Cuando los tramposos juegan con miembros honestos, a ellos no les importa. No les importa todo el tiempo que usted estudió y trabajó duro para obtener el nivel de evaluación en el SAI en que esté o la puntuación que usted tenga. No les importa el dinero que usted gaste mensualmente en su ISP o el tiempo que pase en su SAI. No les interesan las razones personales que le hicieron apuntarse a su SAI. No les importa su deseo de mejorar, su legítimo deseo por aprender. No les importa si usted se está estableciendo metas en cuanto a su puntuación, gracias a lo cual se motivapara aprender y mejorar. No les importa sus valores de deportividad en el juego. No se preocupan por sus notas personales. Ellos no se preocupan por la honradez, el juego limpio o por discusiones sin importancia y estúpidas (para ellos), tales como los retrocesos de movimientos o los deslices con el ratón. Para ellos, la existencia de usted como jugador de ajedrez, no es más que una cadena de caracteres con 4 dígitos en la pantalla de su monitor.
A ellos no les importa si usted puede ser fácilmente engañado o no. Mientras le manda a ellos, al comienzo de la primera partida, un agradable "¡Hola desde ciudad/pais; tengamos un buen juego!", ellos ajustan el tablero, los colores e introducen los controles de tiempo en su programa de ajedrez. Después de ganar partidas y de arrancarle puntos en la clasificación, ellos le dirán un estúpido, absurdo y automático "Gracias alias" o podrían darle las "gracias por las partidas" con un pequeño smiley ":)"... y ellos preparan una "nueva partida" en su programa de ajedrez buscando una nueva víctima. No les importa si usted sospecha de ellos o está enfadado después de jugar con ellos, ya que hay muchos miembros en su SAI para jugar y ellos siempre pueden escoger a otra persona. Así, ellos no se preocupan si usted los pone en su lista de "no jugar" o en su lista de "censurados". A ellos no les importa si después de algunas partidas pierde la confianza o seguridad en usted mismo respecto a sus aperturas favoritas, el modo en que usted maneja algunas de sus variantes de las aperturas o si ya no confía en su conocimiento táctico.
Ellos sienten (y conocen) que son poderosos y fuertes con su (C)-juguete. Ellos quieren sentir qué es jugar con un nivel de un MI o un GM en partidas blitz. Ellos sienten curiosidad, atracción y fascinación por las partidas entre GMs fuertes y programas de ajedrez potentes, por la inteligencia humana frente a la veloz máquina. Algunos de ellos quieren saber si el programa de ajedrez que compraron puede hacer lo mismo frente a miembros titulados en su SAI: ellos creen que tal curiosidad justifica el dinero que ellos gastaron en la compra del programa de ajedrez.
Ellos se preocupan de jugar con un miembro titulado, digamos un MI o un GM. Ellos quieren saber si su programa de ajedrez puede manejar a un miembro titulado, lo bien que su programa de ajedrez manejará este prometedor y atrayente "trofeo". Ellos se preocupan de jugar con jugadores con mayor puntuación que ellos. Ellos disfrutan viendo a un miembro titulado tener dificultades en posiciones delicadas, viendo a un miembro titulado o con mayor puntuación sentirse presionado por problemas de tiempo. Ellos fantasean con el sudor y la adrenalina que un miembro titulado segrega en posiciones difíciles, con o sin presión por problemas de tiempo en, por ejemplo, una partida 5 0 r contra ellos. Ellos disfrutan viendo aumentar el nivel de profundidad del análisis de su programa de ajedrez y viendo como los puntos de evaluación, mostrados movimiento tras movimiento, se incrementan lenta y firmemente a favor de ellos. Ellos sienten curiosidad por la puntuación de evaluación de una partida, aunque tengan limitados conocimientos de ajedrez. Ellos tienen una curiosidad sádica cuando ven la evaluación del tanteo incrementarse lenta pero firmemente frente a un miembro titulado o cuando ellos ven a su programa de ajedrez salir con una ventaja decisiva de los enfrentamientos tácticos. Ellos se sienten satisfechos y realzados cuando ven en su pantalla un aviso de que su oponente se ha rendido o ha perdido por agotar su tiempo. Adoran ver al servidor notificándoles de su nueva clasificación mejorada después de cada partida ganada.
Ellos disfrutan recibiendo mensajes de miembros evaluados más débiles diciéndoles lo bien que ellos jugaron la última partida, lo fuerte que son tácticamente o como vencieron asombrosamente al anterior oponente. Ellos disfrutan recibiendo mensajes diciendo: "Tú eres fuerte", "bien jugado", etc. ... de otros miembros. Ellos disfrutan nutriendo y perfeccionando su imagen de poder en el SAI y su estatus entre sus amigos del SAI con mentiras habituales, desinformaciones e historias inventadas sobre cuanto tiempo han estado ellos jugando, quien es el profesor de ajedrez que les da lecciones, a que joven edad aprendieron a jugar, etc... Ellos se preocupan del respeto y la cortesía que ellos reciben de los miembros más débiles.
Para los tramposos, engañar llega a ser una parte normal de la diversión de disfrutar y jugar al ajedrez en un SAI. Ellos no se preocupan por los archivos de ayuda sobre abuso, sobre normas de conducta o sobre el contrato de uso del SAI, con sus líneas de comportamiento y reglas. A ellos no les importa a cuanta gente engañaron, a cuanta gente mintieron, de cuanta gente abusaron. Para ellos, hacer trampas es una asombrosa, intrigante y fascinante ¡DIVERSIÓN! Una experiencia para disfrutar y jugar al ajedrez, engañando a la gente y logrando un prestigio ajedrecístico. Para ellos, hacer a la luz del día una burla de todos estos archivos de ayuda, de las fuentes del juego limpio es sólo una parte puntual de la completa diversión de engañar. Para los tramposos, engañar es como una pequeña chiquillada, un delito trivial: ¡sin importancia!
Yo nunca olvidaré dos odiosos y molestos tramposos que me encontré en un SAI. El primero de ellos me dijo después del juego: "¡Te pillé!". Una semana después, ese SAI lo cogió y fue señalado como un ordenador (C). Adivine quién se quejó de él... 10 meses después este mismo tramposo, bajo otro nombre, fue otra vez marcado como ordenador (C).
El segundo tramposo molesto que me encontré me decía durante la partida: "Yo conozco esta apertura mejor que tú", "Eres débil", "Ya te tengo", etc... Un mes después, ese SAI lo cogió.
A los tramposos simplemente no les importa usted, no importa si es un miembro titulado, un miembro honesto o un operador de ordenador (C) legítimo. Ellos no se preocupan por el enorme daño (una atmósfera global negativa y de constantes sospechas, controles de tiempo rápidos para evitar a los tramposos) que han hecho y están haciendo a todos los SAIs.
Quizás sea ya el momento de que usted se preocupe de ellos.