra
hombres adultos. El ataque sexual se presenta en muchas formas, que incluyen
abuso sexual infantil, violación, acoso sexual, incesto y cualquier otra
forma de violación sexual de la cual la víctima nunca es culpable. La
responsabilidad recae en el ofensor y en nuestra sociedad, una sociedad que
permite y promueve la violencia sexual.
Son numerosísimos los actos de agresiones hacia menores, que se han
convertido en los últimos años en el plato favorito de estos delincuentes,
de mentes retorcidas y carente de sentido común.
Este tipo de situaciones causan a la persona agredida, en la mayoría de los
casos, perturbaciones psíquicas que a menudo son irreparables. Físicamente
también resultan afectadas y en el peor de los casos, brutalmente
asesinadas, algo cada vez mas frecuente en nuestros días.
Generalmente, quienes cometen este tipo de actos son
personas afectadas mentalmente, y si digo generalmente es porque en
innumerables casos se cometen estos crímenes en pleno conocimiento de los
daños causados, y no tienen reparo en los perjuicios acarreados a la
víctima.
Como ya se ha indicado las agresiones sexuales están principalmente
orientadas hacia las mujeres, que son claro objeto del deseo de las mentes
obsesas de estos delincuentes a quienes no les importa cometer tales actos
de violencia, con tal de satisfacer sus deseos más instintivos de una manera
atroz y sin ningún tipo de escrúpulos. Y lo peor es que este tipo de
personas, si no son arrestadas la primera vez, van a volver a delinquir de
nuevo.
En verdad nuestra seguridad se ve mermada por este tipo de actos, que son
claro objeto de preocupación para todos. Recurren al asesinato después de
una violación con el solo motivo de ocultar pruebas, cuando en verdad lo que
intentan esconder es la propia fealdad de sus actos, de los cuales son
conscientes y que les atormentan.
En una sociedad extremadamente liberal, éstas han sido las consecuencias que
al fin y al cabo nos impiden poseer esa auténtica libertad de que nos
vanagloriamos, y que se nos arrebata a cada hachazo de violencia sexual.
Este tipo de violencia, lo único que consigue es crear
pánico en la sociedad y robarnos la seguridad que por norma nos debiera
pertenecer. Nuestra sociedad, indignada, acusa a diferentes factores de lo
que está sucediendo, aunque a ciencia cierta no existen unos factores que
provoquen estos actos, pues el hacerlo o no está en los ideales de cada
persona.
Ahora bien, se intenta demostrar que hay una serie de cosas que malforman la
mente de las personas, especialmente de niños y adolescentes, y posiblemente
sea verdad, pues lo que se ve hacer y se aprende termina siendo lo que
hacemos. La violencia sexual es producto del alto nivel de vida del hombre,
que le ha llevado a deseos de disfrute de la vida totalmente equivocados
2. Abuso Sexual En Niños
Cuando un niño/niña le confía a un adulto que ha sufrido
abusos sexuales, el adulto puede sentirse muy incómodo y puede no saber qué
decir o hacer. Se deben seguir las siguientes sugerencias para responderle a
los niños que dicen haber sido abusados sexualmente:
Qué Decir
-
Si el niño de alguna manera indica que ha
sufrido abuso sexual, aliéntelo a hablar libremente de lo que le pasó.
-
No haga comentarios pasando juicio.
-
Demuéstrele que usted lo comprende y que toma muy en
serio lo que dice. Los psiquiatras de niños y adolescentes han encontrado
que los niños que tienen quien los comprenda reaccionan mejor que los que
no los tienen. La respuesta inicial a la revelación de abuso sexual es
crítica para la habilidad del niño para resolver y sanarse del trauma del
abuso sexual.
-
Asegúrele al niño que hizo bien en decirlo. Si el niño
tiene una relación cercana con el que lo abusa, se sentirá aterrado si lo
ha amenazado con hacerle daño a él o a su familia como castigo por decir
el secreto.
-
Dígale al niño que él/ella no tiene la culpa por el
abuso sexual. La mayoría de los niños tratan de entender el abuso y
piensan que ellos fueron la causa del abuso o se imaginan que es un
castigo por cosas malas (reales o imaginarias) que hicieron.
-
Finalmente, ofrézcale protección al niño, y prométale
que hará de inmediato todo lo necesario para que el abuso termine.
Los padres deben de consultar con su pediatra o médico de
familia, quien podrá referirlos a un médico que se especialice en la
evaluación y el tratamiento del abuso sexual. El médico que examine al niño
podrá evaluar su condición y dar tratamiento a cualquier problema físico
causado por el abuso; podrá también obtener evidencia que ayudará a proteger
al niño y le asegurará que todo está bien.
Usualmente, el niño/niña deberá también tener una evaluación psiquiátrica
para determinar cómo le ha afectado el abuso sexual y así determinar si
necesita ayuda profesional para superar el trauma del abuso. El psiquiatra
de niños y adolescentes también puede ayudar a otros miembros de la familia
que pueden estar muy afectados por el abuso.
Aunque la mayor parte de las acusaciones de abuso son verdaderas, pueden
haber acusaciones falsas en casos de disputas sobre la custodia infantil o
en otras situaciones. Ocasionalmente, la corte puede pedirle a un psiquiatra
de niños y adolescentes que le ayude a determinar si el niño/niña está
diciendo la verdad, o si le hará daño prestar testimonio en corte sobre el
abuso.
Cuando el niño/niña tiene que testificar, se pueden tener consideraciones
especiales para reducir su estrés, tales como el uso del video para grabar
el testimonio, pausas frecuentes, la exclusión de espectadores o la opción
de no tener que mirar al acusado.
Los adultos, dada su madurez y experiencia, siempre son los culpables en los
casos de abuso. Nunca se le debe de echar la culpa al niño.
Cuando el niño hace una confidencia a alguien acerca del abuso sexual, es
importante darle apoyo y cariño; éste es el primer paso para ayudar al niño
a que restablezca su confianza en los adultos.
Pornografía Infantil Pedofilia
La pornografía infantil es la reproducción sexualmente explícita de la
imagen de un niño o niña. Se trata, en sí misma de una forma de explotación
sexual de los niños. Estimular, engañar o forzar a los niños a posar en
fotografías o participar en videos pornográficos es ultrajante y supone un
menosprecio de la dignidad y autoestima de los niños. Esto significa que el
cuerpo de un niño o niña carece de valor y les demuestra que su cuerpo está
a la venta.
Los niños son desposeídos de su infancia. Los niños pierden la confianza en
los demás, particularmente en los adultos, y se quedan a merced de otros
tipos de explotación y pueden desarrollar toda una gama de síntomas de
tensiones postraumáticas tales como la depresión, la agresión y la
violencia, pérdida de autocontrol e inclinación a la automutilación.
Frecuentemente sus vidas terminan en suicidio.
Es realmente difícil lograr una aplicación efectiva de las leyes contra una
actividad encubierta. Pero las leyes deben ser aplicadas. Son la protección
final de los niños y hasta ahora no se ha hecho lo suficiente para promulgar
leyes realmente eficaces o para aplicarlas cuando ya están en vigor.
3. Acoso Sexual
En cualquier caso la violencia es un caso que abarca
diferentes facetas, la mas preocupante, esta presente en una cara un tanto
oculta, que sin embargo es la mas frecuente y discutida por todos: el acoso
sexual.
Esta clase de hechos se producen gracias al equivocado fenómeno que afecta a
nuestra sociedad, el incesante machismo que reina en otros lados y que a
menudo conlleva a ideales falsos sobre la verdadera concepción de la vida.
El acoso sexual comprende una serie de abusos (generalmente de hombres hacia
mujeres), por el hecho de llevar ropa corta, por ejemplo, que lleva a pensar
a los hombres en un consentimiento por parte de las mujeres que en realidad
nunca se ha manifestado.
Uno de los casos más frecuentes es el de la secretaria acosada por su jefe
que a menuda la amenaza con el despido y consiguiente adentramiento en la
jungla del desempleo, si no acepta una serie de normas despiadadas referidas
a todo tipo de manoseos. Del mismo modo las jóvenes se sientes cada vez mas
indignadas, con mucha razón por el continuo acoso al que son sometidas por
el hecho de resultar atractivas a los hombres mayores. Aunque hay que
aclarar que no son solo éstos, sino también los jóvenes los que pretenden
aprovecharse demasiado de su amistad con una chica.
También hay que nombrar la existencia de muchísimos casos de acoso sexual de
los padres hacia sus hijos menores. En estos casos no suelen ser denunciados
por temor a las posibles represalias, aunque se debería tomar valor y
contarlo todo. Estas denuncias significan un paso duro por parte de la
persona acosada, pero hablarlo resulta más importante de lo que a simple
vista parezca.
4. Abuso Sexual En El Matrimonio O La
Pareja
Muchas veces nos hemos encontrado con mujeres y hombres
que después de un tiempo de psicoterapia, por diversas razones, y habiendo
restablecido problemáticas de su personalidad, como ser identidad,
discriminación, cuidado de si misma, se dan cuenta que su marido abusa
sexualmente de ellas. Otras personas saben que se están dejando abusar y no
pueden reaccionar ni hablar sobre esto. No pueden poner límites a lo que
saben bien es un atropello a su persona.
Ejemplos :
Llegar a una relación sexual sin haberla querido, quede claro que no haberla
querido y no habiendo entrado posteriormente en un juego de seducción y
erótico de los dos.
Con las siguientes particularidades en orden de gravedad:
-
forzada físicamente, esto constituye una violación
-
con amenazas explícitas o implícitas
-
habiéndose negado explícitamente
-
habiéndose negado implícitamente
-
hacer o dejarse hacer practicas eróticas que le
desagradan, no le gustan o le causan displacer
-
tener reiteradamente relaciones sexuales sin tener
ganas
-
Tener relaciones o practicas eróticas o distintas
técnicas como canje o a cambio de determinadas cosas, es una especie de
prostitución. Se hace a sabiendas do los dos o de una sola persona. Y en
el caso puede ser que ambos sean los abusados mutuamente
-
sufrir actitudes violentas
-
fingir el orgasmo
Contra la Agresión Sexual Conyugal ...
Se impondrá pena de reclusión según se dispone más adelante a toda persona
que incurra en una relación sexual no consentida con su cónyuge o
ex-cónyuge, o con la persona con quien cohabite o haya cohabitado, o con
quien sostuviere o haya sostenido una relación consensual o la persona con
quien haya procreado hijo o hija, en cualquiera de las circunstancias
siguientes
-
Si se ha compelido a incurrir en conducta sexual
mediante el empleo de fuerza, violencia, intimidación o amenaza de grave e
inmediato daño corporal; o
-
Si se ha anulado o disminuido sustancialmente, sin su
consentimiento su capacidad de resistencia a través de medios hipnóticos,
narcóticos, deprimentes o estimulantes os sustancias o medios similares; o
-
Si por enfermedad o incapacidad mental, temporal o
permanente estuviere la persona incapacidad para comprender la naturaleza
del acto en el momento de su realización; o
-
Si se obligare o indujere mediante maltrato y/o
violencia psicológica al cónyuge o cohabitante a participar o involucrarse
en relación sexual no deseada con terceras personas.
La pena a imponerse por este delito, excepto la modalidad
a que se refiere el Inciso(a) de este artículo, será de reclusión por un
término fijo que quince años. De mediar circunstancias agravantes, la pena
fija establecida podrá ser aumentada hasta un máximo de veinticinco años, de
mediar circunstancias atenuantes, podrá reducirse hasta un mínimo de diez
años.
La pena a imponerse por la modalidad del delito a que se refiere el Inciso(a)
de este artículo, será de reclusión por un término fijo de treinta años. De
mediar circunstancias agravantes, la pena fija establecida podrá ser
aumentada hasta un máximo de cincuenta años, de mediar circunstancias
atenuantes, podrá ser reducida hasta un mínimo de veinte años.
Cuando la modalidad del delito descrito en el Inciso(a) de este artículo se
cometiere mientras el autor del delito hubiere penetrado al hogar de la
víctima sin el consentimiento de ésta o a una casa o edificio residencial
donde estuviere la víctima, o al patio, terreno o área de estacionamiento de
estos, y cuando los cónyuges o cohabitantes estuvieren separados o
residiendo en viviendas diferentes o hubieren iniciado una acción legal de
divorcio, la pena del delito será de reclusión por un término fijo de
sesenta años. De mediar circunstancias agravantes, la pena fija establecida
podrá ser aumentada hasta un máximo de noventa y nueve años de mediar
circunstancias atenuantes, podrá ser reducida hasta un mínimo de cuarenta
años.
El tribunal podrá imponer la pena de restitución además de la pena de
reclusión establecida en cualquiera de las modalidades anteriormente
señaladas.
5. Dominación Femenina
Dicho juego erótico consiste básicamente en un cambio de
los roles tradicionales (o al menos antiguamente tradicionales) de
"pasividad-sumisión" por parte de la mujer y
"dominación-agresividad-iniciativa" por parte del hombre durante el
desarrollo de las actividades sexuales y en especial durante los juegos
eróticos que muchas parejas disfrutan y practican como un estimulante
aperitivo previo a la consumación de la relación sexual propiamente dicha.
En la Dominación Femenina el juego consiste en implementar una fantasía
erótica muy habitual en muchos hombres y en muchas mujeres: el que la mujer
domine, comande, sea el ama y señora que ordene a su hombre a hacer todo lo
que ella le diga, y el hombre a su vez asuma el rol de siervo, esclavo o
prisionero que cediendo su libertad y voluntad a la mujer, se esforzará en
cumplir con las órdenes de ella mientras dura el juego.
En dicho juego, que puede tener una duración de unos pocos minutos previos
al acto sexual o prolongarse durante horas e incluso días, la mujer podrá
asumir roles tales como los de ama (la más común y abarcadora), diosa,
dueña, empleadora-patrona, jefa, secretaria o colegiala dominante, amazona,
etc. y el hombre los roles complementarios como los de siervo o esclavo,
humilde empleado, prisionero, y hasta sufrir una cosificación por lo que
será tratado como un objeto (asiento, lustrador, cenicero, trono, etc.) que
brindará placenteros servicios a su ama o ser "animalizado" y transformado
en caballo-humano o perro propiedad de su dueña, que sabrá como adiestrarlo
para que pueda satisfacerla de la mejor manera posible.
6. Abuso Sexual En Hombres
El abuso sexual es una realidad en muchos países y, sin
embargo, continúa siendo un tabú. En las últimas dos décadas, el movimiento
de mujeres ha contribuido enormemente a abrir la discusión del abuso sexual.
Ese trabajo básico ha hecho posible que los hombres que han sufrido abuso
sexual hablen sobre sus experiencias y busquen ayuda para superar el trauma
del abuso.
El abuso sexual tiene consecuencias devastadoras en las víctimas, incluyendo
aquellas que lo sobreviven. Las víctimas deben luchar por superar los
efectos emocionales y sociales del trauma que han sufrido.
Una Cultura de Silencio
Es particularmente difícil para los niños y los hombres revelar que fueron
sexualmente atacados. Nuestra sociedad nos condiciona a creer que los
hombres deben estar siempre "en control": de sus emociones, de otras
personas y de su entorno. Se les enseña a definirse a sí mismos como hombres
por el grado al que puedan alcanzar con éxito este control. Como
consecuencia, la mayoría de hombres no cree que será una "víctima", y
especialmente no en el terreno sexual. Cuando esto ocurre a menudo provoca
un fuerte choque emocional, siendo algo tan alejado de la experiencia normal
de los hombres.
No sólo es difícil para los hombres aceptar el ser sexualmente atacados,
sino también común que vivan en silencio, ya que las reacciones de otras
personas aumentan la sensación de ser victimizados. Al igual que al
sobreviviente le resulta difícil creer lo que le ha ocurrido, también otras
personas responden con incredulidad. Si un hombre revela que fue abusado
sexualmente, a menudo se le castiga aún más cuando su "hombría" y
orientación sexual son cuestionadas.
El ataque sexual es una forma de violencia en la cual el "sexo" es utilizado
como arma contra la persona de quien se abusó. Como consecuencia, a la
mayoría de hombres sobrevivientes les preocupa en alguna medida su
sexualidad, ya sea en lo relacionado a nuestra identidad masculina, nuestra
posición entre hombres, la masculinidad de nuestra conducta, nuestras
preferencias sexuales, la frecuencia y satisfacción de nuestra actividad
sexual o nuestra capacidad para la intimidad sexual.
Estos problemas afectan nuestras vidas cotidianas, a
menudo durante años después de que terminó el abuso.
Por lo general, la gente asume que cuando un hombre ataca o viola
sexualmente a otro hombre, el ofensor es homosexual y la víctima también lo
es. Estas nociones, populares pero equivocadas, tienen su raíz en el mito de
que el asalto sexual busca principalmente la gratificación sexual, y la
gente ignora los asuntos del poder y el control. Las investigaciones han
mostrado que la mayoría de hombres que atacan a otros hombres tiene una
orientación heterosexual y que la mayoría de sobrevivientes de violencia
sexual también es heterosexual.
Asumir que los ofensores son homosexuales protege y exonera al ofensor
heterosexual e injustamente hace surgir sospechas y culpabilización hacia la
comunidad homosexual.
Asumir que la víctima es homosexual tiene consecuencias negativas para el
sobreviviente, quien, sin importar que sea heterosexual u homosexual,
sufrirá el estigma social de ser considerado homosexual, además de la
sensación de culpa por el ataque. Esta culpa está basada en la incapacidad
de hacer una distinción clara entre el sexo con consentimiento y sin
consentimiento.
Aunque el abuso sexual crea confusión y preocupación acerca de la
sexualidad, no determina la preferencia sexual del sobreviviente. Es
solamente el sobreviviente, y no el ofensor, quien determina sus
preferencias sexuales y con quién está dispuesto a tener relaciones
sexuales.
¿De Víctima a Victimario?
Los hombres que fueron sexualmente abusados en la niñez responden al abuso
en una variedad de formas. A algunos les abruman tanto los devastadores
efectos del abuso que sufrieron en su propia vida que deciden firmemente
ayudar a que el mundo sea más seguro. Así, se aseguran de que, al ser
padres, la relación con sus hijos e hijos sea responsable y libre de abuso;
se dedican al servicio de la humanidad, aprendiendo habilidades de
asertividad y comunicación o combatiendo la injusticia social a través del
activismo. Otros sobrevivientes continúan viéndose a sí mismos como víctimas
indefensas, y luchan continuamente por sobrevivir día tras día. Carecen de
la capacidad y voluntad de abusar de otros, y a menudo están sujetos a
sufrir nuevos abusos.
Muchos de los ofensores son hombres, pero el ataque sexual contra hombres o
niños también puede ser y es perpetrado por mujeres. Es importante reconocer
que algunos hombres y niños han sido sexualmente abusados por una o más
mujeres, y siendo así merecen apoyo.